Watchman Nee Libro Book cap.10 Libro de lecciones nivel 5: La iglesia
LOS FRACASOS EN LAS IGLESIAS, LA DEGRADACIÓN Y EL RECOBRO DE LA IGLESIA
Lección diez
LOS FRACASOS EN LAS IGLESIAS, LA DEGRADACIÓN Y RECOBRO DE LA IGLESIA
Lectura bíblica
Hch. 5:1-11; 6:1; 15:1-2; Col. 2:8, 16, 20-22; 2 Ti. 1:15; Esd. 1:3-11; 1Ti. 1:3-4; Jn. 5:17
Bosquejo
- Los fracasos que ocurrieron en las iglesias.
- La degradación de la iglesia:
- Durante el Nuevo Testamento.
- Después del Nuevo Testamento.
- El recobro de la iglesia:
- Tipificado por el regreso de los hijos de Israel de su cautividad.
- Según se indica en las últimas epístolas del Nuevo Testamento.
- Ser recobrados:
- Del terreno divisivo y apóstata y sus desviaciones de la verdad en cuanto a:
- La persona del Dios Triuno.
- La persona y obra de Cristo.
- Para volver al terreno único y puro de la unidad del Cuerpo de Cristo y a las verdades en cuanto a:
- La fe del Nuevo Testamento y la economía de Dios.
- La persona y obra de Cristo.
- La persona del Dios Triuno y Su impartición.
- La iglesia, el Cuerpo de Cristo, el Cristo corporativo.
- El aspecto universal y el aspecto local de la iglesia.
- Para edificar el Cuerpo de Cristo, el templo de Dios, la casa de Dios.
- Para establecer la vida del reino.
- Del terreno divisivo y apóstata y sus desviaciones de la verdad en cuanto a:
Texto
En las lecciones anteriores solamente tratamos los aspectos positivos de la iglesia. Pero en la Biblia no sólo se halla constancia de las cosas positivas, sino también de los fracasos que ocurrieron en las iglesias y de la degradación que experimentaron. Además, la Biblia también habla respecto al recobro de la iglesia. La Biblia presenta una perspectiva muy equilibrada de todos estos aspectos.
I. LOS FRACASOS QUE OCURRIERON EN LAS IGLESIAS
[No hay fracasos en la iglesia universal, pero sí los hay en las iglesias locales. Todos los fracasos tienen el mismo origen, y ese origen es Satanás, quien instiga a los santos débiles a que causen toda clase de problemas. La iglesia universal es celestial, santa y divina. Pero cuando la iglesia universal llega a cierta localidad para expresarse por medio de la iglesia local, ésta puede llegar a contaminarse y a corromperse por las costumbres, prácticas y filosofías locales.
La hipocresía—[El primer fracaso en las iglesias fue la hipocresía, vista en el caso de Ananías y Safira (Hch. 5:1-11). La hipocresía consiste en fingir ser alguien para obtener un nombre o reconocimiento que nos permita vanagloriarnos. Esto se relaciona con la ambición.]
Las diferencias raciales—El segundo fracaso se debió a que prevalecieron las diferencias raciales (Hch. 6:1). “Hubo murmuración de los helenistas contra los hebreos” debido a la distribución de la comida. Esto hizo que menguara la práctica de tenerlo todo en común.
Las prácticas de la ley—Otro fracaso fue el de introducir las prácticas de la ley antiguotestamentaria (Hch. 15:1-2). Hechos 15:1 dice: “Entonces algunos descendieron de Judea y comenzaron a enseñar a los hermanos: Si no os circuncidáis conforme a la costumbre de Moisés, no podéis ser salvos”. Esta clase de enseñanza anulaba la fe en la economía neotestamentaria de Dios, y era una verdadera herejía. Este fracaso anuló la libertad que los creyentes tenían en Cristo; aun llevó a Pedro a actuar hipócritamente y a que el resto de los creyentes judíos que estaban con él se unieran también en su hipocresía. Incluso Bernabé fue arrastrado por la hipocresía de ellos.
Transigencia—Un fracaso muy grave de las iglesias fue que, encabezadas por el apóstol Jacobo, siguieron tolerando las prácticas del judaísmo (Hch. 21:20-26). Este fracaso introdujo el judaísmo en las iglesias, el cual contaminó la gracia pura de Dios y dañó la pureza de la vida de iglesia y el testimonio de Jesucristo como corporificación de la gracia pura de Dios. Dicho fracaso provocó el fin de la iglesia cuando Jerusalén fue destruida por el ejército romano, bajo la dirección de Tito, en el año 70 d. C., como resultado del juicio de Dios.
