Watchman Nee Libro Book cap.4 Libro de lecciones nivel 6: La biblia

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LA DIFERENCIA QUE EXISTE ENTRE EL NUEVO TESTAMENTO Y EL ANTIGUO TESTAMENTO

Lección cuatro

LA DIFERENCIA QUE EXISTE ENTRE EL NUEVO TESTAMENTO Y EL ANTIGUO TESTAMENTO; ADEMÁS, LOS LIBROS APÓCRIFOS, LAS REVELACIONES FALSAS Y LAS TRADUCCIONES

Lectura bíblica

He. 6:13, 17; Gá. 3:15-17; Ro. 6:14; Gá. 3:22-26; He. 8:13, 6; Jn. 1:17; He. 9:22; Gá. 3:10, 12; Dt. 4:1; Jer. 31:31-34; He. 7:16; 13:20; 1 Jn. 1:7; Ro. 11:6; Jn. 3:15; Ap. 22:18-19

Bosquejo

  1. La diferencia que existe entre el nuevo testamento y el antiguo testamento:
    1. El nuevo testamento y el antiguo testamento: los dos pactos que Dios hizo con el hombre:
      1. El antiguo testamento: un pacto que fue añadido y abolido:
        1. Ordenado en mano de Moisés.
        2. Dedicado con la sangre de toros y machos cabríos.
        3. Basado en la ley, la cual no puede dar vida, como su condición.
        4. Requiere que el hombre haga obras, y no que crea.
        5. Aplica únicamente a la era del Antiguo Testamento.
      2. El nuevo testamento: un pacto que es mejor y eterno:
        1. Efectuado por Jesucristo.
        2. Establecido con la sangre de Jesús, el Hijo de Dios.
        3. Basado en la gracia, la cual da vida, como su condición.
        4. Requiere únicamente que el hombre crea, y no que haga obras.
        5. Aplica a la era del Nuevo Testamento y a la eternidad.
  2. Los libros apócrifos:
    1. No estaban en la Biblia al principio:
      1. La prueba de Josefo.
      2. La prueba de Cirilo.
      3. La prueba del Señor Jesús y de los apóstoles.
    2. Fueron añadidos al manuscrito Vaticano.
    3. El reconocimiento por parte de la Iglesia Católica Romana.
  3. Algunas revelaciones falsas:
    1. El Corán del Islam.
    2. El Libro de Mormón.
    3. La “Biblia” de los Testigos de Jehová.
  4. Las traducciones de la Biblia:
    1. Versión Septuaginta.
    2. Versión Vulgata.
    3. Authorized (King James) Version [Versión Autorizada (King James)].
    4. Revised Version [Versión Revisada].
    5. American Standard Version [Versión American Standard].
    6. Muchas otras versiones.
    7. Versiones parafraseadas de la Biblia.
    8. El Nuevo Testamento Versión Recobro:
      1. Texto fiel.
      2. Fácil lectura.
      3. Bosquejos.
      4. Notas al calce.
      5. Referencias paralelas.
      6. Mensajes del Estudio-vida del Nuevo Testamento.

Texto

I. LA DIFERENCIA QUE EXISTE ENTRE EL NUEVO TESTAMENTO Y EL ANTIGUO TESTAMENTO

Muchos cristianos no entienden de manera cabal la diferencia que existe entre el Nuevo Testamento y el Antiguo Testamento. Es provechoso tomar algún tiempo para estudiar este asunto.

[Al estudiar el nuevo y antiguo testamentos, primeramente debemos conocer la diferencia que existe entre los siguientes términos: promesa, juramento, pacto y testamento. Una promesa se refiere a una palabra ordinaria hablada por Dios, donde Él promete que hará algo por nosotros. Un juramento es la confirmación de lo que Dios prometió. Dios confirmó Su promesa por medio de Su juramento (He. 6:13, 17). Cuando una promesa es confirmada por un juramento, inmediatamente se convierte en un pacto. Lo que hemos recibido de Dios no es simplemente una promesa ordinaria, sino un pacto confirmado por el juramento de Dios y sellado con Su fidelidad. Cuando la Persona que hizo el pacto muere, el pacto se convierte en la voluntad legada, o sea, en un testamento. Hoy el pacto ya no es simplemente un pacto, sino un testamento legado por Aquél que promulgó el pacto.]

