Neil T. Anderson Libro Book Cap. 8 Victoria sobre la Oscuridad

Neil T. Anderson Libro Book Cap. 8 Victoria sobre la Oscuridad

DIRECTRICES DIVINAS PARA ANDAR EN LA FE

Capítulo 8

Directrices divinas para andar en la fe

Hace algunos años una iglesia me invitó para hablar en su retiro el fin de semana después de! Día de las Madres. Un mes antes de la fecha, el pastor me llamó para decir que el centro de conferencias había sido reservado por equivocación para dos eventos, de modo que había que adelantar el retiro una semana. Me preguntó si aún podría estar allá viernes, sábado y domingo del fin de semana del Día de las Madres.

Estaba por no contraer compromiso alguno que me alejara de mi familia el Día de las Madres, pero Joanne, mi esposa, oyó la conversación y me sugirió que fuera al retiro. Le dije que no quería estar fuera un día tan especial, pero ella insistió. Así que fui.

Durante un receso en el retiro, visité el puesto de obsequios en el patio y tuve la idea maravillosa para compensar el no haber estado con mi familia el Día de las Madres. Uno de los artículos era un hermoso canastito que contenía un preparado para hacer pan de dulce y un jarro con jalea de manzana. Pensé en levantarme temprano el lunes, y preparar un delicioso desayuno, estilo banquete, para Joanne, Heidi y Karl-completo, con huevos, salchichas y pan de dulce.

El lunes en la mañana me levanté con las gallinas, hice mi devocional y comencé a preparar el desayuno. Estaba batiendo el preparado para hacer los panecillos, cantando y feliz cuando Karl entró en la cocina con sus ojos soñolientos. Tomó una caja de cereal y un plato vacío y se dirigió a la mesa.

-Eh, Karl, ¡un momento! Esta mañana no comeremos cereal. Vamos a sentarnos todos juntos a la mesa y vamos a tener un delicioso desayuno con pan de dulce.

-No me gusta el pan dulce, papá -murmuró, mientras abría la caja de cereal.

-Espera, Karl-insistí, comenzando a enojarme- Nos vamos a sentar todos juntos a la mesa para tener un delicioso desayuno con panes.

-Pero, no me gustan los panes, papá -repitió mientras se disponía a echar cereal en el plato.

Perdí la paciencia.

-Karl, vamos a sentarnos todos juntos a la mesa y vamos a tener un delicioso desayuno con pan de dulce -rugí. Karl cerró la caja de cereal, la tiró dentro del estante y volvió pisando con todas sus fuerzas hacia su cuarto. ¡El niño había frustrado mi meta!

Cuando caí en cuenta de lo que había hecho, fui al cuarto de Karl y le dije:

– Lo siento, hijo, puedes comer cereal.

– No me gusta el cereal-dijo.

Como en mi caso, estoy seguro que has sufrido con frustraciones en tus objetivos, como decíamos en el capítulo anterior. Tenías el gran plan de hacer algo maravilloso para Dios, para tu iglesia, para tu familia o para un amigo. Entonces tu plan se desbarata por los agobiantes sucesos cotidianos sobre los cuales no tienes control. Un choque múltiple te impide llegar a tiempo al trabajo. Tu marido llega tarde a la cena especial que preparaste. Tu hijo prefiere ser el guitarrista principal de una banda de rock en lugar de ser médico, como habías planeado. No lograste llegar a la reunión de la junta.

Cuando basas tu sensación de dignidad en el éxito de tus planes personales, tu vida será un largo viaje emocional en una montaña rusa. La única manera de salirse de la montaña rusa es andar por la fe, conforme a la verdad de la Palabra de Dios. 

LAS DIRECTRICES ADECUADAS LLEVAN A UN ANDAR CORRECTO

En lo que al diablo respecta, lo mejor para mantenerte encadenado en las tinieblas espirituales o de hacer que vivas como en un naufragio emocional es confundir tu sistema de creencias. Él te perdió en el sentido eterno cuando llegaste a ser hijo de Dios. Sin embargo, si él puede enlodar tu mente y debilitar tu fe con verdades parciales, puede neutralizar tu efectividad para Dios y frustrar tu crecimiento como cristiano.