Otros fracasos fueron: juzgarse los unos a los otros por la comida y la observancia de ciertos días, y la carencia de edificación mutua (Ro. 14); causar divisiones y tropiezos en contra de la enseñanza de los apóstoles (Ro. 16:17); causar contiendas y divisiones, al gloriarse de un miembro dotado y considerarlo superior a otros (1 Co. 1:11-12); cometer fornicación (1 Co. 5:1); entablar demandas el uno contra el otro (1 Co. 6:4-7); cuestionar el apostolado y acusar a los apóstoles de ser astutos y de procurar ganancias con engaño (1 Co 9:1-3; 2 Co. 12:16); participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios (1 Co. 10:21); comer el pan y beber la copa indignamente sin discernir el Cuerpo (1 Co. 11:27); abusar del don de hablar en lenguas (1 Co. 14:19-20, 23); negar la resurrección de los muertos (1 Co. 15:12); y por último, andar desordenadamente (1 Ts. 3:11).
[El propósito de Dios al incluir en las santas Escrituras todos estos fracasos, es advertirnos de que es posible que tales fracasos se repitan hoy en la vida de iglesia. Debemos aprender de estos fracasos y hacer todo lo posible por evitarlos. Si las iglesias del tiempo de los apóstoles sufrieron todos estos fracasos, es aun más probable que hoy en día, si actuamos descuidadamente, también suframos la misma clase de fracasos. Por eso debemos pedirle al Señor que nos guarde de tales fracasos.]
II. LA DEGRADACIÓN DE LA IGLESIA
[Hay una diferencia entre los fracasos que ocurrieron en las iglesias y la degradación de la iglesia. En un sentido básico, los fracasos no son tan graves, mientras que la degradación de la iglesia sí lo es; esto se debe a que la degradación corta la raíz de la vida, del vivir y del crecimiento de la iglesia. A diferencia de los fracasos, la degradación no sólo produce transgresiones, sino que corta de raíz el “árbol” de la iglesia.
A. Como se describe en el Nuevo Testamento
La filosofía gnóstica—[El primer aspecto de la degradación de la iglesia fue el hecho de haber sido invadida por la filosofía gnóstica y los rudimentos del mundo. Los rudimentos del mundo se refieren a las enseñanzas rudimentarias tanto de los judíos como de los gentiles, las cuales consisten en guardar ciertos rituales relacionados con el comer carne y algunas bebidas, y con lavamientos y el ascetismo (Col. 2:8, 16, 20-22; Tit. 1:14-15). El gnosticismo era una mezcla de la filosofía griega y oriental con la religión judía. Cuando la iglesia se propagó al mundo gentil, se contaminó con el gnosticismo, y esto llegó a ser un problema tan serio en la iglesia que casi cortó por completo la raíz de la vida de iglesia. Por lo tanto, el gnosticismo fue una gran amenaza para la existencia de la vida de iglesia.]
Las enseñanzas diferentes—[Otro aspecto de la degradación de la iglesia fue que se enseñaban cosas diferentes de la economía de Dios, lo cual resultó en el abandono de la enseñanza de los apóstoles. Hechos 2:42 dice que todos los nuevos creyentes perseveraban en la enseñanza de los apóstoles, la cual era conforme a la economía neotestamentaria de Dios. Pero en un momento dado, algunos maestros comenzaron a enseñar ciertas cosas que, aunque bíblicas, eran diferentes de la economía de Dios, es decir, eran diferentes de la enseñanza de los apóstoles.] [Enseñar cosas diferentes consistía en enseñar mitos, genealogías interminables y la ley (1 Ti. 1:7-8), las cuales eran vana palabrería (v. 6), que diferían de la enseñanza de los apóstoles, la cual se centra en Cristo y la iglesia.] [Finalmente, esto resultó en que abandonaran la enseñanza de Pablo (2 Ti. 1:15).]
Viles ganancias—[En 1 Timoteo 6:5b Pablo habla de aquellos que toman “la piedad como fuente de ganancia”. Ellos hacen de la piedad una fuente de ganancia para obtener beneficios económicos, al igual que un negocio rentable. El deseo de obtener ganancias económicas era otra razón por la que algunos enseñaban algo diferente de la economía de Dios presentada por los apóstoles. Asimismo, debido al orgullo y al deseo de obtener riquezas y beneficios personales, algunos enseñan de manera diferente. Este orgullo se relaciona con el deseo de obtener un buen nombre y una buena reputación, y la ganancia tiene que ver con el dinero y el beneficio material.]
Dar la espalda al apóstol—[Las epístolas de Pablo completan la revelación divina en cuanto al propósito eterno de Dios y Su economía (Col. 1:25). Su ministerio completa la revelación con respecto al Cristo todo-inclusivo y Su Cuerpo universal, la iglesia, que es Su plenitud que le expresa. Sin embargo, durante la degradación de la iglesia muchos abandonaron el ministerio de Pablo: “Ya sabes esto, que me han vuelto la espalda todos los que están en Asia” (2 Ti. 1:15).] [Todos aquellos que dieron la espalda al ministerio de Pablo se desviaron de la revelación completa de Dios, cuyo centro es Cristo como el misterio que está en los santos (Col. 1:27).]
