Watchman Nee Libro Book cap.3 Los asuntos de la iglesia
EL SERVICIO LEVÍTICO
CAPÍTULO TRES
EL SERVICIO LEVÍTICO
No es necesario decir mucho acerca del servicio de los levitas, debido a que es un asunto muy simple. El trabajo levítico es diferente del trabajo sacerdotal. Los sacerdotes son para servir a Dios y para atender las cosas del tabernáculo. Los levitas son para servir a los sacerdotes, es decir, para ayudar a los sacerdotes. En otras palabras, el servicio sacerdotal representado en el Antiguo Testamento es un servicio espiritual. Pero el servicio levítico se refiere al servicio de los asuntos prácticos. Los levitas lavaban los becerros, derramaban la sangre, llevaban fuera el estiércol, ayudaban a desollar las ofrendas y también transportaban los enseres del tabernáculo. Cada vez que la columna de nube de Dios se levantaba, el tabernáculo era desmantelado y los levitas transportaban las cosas del tabernáculo. Todas estas cosas son el servicio levítico.
DEL MUNDO PERO NO EN EL MUNDO
Aunque lo que hacen los levitas no es espiritual, lo que hacen está relacionado con Dios y con la espiritualidad; es del mundo, pero no en el mundo. Las cosas que hacen se encuentran en la iglesia. Por lo tanto, en la Biblia, el servicio de los diáconos es levítico en naturaleza.
Hay diáconos en las iglesias locales. El trabajo de los diáconos en las iglesias locales es levítico en naturaleza. Ellos se encargan de los asuntos prácticos, y estos asuntos están relacionados con la iglesia.
TODOS DEBEN APRENDER
En lo tocante a los asuntos prácticos de la iglesia, los hermanos y hermanas deben estar muy interesados y tener mucha claridad al respecto. Sin importar qué clase de asunto sea, todos deben poner las manos en ello. Por ejemplo, la limpieza del lugar de reunión y el cuidado y arreglo de las frazadas y sábanas que pertenezcan a la iglesia corresponden a la naturaleza del servicio de los levitas. El cuidado de los menesterosos entre nosotros, y la recepción y el envío de los hermanos y hermanas que visitan, también son tareas que corresponden a la naturaleza del servicio levítico. Se puede ver que hay una gran cantidad de trabajo que corresponde a la naturaleza del servicio levítico. Hay mucho trabajo en la oficina de servicio de la iglesia, el cual también es levítico.
Cuando se da que una persona sirve a Dios, por un lado, se tiene el trabajo sacerdotal, y por el otro, se tiene el trabajo levítico. Tanto el uno como el otro deben ser realizados. Por una parte, usted participa en el servicio espiritual, y por otra, usted también tiene que encargarse de los asuntos prácticos. Recordemos que Esteban y algunos otros se encargaban de servir alimentos. Ese era el servicio de los diáconos, el trabajo de los levitas. Cuando los discípulos distribuyeron los panes y recogieron doce cestas de fragmentos y cuando en otra ocasión recogieron siete cestas de fragmentos, estaban haciendo el trabajo de diáconos. En particular, la responsabilidad de Judas de encargarse de la bolsa era asunto de los diáconos. El Señor Jesús, en el pozo de Sicar, envió a Sus discípulos a que comprasen alimentos. Tal adquisición de alimentos también era trabajo de los diáconos. Estas cosas ocupan una gran parte del trabajo cristiano. Esta categoría de cosas es lo que todos en la iglesia debemos aprender adecuadamente delante de Dios.
