Watchman Nee Libro Book cap.22 Libro de lecciones nivel 3: Los dos espíritus

Watchman Nee Libro Book cap.22 Libro de lecciones nivel 3: Los dos espíritus

EL DIOS TRIUNO COMO ESPÍRITU SATURA AL HOMBRE TRIPARTITO

Lección veintidós

EL DIOS TRIUNO COMO ESPÍRITU

SATURA AL HOMBRE TRIPARTITO

Lectura bíblica

Ro. 8:1-11; Jn. 14:10-11; 1 Co. 15:45; 1 Ts. 5:22

Bosquejo

  1. El Dios Triuno
    1. Según se revela en Romanos 8
    2. Es tres y uno
  2. El hombre tripartito
    1. Cuerpo y alma y espíritu
    2. El espíritu humano caracteriza al hombre como un ser especial
    3. Regenerado por la simiente divina
  3. La vida se imparte a cada parte de nuestro ser
    1. Nuestro espíritu es vida
    2. Nuestra alma llega a ser vida
    3. La vida es impartida a nuestro cuerpo mortal
    4. Todo nuestro ser es saturado de Dios
  4. La necesidad de recibir esta visión

Texto

I. EL DIOS TRIUNO

A. Según se revela en Romanos 8

[El Espíritu al que nos referimos es el Espíritu, el propio Dios Triuno, quien se procesó y llegó a ser el Espíritu vivificante. El Dios Triuno, como lo dice el título de esta lección, satura al hombre tripartito. Veamos la referencia que Romanos 8:9 hace del Dios Triuno: “Mas vosotros no estáis en la carne, sino en el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de El”. Debemos notar que este versículo menciona a Dios, a Cristo y al Espíritu. Sin embargo, aquí no se hace ninguna declaración doctrinal, sino que se refiere a nuestra experiencia. El cristianismo presenta la Trinidad como una doctrina a la cual adherirse; pero Dios se revela como el Dios Triuno al cual debemos experimentar. Dios, Cristo, y el Espíritu están ligados a nuestra experiencia.]

B. Es tres y uno

[Juan 14 dice claramente que el Hijo está en el Padre y el Padre en el Hijo (vs. 10-11). Ver al Hijo es ver al Padre. Cuando el Hijo habla, el Padre trabaja. Ambos son inseparables. La Biblia añade que el Hijo, después de Su muerte y resurrección, se hizo el Espíritu (1 Co. 15:45). El Hijo, en quien está el Padre, llegó a ser el Espíritu. Ahora el Dios Triuno puede entrar en el hombre caído. Juntamente con el Espíritu viene el Hijo, y cuando el Hijo viene, viene también el Padre.

El término triuno significa tres en uno. Por un lado son tres; por otro, son uno, porque no pueden separarse.

Observemos los tres términos que Pablo usa en Romanos 8:9 y 10. El dice que el Espíritu de Dios mora en vosotros; que si el Espíritu de Cristo no está en nosotros, no somos de El; y que Cristo está en nosotros. ¿Por qué Pablo usa tres cláusulas para referirse a un mismo Dios? Porque este único Dios tiene tres aspectos: el Padre, el Hijo y el Espíritu.]

II. EL HOMBRE TRIPARTITO

[Dios es triuno, y el hombre es tripartito. Los seres humanos tenemos espíritu, alma y cuerpo. Fuimos creados de esta manera para que pudiéramos ser injertados orgánicamente en Dios, y para que los dos espíritus, el Espíritu de Dios y el nuestro, pudieran fusionarse.]

A. Cuerpo y alma y espíritu

[El hombre, como hemos dicho frecuentemente, puede ser representado por tres círculos concéntricos. El círculo exterior corresponde a nuestro cuerpo físico, que es la parte del hombre que tiene substancia material y que se puede ver y tocar. Además de esta parte, tenemos un alma, representada por el círculo intermedio. Esta es la parte psicológica de nuestro ser, la cual nos capacita para pensar, amar u odiar, y para tomar decisiones. Por lo tanto, el alma consiste de la mente, la parte emotiva y la voluntad. El círculo interior o central, la parte más profunda del hombre, es el espíritu. Tal vez no entendamos claramente lo que es el espíritu humano, pero estamos familiarizados con una parte de éste: la conciencia. La conciencia es más profunda que la mente, que la parte emotiva y que la voluntad.]

