Watchman Nee Libro Book cap.3 Libro de lecciones nivel 6: La biblia
REDACCIÓN DE LA BIBLIA 2
Lección tres
LA REDACCIÓN DE LA BIBLIA (2)
Lectura bíblica
Ef. 3:9-11; Gn. 1:1, 26; Ez. 28:15-18; Is. 14:13-14; Gn. 3:1-6, 15; Jn. 1:29; 10:10; 2:19; Mt. 16:18; Ef. 5:32; 2 Co. 11:2; Lc. 24:14; Jn 1:1; 5:39; Ap. 19:13
Bosquejo
- El tema de la Biblia:
- El tema del Antiguo Testamento.
- El tema del Nuevo Testamento.
- El pensamiento central de la Biblia:
- El pensamiento central del Antiguo Testamento: el hombre es conducido a Cristo para que sea redimido.
- El pensamiento central del Nuevo Testamento: en Cristo, la iglesia es redimida y edificada.
- Subdivisión de la Biblia según su estructura:
- El Antiguo Testamento:
- El Pentateuco.
- Historia.
- Salmos.
- Los libros de los profetas:
- Los libros de los profetas antes del cautiverio.
- Los libros de los profetas durante el cautiverio.
- Los libros de los profetas después del cautiverio.
- El Nuevo Testamento.
- Los cuatro evangelios.
- Los Hechos de los apóstoles.
- Las epístolas.
- El libro de profecía.
- El Antiguo Testamento:
- Subdivisión de la Biblia según la experiencia espiritual:
- El Antiguo Testamento.
- El Nuevo Testamento.
- Subdivisión del Antiguo Testamento según los judíos o los rabinos:
- La ley de Moisés.
- Los profetas: divididos en los primeros profetas y los profetas postreros.
- Los demás libros.
- Subdivisión del Antiguo Testamento según el Señor Jesús.
Texto
[Si queremos comprender un libro, cualquiera que sea, debemos captar su tema y su pensamiento central. Además, debemos hacer un análisis apropiado de su estructura y tener un entendimiento claro de sus secciones. La Biblia tiene su propio tema, su pensamiento central y sus secciones. Aunque hay sesenta y seis libros en la Biblia, ésta tiene su tema y su pensamiento central; también contiene diferentes secciones dentro de su estructura. Si queremos conocer la Biblia, debemos entender claramente estos tres asuntos.]
I. EL TEMA DE LA BIBLIA
[El tema de la Biblia puede ser expresado en cuatro oraciones: Dios planeó y creó; Satanás se rebeló y corrompió; el hombre cayó y se perdió; y Cristo redimió y edificó. En este tema se incluye a cuatro personas: la primera es Dios, la segunda es Satanás, la tercera es el hombre y la cuarta es Cristo. Toda la Biblia habla casi exclusivamente de estas cuatro personas. Para cada una de estas cuatro personas hay dos verbos. Dios planeó y creó; Él planeó en la eternidad pasada y creó en el tiempo. Satanás se rebeló y corrompió. Dios concibió Su plan y creó conforme a dicho plan; pero Satanás se rebeló contra Dios y corrompió la creación de Dios. Lo que hizo Satanás fue rebelarse y corromper. Estos dos verbos incluyen toda la obra que Satanás realizó en el universo. El hombre cayó y se perdió. El hombre cayó, y como resultado, se perdió alejándose de las manos de Dios y de la posición en la que Dios hubiera podido usarlo. La historia del hombre en toda la Biblia puede ser resumida con estos dos verbos: el hombre cayó y se perdió. Cristo redimió y edificó. En el pasado, cuando los cristianos han hablado acerca de Cristo, sólo han mencionado la redención; han pasado por alto o descuidado el tema de la edificación. Pero nosotros no debemos olvidar que nuestro Señor no sólo dijo que el Hijo del Hombre vino para buscar y salvar a los perdidos, sino que también dijo que Pedro era una piedra y que Él edificaría Su iglesia sobre la roca. Por una parte, el Evangelio de Juan dice que Cristo ha venido “para que tengan vida”; por otra, también dice que aunque el hombre destruya “este templo”, Cristo lo levantará en tres días. Ya sea el hecho de que el Señor vino para efectuar la redención, o el hecho de que el Señor Jesús vino para ser la vida del hombre, el resultado tiene como meta la edificación de la iglesia. Por esta razón, no sólo debemos ver la redención, sino que también debemos ver la edificación.