Herejías—[En 2 Timoteo 2:16-18 dice: “Mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad. Y su palabra se extenderá como gangrena; de los cuales son Himeneo y Fileto, que se desviaron en cuanto a la verdad, diciendo que la resurrección ya sucedió, y trastornaron la fe de algunos”. Aquí Pablo se refiere a los que difunden herejías como gangrena.]
Disensiones—[Tito 3:10 y 11 dicen: “Al hombre que cause disensiones, después de una y otra amonestación deséchalo, sabiendo que el tal se ha pervertido, y peca y está condenado por su propio juicio”. Un hombre que causa disensiones es una persona herética y sectaria que causa divisiones formando partidos en la iglesia según sus propias opiniones. El judaísmo gnóstico al que se hace referencia en el versículo anterior debe estar relacionado con esto. La división está basada en enseñanzas diferentes. Esta es la razón por la que el versículo 10 viene después del versículo 9. Probablemente algunos creyentes insistieron en las enseñanzas de la ley, y al hacer esto, se volvieron facciosos.]
Regresar al judaísmo—[En Hebreos 10:25-29 Pablo advierte a los creyentes hebreos a que no abandonaran la iglesia para pecar voluntariamente, es decir, que no volvieran al judaísmo para ofrecer el sacrificio por el pecado, un sacrificio que ya fue anulado.]
Negar la persona de Cristo—[En 1 Juan 2:22 dice: “¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es el anticristo, el que niega al Padre y al Hijo”.] En 1Juan 4:2 dice: “En esto conocéis el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios”. Estos versículos revelan que algunos no creían que Jesucristo era Dios mismo que vino en carne (Jn. 1:1, 14; 10:30; 20:28; Hch. 20:28; 1 Ti. 3:16; He. 1:8).
No permanecer en la enseñanza de Cristo—[En 2 Juan 9 dice: “Cualquiera que se extravía, y no permanece en la enseñanza de Cristo, no tiene a Dios; el que permanece en esta enseñanza, ése sí tiene al Padre y al Hijo”. Literalmente, la palabra griega traducida “extravía” significa ir más allá (en un sentido negativo), es decir, ir más allá de lo correcto o del límite de la enseñanza ortodoxa acerca de Cristo. Esto está en contraste con el hecho de permanecer en la enseñanza de Cristo. Los gnósticos cerintianos, quienes se jactaban de tener un avanzado modo de pensar con respecto a la enseñanza de Cristo, practicaban esto. Ellos fueron más allá de la enseñanza de la concepción divina de Cristo, y así negaron la deidad de Cristo. Como consecuencia, ellos no podían tener a Dios como salvación y como vida.]
Abandonar la fe—[En la etapa de degradación de la iglesia algunos abandonaron la fe. Esta fue la razón por la que Judas escribió: “Amados, poniendo toda diligencia en escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos a que contendáis ardientemente por la fe que ha sido transmitida a los santos una vez para siempre” (Jud. 3). En este versículo, la fe no se refiere a una fe subjetiva, a nuestra acción de creer, sino a una fe objetiva, al conjunto de nuestras creencias, es decir, a lo que creemos. La fe denota el contenido del Nuevo Testamento como nuestra fe (Hch. 6:7; 1 Ti. 1:19; 3:9; 4:1; 5:8; 6:10, 21; 2 Ti. 2:18; 3:8; 4:7; Tit. 1:13), en la que creemos con miras a nuestra común salvación. Esta fe, y no alguna doctrina, fue transmitida a los santos una vez para siempre. Por esta fe debemos contender ardientemente (1 Ti. 6:12).] En la siguiente lección veremos otros aspectos, hallados en Apocalipsis, con respecto a la degradación.
B. Después de la época del Nuevo Testamento
La iglesia se degradó aun más después de que se terminó de escribir el Nuevo Testamento. Satanás hizo todo lo posible por destruir a la iglesia, debido a que sabía bien que la iglesia edificada lo destruiría. Así que, instigó a los emperadores romanos a que persiguieran la iglesia, en un intento por exterminarla. [La persecución, como sabemos, no acabó con los cristianos, sino que más bien los ayudó a multiplicarse. Entonces Satanás cambió su estrategia; bajo el gobierno de Constantino el Grande, el Imperio Romano hizo legal el cristianismo, y los cristianos tuvieron completa libertad de adoración. Debido a los favores que él concedió a los cristianos, miles de paganos se bautizaron y se hicieron cristianos nominales, los cuales vinieron a ser la cizaña mencionada en Mateo 13:24-30. Esto dañó el cristianismo.] Constantino [actuó abiertamente como cabeza de la iglesia, la cual durante su reino se llamó por primera vez Católica; a la vez, él conservó su título de sumo sacerdote de los paganos.]
