Watchman Nee Libro Book cap. 45 Mensaje para Edificar a los creyentes nuevos

Watchman Nee Libro Book cap. 45 Mensaje para edificar a los creyentes nuevos ​

LA SENDA DE LA IGLESIA

CAPÍTULO CUARENTA Y CINCO

LA SENDA DE LA IGLESIA

Lectura bíblica: Ap. 2—3

I. LA REVELACIÓN DE LA SENDA DE LA IGLESIA

En Apocalipsis 2 y 3 se mencionan siete iglesias. Estas eran siete iglesias que realmente existieron en Asia Menor durante la época en que Juan escribió el libro de Apocalipsis. En ese tiempo, existían muchas iglesias en Asia Menor, pero Dios eligió únicamente siete a fin de usarlas como símbolos proféticos. Apocalipsis 1:3 nos dice que este libro es una profecía. Por tanto, Dios eligió a estas siete iglesias como una profecía para predecir la senda que la iglesia seguiría sobre la tierra.

¿Por qué debemos estudiar detenidamente los capítulos 2 y 3 de Apocalipsis? Una razón profunda e importante es que estos dos capítulos revelan la historia de la iglesia por los dos mil años que siguieron su fundación. Además, estos capítulos nos muestran la clase de iglesia que Dios condena y la clase de iglesia que Él aprueba. Por esto, resulta imperativo leer Apocalipsis 2 y 3. Únicamente si estudiamos estos capítulos podremos comprender la senda de la iglesia, la clase de iglesia en la que debemos estar y la clase de persona que debemos llegar a ser a fin de agradar al Señor. El tema de Apocalipsis 2 y 3 es la senda de la iglesia. En particular, estos capítulos nos dicen qué es lo que la iglesia debe hacer a fin de agradar al Señor. Por lo tanto, es imprescindible que entendamos Apocalipsis 2 y 3, sino no podremos ser cristianos buenos y apropiados.

A. La primera iglesia: Éfeso

Hay siete iglesias. La primera es Éfeso. La iglesia en Éfeso corresponde al período de la historia de la iglesia que transcurrió a finales del primer siglo, época en la cual el libro de Apocalipsis fue escrito. Cuando Juan escribió el libro de Apocalipsis, la condición en la que se encontraba la iglesia era como el de la primera iglesia que se describe aquí: Éfeso.

B. La segunda iglesia: Esmirna

La iglesia en Esmirna es la segunda iglesia y es un cuadro representativo de la condición en la que se encontraba la iglesia durante diez períodos de persecución bajo el imperio romano, los cuales transcurrieron desde el segundo siglo, después de la muerte de Juan, hasta los inicios del cuarto siglo. Esmirna, pues, nos muestra la condición de la iglesia bajo persecución desde la época posterior a los primeros apóstoles, hasta el tiempo en que Constantino admitió al cristianismo en el imperio romano. Durante ese período, la iglesia fue muy perseguida. La iglesia en Esmirna es una descripción profética de la historia de la iglesia durante aquel período de tiempo.

C. La tercera iglesia: Pérgamos

La tercera iglesia es la iglesia en Pérgamos. Esta tuvo sus inicios a principios del siglo cuarto, en el año 313 d. C., cuando Constantino acepta el cristianismo como religión estatal. La raíz griega gamos significa “matrimonio”. Por ejemplo, “poligamia” procede de la raíz griega gamos y significa un matrimonio en el que hay más de una esposa. Pérgamos literalmente significa: “¡Atención! Ahora existe un matrimonio”.

1. Las primeras tres iglesias ya no existen

Estas primeras tres iglesias han dejado de existir. La cuarta iglesia y las posteriores a ella todavía existen: La cuarta, quinta, sexta y séptima iglesia ¡aún están en nuestro medio! La diferencia entre las primeras tres iglesias y las últimas cuatro, es que cada una de las primeras tres iglesias surge únicamente después que la anterior ha dejado de existir. Por ejemplo, la segunda iglesia surge después que la primera ha desaparecido, y la tercera iglesia surge después que la segunda iglesia ha dejado de existir. Después de la tercera iglesia, surge la cuarta iglesia. Pero la cuarta iglesia no desaparece antes que surja la quinta iglesia; tanto la cuarta como la quinta iglesia existen al mismo tiempo. La quinta iglesia surge de la cuarta iglesia, pero, por ello, la cuarta iglesia no deja de existir. Asimismo, la sexta iglesia surge de la quinta, y es entonces que la cuarta, quinta y sexta existen simultáneamente. Cuando la sexta iglesia produce la séptima iglesia, las cuatro iglesias —la cuarta, quinta, sexta y séptima— existen al mismo tiempo.

2. Las últimas cuatro iglesias continúan existiendo hasta la segunda venida del Señor

Las siete iglesias en Apocalipsis 2 y 3 se hallan divididas en dos grupos. Las primeras tres iglesias han desaparecido, pero las últimas cuatro todavía están entre nosotros hoy en día. Ellas permanecerán hasta la segunda venida del Señor Jesús.

Con respecto a Tiatira, la profecía dice: “Hasta que Yo venga”. Apocalipsis 2:25 dice: “Pero lo que tenéis, retenedlo hasta que Yo venga”. Esto prueba que la iglesia en Tiatira permanecerá hasta la venida del Señor. La iglesia en Sardis también permanecerá hasta la venida del Señor. Apocalipsis 3:3 dice: “Acuérdate, pues, de cómo las has recibido y oído; y guárdalas, y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti”. Esto nos dice que la iglesia en Sardis permanecerá hasta la segunda venida del Señor Jesús. Sabemos que la iglesia en Filadelfia permanecerá hasta la segunda venida del Señor Jesús porque el versículo 11 dice: “Yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona”. La iglesia en Laodicea es la última de las iglesias que surgirán sobre la tierra. El versículo 21 dice: “Al que venza, le daré que se siente conmigo en Mi trono, como Yo también he vencido, y me he sentado con Mi Padre en Su trono”. Ésta es la última iglesia y lógicamente permanecerá hasta la segunda venida del Señor Jesús. Las primeras tres iglesias no recibieron promesa alguna con respecto a la venida del Señor, pero las últimas cuatro iglesias recibieron una promesa con respecto a la venida del Señor. Ciertamente todas ellas permanecerán hasta que el Señor Jesús venga de nuevo.

3. Entre las últimas cuatro iglesias, debemos elegir la iglesia apropiada

Hoy, delante del Señor, examinaremos cuidadosamente estas cuatro iglesias. Ello nos mostrará la senda que nosotros, los hijos de Dios, debemos tomar. Si hay cuatro clases diferentes de iglesias sobre la tierra hoy, y todas ellas han de permanecer hasta que el Señor venga de nuevo, ¿cuál es la actitud que corresponde a un hijo de Dios con respecto de estas iglesias? Nosotros tenemos que elegir cuidadosamente entre estas cuatro iglesias. Si elegimos una iglesia que no es grata al Señor y que el Señor condena, sufriremos gran pérdida delante de Él. Por ello, tenemos que examinar con detenimiento las últimas cuatro iglesias.

D. La cuarta iglesia: Tiatira

La cuarta iglesia es Tiatira. Después que el césar de Roma aceptó al cristianismo como religión estatal, utilizó su poder político para promover dicha religión y encumbrarla. Antes de esto, el imperio romano se valía de su poder político para reprimir al cristianismo; pero después, utilizó su poder político para apoyarlo. En consecuencia, el cristianismo no sólo se unió en matrimonio con el mundo, sino que fue exaltado por encima de este. Uno de los significados del título Tiatira es “torre alta”. Ahora la iglesia ha llegado a ser una torre alta en el mundo, una torre que es vista, respetada y adorada.

1. Tiatira es el catolicismo romano

Todos los lectores de la Biblia concuerdan en que Tiatira representa a la Iglesia Católica Romana, la cual es una unión de la iglesia con el mundo. Como resultado de esto, la iglesia es elevada en el mundo. Un problema intrínseco de esta unión es que hace que surja una profetisa. Esta mujer se llama Jezabel, la cual asume la posición de maestra entre los siervos de Dios, con lo cual la iglesia cae bajo su dominio y control. El problema de la Iglesia Católica Romana es el problema descrito en la cuarta parábola de Mateo 13, donde una mujer toma la levadura y la esconde en tres medidas de harina. En la Biblia, esta mujer simboliza a la Iglesia Católica Romana.

a. Dos pecados fundamentales: la fornicación y el comer lo sacrificado a los ídolos

¿Qué hace esta mujer? Apocalipsis 2:20 dice: “Pero tengo contra ti que toleras a esa mujer Jezabel, que dice ser profetisa, y enseña y seduce a Mis esclavos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos”. Jezabel comete dos pecados principales: uno es la fornicación y el otro es el comer de los sacrificios ofrecidos a los ídolos. Estos dos pecados merecen la excomunión. El Señor reprendió las enseñanzas de Jezabel.

Los versículos del 21 al 23 dicen: “Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación. He aquí, Yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella. Y a los hijos de ella heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que Yo soy el que escudriña las entrañas y los corazones; y os daré a cada uno según vuestras obras”. La iglesia en Tiatira y las enseñanzas de Jezabel tienen dos características: una es la fornicación y la otra es la adoración a los ídolos. En la Biblia, la fornicación significa mixtura. Que un hombre participe de una mixtura quiere decir que él está participando de fornicación. Aquí vemos que la Iglesia Católica Romana está mezclada con el mundo.

b. María ocupa el lugar de la diosa de Grecia

Todas las religiones de este mundo tienen sus diosas. El budismo tiene a Kuan Yin y los griegos adoran a Venus. Los romanos adoptaron esta práctica de los griegos y ellos también adoraron a diosas. Como ellos no pudieron encontrar en el cristianismo una diosa a la cual adorar, tomaron a la virgen María como su diosa. La llamaban María, pero en realidad era tratada como la diosa griega. Esto es fornicación y mezcla.

c. El festival del sol se convirtió en la Navidad

Todos los años, el 25 de diciembre, muchos romanos adoraban al sol y celebraban el cumpleaños del sol. El 22 de diciembre es el día más corto del año, después del cual los días se prolongan y las noches se acortan. Los adoradores del sol consideraban el 25 de diciembre como el día del nacimiento del sol y, por eso, celebraban un gran festival. Después que muchos de ellos se convirtieron, al ver que sus amigos incrédulos celebraban dicho festival con gran prontitud mientras ellos no tenían ninguna celebración, arguyeron que el Señor Jesús era el verdadero sol y que el 25 de diciembre debía de ser el cumpleaños del Señor. En consecuencia, ellos hicieron este día la Navidad. Lo único cristiano que tiene la Navidad es que hace alusión al nombre de Cristo, pues en los hechos, tal práctica pertenece a la religión del sol. Por favor consideren que todo esto constituye fornicación delante de Dios; esto es una mixtura, pues la adoración del sol ha sido mezclada con el cristianismo.

d. El templo pagano se convierte en el templo de Dios

La iglesia es el templo de Dios. En el Antiguo Testamento el templo de Dios era edificado en parte con madera y en su mayor parte con piedra. En la era del Nuevo Testamento, Dios permitió que el templo fuese destruido, sin dejar piedra sobre piedra. ¿En la actualidad dónde está el templo? Hoy en día todos aquellos que creen en el Señor son el templo de Dios. Nuestro cuerpo es el templo del Espíritu Santo. Aun así, hoy en día la Iglesia Católica Romana ha erigido edificios muy altos e imponentes. Los griegos eran expertos en la arquitectura refinada. Los romanos continuaron la tradición griega y dedicaron mucho tiempo al estudio de la arquitectura. Además, eran expertos en la construcción de edificios artísticos. Ellos consideraron que todos los dioses tenían su propio templo y que, en contraste, el cristianismo carecía de algo digno de ser admirado. Entonces, abandonaron la enseñanza de los apóstoles y construyeron edificios muy altos y hermosos. Ningún otro edificio en el mundo puede compararse a las catedrales del cristianismo. Los hombres llaman a estas catedrales los templos de Dios. Las catedrales en Milán, la catedral de San Pablo en Roma y la catedral de Notre Dame en París son todos ellos edificios muy elevados a los que la gente llama templos de Dios. Pero por favor tengan presente que este es un pensamiento de origen pagano. Los hombres convirtieron los templos paganos en templos del cristianismo, pues ellos los consideraban como edificios cristianos, pero en realidad son edificios paganos. El cristianismo cometió fornicación y siguió a los paganos.

