Watchman Nee Libro Book cap.7 Libro de lecciones nivel 3: Los dos espíritus
LA OBRA DEL ESPÍRITU EN LOS CREYENTES LA REGENERACIÓN (1)
Lección siete
LA OBRA DEL ESPÍRITU EN LOS CREYENTES LA REGENERACIÓN (1)
Lectura bíblica
Jn. 3:3-6; Ef. 2:1; 1 Co. 6:17; Ro. 8:16; Jer. 17:9; 13:23; Ro. 7:18; Col. 1:12-13; Hch. 11:15-17
Bosquejo
- La regeneración
- Nacer del Espíritu
- Nacer de nuevo
- La manera de ser regenerados
- La necesidad de ser regenerados
- Porque somos caídos
- Porque carecemos de la vida de Dios
- La regeneración es muy diferente al concepto natural
- Recibir la vida y naturaleza de Dios
- No es un cambio de apariencia
- Vivir como hijos de Dios
- Recibir continuamente al Espíritu
Texto
I. LA REGENERACIÓN
En las siguientes cinco lecciones veremos los aspectos principales de la obra que el Espíritu realiza en los creyentes. El objetivo principal de esta obra es impartir a Dios en el hombre, y la regeneración es la realidad y el inicio de dicha impartición divina. Dios el Espíritu infunde Su vida y naturaleza en nuestro ser. Dios tuvo que hacerse Espíritu para poder regenerarnos.
A. Nacer del Espíritu
[Según la Biblia, ser regenerado es nacer del Espíritu (Jn. 3:3-6). Antes de ser regenerados, nuestro espíritu estaba muerto. “Y vosotros estabais muertos en vuestros delitos y pecados” (Ef. 2:1). Pero en el momento en que creímos, el Espíritu de Dios entró en nosotros y se mezcló con nuestro espíritu (1 Co. 6:17; Ro 8:16). De este modo, nuestro espíritu obtuvo la vida de Dios y fue vivificado. De nuestros padres obtuvimos nuestro nacimiento natural, y del Espíritu de Dios, nuestro nacimiento espiritual.]
B. Nacer de nuevo
[Ser regenerado también significa nacer otra vez o nacer de nuevo. Originalmente nacimos de nuestros padres, pero ahora hemos nacido de nuevo, esta vez, de Dios. La Biblia llama a esta experiencia nacer de nuevo. Cuando nacimos de nuestros padres, obtuvimos la vida humana, y cuando nacimos de Dios, obtuvimos la vida divina.]
C. La manera de ser regenerados
[¿De qué manera entra el Espíritu de Dios en el espíritu del hombre? Cuando el hombre escucha el evangelio o lee la Palabra divina, el Espíritu de Dios opera en él, y lo convence de que es pecador y corrupto; así, él es convencido de pecado, de justicia y de juicio (Jn. 16:8). Cuando ve que es pecador, reconoce que es corrupto y está dispuesto a arrepentirse, entonces el Espíritu de Dios le ayuda a entender que el Señor Jesús es su Salvador, y que murió en la cruz y vertió Su sangre para la remisión de nuestros pecados. En ese momento, el hombre cree espontáneamente en el Señor y lo recibe como su Salvador. Una vez que hace esto, el Espíritu de Dios entra en su espíritu, le imparte la vida de Dios y lo regenera.]
II. LA NECESIDAD DE SER REGENERADOS
A. Porque somos caídos
[Necesitamos ser regenerados debido a dos factores. Por el lado negativo, nuestra vida se ha corrompido, es decir, se ha vuelto maligna y no se puede mejorar. “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” (Jer. 17:9). “¿Mudará el etíope su piel, y el leopardo sus manchas? Así también, ¿podréis vosotros hacer bien, estando habituados a hacer mal?” (Jer. 13:23). “Pues yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien” (Ro. 7:18).]