Al comienzo de la Biblia vemos oro, bedelio y piedras preciosas, los cuales son materiales que se usan para la edificación. Al final de la Biblia, vemos un edificio terminado, el cual ha sido edificado con oro, perla y piedras preciosas. Esto indica que al final Dios obtendrá un edificio, el cual es edificado como resultado de la redención efectuada por Su Hijo en calidad de Cordero. Por tanto, cuando hablemos de Cristo, no debemos verlo únicamente como Aquel que redime, sino también como Aquel que edifica. El vino para redimir y vino también para edificar. Dios creó todo, incluyendo al hombre, con el propósito de obtener un edificio en el universo.
Debemos recordar muy bien estas cuatro personas, junto con los dos verbos asociados con cada una de ellas; si lo hacemos, entenderemos el tema de la Biblia. Dios creó todo, incluyendo al hombre, según Su plan. Satanás fue soberbio y se rebeló contra Dios; él maliciosamente corrompió la creación de Dios e hizo que el hombre cayera y se perdiera. Cristo vino para redimir al hombre y edificarlo como Su gloriosa iglesia y como Su Cuerpo místico, a fin de que Dios obtuviera un vaso corporativo que lo expresara. Este es el tema de toda la Biblia. Ahora, veamos los temas del Antiguo y Nuevo Testamentos por separado.]
A. El tema del Antiguo Testamento
[El tema del Antiguo Testamento es que Dios creó, Satanás corrompió, el hombre cayó y Dios prometió la venida de Cristo para que efectuara la redención. Aunque hay treinta y nueve libros en el Antiguo Testamento, éste principalmente nos muestra que Dios creó el universo, que Satanás corrompió la creación de Dios, que el hombre cayó y que Dios prometió la venida de Cristo para que efectuara la redención. Por tanto, el Cristo del Antiguo Testamento era sólo una esperanza para el hombre, pues Él solamente fue prometido por Dios al hombre caído como Su Redentor.]
B. El tema del Nuevo Testamento
[El tema del Nuevo Testamento es Cristo, quien vino para redimir a los pecadores y para edificar la iglesia conforme al plan de Dios. En el Antiguo Testamento, vemos cómo Dios creó, cómo Satanás corrompió, cómo el hombre cayó y cómo Dios prometió la venida de Cristo para que Él redimiera al hombre conforme al plan y la promesa de Dios. En el Nuevo Testamento vemos cómo Cristo redime a los pecadores perdidos conforme al plan y promesa de Dios y cómo edifica Su gloriosa iglesia como Cuerpo místico Suyo, a fin de que Dios obtenga un vaso corporativo que le exprese. Cuando combinamos los temas del Antiguo y Nuevo Testamentos, vemos el tema de toda la Biblia según fue presentado anteriormente.]
II. EL PENSAMIENTO CENTRAL DE LA BIBLIA
[En el cristianismo existen muchos libros de exposición bíblica. La mayoría de ellos dice que el pensamiento central de la Biblia es Cristo. Pero hoy, conforme a la luz que hemos recibido por la misericordia de Dios, sentimos que es insuficiente decir meramente que Cristo es el pensamiento central de la Biblia. Debemos recordar las palabras del apóstol Pablo: “Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia” (Ef. 5:32). Así que, tenemos que decir que el pensamiento central de la Biblia es Cristo y la iglesia. La Biblia no sólo revela a Cristo, sino que también revela a la novia y al Cuerpo de Cristo, que es la iglesia.