A. El nuevo testamento y el antiguo testamento: los dos pactos que Dios hizo con el hombre

[El nuevo testamento y el antiguo testamento son los dos pactos que Dios hizo con el hombre, los cuales establecen las dos condiciones sobre las que el hombre puede tener una relación con Él. El nuevo testamento es una continuación del pacto que Dios hizo con Abraham. En el capítulo doce de Génesis, Dios dio una promesa a Abraham y más tarde también le hizo un juramento (Gn. 22:16). Por tanto, la promesa vino a ser un pacto hecho por Dios con Abraham (Gá. 3:15-17). Dos mil años más tarde, Dios envió a Su Hijo Jesucristo al mundo, y Él derramó Su sangre en la cruz y promulgó el nuevo pacto (Lc. 22:20). En ese momento, el nuevo pacto fue establecido; además, éste se convirtió en un testamento debido a la muerte del Señor.

El antiguo pacto, el cual vino cuatrocientos treinta años después que Dios hiciera el pacto con Abraham, fue promulgado en el monte Sinaí, donde Dios dio la ley a los hijos de Israel. Hablando con propiedad, el antiguo pacto no abarca todo el período del Antiguo Testamento, desde Génesis hasta Malaquías; de hecho, comenzó a partir de Éxodo 19 y continuó hasta la época de Juan el Bautista (Mt. 11:12-13). El período que transcurrió desde el tiempo de Juan el Bautista hasta antes de la muerte y resurrección del Señor Jesús, fue un período de transición entre las épocas del Antiguo y Nuevo Testamentos. Dios se relacionó con el hombre en el Antiguo Testamento según el antiguo pacto, la ley, mientras que en el Nuevo Testamento Él se relaciona con el hombre conforme al nuevo pacto, la gracia.]

1. El antiguo testamento: un pacto que fue añadido y abolido

[Romanos 5:20 dice que “la ley se introdujo”. Estas palabras significan que la ley no figuraba en la intención original de Dios, ni tampoco era lo que Dios había ordenado originalmente para el hombre. Antes bien, la ley se introdujo después; fue añadida más tarde.] Debido a la caída y corrupción del hombre, Dios añadió la ley por las siguientes razones: 1) la ley expresa a Dios, en Su persona y atributos, ante el hombre caído; 2) la ley hace manifiestas las transgresiones del hombre; 3) la ley pone en evidencia la verdadera condición del hombre, quien es incapaz de expresar a Dios conforme a Su santidad, justicia y gloria; 4) la ley guarda al hombre, como un ayo, hasta conducirlo a Cristo; y 5) la ley lleva al hombre a creer en Cristo y recibirle como gracia, a fin de que éste viva y exprese a Dios según lo que la ley requiere (Gá. 3:19, 22-26). [Puesto que el antiguo pacto fue algo añadido y no era la intención original que Dios tenía para el hombre, dicho pacto no podía permanecer permanentemente; más bien, envejeció, decayó y desapareció (He. 8:13).]

a. Ordenado en mano de Moisés

[Gálatas 3:19 dice que la ley “fue ordenada por medio de ángeles en mano de un mediador”. El mediador aquí se refiere a Moisés (Jn. 1:17; Éx. 24:3). Por tanto, la ley fue ordenada en mano de Moisés. Esto indica que dar la ley al hombre no fue algo placentero y dulce para Dios; de otro modo, Él mismo lo hubiese hecho.]

b. Dedicado con la sangre de toros y machos cabríos

[El hombre es pecaminoso, y sin derramamiento de sangre no hay perdón (He. 9:22). Sin el perdón de pecados, no hay forma de cumplir lo que requiere la justicia de Dios, de manera que por ello se estableciera el pacto. Así que, el antiguo pacto fue dedicado con la sangre de toros y machos cabríos (He. 9:18-20; Éx. 24:6-8).]

c. Basado en la ley, la cual no puede dar vida, como su condición

[En el Antiguo Testamento, Dios se relacionó con el hombre según la ley. Todo aquel que guardara la ley sería bendecido (Dt. 6:1-3), y todo aquel que no permaneciera en todas las cosas escritas en el libro de la ley para hacerlas, sería maldito (Gá. 3:10). La ley solamente podía exigir y condenar; no podía dar vida. Gálatas 3:21 dice: “Si se hubiese dado una ley que pudiera vivificar, la justicia habría sido verdaderamente por la ley”. Pero, de hecho, el hombre no puede ser justificado por la ley, porque la ley sólo exige y condena; la ley no puede vivificar, ni puede dar al hombre el poder para que éste sea justificado por Dios.]