B. Porque carecemos de la vida de Dios
[Además, por el lado positivo, necesitamos ser regenerados porque carecemos de la vida de Dios. De entre todo lo que Dios creó, el hombre posee la vida más elevada. Ni las plantas ni los animales tienen una vida tan elevada como la de él. Aun así, el hombre, quien posee la vida creada más elevada, necesita obtener otra vida para estar completo; necesita la vida eterna e increada de Dios. Cuando Adán fue creado, únicamente obtuvo la vida creada, mas no la vida increada de Dios. Del mismo modo, cuando nacimos de nuestros padres, solamente obtuvimos la vida natural, la vida humana creada. Ese nacimiento nos dio entrada al reino humano. Pero para entrar al reino de Dios, requerimos un nacimiento de otro origen; tenemos que nacer de Dios. Mediante el primer nacimiento, nacimos en el reino de las tinieblas, pero por medio del segundo nacimiento, fuimos trasladados al reino del Hijo de Su amor (Col. 1:13).
Dios desea que obtengamos Su vida increada y que seamos transformados a Su imagen mediante esta vida, a fin de ser como El. Aunque nuestra vida humana no hubiese sido corrompida por la caída en Génesis 3, aun así necesitaríamos ser regenerados. En Génesis 1 y 2 Adán aún no había pecado, pero tampoco poseía la vida de Dios. Por esta razón, Dios lo puso frente al árbol de la vida para que tomara y recibiera la vida divina, y fuera así regenerado. El propósito de Dios al crear al hombre no es solamente tener un hombre impecable, sino más aún, obtener un Dios-hombre, uno que tenga Su misma vida y naturaleza.]
III. LA REGENERACIÓN ES MUY DIFERENTE AL CONCEPTO NATURAL
A. Recibir la vida y naturaleza de Dios
[¡La maravilla más grande de todo el universo es que los seres humanos puedan ser engendrados por Dios, y que pecadores como nosotros puedan ser hechos hijos de Dios! A través de este sorprendente nacimiento divino, recibimos la vida divina, la vida eterna (1 Jn. 1:2), como semilla en nuestro ser.]
[Supongamos que un perro pudiera nacer de su amo y recibir su vida y naturaleza. Esto seguramente captaría la atención de los medios noticiosos. ¿No sería un enorme milagro que la vida y naturaleza de un ser humano se impartieran en un perro y lograran que éste se convirtiera en un hombre-perro? En dado caso, no sólo ese perro sería lavado, adornado y embellecido, sino que de hecho obtendría la vida y la naturaleza humanas. Por asombroso que parezca, por medio de la regeneración recibimos la vida y naturaleza de Dios.]
B. No es un cambio de apariencia
[Este entendimiento de la regeneración es contrario al concepto natural. En el ejemplo del perro que recibe la vida humana, descubrimos que nuestro concepto natural es simplemente que el perro sea limpiado y embellecido. En principio, muchos cristianos están ocupados limpiando su vida y reformándose, en lugar de obtener la vida y naturaleza divinas a través de la regeneración. La obra de Dios no consiste simplemente en limpiarnos, mejorarnos y corregirnos exteriormente. Lo que El busca, según Su economía, es regenerarnos para que seamos hijos de Dios, nacidos de El. Esto es indeciblemente grandioso.
No negamos que la salvación incluya la limpieza que efectúa la sangre redentora de Cristo. En efecto, los que somos salvos hemos sido limpiados por Dios. Pero éste no es el propósito principal de la salvación. Lo más importante es que Dios nos ha regenerado, que El impartió Su vida y naturaleza en nosotros y nos hizo Sus hijos. No somos hijastros, sino que verdaderamente somos hijos de Dios en vida. Ciertamente no existe una maravilla más grande en todo el universo, que hombres pecadores sean regenerados y hechos hijos de Dios. Hoy muchos buscan prodigios y milagros, pero no se dan cuenta que no existe un milagro más grande que la regeneración. Por medio de la regeneración las personas caídas son hechas hijos de Dios. Al salvarnos, Dios hizo de nosotros, los pecadores caídos, hijos divinos Suyos.]