Ya hemos determinado que Dios quiere que tengas éxito, te sientas realizado y feliz. Es imperativo, para tu madurez espiritual, que tu creencia acerca del éxito, la significación, el cumplimiento, la satisfacción, la felicidad, la diversión, la seguridad y la paz estén ancladas en las Escrituras.

En este capítulo quiero repasar cada una de estas áreas desde el fundamento de la Palabra de Dios. Compara estas ocho descripciones con las ocho afirmaciones que escribiste en la Evaluación de la Fe en el capítulo anterior. Estas descripciones pueden ayudarte a realizar algunos ajustes vitales que te llevarán de regreso al buen carruno.

1. Éxito. Concepto clave: Metas

Hace algunos años una joven vino desde la costa este a Los Ángeles para una sesión de consejería de todo un sábado. Dijo que tenía profundos problemas espirituales. Los tenía, y me sorprendió que el avión hubiese permanecido en el aire con ella dentro. Oía voces demoníacas y estaba infestada de problemas.

Mattie me citó 3 Juan 2. «Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas y que tengas salud».

-Si Dios me ha prometido prosperidad, éxito y buena salud, ¿por qué mi vida está toda estropeada? – se quejó.

-Hay algo más en ese versículo -le dije- Termine de leerlo.

-«Así como prospera tu alma» – continuó.

Le pregunté intencionadamente: -¿Cómo está su alma? 

Entonces Mattie me contó su triste historia. Se había sometido a tres abortos como resultado de aventuras sexuales ilícitas, varias veces se apartó de las drogas y ahora vivía con un hombre fuera del matrimonio. Sentí ganas de decirle: «Creo que el versículo está en acción».

El éxito se relaciona con las metas. Si tienes baja opinión de tus posibilidades de éxito, probablemente tengas dificultad para alcanzar tus metas en la vida. Si no las alcanzas probablemente sea porque has elaborado metas equivocadas.

Un buen resumen de las metas de Dios para nosotros se encuentra en 2 Pedro 1:3-10:

Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia; vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. 

Nota que la meta de Dios empieza con lo que eres según la base de lo que Dios ya ha hecho por ti. Te ha dado «vida y piedad»; la justificación ya ha ocurrido y ha comenzado la santificación. Ya eres partícipe de la naturaleza divina, habiendo escapado (pasado) de la corrupción del pecado. ¡Qué gran comienzo!

Tu primera tarea es adoptar diligentemente las metas de Dios -la excelencia moral, el conocimiento, el dominio propio, la perseverancia, la piedad, el amor fraternal y el amor cristiano- y aplicarlas en tu vida. Con el enfoque de las metas de Dios, alcanzarás el éxito: éxito según las condiciones de Dios. Pedro promete que estas cualidades crecerán en tu vida, que serás útil y fructífero, y que nunca tropezarás. Esta es una base legítima para un verdadero sentido de valor y éxito y nadie podrá evitar que lo logres.

Nótese que en esta lista no hay mención de talentos, inteligencia ni dones que no estén distribuidos por igual a todos los creyentes. Tu identidad y sentido de valor no determinan estas cualidades. El sentido de tu valor se basa en tu identidad en Cristo y tu crecimiento en carácter, los cuales están igualmente disponibles para todos los cristianos. Cristianos como Mattie, que no se comprometen con las metas divinas para su carácter, son tristes historias de fracaso. Según Pedro, han olvidado la purificación de sus antiguos pecados. Olvidan lo que son en Cristo.

Otra perspectiva de éxito se ve en la experiencia de Josué cuando dirige la entrada de Israel a la tierra prometida. Dios le dijo: 

Solamente esfuérzate y sé valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.