AYUDA EN LAS TAREAS DOMÉSTICAS
Hermanos y hermanas, creo que en este punto puedo hacer una sugerencia. Por favor presten mucha atención a esto. Hay muchos hermanos y hermanas que tienen algún tiempo libre. También hay muchas hermanas que no tienen nada de tiempo en sus hogares. Tienen que cocinar y tienen que cuidar de sus niños. ¿Por qué no podrían los hermanos en el servicio de los levitas tomar la responsabilidad en este asunto por medio de hacer arreglos para que alguien vaya al hogar de los hermanos o las hermanas para ayudarles? Los hermanos responsables podrían decirles que hay dos hermanas entre nosotros que pueden ayudarles a lavar la ropa dos horas a la semana. Esto también es trabajo de los levitas. En los tiempos de los apóstoles, las viudas de los helenistas no fueron bien atendidas y hubo algunas murmuraciones. Así era la iglesia. Aunque eso no era algo espiritual sino más bien un asunto práctico, con todo era necesario hacerlo.
DOCE COSAS QUE PERTENECEN A LOS ASUNTOS PRÁCTICOS
Hay muchas cosas que podemos considerar delante del Señor: 1) el trabajo de la limpieza; 2) el arreglo del salón y el trabajo de acomodar; 3) la necesidad de un grupo de hermanos y hermanas que se encarguen del partimiento del pan y de los bautismos. Algunos deben ser responsables del pan y de la copa para la reunión del partimiento del pan. También necesitamos algunos que hayan sido entrenados en cuidar de los asuntos relacionados con los bautismos, tal como ayudar a los que están siendo bautizados a bajar y subir del agua, cambiarse de ropa, etc. 4) Dar a los pobres que están entre los incrédulos. Cuando los incrédulos se ven afectados por desastres, como inundaciones o incendios, la iglesia debe cuidar de ellos. 5) Cuidar de aquellos que sean pobres entre nosotros; 6) la recepción y el envío de los hermanos; 7) la contabilidad; 8) el servicio de cocina; 9) la oficina de servicio; 10) el servicio de transporte. En lugares donde se tiene carros o camionetas disponibles, alguien debe supervisar su uso. 11) El trabajo de oficina que incluye el manejo de la recepción y el envío de correspondencia; y 12) ayudar a los hermanos y hermanas pobres a hacer sus quehaceres domésticos, incluyendo lavar la ropa, coser, remendar, etc.
Yo siempre espero que cada hermano y hermana tome la carga por los asuntos prácticos. Nunca permita que exista una situación donde algunos tengan qué hacer mientras que otros no estén haciendo nada. El servicio de la iglesia siempre es para todos. Si entre nosotros hay algunos hermanos y hermanas que tienen tiempo, sería bueno que ellos ayudasen a otros hermanos y hermanas en sus quehaceres domésticos. Cada semana podrían ir a la casa de otro hermano o hermana, para ayudarles durante una o dos horas, haciendo algunas cosas para ellos. Especialmente es bueno que las hermanas que sean amas de casa, adineradas y de buena posición, vayan a la casa de algún hermano o hermana para ayudar a lavar la ropa o a remendar. No deberían solamente tener gente trabajando para ellas, mientras ellas mismas no hacen nada. Como cristianas les conviene ir a la casa de los hermanos y hermanas pobres a hacer cosas con sus propias manos.
EL PRINCIPIO DE QUE TODOS SIRVAN
Ya he hablado suficiente acerca de los asuntos prácticos. Deben tener claridad delante de Dios acerca de este principio de que todos los hermanos y hermanas deben ejercer tanto servicio espiritual como servicio práctico. No importa cuánto pueda hacer cada uno. Yo espero que todos trabajen y hagan lo mejor que puedan. Si este asunto puede ser arreglado adecuadamente, la iglesia podrá progresar paso a paso. Hermanos, repito que deben darse cuenta de que la responsabilidad que está sobre ustedes es muy grande, y que las cosas que están en sus manos los mantendrán muy ocupados. Deben trabajar hasta tal punto que traigan a todos los hermanos a la misma condición en la que están ustedes. Cuando todos los hermanos vengan y sirvan juntos, la iglesia en esa localidad tendrá un fundamento. Cuando otros vean esto, sabrán que la iglesia está en nuestro medio. Todos trabajan, todos comparten las cosas prácticas, y todos participan en las cosas espirituales.