C. Vivir como hijos de Dios
[Pocos cristianos se dan cuenta de que son hijos de Dios y que Dios desea que vivan como tales. Una vez que son salvos, la mayoría de los cristianos trata de enmendarse y se esfuerza por agradar a Dios. En sus esfuerzos por reformar al hombre natural y agradar a Dios, la gran mayoría del pueblo del Señor yerra el blanco de la economía de Dios. La salvación que Dios efectúa está ligada al cumplimiento de Su economía, y ésta no tiene nada que ver con la ética. La salvación que Dios nos brinda conforme a Su economía, consiste en regenerarnos por medio de la vida divina para que seamos Sus hijos y vivamos como tales. La meta de Dios no es simplemente que mejoremos nuestro comportamiento y que hagamos el bien. Su propósito no es tener un grupo de gente buena. El desea que vivamos como verdaderos hijos de Dios. Su intención no es simplemente limpiarnos, sino que vivamos como hijos Suyos. Esto requiere que recibamos al Espíritu de Dios. Nacimos del Espíritu y debemos seguir recibiendo la suministración del Espíritu.]
IV. RECIBIR CONTINUAMENTE AL ESPÍRITU
[Gálatas 3:5 dice: “Aquel, pues, que os suministra abundantemente el Espíritu, y hace obras poderosas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oír con fe?” Este versículo indica que Dios continúa suministrándonos el Espíritu. Podemos usar la electricidad como ejemplo. Después de que la electricidad se instala en un edificio, ésta es trasmitida continuamente al edificio. Del mismo modo, después de que Dios nos regenera con Su Espíritu y nos hace Sus hijos, El continúa suministrándonos el Espíritu. Nada es más crucial que recibir constantemente esta suministración.]
En lugar de esforzarnos por conducirnos religiosamente, debemos orar: [“Señor Jesús, abro mi ser a Ti. Te agradezco que he nacido de Dios, he nacido del Espíritu todo-inclusivo. Señor, este Espíritu todavía está trasmitiendo algo de Ti en mi ser. Te agradezco por esta trasmisión maravillosa”.] Entonces llegaremos a ser hijos de Dios, quienes disfrutamos la impartición divina del Dios Triuno y vivimos por ella. ¡Aleluya por la regeneración!
RESUMEN
La regeneración es el comienzo de la impartición divina. Cuando el Espíritu de Dios entra en una persona, el espíritu de ésta es vivificado; nace del Espíritu. Esto es nacer de nuevo. Es un nacimiento espiritual, adicional a nuestro nacimiento natural. El hombre necesita ser regenerado no solamente por causa de su condición caída, sino principalmente porque carece de la vida de Dios. La regeneración es muy distinta a cambiar o reformar externamente a una persona, lo cual concuerda con el concepto natural. Por medio de la regeneración, las personas reciben la vida y la naturaleza divinas, y llegan a ser hijos de Dios. Los creyentes deben vivir por dicha vida, la cual les es trasmitida por el Espíritu.
Preguntas
- ¿Qué le sucede al espíritu del hombre cuando es regenerado?
- ¿Por qué la Biblia se refiere a la regeneración como “nacer de nuevo”?
- ¿Cuáles son los dos factores por los que se requiere que el hombre sea regenerado?
- ¿Qué relación tienen la regeneración y el propósito de Dios?
- ¿Cómo muestra Génesis que Adán necesitaba ser regenerado aun antes de pecar?
- ¿Cuál es el concepto natural o religioso acerca de mejorar o reformar las personas? ¿Cómo difiere esto de la regeneración?
Citas tomadas de las publicaciones de Lee y LSM
- What is Regeneration? [¿Qué es la regeneración], pág. 6.
- El conocimiento de la vida, págs. 29-30.
- What is Regeneration? págs. 7-8.
- Life-study of First John [Estudio-vida de 1 Juan], págs. 25, 214.
- Estudio-vida de Gálatas, págs. 33, 287-288, 292.