d. Requiere que el hombre haga obras, y no que crea

[Gálatas 3:12 dice: “Y la ley no es de fe, sino que dice: ‘El que hace estas cosas vivirá por ellas’”. La ley no es de fe, sino que es de obras. La ley no se basa en el principio de la fe; se basa en el principio de las obras. El hombre tiene que cumplir la ley para vivir. Por tanto, Moisés habló muchas veces a todo Israel de esta manera: “Ahora, pues, oh Israel, oye los estatutos y decretos que yo os enseño, para que los ejecutéis, y viváis” (Dt. 4:1; 5:1; 6:1, 25).]

e. Aplica únicamente a la era del Antiguo Testamento

[Refiriéndose al antiguo pacto, Hebreos 8:13 dice: “Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se envejece y decae, está próximo a desaparecer”. La profecía dada en Jeremías 31:31-34 con relación a la venida del nuevo pacto, indicaba que el primer pacto se había vuelto viejo y decrépito. Tal parece que Jeremías se dio cuenta de lo débil e infructuoso que era el viejo pacto y, por ende, recibió una carga profunda en cuanto a este asunto. Por tanto, Dios tuvo la oportunidad de decir por medio de él: “He aquí vienen días, dice el Señor, en que concertaré con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo pacto” (He. 8:8). El antiguo pacto no solamente estaba decrépito, sino que estaba a punto de desaparecer. Por tanto, podía ser aplicado únicamente a la era del Antiguo Testamento.]

2. El nuevo testamento: un pacto que es mejor y eterno

[El nuevo testamento, o nuevo pacto, es un mejor pacto (He. 8:6). El nuevo pacto es mejor que el viejo, así como la realidad de una persona es mejor que su fotografía. El antiguo pacto, tal como una fotografía, tenía la forma externa solamente, mientras que el nuevo pacto, tal como la persona real, tiene la vida interna junto con toda su realidad. El antiguo pacto no tenía vida, pero el nuevo pacto está constituido de la vida indestructible (He. 7:16). Todo lo que hay en el nuevo pacto es mucho mejor que lo que hay en el antiguo pacto, porque todo en el nuevo pacto es realidad, la cual está constituida de la vida divina. Por consiguiente, es un mejor pacto.

Además, el nuevo pacto es un pacto eterno (He. 13:20). A diferencia del antiguo pacto, el cual envejeció, decayó y fue abolido (He. 8:13), el nuevo pacto está vigente eternamente.]

a. Efectuado por Jesucristo

[El nuevo pacto fue efectuado por Jesucristo mismo. Cuando el Señor Jesús fue crucificado en la cruz y derramó Su preciosa sangre, Él abrió el camino para que Dios estableciera un nuevo pacto con nosotros (Mt. 26:28). A diferencia del antiguo pacto, que fue ordenado en mano de Moisés, el nuevo pacto fue efectuado por el propio Señor Jesucristo, el Hijo amado de Dios.]

b. Establecido con la sangre de Jesús, el Hijo de Dios

[Después de comer la Pascua con los discípulos, el Señor estableció Su mesa con el pan y la copa. Él tomó la copa, diciendo: “Esta copa es el nuevo pacto en Mi sangre” (Lc. 22:20). El nuevo pacto fue establecido con la sangre del Señor Jesucristo. En 1 Juan 1:7 también dice que la sangre de Jesús, el Hijo de Dios, nos limpia de todo pecado. Ya que la sangre de Jesús satisfizo lo que requería la justicia de Dios, ella abrió el camino para que Dios estableciera un nuevo pacto con nosotros. Por tanto, el nuevo pacto fue establecido por medio de la sangre de Jesús, el Hijo de Dios; esto es diferente del antiguo pacto, que fue establecido con la sangre de toros y machos cabríos.]

c. Basado en la gracia, la cual da vida, como su condición

[Ahora que estamos en el nuevo pacto, no estamos bajo la ley sino bajo la gracia (Ro. 6:14). La gracia es el Dios Triuno que se procesó por medio de la encarnación, el vivir humano, la crucifixión, la resurrección y la ascensión, para llegar a ser todo para nosotros. Él es nuestra redención, salvación, vida y santificación.