Sin duda, toda la Biblia nos revela a Cristo, pero al mismo tiempo, también nos muestra que Cristo necesita la iglesia, de la misma manera en que el hombre necesita una esposa. Desde el comienzo, la Biblia revela esto en tipología: no era bueno que Adán viviera solo. Sabemos, por el Nuevo Testamento, que esto tipifica el hecho de que Cristo necesita una novia. Por tanto, al comienzo la Biblia no sólo nos revela a Adán, sino que también nos revela cómo Eva fue producida de Adán para ser su pareja, y cómo ambos llegaron a ser uno. Allí estaba Adán, y también Eva. El apóstol dijo que esto es un gran misterio, pero que él lo decía respecto de Cristo y de la iglesia. En la Biblia uno no puede ver solamente a Cristo sin ver a la iglesia. Muchos hablan de Isaac y se olvidan de Rebeca; pero hubo un Isaac, y también una Rebeca. En la Biblia se presenta la historia de cómo Dios se relacionó con el hombre por medio de Cristo, pero en la Biblia también vemos cómo el hombre ocupa una posición muy importante. Los personajes centrales de la Biblia no son únicamente Dios en Cristo, sino también el hombre como novia de Dios en Cristo. La pareja universal es Dios y el hombre. En el universo, Dios es el único varón, y el hombre es el complemento de Dios. El hombre sin Dios es como una viuda, y Dios sin el hombre es como una persona soltera. En el universo ha quedado establecido que Dios y el hombre son una pareja.
Por esta razón, la primera escena que se nos presenta en el Antiguo Testamento es la historia de un hombre que busca a una esposa. Este hombre representa a Cristo, y Cristo es la corporificación de Dios. Esta esposa representa a la iglesia, y la iglesia es un grupo de hombres que Dios salvó de entre la humanidad a fin de edificarlos juntamente. A lo largo del Antiguo Testamento, Dios siempre se mantuvo en la posición de un esposo para con Su pueblo. Dios trató a los israelitas como Su esposa. Más adelante, el Señor Jesús vino. Juan, el precursor del Señor Jesús, no sólo anunció que Él es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, sino que también testificó que el que tiene la novia es el Novio. Juan no solamente presenta al Señor Jesús como el Cordero que redime, sino también como el Novio que tiene la novia. Luego, en las epístolas, el apóstol Pablo dice: “Pues os he desposado (refiriéndose a las personas salvas) con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo”. Además, dice que la iglesia es para Cristo lo que Eva era para Adán. En Apocalipsis, al final de toda la Biblia, se proclama que han llegado las bodas del Cordero. Cuando la Nueva Jerusalén aparece, ella está dispuesta como una novia ataviada para su marido. Esa es la unión de Dios y el hombre. El Redentor y todas las personas redimidas llegan a ser uno, lo cual es el misterio del universo: Cristo y la iglesia.
Por tanto, el personaje central de toda la Biblia es esta pareja misteriosa. Dios y el hombre llegan a ser uno de la misma manera en que un hombre y una mujer llegan a ser una sola carne. El que el hombre y la mujer lleguen a ser una sola carne, tipifica el hecho de que Dios y el hombre llegan a ser uno. Cristo es Dios hecho uno con el hombre, y la iglesia es el hombre hecho uno con Dios. Dios viene en Su Hijo Cristo a fin de hacerse uno con el hombre. El hombre es edificado en el Hijo de Dios y llega a ser la iglesia del Hijo, a fin de hacerse uno con Dios. Esta unidad, esta misteriosa unión, es Cristo y la iglesia, y también es la unión de Dios y el hombre. Este es el pensamiento central de la Biblia.