e. El sacerdocio del judaísmo se convirtió en el sacerdocio del catolicismo

En el Nuevo Testamento, todos los hijos de Dios son sacerdotes. Si usted es un hijo de Dios, es un sacerdote. A los ojos de Dios, todos los que creen en el Señor Jesús son sacerdotes y todos ellos le sirven. Pero la Iglesia Católica Romana, al darse cuenta de que los sacerdotes en el judaísmo efectivamente servían como una clase intermediaria, dividieron a los creyentes del catolicismo romano en dos clases, y el concepto judaico del sacerdocio, que era propio del Antiguo Testamento, fue introducido en la iglesia del Nuevo Testamento. Una de estas clases se viste con túnicas y birretes sacerdotales. Todo lo que la Biblia describe acerca del sacerdocio antiguotestamentario, la Iglesia Católica Romana lo aplicó a sus sacerdotes. Los sacerdotes católicos se visten de la misma manera que lo hacían los sacerdotes del Antiguo Testamento y, además, ellos le añaden una gran parafernalia. Ellos no solamente han adoptado muchas cosas del judaísmo, sino que también han introducido en el cristianismo muchas cosas de la religión griega y de los templos romanos. De esta forma, ellos han alterado la manera ordenada por Dios. Esto es fornicación. En la Biblia, la fornicación significa confusión.

f. Elementos supersticiosos procedentes del paganismo

Esto no es todo. La Iglesia Católica Romana introdujo cosas tales como cirios, candeleros, incensarios, etc. que corresponden al Antiguo Testamento. Incluso introdujo objetos paganos. Todo esto no es sino fornicación. El paganismo, la idolatría, la superstición y los misterios romanos fueron todos cristianizados. ¡Esto no es cristianismo sino una gran confusión!

g. Se llenaron de ídolos

Dios reprendió a Tiatira no solamente por su mixtura, sino también por su idolatría. ¡Qué extraño es que Dios tenga que reprender a Su propia iglesia por ser idólatras! Ciertamente la iglesia estaba involucrada en idolatría. En el Antiguo Testamento los hombres adoraron a la serpiente de bronce. En la Iglesia Católica Romana, los hombres adoran la cruz del Señor Jesús. El catolicismo romano dice haber encontrado la cruz original, y muchas crucecitas han sido hechas con esa madera. Los hombres adoran estos objetos. El Señor Jesús es Dios, y Dios no tiene una imagen. Sin embargo, estos hombres se hicieron una imagen de Dios y la adoraron. Ellos también hicieron imágenes de María, Pedro y Marcos. Finalmente, ¡toda la tierra está llena de sus imágenes! Debido a las diferencias culturales, algunos ídolos son muy sofisticados, mientras que otros son burdos. Aquellos cuyas civilizaciones están más avanzadas crean hermosas imágenes, mientras que los que pertenecen a civilizaciones atrasadas, sólo tienen objetos muy burdos. Pero todos estos objetos son ídolos. ¡Sus catedrales están llenas de ídolos! Cuando los católicos oran, no oran a Dios en los cielos; más bien, ellos encienden cirios delante de sus ídolos, se persignan haciendo gestos en forma de cruces delante de los ídolos. Ellos tienen imágenes del Padre, del Señor Jesús, y de María, Pablo y Pedro. Tienen imágenes de todos los santos sufrientes y de los mártires de diversas épocas. Durante todos los siglos y hasta ahora, cuando individuos prominentes en la iglesia fallecen, la Iglesia Católica Romana los canoniza y hace imágenes de ellos. Entonces, tales ídolos son fabricados y adorados por todos.

h. Adoran los huesos de los mártires

Esto no es todo. Incluso los huesos de los mártires se han convertido en objeto de adoración. Si alguno desentierra una pierna o uno de los huesos de un mártir, la Iglesia Católica Romana se reúne alrededor de dichos objetos y los adora. A menos que uno esté bien informado sobre esta religión, le será imposible adivinar cuántos ídolos hay en el catolicismo. Aquellos que están familiarizados con el catolicismo saben que está, literalmente, lleno de ídolos.

La iglesia en Tiatira representa a la Iglesia Católica Romana, la cual tiene dos pecados fundamentales. Uno es la fornicación, es decir, que introdujo cosas paganas en la iglesia. El otro es la idolatría, que consiste en hacer ídolos de muchas cosas en la iglesia.

2. Tiatira es una iglesia condenada por Dios

Esta iglesia es condenada por Dios. A quienes están en la Iglesia Católica Romana el Señor les dice: “Salid de ella, pueblo Mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis sus plagas” (Ap. 18:4). Dios no se agrada de aquellos que permanecen en el catolicismo romano.

De acuerdo a Apocalipsis 2 y 3, Tiatira es la cuarta iglesia. Esta iglesia es posterior a Pérgamo, ya que junto con Éfeso y Esmirna, las tres primeras han dejado de existir. Tiatira surge después de estas iglesias y continúa existiendo, y estará en medio nuestro hasta que el Señor Jesús regrese. Es la cuarta iglesia, pero permanecerá hasta que el Señor Jesús venga de nuevo. Por ser creyentes e hijos de Dios, jamás debemos involucrarnos con nada que se relacione con el catolicismo. Nunca toquen esas cosas inmundas; pues una vez que las toquen serán afectados por ellas. Recuerdo que una vez el Sr. D. M. Panton dijo: “Los errores en sus libros son tan numerosos que uno difícilmente se da cuenta de que son errores”. Es difícil para una persona distinguir lo correcto de lo incorrecto porque hay tantos errores, es decir, en una cosa tras otra uno no encuentra sino errores. ¡Esto confunde la mente! Por ello, ¡jamás debemos optar por la senda del catolicismo romano!

E. La quinta iglesia: Sardis

La quinta iglesia es Sardis, que es la iglesia recobrada o la iglesia que permanece. También podemos decir que ésta es la iglesia que es dejada atrás. Esta iglesia viene después de Tiatira, pero Tiatira no desaparece ni es reemplazada por Sardis.

1. Tiene nombre de que vive, pero está muerta

Podemos ver la condición en la que se encuentra Sardis por las palabras: “Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto. Sé vigilante, y afirma las cosas que quedan, las que están a punto de morir; porque no he hallado que tus obras hayan sido acabadas delante de Mi Dios … Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han contaminado sus vestiduras” (3:1-2, 4). La característica de Sardis es que tiene nombre de que vive, y está muerta.

2. La reforma religiosa y la reforma política

El protestantismo surge después del catolicismo romano. Sardis representa a todo el protestantismo. Si bien incluye a la Reforma, Sardis no es un cuadro de la Reforma, sino más bien un cuadro de todo el protestantismo.

En el cenit de su poder, el catolicismo romano se convirtió en un sistema que era autocrático y maligno. La Reforma ocurrió durante una época en la cual las naciones europeas ya no podían tolerar la supresión que les imponía el catolicismo. Sin embargo, durante la Reforma operaron dos clases de fuerzas: una era la de Dios y la otra la de los hombres.

En la parte que competía a Dios, estaba Martín Lutero. Él fue el único que se opuso a los sacerdotes, los obispos, el papa y toda la Iglesia Católica Romana. En esa época, Dios les concedió a los hombres una Biblia abierta y les reveló la verdad acerca de la justificación por la fe. Los amadores de Cristo se levantaron de todos los rincones y produjeron la Reforma. Ellos sacrificaron sus vidas por el Señor y este fue el sello distintivo de la palabra de su testimonio. A pesar de que fueron perseguidos por la Iglesia Católica, ellos perseveraron en su fe con respecto a la obra de recobro del Señor. Ellos lo sacrificaron todo a fin de sustentar la Reforma. El Espíritu Santo se movió de manera prevaleciente y produjo muchos siervos fieles. La Biblia fue abierta y los hombres comenzaron a ver la luz; hombres y mujeres en todo lugar fueron iluminados con respecto a su salvación. Ellos declararon que, en cuanto a su salvación, ya no volverían a poner su confianza en sus propias obras ni en los sacerdotes, sino que pondrían su confianza únicamente en Dios. ¡Ciertamente esta fue una gran obra del Espíritu Santo!

Mientras Lutero luchaba por la Reforma, muchos poderes políticos que criticaban a la Iglesia Católica Romana trataron de aprovecharse de la Reforma para lograr sus propios objetivos políticos. La Reforma se convirtió tanto en una reforma política como en una reforma religiosa. En parte, esto se debió a que el catolicismo romano se había armado no sólo de poder religioso sino también de poder político, pues en aquel tiempo la Iglesia Católica Romana regía sobre toda Europa. La Reforma fue originalmente un movimiento religioso. Sin embargo, reyes, gobernadores y políticos de muchos países aprovecharon esta oportunidad para liberarse de la tiranía de Roma y para declarar su independencia de Roma. Esta es la razón subyacente por la cual la reforma política tomó lugar. Anteriormente, tanto el gobierno de la iglesia como el gobierno civil estaban bajo la influencia de Roma. Ahora, tanto la iglesia como las naciones podían liberarse de Roma.

3. La formación de las iglesias estatales

A la larga, la Reforma se convirtió en un frente unido de la iglesia y el mundo en contra del catolicismo romano. No solamente la iglesia se oponía a Tiatira, sino que además, los poderes políticos se oponían a Tiatira. Ambas facciones aprovecharon la oportunidad para organizar simultáneamente una sublevación en contra de la Iglesia Católica. Como resultado de ello, se formaron las iglesias estatales. En Alemania y en Suecia estaba la Iglesia Luterana; en Inglaterra, la Iglesia Anglicana, y en Holanda, la Iglesia Holandesa Reformada, etc. Todas estas eran iglesias del estado.

a. La religión se mezcló con la política

Al comienzo de la Reforma, muchos de los que pertenecían al pueblo de Dios salieron del catolicismo debido a que deseaban ser libres de la fornicación e idolatría católicas. Pero tal reforma fue fomentada por el poder político. En su ignorancia, ellos aceptaron la ayuda de poderes externos, de modo que, al establecer sus nuevas iglesias, repitieron el error del catolicismo romano. En el catolicismo encontramos una iglesia en que la política y la religión se han unido en matrimonio. Así mismo, al establecer sus propias iglesias, los protestantes también combinaron la política con la religión.

b. La iglesia adoptó los límites de la nación como sus propios límites

Si los creyentes que dejaron la Iglesia Católica Romana hubiesen querido retornar a lo establecido en el Nuevo Testamento, habrían visto que la iglesia es el pueblo de Dios y que, como tal, es una sociedad que no depende de ninguna otra entidad. Pero la luz que ellos tenían en ese entonces no era muy intensa, y además, muchas fuerzas surgieron a su alrededor procurando aprovecharse de ellos. Como resultado, ellos formaron las iglesias estatales. En Alemania, los creyentes formaron la iglesia estatal alemana, y todos los ciudadanos alemanes se convirtieron en miembros de dicha iglesia. En Inglaterra se estableció la Iglesia Anglicana. Todo aquel que nacía en Inglaterra reunía los requisitos para ser bautizado por un sacerdote anglicano. Según la definición de lo que es una iglesia estatal, los límites de la nación son los límites de la iglesia. No solamente los creyentes están incluidos en la iglesia, sino también todos los ciudadanos de la nación reúnen los requisitos para ser bautizados en la iglesia. En cuanto a su nombre, la iglesia estatal es viviente; pero en realidad, está muerta. Es así como las iglesias estatales llegaron a existir.

c. Una mezcla de creyentes con incrédulos

El protestantismo se caracteriza por la mezcla del mundo con la iglesia. Antes de esto, tal mezcla era universal; pero después se localizó por sus países. Originalmente, la Iglesia Católica Romana regía todo el mundo. Luego surgieron iglesias independientes en todos los países, y cada país tenía su propia iglesia. La iglesia fue identificada con los que eran el pueblo de Dios y con los que no eran el pueblo de Dios; esto es, se mezcló. Tiene nombre de que vive, ¡y está muerta! Esta es la condición del protestantismo.