HACER QUE NEGOCIEN TODOS LOS QUE TENGAN UN TALENTO
Quisiera dirigirme a los hermanos responsables. Ustedes tienen el hábito natural de usar solamente a los que tienen dos talentos. La historia de la iglesia siempre ha sido así. Los que tienen cinco talentos pueden avanzar por sí solos; no hay necesidad de cuidarlos. Pero a los de un solo talento es muy difícil ayudarles. Una palabra o dos, y ellos entierran su talento de nuevo. Los de dos talentos, son los más disponibles. Tienen cierta habilidad, ellos pueden hacer las cosas bien, y no entierran sus talentos. Pero si ustedes solamente pueden usar a los de dos talentos, y no pueden usar a los de un talento que están en cada localidad, han fracasado totalmente.
He dicho esto en Foochow, lo he dicho también en Shanghái, y lo diré de nuevo hoy. ¿Qué es la iglesia? La iglesia es todos los de un talento que vienen a participar en el servicio de la iglesia, en la parte práctica y en la parte espiritual. No puede usted menear la cabeza y decir: “Este es inútil”, y: “Aquél es inútil”. Si dice usted que éste es inútil y que aquél es inútil, la iglesia está acabada y usted ha fracasado totalmente. Si usted piensa que él es inútil, él verdaderamente será inútil. Usted puede decirle que de acuerdo a sí mismo, él por supuesto es inútil, pero que el Señor le ha dado un talento y desea que todos los de un talento salgan y negocien. El Señor puede usarlos. Si usted no puede usar a los de un talento, eso prueba que delante del Señor usted no puede ser un líder. Usted tiene que usar a todos los hermanos y hermanas que son “inútiles”. Este es el trabajo de los hermanos que están en la obra. No deben usar solamente a los hermanos y hermanas útiles, sino que también deben hacer que todos los hermanos y hermanas inútiles sean útiles.
El principio básico es que el Señor no le ha dado a nadie menos de un talento. En la casa del Señor, no hay ni un solo siervo que no tenga un don; cada uno tiene al menos un talento y no puede tener menos de un talento. Nadie puede excusarse diciendo que el Señor no le ha dado un talento. Quisiera que ustedes se dieran cuenta de que todos los hijos de Dios son siervos delante de El. Si son hijos, son siervos. En otras palabras, si son miembros, tienen un don; si son miembros, son ministros. Si pensamos que hay alguien a quien el Señor no puede usar, no conocemos nada de la gracia de Dios en absoluto. Debemos conocer la gracia de Dios tan profundamente que cuando Dios llame a alguien Su siervo, nunca nos levantemos a decir que no lo es. Hoy día, si usted escogiese, tal vez seleccionaría a tres o cuatro de toda la iglesia. Pero Dios dice que todos son siervos. Ya que Dios dice esto, debemos dejarlos que sirvan.
Hermanos y hermanas, de ahora en adelante, si proseguimos en nuestra obra o no, y si esta obra tiene éxito o no, depende de lo que podemos decir hoy día de nuestra obra delante del Señor. ¿Hay solamente algunos trabajando? ¿Hay sólo algunos especialmente dotados haciendo la obra? ¿O todos los siervos del Señor participan en el servicio y toda la iglesia está sirviendo? Este es todo el problema. Si este problema no puede ser resuelto, no tenemos nada.
EL CUERPO DE CRISTO ES VIVIENTE
El Cuerpo de Cristo no es una doctrina, sino algo viviente. Todos debemos aprender esto: solamente cuando todos los miembros funcionan, tenemos el Cuerpo de Cristo. Sólo cuando todos los miembros funcionan, se tiene la iglesia.