Podemos hablar del pensamiento central de la Biblia de otra manera. Cristo es la palabra viva de Dios, y la Biblia es la palabra escrita de Dios. Cristo es la palabra viva, y la Biblia es la palabra escrita. Cristo es el contenido de la Biblia, y la Biblia es la explicación de Cristo. Si quitáramos a Cristo de la Biblia, la Biblia sería un libro vacío, tal como un recipiente vacío que no tiene contenido. Asimismo, nadie puede conocer bien a Cristo sin conocer la Biblia, porque la Biblia es la explicación de Cristo. Sólo leyendo la explicación que está en la Biblia podemos entender y conocer verdaderamente quién es Cristo. La Biblia nos dice que Cristo es depositado en la iglesia y expresado por medio de ella. Así que, el pensamiento central de la Biblia es Cristo y la iglesia. No es suficiente únicamente conocer a Cristo; también debemos conocer la iglesia. La Biblia nos muestra que el personaje central del universo tiene tanto cabeza como cuerpo. La Cabeza es Cristo, y el Cuerpo es la iglesia. Por tanto, Cristo y la iglesia constituyen el pensamiento central de la Biblia.]
A. El pensamiento central del Antiguo Testamento: el hombre es conducido a Cristo para que sea redimido
[El Antiguo Testamento conduce al hombre a Cristo para que éste sea redimido por Él.]
B. El pensamiento central del Nuevo Testamento: en Cristo, la iglesia es redimida y edificada
[El Nuevo Testamento nos muestra cómo la iglesia es redimida y edificada en Cristo.]
III. SUBDIVISIÓN DE LA BIBLIA SEGÚN SU ESTRUCTURA
[Hay muchas formas de subdividir la Biblia en secciones. Hemos seleccionado cuatro de las más importantes para considerarlas.]
A. El Antiguo Testamento:
1. El Pentateuco
[El Pentateuco consta de los primeros cinco libros de la Biblia: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio. Estos cinco libros fueron escritos por Moisés, y por tanto, se les conoce generalmente como el Pentateuco de Moisés.]
2. Historia
[Después del Pentateuco están los libros de historia. Hay doce libros de historia, desde Josué hasta Ester: Josué, Jueces, Rut, 1 Samuel, 2 Samuel, 1 Reyes, 2 Reyes, 1 Crónicas, 2 Crónicas, Esdras, Nehemías y Ester.]
3. Salmos
[Hay seis libros escritos con estilo de poesía. Cinco de estos libros —Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés y Cantar de los Cantares— están relacionados entre sí. Se incluye también el libro de Lamentaciones porque está escrito con estilo de poesía en vez de prosa. En algunas versiones uno no puede identificar estos seis libros como poemas; pero en el original, todos ellos han sido escritos claramente en forma de poesía, usando el pareado y frases con rima. Estos libros no están escritos en prosa.]
4. Los libros de los profetas
[Esta es la última parte del Antiguo Testamento, y se puede dividir en tres categorías cronológicamente.]
a. Los libros de los profetas antes del cautiverio
[Hay un total de once libros. Si se organizan en orden cronológico según el tiempo en que fueron escritos, el primero probablemente sería Abdías, el segundo sería Joel, el tercero Jonás, el cuarto Amós, el quinto Oseas, el sexto Isaías, el séptimo Miqueas, el octavo Nahúm, el noveno Sofonías, el décimo Jeremías y el undécimo sería Habacuc. Jeremías fue escrito poco antes que Habacuc, pero el tiempo que abarca Jeremías se extiende hasta el período del cautiverio. Jeremías empezó a ejercer su función como profeta antes del cautiverio y terminó siendo uno de los que cayeron cautivos. Por eso algunos expositores de la Biblia lo consideran como un profeta que pertenece a la época antes del cautiverio, mientras que otros lo consideran como uno que pertenece a la época durante el cautiverio. Nuestra sugerencia es que se le considere como uno que perteneció a la época antes del cautiverio, porque vivió la mayor parte de su vida como profeta antes del cautiverio.]
b. Los libros de los profetas durante el cautiverio
[Hay un total de dos libros, que son Daniel y Ezequiel. Daniel y Ezequiel fueron profetas durante el cautiverio.]
c. Los libros de los profetas después del cautiverio
[Hay un total de tres libros. El primero es Hageo, luego Zacarías, y el último es Malaquías.]