Josué 1:7,8 

 

¿Dependía el éxito de Josué de otras personas o de circunstancias favorables? De ninguna manera. El éxito dependía completamente de vivir en conformidad con la palabra de Dios. Si Josué creía lo que Dios había dicho y hacía lo que Dios le había dicho que hiciera, tendría éxito. Suena como si fuera bastante sencillo, pero Dios inmediatamente puso una prueba a Josué dándole un plan de batalla bastante extraño para la conquista de Jericó. Marchar por siete días alrededor de una ciudad y luego hacer sonar el cuerno, no era precisamente una táctica militarmente aprobada en los días de Josué.

El éxito de Josué estaba condicionado en la obediencia a Dios sin importar lo necio que pareciera su plan. Como lo registra Josué 6, su éxito nada tenía. que ver con las circunstancias de la batalla y tenía una importancia absoluta su obediencia. El éxito es aceptar la meta de Dios para nuestra vida y por su gracia llegar a ser aquello para lo cual nos ha llamado.

2. Significación. Concepto clave: Tiempo

La significación es un concepto que tiene que ver con el tiempo. Lo. que se olvida en el tiempo tiene poca significación. Lo que se recuerda hasta la eternidad es de gran importancia. Pablo escribe a los corintios: «si permaneciere la obra de alguno… recibirá recompensa» (1 Corintios 3:14). A Timoteo le manda: «Ejercítate para la piedad… pues tiene promesa de esta vida presente y de la venidera» (1 Timoteo 4:7, 8). Si quieres aumentar tu importancia, concentra tus energías en actividades importantes: las que permanecerán para la eternidad. 

Stu, pastor de una pequeña iglesia asistía a una de mis clases en la Escuela Talbot de Teología. Tenía unos 35 años, estaba casado y se descubrió que tenía cáncer. Los doctores le dieron poco menos de dos años de vida.

Un día vino a verme.

-Hace diez años alguien profetizó acerca de mí en la iglesia -comenzó a decir- Dijeron que iba a hacer una gran obra para Dios. He llevado unos pocos centenares de personas a Cristo, pero todavía no he hecho una gran obra para Dios. ¿Piensa que Dios me va a sanar para que se cumpla la profecía? 

SI QUIERES AUMENTAR TU IMPORTANCIA CONCENTRA TUS ENERGÍAS EN ACTIVIDADES IMPORTANTES: LAS QUE PERMANECERÁN PARA LA ETERNIDAD

No pude menos que sentirme sorprendido por esta declaración y le dije:

-¿Has llevado unos pocos centenares de personas a Cristo y piensas que no has hecho una gran obra para Dios aún? Stu, conozco pastores muy importantes en iglesias grandes que no pueden decir lo mismo. Conozco a grandes teólogos que han llevado a pocas personas al Señor. Si unos pocos centenares de personas hoy son creyentes debido a tu trabajo, y ellos tienen influencia quién sabe sobre cuántas otras personas, eso lo llamaría yo una gran obra para Dios. 

Ahora Stu está con el Señor, habiendo completado su importante ministerio de llevar a cientos de personas a Cristo.

Uno de los pocos héroes de mi vida es Billy Graham. Ha sido atacado verbalmente a diestro y siniestro, pero ha permanecido fiel a su llamamiento a predicar el evangelio. Hace varios años un día lo vi caminando por el vestíbulo del Century Plaza Hotel de Los Ángeles. Nunca lo había visto en persona y no podía dejar pasar esta oportunidad. Lo alcancé y le dije:

– Yo quería conocerle, doctor Graham, aun cuando soy sólo un modesto pastor.

Me devolvió cordialmente el saludo, y luego me dejó de una pieza diciendo:

– No existen los pastores modestos.

Tenía razón. No hay tal cosa como un modesto pastor ni un modesto hijo de Dios. Nosotros somos importantes en la recolección de tesoros para la eternidad. Lo que hacemos y decimos por Cristo, no importa cuán insignificante parezca en este mundo, durará para siempre.

4. Realización. Concepto clave: Papel preferente

La realización en la vida se puede resumir en un sencillo lema: «Florece donde estás plantado». Pedro lo dice de esta manera: «cada uno, según el don que ha recibido, minístrelo a otros» (1 Pedro 4:10). La realización es descubrir nuestro carácter único en Cristo y usar nuestros dones y talentos en la edificación de otros y para glorificar al Señor.