Nuestro problema hoy día es que hemos heredado el sistema sacerdotal del catolicismo romano y el sistema pastoral del protestantismo. Si en estos días no tenemos cuidado, también aparecerá entre nosotros cierta clase de sistema mediador. Seremos los únicos que nos encargamos de todas las cosas en el servicio de Dios. Solamente predicar el Cuerpo de Cristo es inútil; debemos dejar que el Cuerpo trabaje y exprese sus funciones. Ya que es el Cuerpo de Cristo, no debemos temer que le falten funciones. Ya que es el Cuerpo de Cristo, podemos poner nuestra fe en él. El Señor desea que cada miembro en cada localidad se levante y sirva.
DIOS HA IDO DELANTE DE NOSOTROS
Si tengo razón, de acuerdo a mi discernimiento es posible que la hora haya llegado. Las cartas que he recibido de diferentes lugares y las noticias que he oído de todas partes indican que hoy en todas partes todos los santos están listos para presentarse a servir. Dios ha ido delante de nosotros; nosotros debemos seguirlo.
Es mi deseo que ni siquiera un solo hermano entre nosotros salga y en vez de guiar a los hermanos y hermanas a servir, los reemplace así siendo un fracaso. Espero que cuando vaya usted a cierto lugar, al comienzo guíe a ocho o diez a que sirvan, y después de cierto tiempo ellos guiarán a sesenta, a ochenta, o a cien a que sirvan allí. Entonces en la siguiente visita que usted haga, tal vez vea mil o dos mil personas sirviendo allí. Esto es lo correcto. Si usted tiene que usar a los de cinco talentos reprimiendo a los de dos talentos, y a los de dos talentos reprimiendo a los de un talento, usted no es siervo del Señor. Usted debe hacer que todos los de cinco talentos se levanten y sirvan, y que todos los de dos talentos se levanten y sirvan, y también deben hacer que todos los de un talento se levanten y sirvan. Debe hacer que se levanten y sirvan también aquellos que usted piensa que no son útiles. Así, aparecerá la iglesia gloriosa.
En Foochow preferiría ver a todos los sencillos pueblerinos sirviendo, que a tres o cinco hermanos sobresalientes predicando. No admiro a aquellos que sobresalen. Me gustan los de un talento.
El Señor podría darnos, en Su gracia, más Pablos y más Pedros, pero no lo ha hecho. El mundo entero está lleno de hermanos y hermanas de un talento. ¿Qué haremos con esta gente? ¿Dónde los vamos a poner?
FILADELFIA DEBE APARECER
En este entrenamiento aquí en la montaña, si Dios verdaderamente trata con nuestro yo y con nuestro trabajo hasta tal punto que salgamos a proveer una manera para que todos los de un talento sirvan, por primera vez la iglesia comenzará a ver lo que es el amor fraternal, y Filadelfia aparecerá.
Hoy en día la iglesia no solamente necesita la supervisión, sino también amor fraternal. Creo en la autoridad y también creo en el amor fraternal. Sin autoridad la iglesia no puede seguir adelante. “Has guardado mi palabra” (esto es autoridad). “Y no has negado mi nombre” (esto es autoridad). Filadelfia tenía estas dos clases de autoridad. Pero Filadelfia misma es amor fraternal. Todos los hermanos se presentaban y servían en amor. Cuando tal día venga, comenzaremos a conocer lo que es la iglesia. De otra manera, si continúa la situación actual, todavía seguiremos influenciados por los vestigios del catolicismo romano y del protestantismo; no sabremos qué son los hermanos de Filadelfia ni qué es la autoridad de la iglesia.
DOS CAMINOS: EL DON Y LA AUTORIDAD
Hoy día creo que tenemos dos caminos propuestos claramente delante de nosotros. Si el Señor puede realmente abrirse paso en nuestro medio, el camino que hemos tomado en los últimos diez, veinte o treinta años será completamente cambiado. El punto de vista de ustedes no puede ser el mismo de antes; tiene que ser quebrantado y aplastado.