[Al dividir los profetas según el tiempo de la cautividad, hay tres categorías de libros de profetas. El primer profeta, Abdías, vivió cerca del año 900 a. C. El último profeta, Malaquías, vivió alrededor del año 390 a. C., cerca del año 400 a. C. Isaías vivió alrededor del año 760 a. C. Si consideramos Lamentaciones como uno de los libros de los profetas, sumarían diecisiete libros de profetas, desde Isaías hasta Malaquías. Si excluyéramos Lamentaciones, tendríamos dieciséis libros.
Algunos han agrupado los libros más extensos de los profetas y les han llamado los profetas mayores, y a los libros más breves de los profetas les han llamado los profetas menores. De este modo, hay cuatro libros que conforman los profetas mayores: Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel; los restantes doce libros conforman los profetas menores.]
B. El Nuevo Testamento
1. Los cuatro evangelios
[Hay cuatro evangelios. Estos son los primeros cuatro libros del Nuevo Testamento.]
2. Los Hechos de los apóstoles
[Sólo hay un libro, Hechos.]
3. Las epístolas
[Hay veintiún libros, desde Romanos hasta Judas.]
4. El libro de profecía
[Sólo hay un libro, Apocalipsis.]
Los cuatro evangelios, Hechos, las veintiuna epístolas, más el último libro —el de profecía—, suman veintisiete libros. Una manera fácil de memorizar el número total de los libros de la Biblia es recordar que tres por nueve equivale a veintisiete, o sea, hay treinta y nueve libros en el Antiguo Testamento y veintisiete en el Nuevo.]
IV. SUBDIVISIÓN DE LA BIBLIA SEGÚN LA EXPERIENCIA ESPIRITUAL
[Esta es la mejor manera de subdividir la Biblia, y es la manera que recomendamos. Hay tres categorías en el Antiguo Testamento y tres categorías en el Nuevo. La naturaleza de las tres categorías en ambos testamentos es la misma.]
A. El Antiguo Testamento
[1. Historia: Desde Génesis hasta Ester hay diecisiete libros de historia. Esta crónica comienza con la creación del universo, efectuada por Dios, y se extiende hasta que los israelitas regresaron del cautiverio para reedificar el templo y la santa ciudad. Esta es la historia y la jornada que el pueblo de Dios llevó a cabo delante de Él; incluye todo lo que les aconteció delante de Dios.
- Experiencia: Hay cinco libros de poesía: Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés y Cantar de los Cantares. Estos libros tal vez contengan algo de historia, pero no tratan de historia. En ellos también encontramos algunas profecías, pero su énfasis principal no es la profecía. Estos cinco libros recalcan las experiencias espirituales que los santos de Dios tuvieron delante de Él. Si solamente tuviéramos la historia de la categoría anterior, sin la experiencia que le sigue, sólo podríamos ver los hechos históricos sin entender la condición interior de las personas que enfrentaron aquellas circunstancias. Estos cinco libros de poesía contenidos en la Biblia describen cabalmente la condición interior de los escogidos que, delante de Dios, pasaron por diversas circunstancias y experiencias. Al leer estos cinco libros de poesía, descubrimos las experiencias espirituales que estas personas tuvieron delante de Dios.
- Profecía: Desde Isaías hasta Malaquías hay diecisiete libros. Hay diecisiete libros de historia al principio, diecisiete libros de profecía al final y cinco libros de experiencia en medio, lo cual da un total de treinta y nueve libros.]