[Esta degradación siguió avanzando desde el siglo cuarto hasta el sexto, época en la cual el sistema papal ya se había establecido completamente. Con esto, la Iglesia Católica Romana llegó a su pleno desarrollo; a partir de entonces reclamó ser la única iglesia universalmente (la palabra católico significa universal) y comenzó a ejercer poder mundial sobre pueblos y naciones. No se toleraba ninguna protesta ni disensión contra ella. Durante los siglos que la Iglesia Católica se mantuvo en el poder, mató a más cristianos genuinos que el Imperio Romano pagano. Bajo el dominio de una iglesia tan oscura, se produjo la llamada era del oscurantismo, que duró alrededor de diez siglos, del año 500 d. C. hasta 1500.] Poco después, el Señor comenzó a recobrar Su iglesia. ¡Aleluya!
III. EL RECOBRO DE LA IGLESIA
[Cuando hablamos del recobro de la iglesia queremos decir que algo estaba allí originalmente, pero que se perdió o se dañó, y que ahora es necesario traerlo de vuelta a su estado original. Debido a que la iglesia se degradó a través de sus muchos siglos de historia, necesita ser restaurada conforme a la intención original de Dios. En cuanto a la iglesia, nuestra visión no debe estar gobernada por la situación actual ni por las prácticas tradicionales, sino por la intención original de Dios y la norma revelada en las Escrituras.]
[Primero, Dios concibió Su propósito y luego El mismo vino para cumplirlo. Además, el Nuevo Testamento nos deja clara constancia de cómo el enemigo vino a destruir lo que Dios había logrado.] Sin embargo, Dios es un Dios que tiene un propósito eterno. El es un Dios de propósito, y una vez que El se propone algo, nada ni nadie puede hacerlo cambiar de parecer ni detenerlo. Por eso, después de la destrucción causada por Satanás, Dios intervino para rehacer lo que había hecho antes. Esta obra de rehacer es Su recobro, lo cual consiste en recuperar lo que se perdió y lo que fue destruido por el enemigo de Dios, Satanás.]
A. Tipificado por el regreso de los hijos de Israel de su cautividad
[El recobro de la iglesia está tipificado por el regreso de los hijos de Israel de su cautividad (Esd. 1:3-11). A fin de entender el recobro de la iglesia, necesitamos repasar la historia del pueblo de Israel en el Antiguo Testamento.]
[La historia de la nación de Israel es un tipo muy completo, un tipo todo-inclusivo, de la iglesia. La nación de Israel comenzó con el éxodo. Los hijos de Israel estaban bajo esclavitud en Egipto, pero mediante el cordero pascual, fueron redimidos de la usurpación de faraón. Ellos salieron de Egipto, cruzaron el mar Rojo, entraron en el desierto y llegaron al monte Sinaí, donde edificaron el tabernáculo, la morada de Dios en la tierra. Finalmente, el pueblo de Israel cruzó el río Jordán y entró a Canaán, la buena tierra. Después de conquistar pueblos y poseer la tierra, edificaron el templo. El periodo que siguió a la edificación del templo fue una época dorada; sin embargo, esta época no duró mucho. Principalmente debido al fracaso de Salomón, el templo terminó siendo destruido, y Babilonia se llevó cautivos a los hijos de Israel. El ejército de Babilonia no sólo destruyó la ciudad de Jerusalén con su templo, sino que también se llevó consigo los utensilios del templo a Babilonia y los puso en los templos de sus ídolos. ¡Cuán vergonzoso fue esto! El pueblo de Israel permaneció allí cautivo por setenta años.]
[Según lo tipifica la parte final de la historia de los hijos de Israel, el recobro comienza cuando ellos salen de Babilonia, una tierra de cautiverio y divisiones (Esd. 1:11). Para los hijos de Israel, el recobro consistía en regresar de Babilonia a Jerusalén. En el aspecto negativo, significaba salir de Babilonia; en el aspecto positivo, significaba regresar a Jerusalén,] [el terreno único que Dios había designado. Puesto que Jerusalén fue el lugar que Dios escogió (Dt. 12:5), se convirtió en el centro donde el pueblo adoraba a Dios, y este centro único guardó en unidad al pueblo de Dios. Sin este centro, los hijos de Israel se habrían dividido después de haber entrado en la buena tierra.] [El recobro de la iglesia también está tipificado por la reedificación del templo de Dios, la casa de Dios, en Jerusalén, lo cual sucedió después de que el pueblo de Dios regresó de Babilonia] (Esd. 1:3). [Finalmente, el recobro de la iglesia se halla tipificado en el Antiguo Testamento por la reedificación de la ciudad de Jerusalén (Neh. 2:11, 17). Después de que el templo fue edificado, aún se necesitaba reedificar la ciudad. Sin la ciudad, el templo no habría tenido protección. El templo, el lugar de la presencia del Señor, necesitaba protección. Así que el muro de la ciudad sirvió de defensa para el templo.]