Dios me permitió entender este sencillo principio antes de entrar en el ministerio, mientras aún estaba empleado como ingeniero aeroespacial. Sabía que Dios quería que fuera su embajador en el trabajo, de modo que comencé un desayuno de estudio bíblico en la puerta adyacente a la cancha de bolos. El anuncio de estudio bíblico había sido puesto haña una hora cuando un colega judío lo arrancó de la muralla y me lo trajo.

– No puedes traer a Jesús a este lugar -objetó.

– No puede ser de otra manera – le dije- Cada día entro aquí y Jesús viene conmigo – mi respuesta no le impresionó.

Uno de los hombres que encontró a Cristo en esos estudios bíblicos se convirtió en un fogoso evangelista. Dondequiera que fuera entregaba folletos. Cuando me retiré de la empresa aeroespacial para entrar al seminario, él siguió con el estudio bíblico

Algunos meses más tarde regresé para visitar a mis amigos del estudio bíblico.

-¿Te acuerdas de aquel judío? -preguntó mi amigo.

-Sí, lo recuerdo -Dije recordando su rabiosa oposición a nuestro estudio bíblico.

-Bueno, se enfermó y casi se murió. Fui al hospital y lo visité cada noche. Finalmente lo llevé a Cristo.

Me sentí extasiado de ser un abuelo espiritual. La sensación de realización era irresistible. Todo ocurrió porque inicié una sencilla clase bíblica donde trabajaba, así que podía decir lo que Pablo dice: «Haz la obra de evangelista, cumple tu ministerio» (2 Tirnoteo 4:5).

Dios tiene un lugar especial de ministerio para cada uno de nosotros. Es importante para ti la sensación de realización para comprender tu llamamiento en la vida. La clave es descubrir los roles que ocupas donde no puedes ser reemplazado, y entonces decidir ser lo que Dios quiere que seas en aquellos roles. Por ejemplo, entre los seis mil millones de personas del mundo el único que ocupa tu papel como marido, padre, esposa, madre, o hijo en el hogar eres tú. Dios te ha plantado especialmente para que le sirvas sirviendo a tu familia en ese ámbito.

Además, eres el único que conoce a tus vecinos como tú los conoces. Ocupas un papel único como embajador de Cristo donde trabajas. Ellos son tu campo de trabajo y tú eres el obrero que Dios ha designado para la cosecha en ese lugar. Tu mayor realización consiste en aceptar y ocupar el lugar único para el mejor desempeño de tus habilidades. Es triste decirlo, muchos yerran el llamado en la vida esperando verse realizados en el mundo. Encuentra tu realización en el reino de Dios y sé un embajador de Cristo en el mundo (2 Corintios 5:20).

4. Satisfacción. Concepto clave: Calidad

La satisfacción viene de vivir con justicia y tratar de elevar la calidad de las relaciones, el servicio y el producto. Jesús dice: «Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados» (Mateo 5:6). ¿Crees esto? Si no, ¿qué harías? Deberías tener hambre y sed de justicia, y si no la tuvieses, es que realmente no has creído.

¿Qué hace que estés disconforme con algo, o con alguien? Se debe normalmente a que la calidad de la relación, del servicio o del producto ha decaído. Suelo preguntar a la gente si pueden recordar el momento en que comenzó la insatisfacción. Inevitablemente identifican el momento en que la calidad de la relación, del servicio prestado o la calidad de su trabajo ha disminuido.

La satisfacción es una preocupación por la calidad, no por la cantidad. Tendrás mayor satisfacción haciendo bien unas pocas cosas que haciendo muchas cosas de manera apresurada o al azar. La clave de la satisfacción personal no se encuentra en ampliar el radio de tus actividades, sino en profundizarlas por medio de un compromiso con la calidad.