d. Gigantes espirituales en forma individual

Por supuesto, esto no evitó que el protestantismo produjera muchos hombres prominentes. Muchos hombres verdaderamente espirituales proceden del protestantismo y fueron muy usados por Dios. Por ello, el Señor dijo: “Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han contaminado sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas” (3:4). Esta es la historia y la característica del protestantismo. Por un lado, tiene nombre de que vive, pero está muerto; por otro, ha producido muchos hombres espirituales prominentes. Sin embargo, todos estos hombres fueron individuos aislados; no constituyeron un hombre corporativo. Sardis tiene “unas pocas personas”. Siempre hay unos cuantos aquí y unos cuantos allá. Esta es la característica del protestantismo.

e. El surgimiento de las iglesias independientes

La historia del protestantismo comenzó con las iglesias estatales. Después, vemos que se desarrollaron las iglesias independientes mediante los llamados “disidentes” (aquellos que tenían opiniones diferentes de las que sostenían las iglesias estatales). Ellos comenzaron a darse cuenta de que eran muchos los que se unían a las iglesias estatales por medio del llamado “bautismo”, y no por medio de la fe. Así pues, las personas llegaban a ser creyentes no por medio de la fe, sino por medio del bautismo. Fueron muchas las personas que se despertaron de este error que se cometía en las iglesias estatales. Estas personas creían que una persona llega a ser hijo de Dios únicamente después de haber creído en Él.

f. División por causa de las verdades

Así pues, algunas de estas personas comenzaron a prestar especial atención a ciertas verdades nuevas que iban descubriendo. En realidad, las iglesias estatales no tenían otra intención que no fuera la de mantener sus propias organizaciones estatales; ellas realmente no se interesaban seriamente en servir al Señor. Entonces, Dios comenzó a hacer surgir ciertos hombres, unos cuantos aquí y otros allá, los que comenzaron a descubrir ciertas verdades y a condenar ciertas prácticas. Tales personas dieron inicio a las que fueron llamadas iglesias independientes o iglesias disidentes, iglesias que sostenían opiniones diferentes. Ellas sufrieron mucha persecución y mucha oposición. La historia de Juan Bunyan es un ejemplo de tal clase de persecución. También los presbiterianos fueron perseguidos en Escocia. Y debido a la persecución los puritanos zarparon para América. Entre tales hombres podemos nombrar a John Wesley, George Whitefield y sus grupos. Dios hacía surgir una persona aquí y otra allá a fin de mostrarles algunas verdades específicas. Tales personas respondían a Dios levantándose para condenar ciertas prácticas y para renunciar a cualquier relación con los pecados. Como resultado de todo esto, hubo varios que se separaron de las iglesias estatales.

g. La unidad tiene como base el juicio de los pecados

Al comienzo, cuando estos disidentes se alejaban de las iglesias estatales, se les tachaba de ser divisivos. Debido a que ellos sostenían opiniones divergentes, los marcaron como divisivos, pero en realidad, ellos no eran los divisivos. Las iglesias estatales habían llegado a ser demasiado amplias, ya que incluían a demasiadas categorías de personas. A fin de que los hijos de Dios pudieran seguir al Señor, ellos no tuvieron otra alternativa que separarse de las iglesias estatales.

Tenemos que comprender que la unidad no se basa en la tolerancia de nuestros pecados, sino en el juicio de los pecados. Hoy en día, la unidad de la que algunos hablan está basada en la tolerancia de cierto pecado. Cierto pecado es puesto en evidencia, y entonces, uno lo tolera y luego otro también lo tolera. Así, todos aquellos que toleran tales pecados dan origen a cierta unidad basada en la tolerancia. Cuando todos toleran cierto pecado, entonces ninguno tiene problemas con nadie. Hay muchas cosas en las iglesias estatales que no son de Dios. Quizás el Espíritu Santo despierte la conciencia de alguno para que rechace cierto pecado, pero los demás no lo rechazarán. Entonces, aquel que rechaza tal pecado es tachado de ser divisivo. En realidad, el problema no estriba con aquel que vio algo, sino con aquellos que no han visto nada.

Si todos los hijos de Dios pronunciaran juicio sobre los pecados, serían uno. La unidad entre los hijos de Dios no se debe basar en sus concesiones. En primer lugar, tenemos que ser uno con el Señor. Si los hijos de Dios son negligentes al juzgar el pecado, es probable que logren cierta unidad entre ellos, pero ciertamente habrán dejado de ser uno con el Señor.

La historia del protestantismo nos muestra que Dios constantemente está levantando ciertas personas aquí y allá, aquellas que buscan conocer el corazón de Dios y que juzgan al pecado. Puede ser que los demás no vean lo que ellas ven, o que tal vez se nieguen a verlo. Como resultado, aquellos que ven algo son llamados divisivos por obedecer a Dios. Si todos los hijos de Dios juzgaran el pecado y eliminaran todo aquello que no es de Dios, entonces serían uno, los unos con los otros, y serían uno con el Señor. Por favor, recuerden que ejercer juicio sobre el pecado es la verdadera base de nuestra unidad.

h. La primera generación recibe la bendición, la segunda generación trae la organización y la tercera la degradación

Otro de los fenómenos que se dan entre los protestantes es el siguiente ciclo: Durante cierta generación, surge una determinada persona que recibe mucha gracia y mucha bendición de parte del Señor; así, esta generación es muy bendecida. Una vez que esta generación pasa, la segunda generación continúa en una condición bastante buena. Pero, en las postrimerías de esta segunda generación, los hombres comienzan a prestar atención a otras cosas. Ellos comienzan a decir: “Hemos recibido tanta gracia de parte del Señor que debemos de idear maneras en que podamos salvaguardar esta gracia. Debiéramos formar una organización que se encargue de dar continuación a esta gracia y salvaguardarla”. Así, durante la segunda o tercera generación, surge la organización. A veces, tal clase de organización surge incluso durante las postrimerías de la primera generación.

Estos creyentes saben que Dios es el dador de la gracia, pero no creen que Dios también es quien resguarda esta gracia. Ellos creen en la bendición de Dios, pero les es imposible creer en la bendición continua de Dios. Como resultado de ello, los credos humanos, las normas, los métodos y los diversos medios son introducidos como parte de un esfuerzo por conservar la bendición. Cuando la fuente ha sido cerrada, tarde o temprano el estanque se seca; el nivel de agua ha dejado de subir. Entonces cuando surge la tercera generación se encuentra en la condición de muerte; todo ha regresado a la misma condición que antes, es decir, ha retornado al estado inicial del cual había salido. Por esto, Dios tiene que ir a buscar a otra persona, o a un grupo de personas, que habrá de buscar una nueva visión, nuevas bendiciones, un nuevo grado de separación y una nueva gracia. Esto traerá un nuevo período de avivamiento. Este ciclo se repite una y otra vez: bendición en la primera generación, organización en la segunda generación y degradación en la tercera generación.

i. Oscilando entre la vida y la muerte

Al comienzo, algunos se alejaron de las iglesias estatales. Después, los que dejaron las iglesias estatales fueron a su vez dejados atrás por otros. Inicialmente, aquellos que dejaron las iglesias estatales lo hicieron debido a que éstas estaban muertas. Luego, aquellos mismos que salieron de las iglesias estatales, cayeron en una condición de muerte, y otros los dejaron atrás. La historia entera del protestantismo es una historia de tener nombre de que vive, pero en realidad están muertos. Es una historia que oscila entre la vida y la muerte. Algunos fueron vivificados y otros cayeron en una condición de muerte. No todos están muertos, ya que siempre hay unos pocos que no se contaminan, y quienes son las personas prominentes que Dios ha elegido y a las cuales utiliza. Estos son los gigantes del protestantismo, ellos son dignos de andar con el Señor en vestiduras blancas. Ésta es la historia completa del protestantismo.

La iglesia en Tiatira fue reprendida. Sardis también fue reprendida. Entonces, ¿cuál es el camino que los creyentes deben tomar?

F. La sexta iglesia: Filadelfia

Después viene la sexta iglesia, que se llama Filadelfia. Fila significa “amor” y delfia significa “los hermanos”. Filadelfia significa “amor fraternal”.

1. Retorna al amor fraternal

Entre las siete iglesias, esta es la única que no es reprendida por el Señor. La Iglesia Católica Romana fue reprendida, y lo mismo ocurrió con las iglesias protestantes. Únicamente Filadelfia no es reprendida. Con respecto a Filadelfia, solamente encontramos elogios.

¿Cuáles son las características de Filadelfia? Apocalipsis 3:8 dice: “Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque tienes poco poder y has guardado Mi palabra, y no has negado Mi nombre”. Esta es la característica de Filadelfia. La característica de Tiatira es la enseñanza de una mujer. La característica de Sardis es la unión entre la iglesia y el mundo así como una necesidad constante de separarse, es una lucha constante entre la vida y la muerte. Pero la característica de Filadelfia es el amor fraternal; es un retorno al amor fraternal. Aquí no hay nada mundano porque todos son hermanos. No existe la necesidad de luchar para mantenerse separados de toda muerte. Sólo hay un retorno a nuestro estado original de hermandad. Aquí encontramos el amor fraternal.

Así como Sardis sale de Tiatira, Filadelfia sale de Sardis. Los protestantes salieron del catolicismo romano, y Filadelfia sale del protestantismo. Ciertamente se trata de un nuevo mover del Espíritu Santo. Este nuevo mover hizo que las personas fueran atraídas a salir de Sardis, la iglesia muerta, y fuesen puestas en el territorio donde hay amor fraternal. En otras palabras, ellos ahora se encontraban en el terreno del Cuerpo. No reconocían otra relación aparte de la relación propia de los hermanos. Ellos no reconocían otra comunión que no fuese la comunión de amor. Esto es Filadelfia.

2. Guarda la palabra del Señor

Filadelfia tenía dos características: guardó la palabra del Señor y no negó el nombre del Señor. He aquí un grupo de personas que son guiadas por Dios a fin de guardar Su palabra. Dios les abrió la Palabra y otros pudieron comprender la Palabra de Dios por medio de ellas. Estas personas no poseían ningún credo, ni doctrina ni tradiciones; solamente tenían la Palabra de Dios. En la época de Filadelfia, encontramos un grupo de personas que retorna completamente a la Palabra de Dios y que no reconoció ninguna otra autoridad, doctrina ni credo.

Un hombre puede comprender e incluso predicar cierta doctrina, pero esto no significa que haya entendido la Biblia. Él podrá memorizar credos y proclamar su fe en ellos, pero esto no quiere decir que haya entendido la Biblia. El Señor nos habría dado credos hace mucho tiempo si la iglesia realmente los necesitara. Hoy en día, los hombres forman credos al analizar la Biblia y tratar de condensar las enseñanzas que están en ella. Los credos son limitados, pero la Biblia es ilimitada. Los credos son sencillos, pero la Biblia es complicada. Una persona necia podrá entender los credos si los estudia, pero no podrá comprender la Biblia. Sólo cierta clase de personas pueden comprender la Biblia, y sólo bajo ciertas condiciones un hombre podrá entender la Palabra de Dios. Los credos abren una puerta demasiado amplia y cualquiera puede entrar por ella, pero la Palabra de Dios no es una puerta muy ancha y sólo los que tienen vida pueden entrar en ella. La puerta que abren los credos es tan amplia que todo lo que se necesita para entrar por ella es una mente inteligente. Pero la Palabra de Dios no es tan simple. A menos que un hombre posea vida y sea sencillo delante del Señor, no podrá ver ni podrá comprender Su palabra.

Mucha gente piensa que la Palabra de Dios es demasiado estrecha. Ellos quieren hacerla más amplia, de tal manera que puedan atraer a más personas hacia ella. Pero aquellos que están en Filadelfia rechazan todos los credos y todas las doctrinas. Ellos han retornado a la Palabra del Señor. El Señor dijo: “Has guardado Mi palabra”. En la historia de la iglesia, jamás ha habido otra era en la que los hombres entendieron la Palabra de Dios tanto como aquellos que formaron parte de Filadelfia. En Filadelfia, la Palabra de Dios ocupaba el lugar que le correspondía. En otras eras, los hombres aceptaban los credos y las tradiciones, pero Filadelfia no aceptaba otra cosa que no fuera la Palabra de Dios. Filadelfia retornó a la Palabra de Dios y anduvo conforme a ella. En la historia de la iglesia jamás ha habido otro tiempo en que el ministerio de la Palabra haya sido tan rico como el que se encontraba en Filadelfia.