[Desde una perspectiva espiritual, puede decirse que la iglesia, debido a su degradación, ha permanecido en cautiverio. El pueblo de Dios ha sido dividido, esparcido y llevado lejos del terreno apropiado de unidad, a un lugar equivocado. Según la tipología del Antiguo Testamento, el pueblo de Israel tenía a Jerusalén como su centro, pero posteriormente fueron esparcidos y llevados cautivos a muchos lugares, en especial, a Babilonia. Esto nos describe la condición en que se hallan muchos cristianos actualmente. En un hecho que en la actualidad los creyentes están más esparcidos de lo que estuvieron los hijos de Israel. Por consiguiente, necesitamos ser recobrados. No sólo necesitamos ser avivados, sino también ser recobrados.]
B. Según se indica en las últimas epístolas del Nuevo Testamento
[El recobro de la iglesia se revela plenamente en el Nuevo Testamento, aunque nunca se menciona la palabra “recobro”. Este recobro se ve principalmente en las últimas epístolas del Nuevo Testamento; no se ve tanto en epístolas tales como Romanos o 1 Corintios, pero sí en Tito, 2 Timoteo, 2 Juan y Apocalipsis. En estos últimos escritos del Nuevo Testamento, el recobro se revela plenamente.]
[Por causa del recobro de la iglesia, necesitamos apartarnos de las disensiones: las sectas y las denominaciones. Esto lo indica la palabra de Pablo en Tito 3:10: “Al hombre que cause disensiones, después de una y otra amonestación, deséchalo”. Un hombre que causa disensiones es uno que causa divisiones formando partidos en la iglesia de acuerdo con sus propias opiniones. Una persona divisiva, después de la primera y segunda amonestación, debe ser rechazada y desechada. Esto es necesario por el bien de la iglesia, para evitar que otros sean contagiados.
Hoy en día casi todos los creyentes son sectarios, ya que honran, respetan y exaltan sus denominaciones, y también se preocupan por nutrirlas y fortalecerlas. Por lo tanto, son edificadores de sectas y denominaciones. En la actualidad millones de cristianos son miembros de estas sectas y, debido a esto, no podemos unirnos a ellos aunque sean hermanos genuinos en Cristo. Ciertamente amamos a todos nuestros hermanos en Cristo, pero ellos están en las denominaciones y en las sectas, donde nosotros no podemos estar. No es que nos separemos de otros creyentes, sino más bien, que las sectas y las denominaciones nos apartan de la vida de iglesia. Por tanto, si queremos formar parte del recobro de la iglesia, tenemos que apartarnos de todas las sectas y denominaciones. Al igual que Esdras, Nehemías y otros fieles en el Antiguo Testamento, debemos salir de Babilonia y regresar a Jerusalén.
C. Ser recobrados:
1. Del terreno divisivo y apóstata y sus desviaciones de la verdad en cuanto a: a. La persona del Dios Triuno
[Tenemos que ser recobrados del terreno divisivo y apóstata y sus desviaciones de la verdad en cuanto a la persona del Dios Triuno. A lo largo de los siglos han surgido tres escuelas principales de enseñanza en cuanto a la Trinidad: el modalismo, el triteísmo y la revelación pura según la Biblia. El modalismo enseña que el Padre, el Hijo y el Espíritu no son eternos y que no existen al mismo tiempo, sino que simplemente son tres manifestaciones temporales del único Dios. Por su parte el triteísmo enseña que el Padre, el Hijo y el Espíritu son tres Dioses. Rechazamos el modalismo porque dicha perspectiva extremista de la Trinidad es una herejía. Asimismo, también es una gran herejía enseñar que hay tres Dioses.]
