Watchman Nee Libro Book cap.9 Libro de lecciones nivel 2: El Dios triuno

Watchman Nee Libro Book cap.9 Libro de lecciones nivel 2: El Dios triuno

EL DIOS TRIUNO SEGÚN SE REVELA EN LAS EPÍSTOLAS

Lección nueve

EL DIOS TRIUNO SEGÚN SE REVELA EN LAS EPÍSTOLAS (1)

Lectura bíblica

Ro. 8:9-11; 2 Co. 13:14.

Bosquejo

  1. El Dios Triuno en Sus creyentes (Romanos 8)
  2. El disfrute que tenemos del Dios Triuno (2 Corintios 13:14)

Texto

Las epístolas son cartas escritas a diversas personas por los apóstoles: catorce fueron escritas por Pablo, dos por Pedro, tres por Juan, una por Jacobo y una por Judas. El pensamiento central de las epístolas consiste en que Cristo hoy es el Espíritu vivificante, quien habita en nuestro espíritu. El es nuestra vida y en El se halla todo lo necesario para la edificación de la iglesia, el Cuerpo de Cristo. Los apóstoles experimentaron y disfrutaron al Dios Triuno y Su salvación completa. El Dios Triuno no era una simple doctrina o enseñanza para ellos; más bien, El era su vida y disfrute en medio de todas sus situaciones diarias. Lo que ellos escribieron sencillamente surgió de tales experiencias. En esta lección y en la próxima, veremos que ellos no escribieron acerca de estas cosas con el propósito de que sean estudiadas como mera teología, sino para revelarnos cómo Dios, en Su maravillosa y misteriosa Trinidad, se imparte en Su pueblo elegido a fin de que seamos Su expresión.

I. EL DIOS TRIUNO EN SUS CREYENTES (ROMANOS 8)

Romanos 8 afirma que el Dios Triuno está en nosotros. Los versículos del 9 al 11 reiteran este hecho: “el Espíritu de Dios mora en vosotros”; “pero si Cristo está en vosotros”; y “Su Espíritu que mora en vosotros”. Estos versículos indican que el Espíritu de Dios, Cristo y Su Espíritu moran en nosotros. El Espíritu de Dios es simplemente Dios mismo. Su Espíritu, por supuesto, es el Espíritu Santo. Por lo tanto, Dios, Cristo y el Espíritu Santo están en nosotros. Sin embargo, ¿cuántas personas diría usted que moran en su interior? Debe contestar: ¡una! Cuando usted ora, ¿siente que viven tres Personas dentro de usted? ¡Por supuesto que no! Sólo ora a un Dios y percibe a una sola Persona en su interior. En terminolgía hay tres, pero en experiencia solamente hay uno. ¡No existe ninguna confusión dentro de nosotros! Tenemos al Dios Triuno como el Espíritu que mora en nuestro ser.

II. EL DISFRUTE QUE TENEMOS DEL DIOS TRIUNO 

(2 CORINTIOS 13:14)

Debido a que Dios es uno en Su aspecto esencial, sólo sentimos a una Persona en nosotros; no obstante, debido a Su deseo de entrar en el hombre, Dios es tres en Su aspecto económico. Aunque tenemos al Dios Triuno en nuestro interior, El ocupa solamente una pequeña parte de nuestro ser. Pero Su deseo es llenar completamente nuestro espíritu, alma y cuerpo, y la manera en que logra esto es impartiéndose en nosotros. Día tras día debemos experimentar a Dios impartiéndose en nosotros. Por eso en 2 Corintios 13:14 Pablo dice: “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros”. Esta es la manera en que el Dios Triuno se imparte en nuestro ser.

La gracia del Señor es simplemente nuestro disfrute de El. Cuando disfrutamos al Señor, obtenemos gracia. El amor de Dios es Dios mismo, y el amor es la fuente de la gracia. La gracia surge del amor y es su misma expresión. La comunión del Espíritu es el Espíritu mismo. Cuando el Espíritu nos transmite la gracia juntamente con el amor, disfrutamos la comunión. Sin embargo, la gracia, el amor y la comunión no son tres asuntos separados, sino tres aspectos de una misma realidad, del mismo modo que el Señor, Dios y el Espíritu no son tres, sino un sólo Dios. Cuando experimentamos a uno de Ellos, experimentamos a los tres. El amor de Dios es la fuente, la gracia del Señor es el cauce, y la comunión del Espíritu introduce en nosotros esta gracia juntamente con el amor. Dicha transmisión tiene como meta que experimentemos y disfrutemos al Dios Triuno: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

En 2 Corintios 13:14, Pablo evocó “el amor de Dios”, porque el Padre es la fuente de nuestra salvación; mencionó “la gracia del Señor”, porque Cristo el Hijo vino para efectuar la salvación y para traernos el disfrute pleno de Dios; y habló de “la comunión del Espíritu Santo”, ya que el Espíritu es la transmisión a nosotros de todo lo que el Padre es y todo lo que Cristo ha logrado. El Dios Triuno completo trabaja para impartir Su Ser en nosotros. De modo que nuestro espíritu, alma y cuerpo gradualmente serán saturados de El. ¡Aleluya!