3. No niega el nombre del Señor

El Señor dijo: “No has negado Mi nombre” (v. 8). Esta es otra característica de Filadelfia. En la larga historia de la iglesia a través de las edades, el nombre del Señor Jesús siempre ha ocupado el último lugar en importancia. Los hombres prestan atención a los nombres de santos tales como Pedro y los otros apóstoles; prestan atención a los nombres que les gustan, o a los nombres de ciertas doctrinas, o de algunas naciones. Son muchos de ellos los que declaran orgullosos: “Yo soy luterano” o “Yo soy wesleyano”. ¡Oh, los nombres de los hombres! Muchos otros proclaman orgullosos: “Yo soy cóptico” (nombre de un lugar) o “Yo soy anglicano” (que significa británico). Estos son nombres de países. ¡Estos nombres han dividido a los hijos de Dios en diversas denominaciones! Es como si el nombre de Cristo no fuese suficiente para separarnos del mundo.

Si alguien le pregunta: “¿Qué es usted?”, y usted le responde: “Yo soy cristiano”, la otra persona no estará satisfecha con tal respuesta y le preguntará nuevamente: “¿Qué clase de cristiano es usted?”. Recuerdo que en cierta ocasión, cuando estaba en otro país, una persona me preguntó: “Pero bueno, ¿qué es usted?”. Yo le dije: “Soy cristiano”. Entonces, él me dijo: “¡Eso no significa nada!”.

a. El nombre del Señor nos basta

Para el Señor, Su nombre es suficiente para Sus hijos. Pero en cuanto a nosotros, tuvimos que esperar hasta llegar a Filadelfia para ver a hombres que están satisfechos solamente con el nombre del Señor. No hay necesidad de tener tantos otros nombres que causan división. ¡Su nombre nos basta! El Señor nos lo hace notar: “No has negado Mi nombre”. Esto es lo que a Él le importa.

En la historia de la iglesia nunca ha habido otra época en la que los hombres hayan aborrecido tanto tomar otros nombres como en la época de Filadelfia. Cuando uno retorna a Filadelfia, ¡todo otro nombre es negado! Filadelfia ha abolido todos los otros nombres y únicamente ha exaltado el nombre de Cristo. Debemos tener en mente que al Señor solamente le importa esto. Esta es la base de Su elogio que le da a Filadelfia. Esto es de Su agrado. No menospreciemos esto ni seamos negligentes al respecto. El Señor deliberadamente señala que estos creyentes han confesado Su nombre y no han negado Su nombre. ¡Él le presta mucha atención a esto y lo elogia!

b. En cuanto a vencer

Algunos hermanos han preguntado: “¿Sobre qué han vencido los vencedores en Filadelfia?”. ¿Captan cuál es el problema que plantea esta pregunta? Los vencedores de Éfeso vencen el abandono del primer amor. Los vencedores de Esmirna vencen sobre las amenazas de muerte. Los vencedores de Pérgamo vencen la opresión y las tentaciones de este mundo. Los vencedores de Tiatira vencen la enseñanza de una mujer. Los vencedores de Sardis vencen la muerte espiritual, es decir, superan la condición de tener nombre de que viven y en realidad están muertos. Los vencedores de Laodicea vencen la tibieza y la vanagloria. Pero ¿qué es lo que vencen los vencedores de Filadelfia? En toda la epístola a Filadelfia únicamente se nos muestra el deleite que tiene el Señor en lo que ellos hacen. De las siete epístolas, esta es la única que cuenta con la aprobación del Señor. ¿Sobre qué tendríamos que vencer si el Señor está plenamente satisfecho? Esta es una iglesia plenamente aprobada y considerada como la mejor, pues se trata de una iglesia que responde plenamente al anhelo del corazón del Señor. Pero el Señor tiene una promesa para los vencedores de Filadelfia. ¿Qué tienen que vencer? Nada, porque no hay ningún problema con esta iglesia.

c. Retén lo que tienes

Pero el Señor hace una advertencia aquí. El versículo 11 dice: “Yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona”. Esta es la única advertencia en toda la epístola. Se les recuerda a quienes están en Filadelfia que deben retener lo que tienen. En otras palabras, ellos poseen lo correcto y no deben de perderlo. Ellos no deberían cansarse de hacer lo mismo por largo tiempo y no deben suplicar un cambio. Ellos no deberían considerar hacer algo nuevo después de tantos años de hacer las mismas cosas. ¡Ellos tienen que retener lo que tienen y no deben soltarlo! Esta es la única advertencia dirigida a Filadelfia. El Señor le manda a Filadelfia una sola cosa: retén lo que tienes. Lo que ellos han hecho es lo correcto y es bendecido por el Señor; por tanto, deben continuar en ello.

Si Filadelfia no retiene lo que posee, Dios hará que surjan otras personas que le quitarán su corona. La corona ya ha sido dada a Filadelfia, pero otros podrían quitársela si ella no la retiene. Esta es la única advertencia que se le hace a Filadelfia. Filadelfia vence por medio de no perder aquello que ya tiene. Esto difiere del caso de las otras seis iglesias. Tenemos que prestar atención a la Palabra del Señor. Solamente hay una iglesia que se conforma a la norma establecida por el Señor: la iglesia en Filadelfia. Su característica es que ha guardado la Palabra del Señor y no ha negado Su nombre. Jamás debemos ser negligentes respecto a estos dos asuntos.

G. La séptima iglesia: Laodicea

Cinco de las siete iglesias fueron reprendidas. Una no recibió ninguna reprensión y otra recibió solamente elogios. La iglesia que solamente recibió elogios es Filadelfia. El catolicismo, el protestantismo y Filadelfia permanecerán hasta que el Señor Jesús retorne. La última iglesia, la séptima, Laodicea, también permanecerá hasta que el Señor Jesús venga de nuevo. Puesto que Sardis salió de Tiatira y Filadelfia salió de Sardis, lógicamente Laodicea tiene que salir de Filadelfia. Una genera a la otra.

1. Laodicea es el resultado de la degradación de Filadelfia

Este es el problema en la actualidad. Una vez que Filadelfia fracasa, se convierte en Laodicea. No piensen que el protestantismo es Laodicea. Es completamente erróneo pensar así. El protestantismo no es Laodicea sino Sardis. El protestantismo actual sólo puede ser Sardis; no puede ser Laodicea. Ningún lector de la Biblia debería ser tan necio como para pensar que el protestantismo es Laodicea. No, el protestantismo es Sardis. Después que Filadelfia fracasa, se convierte en Laodicea. Sardis salió de Tiatira y estaba un paso más adelante que Tiatira. Filadelfia salió de Sardis y estaba un paso más adelante que Sardis. Laodicea, sin embargo, sale de Filadelfia, pero está un paso detrás de Filadelfia. Estas cuatro iglesias permanecerán hasta que el Señor Jesús venga de nuevo.

Laodicea es una Filadelfia distorsionada. Cuando el amor fraternal se desvanece, Filadelfia de inmediato se inclina por las opiniones de muchos. Este es el significado de la palabra Laodicea. Laodicea era una ciudad cuyo nombre fue dado por un príncipe romano, Antíoco. Él tenía una esposa que se llamaba Laodius. Este príncipe tomó el nombre de su esposa y sustituyó el sufijo “us” por “cea” para crear el nombre: Laodicea. En griego, Lao significa “multitudes” y cea o sea significa “opiniones”.

En cuanto Filadelfia se degrada, los “hermanos” se convierten en “multitudes”, y su “amor fraternal” se convierte en “las opiniones de una multitud”. Así pues, el amor se ha degenerado hasta convertirse en una opinión. El amor fraternal es algo viviente, pero la opinión de las multitudes es algo muerto. Cuando se pierde el amor fraternal, se pierde la relación propia del Cuerpo. La comunión de la vida divina es interrumpida también, y lo único que queda son las opiniones de los hombres. La opinión del Señor ya no está presente, y las únicas cosas que permanecen son los votos de la mayoría, las balotas y las manos en alto. Una vez que Filadelfia cae, se convierte en Laodicea.

2. La tibieza y la arrogancia espiritual

Apocalipsis 3:15 dice: “Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente!”. Esta es la característica de Laodicea. El versículo 17 dice: “Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo”. Estas son las características de Laodicea. A los ojos del Señor, las características propias de Laodicea son la tibieza y la arrogancia espiritual. Ya es bastante malo decir: “Yo soy rico”, pero además continúa diciendo: “y me he enriquecido”. Estas dos afirmaciones ya son bastantes malas de por sí, pero aún continúa diciendo: “y de ninguna cosa tengo necesidad”. Pero a los ojos del Señor, se trata de un “desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo”. ¿De dónde procede la arrogancia espiritual? Procede de la historia. Cuando algunos fueron ricos una vez y todavía piensan que son ricos. Alguna vez el Señor tuvo misericordia de ellos, y ahora ellos recuerdan su historia. Pero en la actualidad ellos han perdido tal realidad.

3. La vida que otrora estaba presente ahora se ha perdido

Es difícil encontrar en el protestantismo una persona que se jacte de sus propias riquezas espirituales. Yo he conocido a muchos líderes protestantes en el extranjero así como a muchos pastores protestantes en China. Todos ellos exclaman: “¡Somos pobres! ¡Somos pobres!”. Es difícil encontrar una persona orgullosa en Sardis. Solamente hay un grupo de personas orgullosas —aquellas que fueron Filadelfia y que otrora guardaron la Palabra de Dios y no negaron Su nombre; sin embargo, la vida que otrora tenían, se ha perdido. Ellos todavía recuerdan su historia, ¡pero han perdido la vida que antes tenían! Ellos recuerdan que otrora fueron ricos y se habían enriquecido y que de ninguna cosa tenían necesidad. ¡Pero ellos ahora son pobres y ciegos! Solamente hay un grupo de personas que puede gloriarse de sus riquezas— la Filadelfia caída, la Filadelfia que ha perdido su poder y su vida.

4. Aprendamos a humillarnos delante de Dios

Hermanos y hermanas, si ustedes desean permanecer en la senda de Filadelfia, recuerden que deben humillarse delante de Dios. Algunas veces escucho a algunos hermanos decir: “La bendición de Dios está con nosotros”. Si bien la bendición de Dios está con nosotros, tenemos que ser cuidadosos cuando decimos esto. En cuanto nos descuidamos, adquirimos el sabor de Laodicea, que dice: “Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad”. Quisiera decirles que el día que adoptemos tal posición nos habremos convertido en Laodicea.

Tengan presente que no tenemos nada que no hayamos recibido. Los que nos rodean pueden estar llenos de muerte, pero no necesitamos estar conscientes de que nosotros mismos estamos llenos de vida. Quizás los que nos rodean sean pobres, pero no es necesario estar conscientes de que nosotros somos ricos. Aquellos que viven delante del Señor no serán conscientes de sus propias riquezas. Quiera el Señor tener misericordia de nosotros y que aprendamos a vivir delante de Él. Quiera Dios que seamos ricos y, aun así, no sepamos que lo somos. Era mejor para Moisés no saber que su rostro resplandecía, ¡aun cuando en verdad sí resplandecía! Una vez que una persona se conoce a sí misma, se convierte en Laodicea, y el resultado es la tibieza. Laodicea significa saberlo todo, pero en realidad, no ser fervientes en nada. En nombre, lo posee todo, pero es incapaz de sacrificar su vida por algo. Recuerda su antigua gloria, pero se olvida de su estado actual delante de Dios. Antiguamente, era Filadelfia; hoy en día, es Laodicea.