B. El Nuevo Testamento
[1. Historia: Los cuatro evangelios, más Hechos, suman cinco libros de historia. Los cuatro evangelios abarcan las experiencias que vivió el Señor Jesús en la tierra, junto con las experiencias que vivieron Sus discípulos al seguirle. Hechos nos muestra cómo los discípulos daban testimonio del Señor por dondequiera que iban. Estos cinco libros tratan de hechos históricos.
- Experiencia: Estos suman veintiuna epístolas, desde Romanos hasta Judas. Estos veintiún libros hablan de las experiencias cristianas. Los evangelios y Hechos nos muestran lo que confrontaron Cristo y los cristianos; nos muestran sus actividades, su mover y sus obras. Las veintiuna epístolas nos explican las experiencias internas y espirituales de los cristianos.
- Profecía: Hay sólo un libro, el libro de Apocalipsis.
Sea el Antiguo Testamento o el Nuevo Testamento, ambos comienzan con historia, luego describen experiencias y concluyen con profecías. Para todo cristiano, el orden es el mismo. Primero, tenemos una historia personal delante del Señor; después, desarrollamos algunas experiencias espirituales durante el curso del tiempo; y finalmente, adquirimos la esperanza y la expectación para el futuro. El Antiguo Testamento narra mucha historia y muchas experiencias espirituales; y al final, habla de que los santos estaban llenos de esperanza y expectación por la venida de Cristo. El Nuevo Testamento está escrito de la misma forma. Primero, se narran muchos hechos y experiencias; luego, al final, vemos una expectación y una esperanza, que es el regreso del Señor Jesús. Ningún cristiano puede evadir estos tres pasos: la historia, las experiencias y la expectación.]
V. SUBDIVISIÓN DEL ANTIGUO TESTAMENTO SEGÚN LOS JUDÍOS O LOS RABINOS
[El Antiguo Testamento estaba originalmente en manos de los judíos. Algunos maestros de entre ellos eran expositores bíblicos con autoridad. Los judíos los llamaban rabinos. La palabra rabino significa maestro. En tiempos antiguos, la subdivisión del Antiguo Testamento entre los rabinos se hacía como dijo el Señor Jesús en Lucas 24:44. En otras palabras, lo que dijo el Señor en Lucas 24:44 se basaba en la subdivisión que los rabinos hacían del Antiguo Testamento, lo cual consistía en dividirlo en tres categorías.]
A. La ley de Moisés
[Estos libros se refieren al Pentateuco. A veces los judíos abreviaban el nombre y se referían al Pentateuco simplemente como Moisés. Cuando los judíos mencionan a Moisés, a veces no se refieren a la persona de Moisés sino a los cinco libros de la ley escritos por él. En otras ocasiones, a estos cinco libros simplemente se les llama la ley. Cuando los judíos hablan de la ley, ellos se refieren al Pentateuco. Así pues, los cristianos y los judíos tienen cinco maneras diferentes de referirse a los primeros cinco libros del Antiguo Testamento. Estos libros se conocen como el Pentateuco de Moisés, el Pentateuco, la ley de Moisés, la ley y Moisés.]
B. Los profetas: divididos en los primeros profetas y los profetas postreros
[1. Los primeros profetas: Son cuatro libros. El primero es Josué. Los judíos consideran el libro de Josué uno de los libros de los profetas, y no un libro de historia, como lo hacemos nosotros. El segundo libro es Jueces, el cual es también considerado uno de los libros de los profetas. El tercer libro es Samuel. Los libros de 1 y 2 Samuel eran un solo libro en la Biblia hebrea original; no se hacía distinción entre 1 y 2, y se le llamaba simplemente el libro de Samuel. El cuarto libro es Reyes. Los libros de 1 y 2 Reyes conformaban también un solo libro en el Antiguo Testamento hebreo, pues tampoco se hacía distinción entre 1 y 2.