[La verdad en cuanto a la persona del Dios Triuno tiene dos lados.] [Los dos lados de esta verdad se encuentran corporificados en la palabra “triuno”. De hecho, este adjetivo es una palabra derivada del latín que significa tres y uno; así que, la palabra triuno significa tres-uno. Por una parte, nuestro Dios es uno solo, pero por otra, El es tres. En cuanto al aspecto de ser uno, no hay separación alguna entre el Padre, el Hijo y el Espíritu. Sin embargo, en cuanto al aspecto de ser tres, sí hay una distinción entre el Padre, el Hijo y el Espíritu. El Señor Jesús dijo: “¿No crees que Yo estoy en el Padre, y el Padre está en Mí?” (Jn. 14:10). Debido a que el Padre y el Hijo están simultáneamente el uno en el otro, no pueden estar separados. No obstante, todavía existe una distinción entre el Padre y el Hijo.]
b. La persona y obra de Cristo
También necesitamos ser recobrados del terreno divisivo y apóstata y sus desviaciones de la verdad en cuanto a la persona y obra de Cristo. Algunos niegan que Jesús es el Cristo (1 Jn. 2:22-23). Estas personas niegan la deidad de Cristo al no confesar que el Hombre Jesús es Dios hecho hombre. A su vez, también rechazan la redención de Cristo, al insistir que Su muerte fue simplemente un martirio y que no efectuó nuestra redención. Según 1 Corintios 15:12-17, algunos no creen que Cristo resucitó. Pero si El no hubiera resucitado, entonces no tendríamos prueba alguna de nuestra justificación (Ro. 4:25) y El no sería el Espíritu vivificante que nos regenera y transforma. Por lo tanto, la iglesia también necesita ser recobrada de tal condición apóstata.
2. Para volver al terreno único y puro de la unidad del Cuerpo de Cristo y a las verdades en cuanto a:
a. La fe del Nuevo Testamento y la economía de Dios
[En 1 Timoteo 1:3 y 4 Pablo dice: “Como te exhorté, al irme a Macedonia, a que te quedases en Efeso, para que mandases a algunos que no enseñen cosas diferentes, ni presten atención a mitos y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que la economía de Dios que se funda en la fe”. La expresión griega traducida “la economía de Dios” (cfr. Ef. 1:10; 3:9) se refiere a la administración doméstica que Dios lleva a cabo, según la cual El mismo se imparte, en Cristo, a Su pueblo escogido, para obtener una casa, una familia, por medio de la cual expresarse; esta familia es la iglesia, el Cuerpo de Cristo (1 Ti. 3:15). El ministerio del apóstol Pablo giraba en torno a la economía de Dios (Col. 1:25; 1 Co. 9:17); sin embargo, las diferentes enseñanzas de los disidentes eran usadas por el enemigo para distraer a Su pueblo de dicha economía.]
[En 1 Timoteo 1:4 Pablo nos dice que la economía de Dios se funda en la fe. La economía del Dios Triuno procesado se funda totalmente en la fe, es decir, en la esfera y el elemento de la fe, en Dios por medio de Cristo. La economía de Dios, que consiste en impartirse en Su pueblo escogido, no se lleva a cabo en la esfera natural ni en la esfera de la ley, sino en la esfera espiritual de la nueva creación, mediante la regeneración que es por la fe en Cristo (Gá. 3:23-26). Fue por la fe que nacimos de Dios y llegamos a ser Sus hijos, que participan de Su vida y naturaleza, a fin de expresarle. Por la fe también fuimos puestos en Cristo y llegamos a ser los miembros de Su Cuerpo, que comparten todo lo que El es con el propósito de expresarle. Esta es la impartición de Dios según Su economía neotestamentaria, la cual se lleva a cabo mediante la fe.] Necesitamos ser recobrados con respecto a este asunto.
b. La persona y obra de Cristo
[En cuanto a la persona y obra de Cristo, tenemos que predicar que Cristo es el Dios encarnado que vino ser un Dios-hombre, que El es tanto divino como humano. También debemos predicar Su muerte redentora. Su obra redentora lo llevó a morir en la cruz por nosotros los pecadores y por nuestros pecados. Luego, El resucitó para impartirse en nosotros como la vida divina. Por lo tanto, el evangelio que predicamos declara que Cristo, el Dios-hombre, murió por nuestros pecados y que El resucitó.] El es el Dios completo y el hombre perfecto y genuino. Sólo El es apto para ser nuestro Salvador. El tema de la persona y obra de Cristo se presenta en el segundo año de la escuela de la verdad.
c. La persona del Dios Triuno y Su impartición
[El recobro de la iglesia también requiere que seamos recobrados en cuanto a la verdad con respecto a la persona del Dios Triuno y Su impartición. La impartición de Dios es algo que la mayoría de los cristianos ha pasado por alto totalmente. Por la misericordia del Señor hemos sido alumbrados para ver que, según la economía neotestamentaria de Dios, la Persona divina y triuna se imparte en Su pueblo escogido para ser la vida de ellos, su suministro de vida y su todo. Debido a que esto ha sido descuidado por muchos hoy, necesitamos ser recobrados en cuanto al entendimiento y la comprensión apropiados acerca de la impartición divina, en nuestro ser, de las riquezas del Dios Triuno procesado.