B. El espíritu humano caracteriza

al hombre como un ser especial

[Esta es la manera en que el hombre fue hecho. Los animales tienen una parte que corresponde al alma, pero carecen de la parte más interna, del órgano que capacita al hombre para adorar a Dios. ¡Nunca se ha dado el caso de que un asno, un mono, o una cabra hayan construido un pequeño santuario y erigido una imagen para adorarla! En cambio, la crónica de la humanidad está repleta de religiones, ídolos, templos y formas de adoración. Ya sean pueblos cultos o bárbaros, antiguos o modernos, todos tienen el deseo de adorar a un Ser supremo. ¿Cómo explicamos esta diferencia entre el hombre y los animales? ¿Qué es lo que compele al hombre a adorar? Se debe a que cuando Dios creó al hombre le dio un espíritu.]

C. Regenerado por la simiente divina

[¿Cuál es la diferencia entre un ser humano no regenerado y un creyente? Ambos tienen estas tres partes: espíritu, alma y cuerpo. El creyente, sin embargo, tiene una simiente divina en su espíritu. ¡La simiente de Dios mora en él!]

[Esta simiente que contiene la vida y la naturaleza divinas, necesita crecer. A medida que crece, se desarrolla y se esparce desde el espíritu hacia el alma, y en especial a la mente, que es la parte principal del alma. Si permitimos que esta simiente crezca sin ninguna restricción, ésta se esparcirá incluso a nuestro cuerpo mortal.]

III. LA VIDA SE IMPARTE

A CADA PARTE DE NUESTRO SER

[En Romanos 8:1-11 vemos que después de haber pasado por varios procesos, el Dios Triuno llegó a ser el Espíritu vivificante, el Espíritu que da vida. En el versículo 11 Pablo dice claramente que el que levantó de los muertos a Cristo, vivificará también nuestros cuerpos mortales “por Su Espíritu que mora en vosotros”. Este Espíritu ahora mora en nuestro espíritu.]

A. Nuestro espíritu es vida

[El Dios Triuno procesado como Espíritu vivificante, mora en nosotros para darnos vida de una manera triple. El primer aspecto en que nos da vida se encuentra en el versículo 10: “Pero si Cristo está en vosotros, aunque el cuerpo está muerto a causa del pecado, el espíritu es vida a causa de la justicia”. Este versículo dice que si Cristo está en nosotros, nuestro espíritu es vida. En este contexto, Cristo es el Dios Triuno, quien se hizo el Espíritu que mora en los creyentes. Debido a que Cristo está en nosotros, nuestro espíritu es vida, porque como Espíritu vivificante, El mora en nuestro espíritu, y esto hace que nuestro espíritu sea vida. Este es el primer aspecto en el que recibimos vida, según se revela en Romanos 8.]

B. Nuestra alma llega a ser vida

[El segundo aspecto se halla en el versículo 6: “Porque la mente puesta en la carne es muerte, pero la mente puesta en el espíritu es vida y paz”. La mente es la parte principal de nuestra alma, y como tal, la representa. Esto significa que cuando la mente llega a ser vida, nuestra alma llega a serlo también. Primero nuestro espíritu es vida, y luego nuestra alma también llega a ser vida.]

[En cualquier cosa que hagamos o digamos, debemos estar seguros de que nuestra mente está puesta en nuestro espíritu. Cuando nuestra mente se aparta de nuestro espíritu, somos como un aparato eléctrico que ha sido desconectado. Si nos damos cuenta de que nuestra mente no está centrada en nuestro espíritu, debemos detenernos e invocar el nombre del Señor Jesús. Muchos podemos testificar que al invocar el nombre del Señor, tenemos un profundo sentir de que nuestra mente es puesta de nuevo en el espíritu. Esto es un asunto sencillo, pero al mismo tiempo, muy crucial.]

C. La vida es impartida a nuestro cuerpo mortal

[Finalmente, la vida es impartida a nuestro cuerpo mortal. Según el versículo 11, el que levantó de los muertos a Jesús vivificará nuestro cuerpo mortal por Su Espíritu que mora en nosotros.]

[Si permitimos que el Espíritu que mora en nosotros haga Su hogar en todo nuestro ser, El saturará nuestro cuerpo mortal, el cual se halla en una condición de muerte, con la vida de resurrección. Entonces, nuestro cuerpo mortal será vivificado, avivado y sanado con la vida divina.]