II. ESCOJAMOS PARA NOSOTROS LA SENDA DE LA IGLESIA

Hoy les presento a todos ustedes estas cuatro iglesias. Las últimas tres salieron del catolicismo romano, y las cuatro permanecerán hasta que el Señor Jesús regrese. Hoy en día todo hijo de Dios tiene que elegir por sí mismo la senda que habrá de tomar con respecto a la iglesia. ¿Quiere usted ser un católico romano? ¿Quiere ser un protestante? ¿Quiere seguir la unidad del catolicismo romano? ¿Quiere seguir las muchas denominaciones del protestantismo? ¿O quiere optar por la senda de Filadelfia? ¿O será que usted alguna vez fue Filadelfia pero ahora vive a la sombra de su historia, jactándose de su antigua gloria, y se ha convertido en Laodicea? Cuando una persona se vuelve arrogante, abandona la senda de la vida y no tiene en cuenta la realidad, mientras que rememora su historia y sus propias riquezas, pero lo único que le quedará serán las opiniones de una multitud. Entre tales personas únicamente puede haber discusiones y consenso. Parece ser una sociedad democrática, pero en realidad no tiene nada que ver con las relaciones que son propias del Cuerpo. Si usted no conoce los lazos, la autoridad y la vida del Cuerpo, entonces no conoce el amor fraternal.

Estas cuatro iglesias permanecerán con nosotros. Tenemos que ser fieles y perseverar en Filadelfia. No sean curiosos con respecto al catolicismo romano, porque los curiosos siempre sufrirán pérdida. No se involucren en las denominaciones del protestantismo. Ese no es el camino de Dios. La Biblia nos muestra claramente que el movimiento protestante en su totalidad contó con la bendición de Dios, pero que hay también muchas cosas en él que el Señor condena y reprende. No es necesario que profundicemos en estas cosas ni hagamos más preguntas al respecto.

Nosotros tenemos que aprender a permanecer firmes sobre el terreno de Filadelfia. Guardemos siempre la Palabra del Señor y jamás neguemos Su nombre. ¡Estemos firmes en la posición de hermanos y jamás seamos arrogantes! No seáis arrogantes delante del catolicismo, del protestantismo o de las denominaciones. Una vez que ustedes son arrogantes, ¡se convierten en Laodicea y dejan de ser Filadelfia! Apenas manifiesten arrogancia delante de ellos, ya no serán Filadelfia sino Laodicea. ¿Qué camino desean tomar? Quiera Dios bendecir a Sus hijos y que todos los hermanos tomen la senda recta con relación a la iglesia.

La senda que Dios dispuso para la iglesia es la senda de Filadelfia. Quizás no tenga miles de casos para probar que aquellos que sobresalen entre los hijos de Dios hablan esto mismo y eligen esta misma senda. Pero sí tengo cientos de casos para probar lo que les digo aquí. Una vez que el asunto del protestantismo en general ha sido definido, no necesitamos fijarnos en los asuntos más insignificantes. Asimismo, una vez que el asunto del catolicismo romano en general ha sido determinado, no tenemos que estar preocupados por los asuntos menores de este. La Iglesia Católica Romana cuenta con veintiún organizaciones diferentes en China. No es necesario que nosotros nos involucremos con la Iglesia Católica, ni tampoco es necesario conocer a las organizaciones de sus diferentes “hijas”. Una vez que el asunto del catolicismo romano en general ha sido zanjado, ninguna de estas veintiún organizaciones es una cuestión pendiente para nosotros. Asimismo, una vez que ha quedado en claro el tema del protestantismo en general, no es necesario que abordemos el caso de cada una de sus mil quinientas denominaciones.

La senda del Señor es única. Es la senda de Filadelfia. Anden por esta senda, pero tengan cuidado de no ser arrogantes. Una vez que tomamos la senda de Filadelfia, la mayor tentación es la de hacerse arrogantes y decir: “Nosotros somos mejores que ustedes. ¡Nuestras verdades son más claras que las suyas y las entendemos mejor que ustedes! ¡Nosotros sólo tenemos el nombre del Señor y somos diferentes!”. Una vez que nos hacemos arrogantes, caemos en Laodicea. Aquellos que siguen al Señor no tienen orgullo. El Señor vomitará de Su boca a los orgullosos. ¡Que el Señor tenga misericordia de nosotros! Esta es una advertencia para todos nosotros: ¡Nunca debemos ser orgullosos al hablar! Para que una persona evite pronunciar palabras arrogantes, ella tiene que vivir continuamente en la presencia del Señor. Únicamente los que viven en la presencia de Dios todo el tiempo, no se considerarán ricos. ¡Solamente ellos no serán orgullosos!

APÉNDICE: LA HEREJÍA DE LA CONFUSIÓN

Lectura bíblica: Mt. 13:31-33; Ap. 17—18

En este apéndice a la sección referida a Tiatira, abordaremos un tema que hemos llamado la herejía de la confusión. Todos los que estudian las profecías saben que el catolicismo romano se hará cada vez más poderoso, mientras que el protestantismo se debilitará cada vez más. Apocalipsis 17 nos dice que la gran ramera, la cual tipifica al catolicismo romano, estará sentada sobre la bestia y luego será aniquilada por ella. Por tanto, todo hijo genuino de Dios tiene que prepararse cabalmente para esta crisis que ocurrirá en los últimos días. No sabemos cuándo el catolicismo romano se convertirá en un problema para nosotros. Esto puede ocurrir dentro de cinco, diez o veinte años. Tal vez nosotros sigamos aquí o puede ser que ya no existamos, pero tenemos que estar claros con respecto a esta herejía y desde ya debemos educar a los hermanos y hermanas, de otra manera será demasiado tarde tratar de hacerlo después que se haya convertido en un problema para nosotros. Nosotros, que somos los atalayas de la iglesia, tenemos que prestar atención a este asunto y enfrentarnos al mismo antes que se convierta en un problema.

A. Una semilla de mostaza que crece hasta ser un gran árbol

1. Siete parábolas acerca del reino de los cielos

El Señor Jesús nos contó siete parábolas en Mateo 13. Estas siete parábolas nos muestran la historia del reino de los cielos sobre la tierra; además, revelan las diferentes etapas por las cuales el reino de los cielos atraviesa sobre la tierra, comenzando desde la época en que el Señor Jesús sembró la semilla hasta Su segunda venida. Estas siete parábolas abarcan desde el período que comienza cuando el Señor Jesús vino por primera vez, es decir, desde que el Hijo del Hombre vino a la tierra a sembrar la semilla, hasta Su segunda venida, cuando habrá de venir a juzgar y a recoger el trigo en el granero. Muchas cosas sucederán en el lapso comprendido entre estas dos venidas. Así pues, el Señor se vale de estas siete parábolas para explicar tales cosas y profetizar acerca de las mismas.

Dos de estas parábolas nos dicen que el reino de los cielos sobre la tierra será corrompido. En Mateo 13:31-32 la primera parábola nos dice que el reino de los cielos es semejante a una semilla de mostaza: “Otra parábola les presentó, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo; el cual a la verdad es la más pequeña de todas las semillas; pero cuando ha crecido, es la más grande de las hortalizas, y se hace árbol, de tal manera que vienen las aves del cielo y anidan en sus ramas”. Tenemos que prestar especial atención a la frase el reino de los cielos es semejante a. Esta frase se refiere a toda la parábola, no sólo a las palabras que le siguen de inmediato. En el versículo 33, la segunda parábola dice: “Otra parábola les dijo: El reino de los cielos es semejante a levadura, que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado”. Todo este versículo describe aquello a lo cual “el reino de los cielos es semejante a”. En otras palabras, la frase el reino de los cielos es semejante a no se refiere a las palabras que le siguen de inmediato, sino a toda la parábola.

2. El reino de los cielos es como una semilla de mostaza

a. La palabra de Dios ha sido sembrada en el mundo

El Señor Jesús dijo: “El reino de los cielos es semejante a un grano de mostaza”. La semilla de mostaza es Su palabra, tal como lasemilla en la sección previa también representa Su palabra. Esto es algo que procede completamente de Dios. La vida de esta semilla y todo lo que se relaciona con esta semilla procede completamente de Dios. Con respecto a la semilla, el versículo 31 dice: “Que un hombre tomó y sembró en su campo”. Los versículos anteriores indican que el campo es el mundo; también nos muestran que el hombre de la parábola es el propio Señor. Esto quiere decir que el Señor siembra la palabra de Dios en el mundo.

b. La expectativa es que la semilla crezca como una hortaliza

De acuerdo al propósito de Dios, esta semilla “es la más pequeña de todas las semillas” (v. 32). La semilla de mostaza es muy pequeña; de hecho, es la más pequeña de todas las semillas. Cuando Dios sembró Su palabra en el mundo, Su propósito era que esta semilla de mostaza permaneciera como una hierba cuando creciera. La ley dispuesta por Dios desde el comienzo de Su creación es que la semilla de mostaza creciera según su especie, es decir, como una hierba. Todo tiene que crecer conforme a su especie. Lo correcto es que la pequeña semilla de mostaza crezca hasta llegar a ser una hierba: la mostaza. Este era el propósito original de Dios. Dios envió a Su propio Hijo al mundo para sembrar Su palabra en el mundo. El resultado de esta siembra es la iglesia, la cual crece de esta tierra. Es la expectativa de

Dios que la iglesia sobre la tierra esté llena de vida, produzca fruto y sea comestible. Para ello, tiene que permanecer como una hierba, como algo temporal, pequeño, que pasa desapercibido y que no es lo suficientemente grande como para albergar a otros.

El propósito de Dios es sembrar, cultivar y cosechar una y otra vez. Es como el cultivo de trigo, el cual se siembra y se cosecha una y otra vez. Una vez que la semilla ha crecido hasta convertirse en una hortaliza, se remueve esta hierba, y el terreno queda limpio para la siguiente siembra. El terreno debe estar limpio para que algunos hombres crean, sean engendrados, crezcan y sean cosechados. Otros tienen que creer, crecer y ser cosechados por Dios. Por un lado, la iglesia siempre permanece sobre la tierra; por otro, Dios tiene la intención de cosechar hombres de grupo en grupo para introducirlos en Sí mismo. La iglesia puede ser alimento para los hombres y puede nutrirlos, pero tiene que ser cosechada de manojo en manojo, una y otra vez, como los cultivos de hortalizas.

Las hortalizas no son para exhibirse, ni se supone que sean grandiosas. Se supone que ellas sean alimento para el hombre. Después que pecó, en Génesis, Dios primero le dio al hombre hortalizas para comer. Dios las dio como alimento. Las hortalizas no son como las flores, las cuales existen para ser exhibidas; tampoco son como un árbol, el cual es de gran tamaño. Por ser una hortaliza, ella debe permanecer débil, carente de poder y frágil a los ojos de los hombres.

c. Crece hasta convertirse en un árbol

Sin embargo, el Señor profetizó que algo inesperado habría de ocurrir. Cuando el Señor sembró la semilla de mostaza en el campo, ésta era la más pequeña de todas las semillas, “pero cuando ha crecido, es la más grande de las hortalizas, y se hace árbol” (v. 32). No era el propósito del Señor que la iglesia se convirtiera en un gran árbol con raíces profundas en la tierra. Ahora, por ser un árbol, ha dejado de crecer y de ser cosechada en manojos. En lugar de ello, se ha convertido en algo que perdura y permanece; algo muy alto, grande y ancho; que llama la atención e inspira respeto; es muy visible y se ha convertido en albergue de otros.

B. El comienzo del catolicismo romano

La manera ordenada por Dios para la iglesia es aquella que sigue las huellas que dejó Jesús de Nazaret, Aquel que estuvo escondido y que permaneció solo y humilde. Así pues, la iglesia debe seguir las pisadas de nuestro Señor, quien anduvo sobre esta tierra con toda sencillez y humildad. En los inicios de su historia sobre la tierra, la iglesia padeció persecución y sufrió mucha oposición. Sin embargo, un día echó raíces en la tierra y comenzó a crecer. Los césares romanos que regían el mundo y controlaban los destinos de las naciones, de improviso se convirtieron en socios de la iglesia y hermanos de la iglesia. El cristianismo se convirtió en una religión de reyes, gobernadores y líderes. La hortaliza se convirtió en un árbol. Obtuvo cierto estatus a los ojos del mundo. Se hizo grande. Este fue el comienzo del catolicismo romano.