[La economía neotestamentaria de Dios es el plan que Dios diseñó para impartirse, en Su trinidad, dentro de Su pueblo escogido. Esta impartición consta de tres pasos. Primero, dicha impartición es de Dios el Padre, quien es la fuente y el origen. En segundo lugar, se lleva a cabo a través de Dios el Hijo, quien es el caudal. Tercero, la impartición de Dios se efectúa en Dios el Espíritu, quien es el medio y la esfera. Mediante estos tres pasos Dios el Padre, a través de Dios el Hijo y en Dios el Espíritu, es decir, el Dios Triuno procesado, se imparte en Su pueblo escogido.]
d. La iglesia, el Cuerpo de Cristo, el Cristo corporativo
[Efesios 1:22-23 habla de “la iglesia, la cual es Su Cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo”. El Cuerpo de Cristo es un organismo constituido por todos los creyentes de Cristo, quienes han sido regenerados y tienen la vida de Dios, para expresar la Cabeza. El Cuerpo es la plenitud de la Cabeza, y la plenitud es la expresión misma de la Cabeza.
Debido a que la iglesia es el Cuerpo de Cristo, y Cristo es la Cabeza de la iglesia (Col. 1:18), la iglesia y Cristo son un Cuerpo —un gran hombre misterioso y universal—, de modo que comparten la misma vida y naturaleza, y poseen la misma posición y autoridad. De la misma manera en que Cristo está por encima de todo y se halla sentado en los lugares celestiales (Ef. 1:20-21), así también la iglesia está sentada juntamente con El en los lugares celestiales (Ef. 2:6). Y así como Cristo ha recibido toda autoridad en el cielo y en la tierra (Mt. 28:18), la iglesia también participa de Su autoridad (Lc. 10:19). Hoy la vida de la iglesia está escondida con Cristo en Dios, y en el futuro, la iglesia se manifestará con Cristo en gloria (Col. 3:3-4). Lo que Cristo es, lo que El tiene y lo que El hace, eso mismo es la iglesia, tiene la iglesia y hace la iglesia; además, donde El está, también está la iglesia. Cristo es la vida y el contenido de la iglesia, y la iglesia es el organismo y la expresión de Cristo. La iglesia recibe todo lo que es de Cristo, y todo lo que es de Cristo se expresa por medio de ella. Así pues, Cristo y la iglesia están mezclados y unidos como una sola entidad, en la cual Cristo es el contenido interno, y la iglesia es la expresión externa.]
e. El aspecto universal y el aspecto local de la iglesia
[La verdad en cuanto al aspecto universal y al aspecto local de la iglesia, también necesita ser recobrada. Es un hecho que estos asuntos se perdieron y aun desaparecieron. Por lo tanto, necesitamos ser recobrados en cuanto a la verdad acerca de estos dos aspectos de la iglesia.
En el aspecto universal, la iglesia es una sola. Este aspecto de la iglesia lo revela el Señor Jesús en Mateo 16:18, donde El dice: “Sobre esta roca edificaré Mi iglesia”. Lo que aquí se revela es la iglesia universal, la cual provee al Señor un testimonio único de Sí mismo en todo el universo.]
[En cuanto al aspecto local, la iglesia se expresa en muchas localidades como iglesias locales. La iglesia única universal, al ser expresada en muchos lugares en la tierra, llega a ser las muchas iglesias locales. La expresión de la iglesia en una localidad, es la iglesia local de esa localidad en particular. Sin las iglesias locales no se tendría la práctica ni la realidad de la iglesia universal. La iglesia universal se manifiesta tangiblemente por medio de las iglesias locales.]
3. Para edificar el Cuerpo de Cristo, el templo de Dios, la casa de Dios
[En el recobro de la iglesia estamos edificando el Cuerpo de Cristo, el templo de Dios, la casa de Dios. Esto fue tipificado por la reedificación del templo bajo el liderazgo de Esdras en los tiempos del Antiguo Testamento. Hoy estamos reedificando la vida de iglesia como el templo de Dios, el Cuerpo de Cristo.
Efesios 4:12-17 habla mucho acerca de la edificación del Cuerpo de Cristo. El versículo 12 dice: “A fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del Cuerpo de Cristo”. En este versículo “para” significa “resultando en”, “con el propósito de”, o “con miras a”. Las personas dotadas que se mencionan en el versículo 11 tienen un solo ministerio: el de ministrar a Cristo para la edificación del Cuerpo de Cristo, la iglesia. Este es el único ministerio en la economía del Nuevo Testamento (2 Co. 4:1; 1 Ti. 1:12). Además, según la construcción gramatical del versículo 12, “la edificación del Cuerpo de Cristo” es “la obra del ministerio”. Todo lo que las personas dotadas del versículo 11 hagan como parte de la obra del ministerio, debe resultar en la edificación del Cuerpo de Cristo.