El nuevo pacto está basado en la gracia, la cual da vida, como su condición. Esto significa que en el nuevo pacto, el Dios Triuno procesado desea ser nuestro todo. Por tanto, el nuevo pacto no requiere que el hombre guarde la ley; antes bien, trata con el hombre conforme a la gracia, la cual es Dios que llega a ser todo para el hombre.]

d. Requiere únicamente que el hombre crea, y no que haga obras

[Romanos 11:6 dice: “Mas si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia”. Mientras que la ley opera totalmente por obras, la gracia opera absolutamente sin obras. Todo lo que es por obras, no es gracia sino ley. Juan 3:15 dice: “Para que todo aquel que en El cree, tenga vida eterna”. Por tanto, el Nuevo Testamento muestra claramente que Dios no requiere que el hombre haga obras; Dios únicamente requiere que el hombre crea. En la era del Nuevo Testamento, lo único que trae el juicio de Dios sobre el hombre es su incredulidad, es decir, no creer en el nombre del Señor Jesucristo, el Hijo de Dios (Jn. 3:18).

En el Nuevo Testamento, el significado de la palabra fe tiene dos aspectos. En cuanto al aspecto objetivo, la fe es aquello en lo que creemos; en cuanto al aspecto subjetivo, la fe es nuestra acción de creer. Por consiguiente, la fe denota tanto la acción de creer como aquello en lo que creemos. Las cosas en las que creemos incluyen el hecho de que Dios envió a Su Hijo al mundo, el vivir humano del Hijo, Su muerte en la cruz para efectuar nuestra redención, Su sepultura, Su resurrección, el hecho de que llegó a ser el Espíritu vivificante, Su ascensión y el derramamiento del Espíritu Santo. Al oír de estos asuntos divinos, algo despierta en nosotros y comenzamos a sentir aprecio por todo ello. Esta es la fe y también nuestra acción de creer. En el nuevo pacto, el hombre solamente necesita tener tal fe; no necesita esforzarse por guardar la ley.]

e. Aplica a la era del Nuevo Testamento y a la eternidad

[El nuevo pacto fue establecido cuando el Señor Jesús murió en la cruz y derramó Su sangre. Por tanto, para los que creen en Él, ese fue el comienzo del nuevo pacto. Pero según los israelitas, la profecía contenida en Jeremías 31 no se cumplirá sino hasta la segunda venida de Cristo. El nuevo pacto será aplicado hoy y por la eternidad, porque es un pacto eterno (He. 13:20).]

Resumen

[El nuevo y antiguo testamentos se refieren primeramente a los dos pactos que Dios hizo con el hombre, los cuales establecen las dos condiciones sobre las que el hombre puede relacionarse con Él. El antiguo pacto fue ordenado en mano de Moisés, fue dedicado con la sangre de toros y machos cabríos, está basado en la ley —la cual no puede dar vida— como su condición, y requiere que el hombre haga obras, y no que crea. El antiguo pacto no figuraba en la intención original de Dios, sino que fue añadido después, y finalmente fue abolido; por tanto, sólo se aplica a la era del Antiguo Testamento. El nuevo pacto, el pacto mejor y eterno, fue efectuado por Jesucristo, fue establecido con la sangre de Jesús, el Hijo de Dios, está basado en la gracia —la cual da vida— como su condición, y requiere únicamente que el hombre crea, y no que haga obras. El nuevo pacto figuraba en la intención original de Dios y, por tanto, se aplica a la era del Nuevo Testamento y a la eternidad.]

II. LOS LIBROS APÓCRIFOS

A. No estaban en la Biblia al principio

[Hay catorce libros apócrifos que no se incluyeron en la Biblia. Algunos han pensado que estos catorce libros ya estaban incluidos en el Antiguo Testamento antes de que se produjera la Versión Septuaginta del Antiguo Testamento, una traducción del hebreo al griego que se hizo en el año 277 a. C.; sin embargo, sobre la base de información histórica que ha sido verificada, podemos comprobar que esa suposición es falsa.]

1. La prueba de Josefo

[Josefo, un historiador judío de autoridad, (nacido en el año 37 d. C.) dijo: “Nosotros [los judíos] no somos como los griegos, que tienen muchos libros que difieren y se contradicen. Nosotros tenemos únicamente veintidós libros, incluyendo todos los escritos pasados, que han sido reconocidos como libros divinos. Después de un tiempo tan extenso, nadie se ha atrevido a añadirles algo, quitarles algo ni alterarlos”. Esto prueba que aun en el tiempo de Josefo (primer siglo d. C.), el Antiguo Testamento sólo tenía los veintidós libros originales, sin que se le hayan añadido los catorce libros apócrifos. Por tanto, no es correcto suponer que el Antiguo Testamento contenía los libros apócrifos antes del año 277 a. C.] El Antiguo Testamento actualmente tiene treinta y nueve libros; originalmente, sólo había veintidós libros. Jueces y Rut eran un solo libro. Samuel, Reyes y Crónicas no estaban divididos en dos libros cada uno. Esdras y Nehemías eran un solo libro. Jeremías y Lamentaciones eran un solo libro. Oseas a Malaquías, doce libros en total, eran un solo libro. Estos veintidós libros originales fueron divididos en los actuales treinta y nueve libros cuando se tradujo el Antiguo Testamento del hebreo a la Versión Septuaginta en griego.