Segunda Corintios 13:14 es una contundente demostración de que Dios es triuno con miras a que lo experimentemos, y no sólo para la mera enseñanza. Pablo no dijo: “El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo sea con todos vosotros”. Ciertamente él mencionó a la Trinidad, pero como gracia, amor y comunión. Esto es muy disfrutable y es una clara evidencia de que Dios se imparte en nosotros. ¿Pero cómo podemos experimentar y disfrutar esa impartición? ¿Y cuál debe ser el resultado? En la iglesia todos son animados a leer la Palabra de Dios, orar e invocar Su nombre. Esto es absolutamente correcto; pero debemos siempre recordar que Dios se imparte en nosotros con el propósito de producir Su expresión. El hecho de que leamos, oremos e invoquemos debe afectar nuestras vidas en el hogar y en la escuela. El disfrute que tenemos no es sólo para nosotros mismos, sino para que Dios brote de nosotros y sea expresado.

¿Qué significa que Dios viva y se exprese por medio de nosotros? Consideremos, por ejemplo, la justicia: Dios es justo. El es absolutamente justo y honesto en todo lo que hace. ¿Y nosotros? Por naturaleza nosotros ciertamente no somos justos. Supongamos que usted compra algo en la tienda y que por error el cajero le cobra menos del precio. La mayoría de los jóvenes no se lo mencionaría al cajero. Por el contrario, les daría mucho gusto ahorrarse algo de dinero. Pero eso es una injusticia. Esa es la expresión del diablo. Usted podría argumentar que la tienda tuvo la culpa o que los precios son muy elevados, pero esas excusas sólo demuestran cuánto ama usted su dinero y cuán injusto es usted. De hecho, quedarse con ese dinero es lo mismo que hurtar.

En cambio, si en ese momento usted ora: “Señor, reconozco que debo decir algo, pero no puedo. Señor Jesús, yo no soy justo pero Tú sí lo eres. Sólo me vuelvo a Ti”. ¿Cree que podría quedarse con ese dinero después de orar de esta manera? Definitivamente no lo haría, sino que devolvería la cantidad adicional. Esta experiencia es el Dios Triuno que vive en usted y brota de usted como justicia. Usted preferiría salir contento de la tienda con el dinero, pero al volverse hacia el Señor, permite que El se imparta en su ser de tal manera que lo impulse a devolver el dinero. De este modo usted obtiene más del Dios justo. La gente en el mundo expresa la injusticia, pero nosotros, por causa de haber experimentado la impartición de Dios, expresamos a Dios como justicia.

La meta de Dios es obtener un grupo de personas llenas de El para que le expresen. La iglesia debe tener la expresión más elevada del universo; por tanto, debemos expresar lo que Dios es. Dios es amor; El ama aun a Sus enemigos. Dios es perdonador; El perdona incluso los pecados más grandes. Pero nosotros no podemos amar ni siquiera a nuestro propio hermano o hermana, ni somos capaces de perdonar el pecado más pequeño. Así que, día a día debemos experimentar y disfrutar al Dios Triuno. Necesitamos orar e invocar Su nombre y leer las Escrituras, para que El pueda impartirse más en nosotros a fin de que podamos expresarle.

El es tan maravilloso y disfrutable. Su meta es hacernos Sus hijos para que seamos miembros del Cuerpo de Cristo, y así, le expresemos. El puede lograr Su meta si nosotros lo disfrutamos de tal manera. Es tan sencillo experimentar esto. ¡Aleluya por la impartición del Dios Triuno! ¡Alabado sea el Señor por la meta de la salvación completa de Dios!

Preguntas

  1. Utilice 2 Corintios 13:14 para escribir una profecía acerca del disfrute que usted ha experimentado del Dios Triuno.

Referencias adicionales

  1. Life Messages [Mensajes de vida] (Lee/LSM), tomo 2, págs. 164-166.
  2. Estudio-vida de Romanos (Lee/LSM), págs. 680-682.
  3. Life-study of Second Corinthians [Estudio-vida de Segunda de Corintios] (Lee/LSM), págs. 523-526.
  4. The Divine Dispensing of the Divine Trinity in Second Corinthians [La impartición divina de la Trinidad Divina] (Lee/LSM), págs. 399-401, 403-405.