1. Una iglesia unificada

La iglesia en el Nuevo Testamento es local por naturaleza. Se halla esparcida por todas las localidades y no está unida ni organizada de manera alguna. Si bien hubo centros de la obra, las iglesias en sí jamás se consolidaron en una organización unida. Pero después de los apóstoles, las iglesias gradualmente comenzaron a unirse sobre la tierra. Las iglesias en las grandes ciudades organizaron las iglesias en las ciudades pequeñas de sus alrededores y, espontáneamente, las iglesias en las grandes ciudades asumieron el liderazgo.

2. El sistema de obispos

Al comienzo, los obispos, los que vigilan, eran los ancianos y éstos eran siempre varios. Después, se eligió a un obispo entre los ancianos. Después de esto, los obispos comenzaron a vigilar no solamente la iglesia en su propia localidad, sino también las iglesias en diversas localidades. Los ancianos, sin embargo, continuaron velando por una iglesia local. Como resultado de ello, los ancianos y los que vigilaban diversas localidades ¡se convirtieron en dos clases diferentes de personas! Inicialmente, los que vigilan y los ancianos era un solo grupo de personas, pero después, uno de los ancianos era elegido entre el grupo de ancianos, para ejercer la función de obispo. Un anciano recibía el título de obispo, mientras que el resto permanecía como ancianos, pero ya no se les consideraba como aquellos que vigilan la iglesia. El obispo era considerado como un anciano de ancianos que presidía sobre los demás ancianos y que regía sobre la iglesia en dicha localidad. Después de esto, estos obispos expandieron su autoridad y comenzaron a abarcar a otras localidades. Poco a poco, la condición en la que se encontraba la iglesia fue cambiando. El obispo de la capital de una provincia comenzó a regir sobre toda esa provincia, y el obispo de la ciudad capital de la nación regía sobre todas las iglesias de esa nación. El obispo de Roma naturalmente regía sobre todas las iglesias en todo el imperio romano. Como resultado de todo ello, ¡la iglesia se convirtió en algo enorme!

Inicialmente, la iglesia era una semilla de mostaza, algo muy pequeño, pero después se hizo un árbol muy grande. Ahora nos encontramos con algo muy extraño sobre la tierra: las iglesias unidas. Estas son instituciones organizadas por los hombres. La Biblia nos muestra que la unión que Dios quiere que exista entre las iglesias terrenales es la unión que es propia del Cuerpo. La comunión de las iglesias sobre la tierra es la comunión del Cuerpo. Pero ¿qué es lo que vemos hoy en día? Los hombres han desechado esta comunión espiritual y esta unión espiritual. La comunión del Cuerpo es espiritual, y la unión que existe en el Cuerpo es una unión espiritual. Hoy, sin embargo, los hombres reemplazan esta unión espiritual con uniones organizadas. Comenzando en el segundo siglo, la iglesia poco a poco se fue degenerando hasta convertirse en una confederación de iglesias.

Cuando Constantino aceptó el cristianismo, él vio una iglesia que para entonces ya se había convertido en la Iglesia Católica Romana, una iglesia bien recibida por los hombres. Aquella iglesia había crecido en plenitud, era un árbol. Ya no estaba conformada por muchas iglesias individuales; se había convertido en un árbol unido. Cuando el Imperio Romano aprueba el cristianismo, ¡muchas aves vinieron a anidar en sus ramas!

3. Satanás trajo contaminación a la iglesia

Las aves mencionadas en la segunda parábola representan a los principados en los aires. En la primera parábola, el Señor Jesús dijo que las semillas habían sido arrebatas por las aves, y luego Él mismo explicó que las aves eran el maligno que venía a arrebatar las semillas que habían sido sembradas. Las aves en este capítulo se refieren a Satanás y a sus principados malignos. Esto significa que Satanás es responsable de introducir muchas cosas contaminadas en la iglesia.

Ahora la iglesia se ha convertido en una organización monumental. Sin embargo, tal grandeza es una grandeza falsa y deforme. Inicialmente, la iglesia era menospreciada por los hombres. Ahora ella se ha convertido en un instrumento político muy valioso en las manos de hombres ambiciosos. En la iglesia hay multitud de gentes, y en la política, cuanto más gente haya, más valor tiene. Ahora, todo tipo de cosa contaminada se ha infiltrado en la iglesia. Las aves de los cielos vinieron y anidaron en sus ramas. Tal condición es semejante a la de Pérgamo, una iglesia que se ha unido y casado con el mundo. Hoy en día, la iglesia es una organización grande y mundana, pues a ella ha entrado toda clase de gente.

4. El Cuerpo de Cristo se ha hecho grande

En este árbol está incluida la iglesia genuina, pero también incluye muchas otras cosas que no debieran estar allí. La semilla todavía es la semilla de un grano de mostaza. El problema estriba en que ha crecido demasiado. Esta grandeza excesiva es manufacturada por el hombre, pero la semilla que fue sembrada por el Señor todavía está allí. Por un lado, la iglesia se ha desviado; por otro, tenemos que admitir que la iglesia del Señor permanece oculta en semejante iglesia. El único problema es que algo más ha sido añadido a ella. Ha dejado de ser simplemente la iglesia del Señor y se ha convertido en algo más grande. El mundo ha penetrado por todos lados, de tal manera que la iglesia se ha engrandecido. La semilla de mostaza ha crecido hasta convertirse en un árbol muy grande.

5. La mujer ejerce su propia autoridad

Aquel que sembró la semilla fue el Señor mismo. La mujer representa a la iglesia. En la Biblia, las mujeres siempre tipifican a la iglesia. En la Biblia, la posición de la iglesia es la de esposa de Cristo. Cristo amó a la iglesia como un esposo ama a su esposa. Así como Dios hizo a Eva a partir de la costilla de Adán, Cristo produjo la iglesia con Su propia vida. En la Biblia, la iglesia siempre ha sido representada por mujeres. En el futuro, la iglesia será la esposa del Cordero. Un hombre, no una mujer, es quien siembra la semilla. En otras palabras, únicamente Cristo puede sembrar la semilla, la iglesia no puede hacerlo. La iglesia no puede tomar ninguna decisión por sí misma; no posee autoridad propia.

Sin embargo, un día la iglesia se hizo semejante a un árbol de raíces profundas y de numerosas ramas. La iglesia se hizo mundial y poderosa. Toda clase de poderes malignos se introdujeron en la iglesia y se albergaron allí. Debido a que el César romano estaba en la iglesia, la mujer se hizo grande y asumió mucha autoridad.

6. La mujer comenzó a enseñar

Mateo 13:33 dice: “El reino de los cielos es semejante a levadura, que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina”. Esta mujer es el catolicismo romano, la iglesia degradada. Ella comenzó a ejercer la autoridad que ella misma se arrogó. Muchas hermanas no pueden comprender por qué la Biblia prohíbe que la mujer enseñe. Esto se debe a que la Biblia prohíbe a que la iglesia enseñe. En tipología, la iglesia no posee autoridad para enseñar. El principio que prohíbe que enseñe una mujer nos muestra que la iglesia no tiene autoridad para enseñar. Aquí vemos que la mujer comenzó a introducir levadura en la harina, lo que significa que comenzó a ejercer autoridad. En otras palabras, la iglesia comenzó a enseñar.

La Iglesia Católica Romana les dice a los hombres que la Biblia es la palabra de Dios y, sin embargo, también sostiene que la iglesia puede hablar por Dios. Por supuesto, la iglesia a la que se refieren es la Iglesia Católica Romana, la cual se ha hecho muy poderosa y ha introducido muchas cosas en la iglesia. Si ustedes alegan que la Biblia no dice nada con respecto a las prácticas de la iglesia, la Iglesia Católica Romana les dirá que ella decide cómo deben ser las cosas. Si uno dice que de acuerdo a la Biblia no deben existir los ídolos, ella dirá que el papa ha autorizado los ídolos. Quizás usted diga que la Biblia no menciona la adoración a María, pero ella dirá que la iglesia cree que María debe ser adorada. La mujer ha asumido el papel de maestra.

Tiatira, que a los ojos de Dios es la Iglesia Católica Romana, tolera a Jezabel, una profetisa. Esta mujer introdujo el adulterio en la iglesia y también la idolatría. El símbolo de la mujer significa que la iglesia, y no el Señor, es quien ahora toma todas las decisiones. Es Jezabel, la profetisa, quien ahora enseña, no el Señor. Hubiera sido mejor para la iglesia si ella hubiese recibido sus enseñanzas de parte de la Cabeza, en lugar de asumir el papel de maestra por su propia cuenta. Cuando la iglesia asume tal función, se introducen toda clase de herejías en la iglesia. Esto es lo que el Señor quiere decir cuando afirma que el reino de los cielos es semejante a levadura, que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina.

C. La levadura en tres medidas de harina

1. La levadura representa las doctrinas erróneas que son fáciles de aceptar

La levadura se refiere a las doctrinas erróneas. El Señor Jesús habló acerca de la levadura de los fariseos y la levadura de los saduceos. En Marcos 8:15 se habla de la levadura de Herodes. Por tanto, en la Biblia, la levadura se refiere a las doctrinas erróneas. Es bastante claro que la harina fina de Levítico 2:1 se refiere al alimento del pueblo de Dios; en particular, se refiere al Señor Jesús. La Palabra de Dios nos muestra que el Señor Jesús es la harina fina como el alimento dado por Dios a Su pueblo, en el cual no se permite levadura alguna. Cuando salieron de Egipto, Dios ordenó al pueblo de Israel que comiese pan sin levadura. En otras palabras, ¡poner levadura en la harina fina estropea al Señor Jesús en calidad de alimento! Originalmente, lo que había era harina fina, pero ahora se le ha añadido levadura.

¿Qué sucede cuando se le añade levadura a la harina fina? Sin levadura, el pan es áspero, insípido, duro, pesado y difícil de digerir. Con la levadura, el pan se hace ligero y fácil de digerir. La levadura hace que la harina adquiera un sabor agradable y sea muy digerible. Muchas personas sienten que es muy difícil aceptar al Señor Jesús y Sus enseñanzas, pues encuentran difícil asimilar estas cosas. Aquellos que estudian la tipología del Antiguo Testamento saben muy bien que la harina fina se refiere a la vida del Señor Jesús. Algunas personas creen que una vida así es demasiado pesada, difícil y sólida; simplemente no la pueden aceptar. La mujer de la parábola introduce muchas herejías en la iglesia. ¡Ella añade levadura a la harina fina, lo cual hace que para muchos sea más fácil aceptar al Señor! Cuando el mundo y toda clase de herejía y doctrina son traídos a la iglesia, ¡es más fácil para algunos aceptar al Señor Jesús y Sus enseñanzas! Esto es lo que el catolicismo romano ha hecho.

2. La herejía de la confusión

De acuerdo a la verdad con respecto a la iglesia, las obras previamente mencionadas constituyen una gran mezcla. El mundo se mezcla con la iglesia, la gracia se mezcla con la ley y los creyentes se mezclan con los incrédulos. El resultado es la confusión. Más aún, la justicia se mezcla con la misericordia, el paganismo con el cristianismo y la religión con la política. ¡No hay confusión ni fornicación más grande que aquella que se ve en el catolicismo romano! Aquí, se mezcla el cristianismo con el judaísmo y el arte griego con la adoración a Dios. ¡Todo cuanto el mundo pueda concebir es introducido en la iglesia! Las aves de los cielos han venido. La levadura ha sido añadida a la harina, la cual se ha leudada. Ahora, la masa es más ligera y esponjosa, y todo el mundo la puede tomar. Una persona puede ser católica siempre y cuando se haya bautizado. Si peca, puede comprar indulgencias, las cuales lo librarán de los pecados de esta vida, así como del purgatorio en el futuro.