2. La prueba de Cirilo

[Hubo un erudito en Jerusalén llamado Cirilo, nacido en el año 315 d. C., que dijo: “Les pido que lean las Sagradas Escrituras, los veintidós libros del Antiguo Testamento, los cuales fueron traducidos por los setenta y dos”. Esto muestra que para el año 315 d. C., los eruditos judíos de autoridad todavía reconocían que su Antiguo Testamento tenía sólo veintidós libros. Las palabras de Cirilo prueban claramente que en la traducción de la Septuaginta (Cirilo hizo referencia a los setenta y dos, el número de eruditos que tradujeron la Septuaginta. Los historiadores no están claros de si fueron setenta o setenta y dos.), no figuraban en el Antiguo Testamento los catorce libros apócrifos.]

3. La prueba del Señor Jesús y de los apóstoles

[El Señor Jesús y los apóstoles citaron el Antiguo Testamento frecuentemente. Si los catorce libros apócrifos hubiesen figurado ya entre los libros del Antiguo Testamento, el Señor Jesús y los apóstoles los hubieran citado. Sin embargo, ellos no citaron los libros apócrifos ni siquiera una vez. Esto prueba que en la época del Señor Jesús y de los apóstoles, estos libros apócrifos no figuraban en el Antiguo Testamento.]

B. Fueron añadidos al manuscrito Vaticano

[De entre los tres manuscritos de la Biblia considerados como los más antiguos en el mundo, uno se guarda en el Vaticano, el lugar donde reside el Papa de la Iglesia Católica Romana. Dicho manuscrito es llamado el Codex Vaticanus o el manuscrito Vaticano. Según los historiadores, este manuscrito fue terminado en el cuarto siglo d. C., y en la parte del Antiguo Testamento, la cual era una traducción de la Septuaginta, se incluyeron los catorce libros apócrifos. Esto tiene que haber ocurrido después del año 315 d. C. Quizás fue la objeción a este hecho lo que causó que la Iglesia Ortodoxa Griega Oriental convocara un concilio en Laodicea en el año 361 d. C. para censurar oficialmente estos catorce libros apócrifos. Ellos también prohibieron que se usaran estos libros apócrifos en la iglesia. Esto prueba que ya para el año 361 d. C. había una gran interrogante respecto a si estos libros apócrifos debían ser incluidos o no en el canon de las Escrituras.]

C. El reconocimiento por parte de la Iglesia Católica Romana

[No fue sino hasta el 8 de abril de 1546 que la Iglesia Católica Romana convocó un concilio en Trento, directamente regido por el Papa, para afirmar la autoridad de estos catorce libros apócrifos. A partir de entonces, los libros apócrifos formaron parte de la Biblia usada por la Iglesia Católica Romana. Esto prueba que hasta el siglo dieciséis d. C., ni siquiera la Iglesia Católica Romana había reconocido estos libros apócrifos como canónicos. Aunque este asunto fue afirmado en el Concilio de Trento por la Iglesia Católica Romana, los luteranos negaron categóricamente que los libros apócrifos eran divinamente inspirados. En 1646, más de ciento cincuenta eruditos bíblicos protestantes redactaron la “Confesión de Westminster”, la cual también declaraba que los libros apócrifos no tenían autoridad divina y que eran como cualquier otra composición humana.

A estas alturas ya deberíamos entender claramente que la Biblia completa consta de los actuales treinta y nueve libros del Antiguo Testamento y de los veintisiete libros del Nuevo Testamento. Los catorce libros apócrifos fueron añadidos arbitrariamente por la Iglesia Católica Romana y no son fidedignos. Además, los libros apócrifos contienen muchas anécdotas históricas ridículas. No hay forma de descubrir quienes eran algunos de los autores, ni de averiguar el tiempo y el lugar donde fueron escritos. Por todas estas razones, los libros apócrifos no tienen valor canónico alguno.]

III. ALGUNAS REVELACIONES FALSAS

El Señor Jesucristo dijo: “Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añade algo, Dios le añadirá a él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quita de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del árbol de la vida, y de la santa ciudad, de los cuales se ha escrito en este libro” (Ap. 22:18-19). El final de Apocalipsis constituye la terminación de todas las revelaciones que Dios dio al hombre. Añadir o quitar cualquier cosa que cambie la revelación completa de Dios —la Biblia—, está mal. Desde que la Biblia fue terminada, han surgido revelaciones falsas escritas por hombres que intentan engañar al pueblo de Dios.