Nadie es dejado fuera
Primeramente, no deben ustedes usar a un hermano solamente porque es útil ni dejarlo fuera si no lo es. En la iglesia ningún miembro debería ser dejado fuera. Esta no es la manera que usa el Señor. Hoy día, si el Señor ha de recobrar Su testimonio, El debe hacer que todos los miembros de un talento se levanten. Todos los que pertenecen al Señor son los miembros del Cuerpo. Cada uno debe levantarse y debe estar en su función. Si éste es el caso, ustedes verán la iglesia. Hoy en día, mientras ustedes están aquí en la montaña, consideren cada lugar. Ustedes casi tienen que decir: “¿Dónde está la iglesia? ¿Dónde está Cristo?” Parece que ni la iglesia ni el Señor están por ahí. Cuando salgan a trabajar, nunca desprecien a los miembros de un talento, nunca los reemplacen, y nunca los repriman. Tienen que confiar en ellos de todo corazón. Ustedes deben hacer que ellos laboren. Si Dios tiene la seguridad de llamarlos a ser siervos, ustedes también deben tener la seguridad de llamarlos a ser siervos.
La autoridad trata con la carne
En segundo lugar, en la iglesia no tememos a las actividades carnales. Dos líneas tienen que ser establecidas en la iglesia: una es la autoridad y la otra es el don. Todos los de un talento tienen que venir a servir, trabajar y dar fruto. Ustedes tal vez pregunten: “¿Si todos los de un talento aparecen con su carne y todo, qué haremos?” Déjenme decirles que la carne debe ser tratada, y la manera de tratarla es usar la autoridad que representa a Dios.
El don y la autoridad son dos cosas completamente distintas; el don es el don y la autoridad es la autoridad. Los de un talento deben usar su don. Y con los que son carnales, ustedes deben hacer uso de la autoridad. Si un hermano permite que su carne interfiera mientras está trabajando, debe decírsele: “Hermano, eso no está bien. Usted no debe dejar que su carne interfiera”. Díganle: “Esa actitud es incorrecta. No permitimos que tenga esa actitud”. Cuando le hablen de esa manera, al día siguiente probablemente se irá a su casa y desde entonces no hará nada más. Entonces ustedes tienen que buscarlo y decirle: “No, usted todavía debe hacer el trabajo”. Es posible que la carne surja de nuevo, pero aún así ustedes deben dejar que haga el trabajo. Deben decirle de nuevo: “Usted debe hacer esto, pero no le permitimos que haga aquello”. Siempre haga uso de la autoridad para tratar con él.
Esta es la mayor prueba. Una vez que el Señor use a los de un talento, la carne de ellos inmediatamente se inmiscuirá. La carne y “un talento” están unidos. Debemos rechazar la carne, pero tenemos que usar a los de un talento. La situación de hoy día es que nosotros enterramos la carne, ellos entierran el talento, y la iglesia se queda sin nada. ¡Esto no puede ser! Tenemos que hacer uso de la autoridad para tratar con la carne, pero también tenemos que pedirles que manifiesten su talento. Tal vez digan: “Si trabajo, no está bien, y si no lo hago, tampoco está bien. ¿Entonces, qué haré?” Deben ustedes decirles: “Por supuesto, que si trabaja, está mal debido a que introduce la carne; pero si no trabaja, también está mal porque entierra el talento. El talento debe entrar, pero no la carne”.
En la iglesia, si puede mantenerse la autoridad y puede incluirse las funciones de todos los miembros, verá usted una iglesia gloriosa en la tierra y el camino de recobro será fácil. No sé cuántos días más el Señor ha puesto delante de nosotros. Creo que nuestro camino será más y más claro. Tenemos que usar todo nuestro entendimiento y todas nuestras fuerzas para que todos los hermanos y hermanas se levanten a servir. Cuando ese tiempo llegue, la iglesia será manifestada, y el Señor regresará. Que el Señor sea misericordioso y tenga gracia para con nosotros, para que hagamos lo mejor.