¡Se han introducido toda clase de herejías! Como resultado de ello, la harina ahora ha sido leudada y los hombres pueden aceptarla con facilidad. El catolicismo romano no les pide a los hombres que acepten la levadura; únicamente les pide que acepten la harina fina, la cual contiene la levadura. El catolicismo romano nos da tanto herejías como verdades. El catolicismo cree que Cristo es el Hijo de Dios y que el Señor Jesús murió en la cruz para lograr la redención. Estos dos principios fundamentales de la fe cristiana están presentes, pero la harina fina ha sido leudada.

a. Tres medidas es una medida conveniente

¿Por qué la Biblia habla aquí de tres medidas? El número tres se usa con mucha frecuencia en la Biblia. Abraham tomó tres medidas de harina e hizo pan para aquellos ángeles. Tal parece que una porción de tres medidas cabe fácilmente en nuestras manos. Se trata pues de una unidad de medida muy común. Es como medir la harina o el arroz en paquetes o en sacos. En los tiempos antiguos, la unidad de medida más conveniente era tres medidas.

b. Confunde la Palabra de Dios

¡El problema es que la mujer ha sembrado confusión en el alimento del pueblo de Dios! ¡Ella ha arruinado su comida! Ella ha traído toda clase de herejías a la iglesia. Al introducir herejías en la iglesia, el catolicismo ha hecho confusa la Palabra de Dios.

Esta obra realizada por la Iglesia Católica Romana trae como resultado que el mundo sea arrastrado a la iglesia. La mujer, ahora, asume gran autoridad tomando control tanto de asuntos mundanos como de asuntos espirituales. Ella no solamente ha establecido una gran iglesia sobre la tierra, sino que además, ha extendido sus dominios sobre las naciones de la tierra. En otras palabras, la iglesia ha adquirido tanto poder político como poder religioso. Verdaderamente se ha hecho un árbol muy grande. Al mismo tiempo, verdaderamente ha mezclado la levadura con la harina fina.

3. Todo ha sido leudado

Las palabras del Señor al respecto son muy serias. La segunda parte de Mateo 13:33 dice: “Hasta que todo fue leudado”. Por favor, tomen en cuenta que en la actualidad toda la masa aún no ha sido completamente leudada. Todo estudiante ortodoxo de la Biblia está de acuerdo en que el poder del catolicismo romano no ha disminuido. El Señor dice que esto continuará hasta que todo sea leudado. Hoy en día, el catolicismo romano ha sido leudado en un grado bastante serio. ¡Ha estado siendo leudado por más de mil años! Pero todavía no podemos afirmar que toda la masa ha sido leudada. El Señor dice que un día todo será leudado. El poder del catolicismo se seguirá expandiendo; no se detendrá hasta que llegue el fin, cuando sea completamente consumido por el fuego. La palabra del Señor es muy severa: “Hasta que todo fue leudado”. Aquí el Señor nos dice que el poder del catolicismo romano continuará expandiéndose.

¡Cuán grande se ha hecho la Iglesia Católica Romana! ¡Cuán numerosas son las herejías encontradas en ella! La levadura ha ido ganando más y más terreno. La celebración de la cena del Señor se ha convertido en la misa, y el pan se ha convertido en la carne física de Cristo. La doctrina de la transubstanciación afirma que el pan se convierte en la carne física de Cristo en el momento mismo en que uno toca el pan. Tal doctrina es la que ha prevalecido en el catolicismo. Allí se encuentran inciensos, crucifijos, y también rituales. Las personas ponen su confianza en una diversidad de organizaciones y nombres. La Iglesia Católica está controlada más estrictamente que cualquier otro país o nación en este mundo. En su seno existen toda clase de organizaciones y uno no podría adquirir una comprensión cabal de las mismas aun si dedicara a ello varios años de estudio. Por un lado, ya ha hecho confusa la doctrina de Cristo; por otro, el árbol se ha hecho muy grande.

4. El Papa se ha convertido en el obispo universal

Aquí citaré algunas frases dichas por algunos Papas. Los Papas se llaman a sí mismos los obispos universales. Inicialmente, un obispo, uno que vigila, era un anciano de una iglesia local, y los ancianos de las iglesias locales eran llamados obispos, los que vigilan la iglesia. Pero después, uno de los que vigilan la iglesia se convirtió en un obispo que regía sobre los otros ancianos de la iglesia. Incluso después, estos obispos comenzaron a controlar a otras iglesias, y por último, ejercían control sobre el mundo entero. Por tanto, el Papa se autodenomina el obispo universal. Uno de los Papas dijo: “Yo, el Papa, soy el rey de reyes y mis leyes tienen preeminencia sobre todas las otras leyes”. Esta es una declaración escrita emitida por un Papa al hablar de su autoridad papal. ¿Acaso una declaración así puede provenir de los labios de una persona que sigue al humilde Jesús de Nazaret? De ninguna manera.

5. La infalibilidad del Papa

En el concilio del Vaticano de 1870 se redactó un decreto que decía: “El Papa de Roma no puede cambiar ni mejorar sus propias palabras”. ¡Imagínense cuán grande ha llegado a ser la autoridad que tiene el catolicismo romano! ¡Todo es susceptible de ser mejorado excepto las palabras del Papa de Roma! Sus palabras son órdenes supremas y no pueden ser mejoradas. ¿Qué clase de espíritu yace detrás de estas palabras? Claramente, ¡la autoridad de Dios ha sido usurpada por la autoridad de los hombres! El decreto citado al comienzo de este párrafo se aplica a todas las proclamaciones que hace cualquier Papa. Podemos encontrar un sinnúmero de declaraciones similares a éstas.

Un Papa de Roma publicó un mensaje titulado: “El plan”. Al comienzo, el catolicismo romano creía que únicamente la iglesia era infalible. Pero en ese mensaje dicha aseveración se extendió al proclamar, delante de todos, que no solamente la iglesia era infalible, sino que también el Papa era infalible. El Papa jamás podía estar errado. En el idioma chino la expresión bu-neng-tzo-wu que significa “infalible” quizás no suene de forma muy categórica, pero ciertamente en griego, latín e inglés la palabra “infalible” es una expresión muy fuerte. Sólo Dios es infalible, pero los católicos dicen que el Papa también lo es. Esto es herejía y es levadura.

6. Cómo ve Dios el catolicismo

¿Cuál es la actitud de Dios con respecto al catolicismo? Apocalipsis 17 nos habla de la gran ramera. Ella no solamente es una adúltera, sino que es una ramera. El adulterio consiste en cometer pecado moral estando uno casado, pero si uno comete pecado moral sin haberse casado, eso es prostitución. Por ello, en este pasaje la Biblia llama ramera al catolicismo romano.

a. Roma es una gran ramera

Apocalipsis 17:18 dice: “Y la mujer que has visto es la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra”. El versículo 9 dice: “Esto para la mente que tiene sabiduría. Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer”. ¿Quién es esta mujer? Dios nos muestra por medio de Juan que esta mujer es la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra. Esta ciudad está edificada sobre siete colinas. La mujer está sentada sobre estos siete montes. En todo el mundo, existe solamente una ciudad que es conocida como “La ciudad de las siete colinas”: Roma. Con frecuencia, las grandes ciudades del mundo tienen más de un nombre. Por ejemplo, a la ciudad de Cantón, en China, también se le conoce como “Sui”, y Shanghái es conocida en China como “Hu”. La ciudad de Roma tiene otro nombre: “La ciudad de las siete colinas”. A lo largo de las edades, siempre se han celebrado competencias deportivas en Roma. Las medallas que obtienen los campeones, ya sea de oro o de plata, siempre llevan grabadas las siete colinas. Las monedas que el César emitía tenían los mismos grabados; tenían la imagen de César en un lado y las siete colinas en el otro. Tengan en mente que el apelativo: “La ciudad de las siete colinas” es otro de los nombres de Roma. Apocalipsis 17 nos muestra que esta mujer se sienta sobre siete colinas. Ella es la gran ciudad que rige sobre los reyes de la tierra y que está edificada sobre siete colinas. Esto nos muestra claramente que esta mujer es Roma.

b. La Roma religiosa y la Roma política

Está claro que esta mujer es Roma, pero la pregunta es, cuál Roma. ¿Es la Roma política o la Roma religiosa? Hay dos Romas diferentes. Esta mujer ¿será la Roma del catolicismo o la Roma imperial? Tendremos la respuesta después de haber tomado en cuenta las siguientes explicaciones.

Apocalipsis 17:3-4 dice: “Y me llevó en espíritu a un desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos. Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de las inmundicias de su fornicación”.

He aquí dos cosas delante de nosotros: la mujer y la bestia. La mujer está sentada sobre la bestia que tiene siete cabezas y diez cuernos. Las siete cabezas de la bestia son siete reyes, y los diez cuernos son diez reyes. Los siete reyes son los grandes reyes, mientras que los diez cuernos son diez reyes menores. En el texto griego se hace la distinción entre estas dos clases de reyes. Mientras unos son los grandes reyes, los otros son los reyes menores. La mayoría de los lectores de la Biblia saben que la bestia es la Roma del imperio romano. Si la bestia es la Roma imperial, la cual incluye a los siete reyes y a los diez reyes, entonces la mujer tiene que ser la Roma religiosa. Solamente hay dos Romas: la Roma imperial y la Roma religiosa. Mientras una es la Roma política, la otra es la Roma eclesiástica. La mujer está sentada sobre la bestia, lo cual significa que la iglesia está sentada sobre el Imperio. Si la bestia es el imperio romano, claramente la mujer es la Roma religiosa.

Si bien el Espíritu de Dios nos muestra la Roma del pasado, ¿cómo es ella hoy en día y cómo será en el futuro? La palabra de Dios nos da una clara respuesta a estas preguntas.

c. Púrpura y escarlata

Apocalipsis 17:4 dice: “Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata”. Púrpura es el color de la realeza. El Papa siempre ha dicho que él es el rey. Al mismo tiempo, todos cuantos han visitado Roma saben que el escarlata es el color de Roma. ¿Cómo se les llama a los cardenales? En el chino se les conoce como los de “la bata escarlata”. Sus túnicas, su ropa interior y hasta sus calcetines son de color escarlata. El carruaje del Papa es escarlata. Tres cuartos de su guardia personal están vestidos de escarlata. Sus alfombras son de color escarlata. Siempre que el Papa viaja, una alfombra escarlata es extendida a su paso. Roma está llena del color escarlata. Por un lado, sus vestiduras son de color púrpura; por otro, en ningún otro país o ciudad prolifera tanto el color escarlata como en Roma.

d. Adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas

“Adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas”. Es difícil encontrar otro país de la tierra en el que haya una acumulación tan grande de oro, piedras preciosas y perlas. Las catedrales en Roma, los ídolos de sus catedrales y todos los adornos y coronas del Papa están hechos de oro, piedras preciosas y perlas. Por ejemplo, el Papa posee un diamante, el diamante Krüger, que vale 833,000 libras esterlinas.

1) El Papa posee dos coronas

El Papa tiene que usar dos coronas en la ceremonia de su coronación, una significa que él es el rey de la iglesia y la otra significa que él es el rey del mundo. Una corona, la mitra papal, significa que el Papa es el rey de la iglesia. Cuando el Papa recibe la mitra, él se proclama la autoridad como cabeza de la iglesia. Después de esto, otra corona, la tiara, le es dada. La tiara es una corona que tiene siete capas y está hecha de oro puro. Esta corona significa que él es el rey de toda la tierra. El Señor Jesús todavía no ha establecido Su reino sobre la tierra, pero aquí existen hombres que se arrogan el reinado por más de mil años. El reino todavía no se ha manifestado, pero ya hay aquellos que se han apropiado del reinado. La tiara tiene incrustadas 146 piedras preciosas y 540 perlas; todas ellas inmensas y de gran valor.

2) La catedral de San Pedro y el Vaticano

La catedral de San Pedro, en la que el Papa se presenta con frecuencia, fue edificada a un costo de novecientos millones de libras esterlinas. Tal edificación fue erigida supuestamente en memoria de Pedro, un pescador del mar de Galilea.

Yo he visitado el Vaticano. Es difícil estimar cuánto vale esa ciudad porque todo cuanto hay en ella es de gran valor. Todo el cielo raso de la catedral de San Pedro está pintado con oro de dieciocho kilates. El oro resplandece por todos los lugares de la ciudad. ¡Los edificios en la residencia del Papa hacen que todos los otros palacios de reyes o emperadores palidezcan en comparación! Es muy difícil encontrar otro lugar que supere a Roma en cuanto a lujo y ostentación. Aun así, el Papa dice ser el representante terrenal de Jesús de Nazaret.