A. El Corán del Islam

El Corán es una falsificación de la Biblia. Contiene muchos nombres de personas y lugares bíblicos; sin embargo, está mezclado con conceptos humanos, mayormente de Mahoma. Mahoma se proclamó a sí mismo el profeta del único Dios. Él escribió el Corán y afirmó que era la Palabra de Dios. La norma moral del Corán es muy baja; incluso dice que en el “cielo” hay concupiscencia. Definitivamente no aceptamos el Corán como parte de la revelación de Dios.

B. El Libro de Mormón

El Libro de Mormón es otra revelación falsa. Joseph Smith, fundador de la Iglesia Mormona, escribió el Libro de Mormón. Él alega haber descubierto unas placas de oro inscritas con palabras celestiales que contenían la revelación de Dios. Después que él tradujo la inscripción al Libro de Mormón, las placas de oro fueron llevadas otra vez al cielo. Nadie más las vio. El Libro de Mormón está lleno de errores y contradicciones. Se han eliminado de él muchas porciones porque descubrimientos científicos comprobaron que eran erróneas. Por ejemplo, originalmente el Libro de Mormón decía que la luna estaba habitada; esa porción fue eliminada después que el hombre llegó a la luna en 1969. [La afirmación de Joseph Smith, de que él recibió una revelación adicional a la que está en la Biblia, no tiene sentido y es herética. Apocalipsis 22:18 y 19 indican que la revelación completa de Dios ya fue terminada y que nadie debe añadirle ni quitarle nada. Por tanto, no debemos pensar que podemos recibir una revelación adicional a lo que ya está escrito en los sesenta y seis libros de la Biblia.]

C. La “Biblia” de los Testigos de Jehová

Aunque los Testigos de Jehová usan una versión de la Biblia, han modificado algunas de sus partes para que concuerden con sus enseñanzas heréticas. Ellos no creen que Jesucristo es Dios mismo, sino que le consideran un Dios separado e inferior. En Juan 1:1 dice: “En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios”. La versión de ellos dice: “…Y el Verbo era un Dios”. Añadieron la palabra “un” para modificar el significado del versículo de modo que coincidiera con su enseñanza herética. Por tanto, no consideramos su versión como la Biblia verdadera.

IV. LAS TRADUCCIONES DE LA BIBLIA

La mayor parte del Antiguo Testamento fue escrita en hebreo. Solamente los siguientes pasajes fueron escritos en arameo: Jeremías 10:11, Daniel 2:4—7:28 y Esdras 4:8—6:18. La mayor parte del Nuevo Testamento fue escrita en griego. Sin embargo, hubo algunas porciones que fueron escritas en arameo, tales como Marcos 5:41 y 15:34. También figuran en ella algunas palabras del latín.

El contenido escrito de la Biblia es crucial, y la traducción de la Biblia también es muy importante. Sin una traducción apropiada, la Biblia no será presentada correctamente ni la entenderemos correctamente. Dios inspiró aproximadamente a cuarenta hombres para que escribieran la Biblia. Él también inspiró a muchos a lo largo de los siglos para que la tradujeran. Las siguientes son algunas de las traducciones más conocidas.

A. Versión Septuaginta

Setenta eruditos tradujeron al griego todo el Antiguo Testamento alrededor del año 277 a. C., en Alejandría, Egipto. Esta es la traducción más antigua del Antiguo Testamento. Puesto que fueron setenta eruditos los que participaron, a esa traducción se le llamó la Septuaginta. También se le llama la Versión de Alejandría, porque fue traducida en Alejandría.

B. Versión Vulgata

La Versión Vulgata se tradujo durante el cuarto siglo d. C., en el norte de África. Es una versión en latín traducida de la Versión Septuaginta del Antiguo Testamento y del manuscrito griego original del Nuevo Testamento. La palabra “Vulgata” significa popular o común. Esta fue la primera Biblia llevada a Inglaterra.

C. Authorized (King James) Version

[Versión Autorizada (King James)]

En el año 1611 d. C., cincuenta y cuatro eruditos tradujeron el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, lo cual llegó a ser la mejor versión en inglés de aquel tiempo. Puesto que esa versión fue dirigida por el rey Jacobo I, se le llamó la Versión Autorizada. Esta es la versión más popular entre los lectores de habla inglesa.