[Así, la vida se imparte a nosotros de una manera triple: nuestro espíritu llega a ser vida, nuestra mente también llega a ser vida, y esta vida se imparte aun a nuestro cuerpo mortal. Por consiguiente, podemos decir que, según Romanos 8, el Dios Triuno se imparte en el hombre tripartito y da vida al espíritu, al alma y al cuerpo del hombre.]

D. Todo nuestro ser es saturado de Dios

Tu Espíritu me impregnará,

Saturando Dios cada parte

Himnos #215

[Nuestra relación con Dios debe llegar a este grado. Todo nuestro ser debe de ser saturado de El. No debemos estar satisfechos simplemente con adorarle, amarle, temerle y agradarle de una forma externa. El Dios misterioso pasó a través de un proceso: la creación, la encarnación, la vida humana, la crucifixión, la resurrección y la ascensión. Ahora El ha vuelto como Espíritu para entrar en Sus creyentes. Aleluya que El es nuestro Dios y Salvador.

Nuestro Dios no desea que le adoremos de una manera objetiva, ni que simplemente le temamos con reverencia. Tampoco requiere que cumplamos con ciertos deberes, simplemente para agradarle. Lo que El busca es que abramos la parte más profunda de nuestro ser, nuestro espíritu, y que invoquemos Su nombre. Entonces Su Espíritu entra en nosotros y hace que nuestro espíritu muerto sea vida. Desde allí, El se extiende. Cuando ponemos nuestra mente en el espíritu, el alma también es llena de El, y llega a ser vida. A partir del alma, la vida se extiende a nuestro cuerpo mortal. De esta manera, la vida de resurrección satura nuestro cuerpo mortal. Cuando cada parte de nuestro ser es saturada con el Espíritu vivificante todo-inclusivo, participamos de la unión que Dios desea.]

IV. LA NECESIDAD DE RECIBIR ESTA VISIÓN

[Todos necesitamos tener la visión de que el Dios Triuno se imparte en las tres partes de nuestro ser. Si obtenemos tal visión divina, nuestros conceptos naturales, éticos y morales serán desechados. Debemos decirle al Señor: “Señor, te doy gracias porque desde que entraste a mí, mi espíritu se ha convertido en vida. Ahora, siempre que pongo mi mente en el espíritu, ésta también se vuelve vida. ¡Oh Señor, cuánto te alabo! Por medio de Tu Espíritu que mora en mí, Tu vida zoé (la vida divina, gr.) puede impartirse aun a mi cuerpo mortal. Señor, te adoro por esto, lo disfruto, y soy uno contigo en esta impartición”. Así se imparte la vida del Dios Triuno en el hombre tripartito. De esta manera, el Dios Triuno se hace uno con el hombre tripartito, y el hombre tripartito se hace uno con el Dios Triuno. Por medio de esta impartición, llegamos a ser hijos de Dios, y somos transformados y conformados a la imagen de Cristo. Esta es la vida cristiana y la vida de iglesia.]

RESUMEN

Romanos 8 revela que el Dios Triuno se imparte en el hombre tripartito. El Dios Triuno como Espíritu entra en el espíritu del hombre y lo hace vida. Al poner la mente en el espíritu, ésta también llega a ser vida, y finalmente esta vida se imparte a nuestro cuerpo mortal. Así, el Dios Triuno como Espíritu, satura por completo al hombre tripartito, y Dios y el hombre se hacen completamente uno.

Preguntas

  1. Explique cómo se revela el Dios Triuno en Romanos 8.
  2. ¿De cuántas partes se compone el hombre? Menciónelas.
  3. ¿Qué es lo que distingue al hombre de las demás criaturas?
  4. Explique cómo el Dios Triuno mora en nosotros para darnos vida de una manera triple.

Citas tomadas de las publicaciones de Lee y LSM

  1. Life Messages [Mensajes de vida], tomo 2, págs. 164-166, 710-711.
  2. Estudio-vida de Romanos, pág. 753.
  3. Estudio-vida de Hebreos, pág. 770.
  4. Estudio-vida de Romanos, pág. 753.
  5. Estudio-vida de Juan, pág. 173.
  6. Estudio-vida de Romanos, pág. 753.
  7. Life Messages, tomo 2, págs. 165-167.
  8. Estudio-vida de Romanos, pág. 707.