De esta manera, podemos ver que ¡todas las palabras de la Biblia se cumplen!

e. Llena de abominaciones

“Adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones”. En la Biblia, la palabra abominaciones siempre se refiere a los ídolos. Por ejemplo, en 2 Crónicas 33, en Ezequiel 20, en Daniel 9 y en Deuteronomio 7 el término abominaciones se refiere a los ídolos. Las abominaciones en la Biblia solamente se refieren a una cosa: ídolos.

f. Las inmundicias de su fornicación

“Un cáliz de oro lleno … de las inmundicias de su fornicación”. Esto quiere decir que elementos de otras religiones han sido introducidos en el cristianismo. Esto ciertamente es una contaminación.

g. Su poder se extiende a todas las naciones

“Con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación” (v. 2). ¡El poder del catolicismo romano ciertamente es de naturaleza internacional!

h. Todo es una confusión

Los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación. Los hombres se han convertido al catolicismo romano en todas partes. Ciertamente ella es Babilonia. Babilonia significa confusión y fornicación, ¡y eso es exactamente lo que ella es! Ya dije que ella ha mezclado el mundo con la iglesia, el paganismo con el cristianismo, los creyentes con los incrédulos, la gracia con la ley, el Nuevo Testamento con el Antiguo Testamento, y a Dios con los ídolos. Todo es una mezcla, y en todo lugar hay fornicación. Esto es lo que el catolicismo romano ha hecho.

7. Se embriaga con la sangre de los santos

Apocalipsis 17:6 dice: “Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los testigos de Jesús”. ¡Ella se embriagó con la sangre de los santos! Todos los lectores de la Biblia saben que la persecución realizada por el imperio romano terminó el año 313 d. C. Pero la persecución que lleva a cabo la Iglesia Católica Romana jamás se ha detenido; continúa aún en nuestros días (1948). No necesitamos leer muchos libros para saber de estas cosas. El libro Foxe’s Book of Martyrs (El libro de los mártires de Foxe) nos cuenta de hombres que fueron asesinados por la Iglesia Católica y por el imperio romano. De hecho, el número de personas asesinadas por la Iglesia Católica excede mucho al número de aquellos que fueron asesinados por el imperio romano.

a. Las persecuciones en España

Todo estudiante de historia está enterado de las persecuciones en España, es decir, la inquisición española. A los creyentes se les acusó de herejes, y 10,220 de ellos fueron quemados en la hoguera en un lapso de doce meses. En cuanto alguno confesaba su fe en el Señor, era llevado a la muerte. Todos los jueces enviados a los países católicos obedecían las órdenes de la iglesia. Era raro que la iglesia ejecutara a alguien directamente. Cuando la iglesia quería aniquilar a alguien, simplemente solicitaba a las cortes que los ejecutaran. La iglesia no los mataba directamente, pero solicitaba a las autoridades locales que ejecutaran tal trabajo.

b. Los veintisiete anatemas del Papa

El Papa pronunciaba veintisiete anatemas cada jueves en contra de aquellos que eran considerados herejes. Por supuesto que, en total, eran más de veintisiete anatemas cuando uno tomaba en cuenta sus especificaciones. El Papa maldecía a todos aquellos que creyeran en las así llamadas “herejías”. Después de tal pronunciamiento, el Papa encendía una antorcha y la tiraba al piso apagándola, con lo cual daba a entender que todo aquel que creyera en estas herejías habría de sufrir perdición eterna. Debemos tener en mente que estas herejías a las cuales la Iglesia Católica Romana se refería son aquellas cosas en las cuales usted y yo creemos.

c. Ha jurado perseguir a los creyentes

Desde la época de Martín Lutero, todos los obispos de la Iglesia Católica Romana tuvieron que hacer un juramento solemne en el que juraban perseguir a los herejes. En otras palabras, la Iglesia Católica Romana se ha comprometido a perseguir a todos aquellos que comparten nuestra fe. Tomás de Aquino, una figura de renombre en el catolicismo, dijo alguna vez: “Cualquiera que cree en herejías, después de haber sido amonestado dos veces, tiene que ser entregado a oficiales seculares a fin de ser destruido”. La Iglesia Católica Romana no ejecutaría tal castigo directamente, sino que debía de entregar tales casos a los oficiales locales para su ejecución. La Iglesia Católica Romana profesa públicamente que lo manifestado por Tomás de Aquino es inspirado directamente por el Espíritu Santo.

No debemos creer que esta persecución ha concluido. No, todavía continúa. Todo aquel que tiene ojos verá que el catolicismo romano seguirá asediándonos una y otra vez.

d. Leyes y decretos homicidas

Como parte de los decretos para la ciudad de Roma, existe una cláusula que establece que los reyes seculares tienen que destruir a todos los herejes que se hallen en sus territorios o de lo contrario corren el riesgo de ser excomulgados o perder sus tronos.

Unos cuantos Papas en Roma, tales como Holonesis III, Ignacio III, Ignacio IV y Alejandro III, aprobaron decretos que exigían a todos los católicos que aniquilaran por completo a los herejes. Gregorio XIII le dijo a Carlos IX que para mantener la piedad y religiosidad en sus reinos debía de condenar a los herejes en toda la tierra y acabar con ellos por completo. Esta expresión dicha por el Papa fue publicada en un periódico británico, el Times, el 13 de julio de 1895: “Si ustedes asesinan a un protestante, ello hará que sean absueltos del pecado de haber asesinado a un católico romano”. ¡Estas fueron las palabras de un Papa! Otro Papa dijo: “Asesinar a alguien en obediencia a las órdenes de un sacerdote no es considerado asesinato”. Estas eran las leyes y los edictos del catolicismo romano.

e. El testimonio de la sangre de los santos

1) En Madrid

Incluso al llegar el 1809, todavía hubieron testigos que presenciaron cómo los protestantes, llamados herejes, eran muertos en Madrid, la capital de España. Algunos de ellos habían sido recientemente asesinados mientras que otros fueron abandonados hasta podrirse. Entre las víctimas habían algunos que todavía estaban medio vivos, mientras que otros, tanto hombres como mujeres, jóvenes y viejos, incluso ancianos mayores de setenta años de edad, ya habían fallecido. Algunos de ellos fueron desnudados a azotes y arrojados en la prisión. Los instrumentos de tortura que se emplearon sólo pudieron haber sido ideados por Satanás en colaboración con los hombres. Ésta era la condición en la que se encontraba Madrid en 1809.

2) En Roma

En 1848, durante la revolución italiana, pilas de huesos fueron encontradas en grandes edificios de Roma. Allí se encontraron dos hornos con huesos que no se habían incinerado completamente.

Una manera de tratar a los protestantes era la siguiente: “Con una polea, se colgaba a la persona de las piernas y se le ataba con una cuerda. Se apretaba la cuerda con un trinchete de modo que éste cortara la piel. Después, se arrojaba desde el techo agua sobre la boca de esta persona y se le cubría la boca para que no pudiera respirar ni ventilarse”.

En 1540 la sociedad jesuita fue formada por la Iglesia Católica Romana para contraatacar a los protestantes, y desde entonces, más de 1.9 millones de creyentes fueron asesinados solamente en Roma.

f. La persecución aún continúa en nuestros días

En 1901, el Papa León XIII publicó en Roma un artículo que decía: “La iglesia, es decir, la Iglesia Católica Romana, tiene autoridad de Dios para confiscar todas las propiedades de los herejes, encarcelarlos e incinerarlos”.

Por favor, recuerden que el catolicismo romano ha perseguido a los hijos de Dios a lo largo de las eras. Yo he leído muchas historias al respecto. Muchos mártires sufrieron serias persecuciones en América, Alemania, España y otros lugares. La Iglesia Católica llama hereje a todo aquel que pone su fe en Cristo; tener fe en Cristo es una herejía, un crimen que se castiga con la muerte. Ciertamente se cumple lo anunciado por las Escrituras: “Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los testigos de Jesús”. En esto consiste la persecución llevada a cabo por el catolicismo romano, la cual está aún presente en nuestros días.

8. El catolicismo romano abarca toda la tierra

Apocalipsis 17:1 dice: “Vino entonces uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, y habló conmigo diciéndome: Ven acá, y te mostraré el juicio contra la gran ramera que está sentada sobre muchas aguas”. El versículo 15 dice: “Me dijo también: Las aguas que has visto donde la ramera se sienta, son pueblos, multitudes, naciones y lenguas”. La Biblia nos muestra que esta ramera está sentada sobre muchas aguas, lo cual significa que el catolicismo romano habrá de expandirse grandemente. El versículo 16 pronuncia el juicio en contra del catolicismo romano. El versículo 15 nos muestra que el catolicismo romano abarcará toda la tierra antes de ser juzgado. ¡Esta es la profecía del Señor, y no podemos cambiarla! Ella se sentará sobre muchos pueblos, multitudes, naciones y lenguas. Ella se extenderá a todo lugar y se expandirá grandemente.

El catolicismo romano no solamente prospera en China sino también en todo el mundo. Yo siempre he estado pendiente de las estadísticas. Por cada protestante en los Estados Unidos de América, hay siete católicos. Los católicos superan siete veces a los protestantes. Desde 1920, después que Mussolini hizo un pacto con el Papa en el que reconocía el Vaticano como un estado independiente, el catolicismo romano se ha expandido grandemente. En 1913 catorce naciones enviaron sus embajadores al Vaticano. Cinco emisarios de Roma fueron asignados a naciones extranjeras. Para 1922, eran veinticinco las naciones que tenían un embajador en el Vaticano, y Roma contaba con veinticinco emisarios en el extranjero. Hoy, en 1948, setenta naciones tienen embajadores en el Vaticano, incluyendo a China. El poder del catolicismo romano está expandiéndose continuamente.

En nuestros días, la mujer todavía está entre nosotros. Llegará el día en que ella se case con el anticristo. Esta mujer cabalga sobre la bestia. En el versículo 3, ella está sentada sobre la bestia, lo cual quiere decir que el catolicismo romano dirigirá al anticristo. Después, el anticristo destruirá a la mujer cuando los diez reyes se levanten para dejarla desolada y desnuda, devorar sus carnes y quemarla con fuego (v. 16). Este será su final, lo cual sucederá al comienzo de la gran tribulación.

9. El mandamiento de Dios para Su pueblo

a. Salid del catolicismo romano

Debemos tener presente que hay personas salvas en el catolicismo romano. No debemos de pensar que en el catolicismo romano no hay personas salvas. El catolicismo todavía sostiene estos dos postulados: que Cristo es el Hijo de Dios y que Él murió por la humanidad. Así pues, ahora Dios nos llama a salir: “Salid de ella, pueblo Mío, para que no seáis partícipes de sus pecados” (Ap. 18:4).

b. No seáis curiosos

Les digo estas cosas para que vean lo que ha de suceder en la tierra. ¡Tarde o temprano el poder del catolicismo romano habrá de expandirse inmensamente! Estén advertidos y no seáis curiosos; no intenten tener contacto con el catolicismo. Por un lado, debemos tener conocimiento al respecto, pero por otro, no debemos tener ninguna relación con él. Esta debe ser nuestra actitud.

Dios prohíbe a todos sus hijos, sin excepción, involucrarse en las cosas del catolicismo romano. Él no dijo que ella era sólo una adúltera, sino que era una ramera. Una persona que comete pecado en contra del matrimonio es llamada adúltera, pero aquella que no se ha casado, ni siquiera puede considerarse una adúltera; ella es una ramera. El catolicismo romano no tiene nada que ver con Dios. Hoy en día, una mujer se ha entrometido y está enseñando a la iglesia; está poniendo levadura en las tres medidas de harina y está cabalgando sobre el anticristo, el imperio romano. A esta mujer, ¡Dios la llama la gran ramera! Los nuevos creyentes no deben dejarse engañar. Jamás piensen que puesto que nosotros y los católicos creemos en Jesús, todos somos iguales. Tenemos que entender muy bien que de ninguna manera podemos relacionarnos con el catolicismo romano. ¡Tenemos que cerrar esa puerta y jamás entrar allí! ¡No seáis descarriados por vuestra curiosidad!