Los cuatros dones especiales mencionados en el versículo 11 —los apóstoles, los profetas, los evangelistas y los pastores-maestros—, no edifican el Cuerpo de Cristo directamente. Antes bien, estos dones especiales perfeccionan a los santos para que ellos edifiquen el Cuerpo de Cristo directamente. Primero, los apóstoles, profetas, evangelistas y los pastores-maestros perfeccionan o equipan a los santos, lo cual significa que edifican a los santos. Luego, los santos perfeccionados llegan a ser los miembros que edifican el Cuerpo de Cristo directamente. Esto nos muestra que el Cuerpo no es edificado directamente por los dones especiales, sino por todos los miembros del Cuerpo. Si vemos esto, no caeremos en la gran herejía del sistema clero-laicado. En la iglesia no hay clero ni laicado; por el contrario, en la iglesia cada miembro del Cuerpo ejerce su función a fin de edificar el Cuerpo de Cristo directamente.]
4. Para establecer la vida del reino
[Finalmente, para que la iglesia pueda ser recobrada, es necesario que se establezca la vida del reino. Esto lo indican las palabras de Pablo en Romanos 14:17: “Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo”. Este versículo revela que el reino de Dios es el vivir práctico de la iglesia. Conforme al contexto de Romanos 14, el reino es la vida de iglesia en la actualidad. La realidad de la vida de iglesia es el reino. Romanos 12 habla de la vida del Cuerpo y Romanos 14 describe la vida del reino. Esto indica que, según el libro de Romanos, la vida del reino es la realidad de la vida del Cuerpo.
El reino de Dios, como el vivir práctico de la iglesia, es justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. Cuando la autoridad del reino de Dios opera en nosotros, entonces la justicia, el gozo y la paz caracterizan nuestro vivir diario. Llevar tal vivir equivale a establecer la vida del reino, como lo representa, en el libro de Nehemías, la reedificación de la ciudad de Jerusalén. Por lo tanto, en el recobro de la iglesia estamos edificando la iglesia como casa de Dios y ciudad de Dios.]
CONCLUSIÓN
A pesar de los muchos fracasos que han ocurrido y siguen ocurriendo en las iglesias, y a pesar de la degradación de la iglesia, el Señor siempre está recobrando. El nunca se declara vencido ni desanimado, pues tiene un plan eterno; El jamás cambiará Su propósito debido a los problemas. El no se detendrá hasta que haya concluido Su obra. Jesús dijo: “Mi Padre hasta ahora trabaja, y Yo también trabajo” (Jn. 5:17). Sin embargo, El requiere de personas que cooperen con El y lleven Su recobro adelante. Muchos cristianos no ven lo que Dios está haciendo. Algunos han llegado a oír acerca del recobro que Dios lleva a cabo, pero sin la visión apropiada, no han permanecido y se han ido. ¡Que el Señor tenga misericordia de nosotros y abra nuestros ojos para que veamos Su propósito eterno, veamos la degradación de la iglesia y veamos los fracasos que ocurrieron en las iglesias, a fin de que permanezcamos en Su recobro y no repitamos la misma historia.
Les invito a que oren así: “¡Oh, Señor! Veo el propósito eterno que Tú tienes con respecto a la iglesia. También veo la economía que Tú tienes para edificarla y la manera en que Tú recobras la iglesia degradada. Por lo tanto, entrego mi ser a Ti, para colaborar contigo en el recobro de la iglesia y su edificación, hasta que Tú regreses por ella. ¡Oh Señor, manténme fiel hasta el fin!”.
Preguntas
- Explique la diferencia que hay entre los fracasos de la iglesia y la degradación de la iglesia.
- ¿Cuáles son los elementos de la degradación de la iglesia según se revelan en el Nuevo Testamento? Haga una lista y cite versículos.
- ¿Cuáles son los asuntos principales de los cuales necesitamos ser recobrados y a los que debemos volver?
Pasajes citados
- The Conclusion of the New Testament [La conclusión del Nuevo Testamento] (Lee/LSM), págs. 2349-2397.
- The World Situation and God’s Move [La situación mundial y el mover de Dios] (Lee/LSM), pág. 12.
- The Conclusion of the New Testament [La conclusión del Nuevo Testamento] (Lee/LSM), págs. 2447-2496.
Referencias adicionales
- The Economy of God and the Building Up of the Body of Christ [La economía de Dios y la edificación del Cuerpo de Cristo] (Lee/LSM), pág. 50.
- La iglesia gloriosa (Nee/LSM), pág. 63.
- Un solo y nuevo hombre (Lee/LSM), págs. 7-8.
- La especialidad, la generalidad, y el sentido práctico de la vida de la iglesia (Lee/LSM), págs. 16-17.