Samuel, Reyes y Crónicas fueron divididos en dos libros cada uno —primero y segundo— en la Septuaginta, cuando el Antiguo Testamento fue traducido, debido a que estos libros eran demasiado extensos y no era conveniente enrollarlos en un solo pergamino. En el Antiguo Testamento hebreo original, estos libros estaban agrupados como libros enteros sin que se hiciera la distinción de primero y segundo.
Los rabinos judíos llaman estos cuatro libros —Josué, Jueces, Samuel y Reyes— los primeros profetas.
- Los profetas postreros: También son cuatro libros, a saber, Isaías, Jeremías, Ezequiel y los profetas menores. Los profetas menores aquí mencionados incluyen doce libros que los rabinos judíos consideran como uno solo.
Históricamente, el orden de los profetas menores no siempre se presenta de la misma manera. A veces se ubica cierto libro al principio, y en otras ocasiones se ubica a otro. El orden usual es el siguiente: Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahúm, Habacuc, Sofonías, Hageo, Zacarías y Malaquías. Este es el orden usual de estos doce libros. En ocasiones, se cambia ligeramente el orden. Los rabinos judíos generalmente consideran los libros que siguen después del Pentateuco como los libros de los profetas; cuatro libros del primer período y cuatro libros del período postrero suman un total de ocho libros.]
C. Los demás libros
[Estos incluyen Salmos, Proverbios, Job, Cantar de los Cantares, Rut, Lamentaciones, Eclesiastés, Ester, Daniel, Esdras y Nehemías, y 1 y 2 Crónicas, lo cual da un total de once libros. Los judíos consideran que Esdras y Nehemías son un solo libro, y que 1 y 2 de Crónicas también son un solo libro. Estos once libros, más los ocho libros de los profetas, suman diecinueve libros. Si se añaden los cinco libros de la ley de Moisés, hay en total de veinticuatro libros. Los padres de la iglesia combinaron éstos en veintidós libros para que correspondieran con las veintidós letras del alfabeto hebreo. Por eso durante el siglo primero, segundo y tercero, estos libros fueron llamados los veintidós libros del Antiguo Testamento. Josefo, quien fue el historiador de más autoridad entre los judíos, también les llamaba los veintidós libros del Antiguo Testamento.]
VI. SUBDIVISIÓN DEL ANTIGUO TESTAMENTO SEGÚN EL SEÑOR JESÚS
[El Señor Jesús también tuvo una manera de subdividir el Antiguo Testamento, lo cual se menciona en Lucas 24:44. Esta manera es muy similar a la de los rabinos judíos; no hay mucha diferencia entre las dos. Él también dividió el Antiguo Testamento en tres categorías:
- La ley de Moisés: los primeros cinco libros del Antiguo Testamento.
- Los profetas: incluyendo los libros de historia.
- Los salmos: incluyendo Cantar de los Cantares.]
Preguntas y ejercicios
- ¿Cuál es el tema de la Biblia en el Antiguo y Nuevo Testamentos?
- ¿Cuál es el pensamiento central de la Biblia? ¿Cómo se relaciona la Biblia con Cristo?
- Haga un diagrama de las diferentes maneras en que se puede subdividir la Biblia. Discuta cómo son similares y cómo son diferentes. ¿Cuál manera tiene más sentido? ¿Por qué?
Pasajes citados
- On Knowing the Bible [En cuanto a conocer la Biblia] (Lee/LSM), págs. 41-52.
Referencias adicionales
- La revelación básica contenida en las santas Escrituras (Lee/LSM), pág. 7.
- Estudio-vida de Romanos (Lee/LSM), págs. 1-11.
- Estudio-vida de Efesios (Lee/LSM), págs. 451-453, 466.
- Estudio-vida de Génesis (Lee/LSM), págs. 2-3, 224-234.
- The Conclusion of the New Testament [La conclusión del Nuevo Testamento] (Lee/LSM), mensajes 1 y 2.