D. Revised Version [Versión Revisada]

De 1870 a 1885, alrededor de cien eruditos de Inglaterra y de Estados Unidos le hicieron una revisión a la Versión Autorizada y la llamaron la Versión Revisada.

E. American Standard Version

[Versión American Standard]

Cuando estos eruditos revisaron la Versión Autorizada, algunas de las revisiones sugeridas por los eruditos estadounidenses no fueron aceptadas. Más tarde, en Estados Unidos, los eruditos estadounidenses revisaron la Versión Revisada, incorporaron sus propias sugerencias y la llamaron la Versión American Standard. La mayor parte de esta versión es igual a la Versión Revisada.

F. Muchas otras versiones

La Biblia ha sido traducida a muchos idiomas, y como resultado se han publicado muchas versiones. Según el 1990 Scripture Language Report [Informe de 1990 sobre los idiomas a los que se ha traducido la Biblia], publicado por Sociedades Bíblicas Unidas (SBU), la Biblia ha sido traducida a mil novecientos cuarenta y seis idiomas. Existen alrededor de cincuenta versiones en inglés.

G. Versiones parafraseadas de la Biblia

Existen algunas versiones de la Biblia que principalmente son parafraseadas. Living New Testament Version [El Nuevo Testamento Viviente] es una versión parafraseada. En Juan 1:1, esta versión dice: “Antes que nada existiera, ya existía Cristo con Dios. Cristo siempre ha existido porque El es Dios”. La mayoría de las versiones dicen: “En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios”. Como pueden darse cuenta, la paráfrasis no dice exactamente lo que dice el original. Las versiones parafraseadas incluyen muchos conceptos del autor con respecto a la Biblia. Los estudiosos de la Biblia usan versiones debidamente traducidas.

H. El Nuevo Testamento Versión Recobro

La Versión Recobro se ha traducido al inglés, al chino y al español. La Versión Recobro en chino se publicó en 1988; la Versión Recobro en inglés se publicará en el otoño de 1991, y la Versión Recobro en español le seguirá después. El hermano Witness Lee y sus colaboradores condensaron lo mejor de los estudios bíblicos de los pasados dos mil años y los integraron en la Versión Recobro. La Versión Recobro supera en muchos aspectos a las demás versiones y Biblias de estudio.

1. Texto fiel

La Versión Recobro es una traducción muy precisa y fiel. Es una versión superior que se basa en las versiones existentes y en las verdades recobradas más recientes. A fin de no transigir con respecto al verdadero entendimiento de la Palabra, los traductores se vieron obligados a rechazar enseñanzas tradicionales y preferencias culturales. Ellos se esforzaron por proveer la traducción más precisa, a fin de que el hombre pueda llegar a conocer la verdad conforme a la revelación divina de Dios.

2. Fácil lectura

La Versión Recobro es una de traducción de fácil lectura. El estilo y uso de palabras en muchas versiones es antiguo y difícil de entender. Como resultado de ello, a mucha gente no le gusta leer la Biblia. Algunos traductores han tratado de complacer a los lectores publicando Biblias parafraseadas, pero al hacerlo han transigido con respecto a la verdad. Sin embargo, la Versión Recobro es fidedigna y fácil de leer.

3. Bosquejos

La Versión Recobro provee un bosquejo para cada libro del Nuevo Testamento. Muchos lectores de la Biblia, aunque han leído la Biblia fielmente por muchos años, no conocen los temas, los bosquejos ni el contexto de los veintisiete libros del Nuevo Testamento. Los bosquejos ayudan al lector a entender mejor cada libro.

4. Notas al calce

La Versión Recobro incluye también notas al calce. Las notas explican muchos pasajes difíciles de comprender. Hay cuatro tipos de notas: 1) el significado literal de una palabra o palabras en griego; 2) una breve definición de una palabra o de un versículo; 3) una introducción o conclusión de un libro o de una sección de la Palabra; y 4) un estudio detallado de una palabra o de un tema. Estas notas abren la Palabra a los lectores, los alumbran, y los llevan a conocer la verdad y a experimentar la vida divina.

5. Referencias paralelas

La Versión Recobro provee muchas referencias al margen para ayudar al lector a encontrar versículos afines en su estudio. A diferencia de una concordancia exhaustiva, las referencias paralelas enumeran únicamente los versículos afines.

6. Mensajes del Estudio-vida del Nuevo Testamento

Los mensajes del Estudio-vida constituyen una herramienta valiosa para el estudio del Nuevo Testamento. Esta serie de mensajes abre cada versículo del Nuevo Testamento. Si después que el lector haya estudiado un versículo o un tema en la Versión Recobro, éste desea investigar más a fondo dicho versículo o tema, podrá recibir ayuda adicional en los mensajes del estudio-vida. En ellos no solamente obtendrá el conocimiento de la Palabra, sino que también será nutrido con la Palabra y, como resultado, experimentará y crecerá en la vida divina.

CONCLUSIÓN

La Biblia sigue siendo el “best seller”, el libro más vendido. Ha sido traducido a más idiomas que cualquier otro libro. En 1989 se distribuyeron más de seiscientos millones de Biblias.

La Biblia es definitivamente el regalo más precioso que Dios ha dado al hombre. Dios no escribió un libro en el cielo para luego enviarlo al hombre por medio de un ángel, ni tampoco inspiró a algún conocido hombre de Dios para que escribiera un libro en nombre de Él. Más bien, Dios habló a muchos hombres piadosos durante un período de aproximadamente dos mil quinientos años. Luego, Moisés fue el primero en escribir las revelaciones de Dios. Los sesenta y seis libros, después de haber sido escritos por más de cuarenta hombres durante un período de mil seiscientos años y después de haber sido probados al ser leídos y experimentados por el pueblo de Dios por más de mil años, fueron finalmente canonizados para conformar la Palabra de Dios. No obstante, poco después la Iglesia Católica Romana privó a la gente de la Biblia. A muchos creyentes fieles se les dio muerte por poseer una Biblia. Después de mil años, Martín Lutero y sus colaboradores liberaron la Biblia de la custodia ilegal por parte de la Iglesia Católica Romana y la hicieron disponible para la gente común. Sin embargo, la mayoría de la gente recibió muy poca revelación al leer la Biblia. Finalmente, después de quinientos años de extenso estudio e investigación, en el recobro del Señor se nos ha abierto la Biblia casi en su totalidad. Nosotros no recibimos todas las revelaciones directamente de Dios, sino que recopilamos muchas de ellas del cúmulo de revelaciones que fue escrito durante los pasados seis mil años. Lo que tenemos hoy en el recobro es “la flor y nata” de la revelación de Dios y de las ricas experiencias que los santos y las iglesias han tenido en el transcurso de la historia de la iglesia. ¡Debemos valorar la Biblia y todos los libros del recobro que nos revelan la Biblia! ¡Cuánto necesitamos estudiar la Palabra con la ayuda del ministerio! “Oh, Señor Jesús, me entrego a Ti para devorar Tu Palabra hasta que me llene de Ti y así llegue al pleno conocimiento de la verdad”.

Preguntas y ejercicios

  1. ¿Cuál es la diferencia entre una promesa, un juramento, un pacto y un testamento?
  2. ¿Cuál es la diferencia entre el nuevo testamento y el antiguo testamento? ¿Cuál es mejor? ¿Por qué?
  3. ¿Qué son los libros apócrifos? ¿Cómo comprobamos que los libros apócrifos no pertenecen a la Biblia y que no formaban parte de ella en el principio?
  4. ¿Cuáles son algunas de las revelaciones falsas?
  5. Presente brevemente la historia de las traducciones de la Biblia hasta la primera versión en inglés.
  6. Mencione algunas versiones de la Biblia. ¿Cuál es la mejor? ¿Por qué?
  7. Lea 2 Timoteo 3:16 en el Nuevo Testamento Versión Recobro y también en otras tres versiones de la Biblia. Compare las traducciones. Vea cuántas notas al calce o referencias se proveen. Discuta los resultados con sus compañeros.

Pasajes citados

  1. Lecciones de la verdad, nivel 1, tomo 2 (Lee/LSM), págs. 57-63, 66.
  2. On Knowing the Bible [En cuanto a conocer la Biblia] (Lee/LSM), págs. 38-40.
  3. Life-study of Deuteronomy [Estudio-vida de Deuteronomio] (Lee/LSM), pág. 2.

Referencias adicionales

  1. Ministry of the Word [El ministerio de la palabra], tomo 2 (en chino) (Lee/Librería Evangélica de Taiwan ) pág. 690.
  2. The Full Knowledge of the Word of God [El pleno conocimiento de la Palabra de Dios] (Lee/LSM), págs. 49-50.
  3. El nuevo pacto (Nee/LSM), págs. 9-16, 31-32, 42-44, 59-61.
  4. Estudio-vida de Hebreos (Lee/LSM), págs. 433-445, 497-506, 519-524, 627-636, 741-750.