Lo mismo vale para las relaciones. Si no estás satisfecho con tus relaciones, quizás las hayas multiplicado en detrimento de la calidad. Salomón escribe: «El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; y amigo hay más unido que un hermano» (Proverbios 18:24). Puede ser interesante conocer una cantidad de personas superficialmente, pero necesitas unos pocos buenos amigos consagrados a una relación de alta calidad contigo. 

El Señor nos dejó el modelo. Enseñó a multitudes y preparó a 70 para el ministerio, pero invirtió la mayor parte de su tiempo en sus doce discípulos. De los doce seleccionó a tres, Pedro, Juan y Jacobo, para que estuviesen con Él en el monte de la Transfiguración, en el monte de los Olivos y en el huerto de Getsemaru. Mientras sufría en la cruz, Jesús pidió a Juan, quizás su mejor amigo, que cuidase a su madre. Esa es una relación de calidad, y todos necesitamos la satisfacción que produce una relación de calidad.

5. Felicidad. Concepto clave: El contentamiento

Para el mundo la felicidad consiste en tener lo que uno desea. Las avenidas comerciales de las ciudades nos dicen que necesitamos un auto más reluciente, una colonia más sexy o cualquier cantidad de artículos que son mejores, más rápidos o más fáciles de usar que los que ya tenemos. Miramos la publicidad y leemos los avisos comerciales y nos entra la ansiedad por adquirir todas las últimas modas, manías y caprichos. No somos realmente felices mientras no obtenemos lo que deseamos.

El concepto de Dios acerca de la felicidad se resume en un sencillo proverbio: «Feliz el hombre que se contenta con lo que tiene». Mientras tengas el pensamiento puesto en lo que no tienes, serás infeliz. Cuando comienzas a apreciar lo que ya tienes serás feliz toda la vida.

Pablo escribe a Timoteo: «Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto» (1 Timoteo 6:6-8).

En realidad ya tienes todo lo que te puede hacer feliz para siempre. Tienes a Cristo. Tienes vida eterna. Te ama el Padre celestial que ha prometido cuidar que nada te falte. No es sorprendente que la Biblia reiteradamente nos manda que seamos agradecidos (1 Tesalonicenses 5:18). Si realmente quieres ser feliz, aprende a estar contento con la vida y agradecido por lo que ya tienes en Cristo.

6.Diversión. Concepto clave: Espontaneidad sin inhibiciones

La diversión consiste en expresar una espontaneidad sin inhibiciones. ¿Has planificado alguna vez una diversión en grande? Es posible que la última vez que te divertiste realmente fue de un modo espontáneo, cuando dejaste de lado las inhibiciones. La gente del mundo sabe que tiene que dejar sus inhibiciones para divertirse. Es una de las razones por las que beben.

El secreto para disfrutar de una espontaneidad sin inhibiciones como cristiano es quitar los inhibidores que no son bíblicos. Principal entre nuestros inhibidores de la diversión cristiana es nuestra tendencia carnal a guardar las apariencias. No tenemos que parecer fuera de lugar, ni que otros piensen que somos menos, de modo que almidonamos nuestra espontaneidad con una forma de falso decoro.

PRINCIPAL ENTRE NUESTROS INHIBIDORES DE LA DIVERSIÓN CRISTIANA ES NUESTRA TENDENCIA CARNAL A GUARDAR LAS APARIENCIAS. 

Eso es agradar al hombre. Pablo sugiere que el que vive para agradar al hombre no sirve a Cristo (véase Gálatas 1:10). El apático exclama: «¿Qué va a decir la gente?» El liberado en Cristo responde: «¿A quién le importa el qué dirán? Me importa lo que Dios dice y dejé de jugar para las graderías hace tiempo, cuando empecé a jugar para el entrenador».

Me gusta el gozo desinhibido del rey David. Estaba tan feliz de volver con el arca a Jerusalén que saltaba y danzaba delante del Señor celebrando. Sabía que hay gozo en la presencia del Señor. Sin embargo Mical, su esposa, acompañante para la fiesta, pensó que su conducta no era la que correspondía a un rey, y se lo dijo en palabras inequívocas. David dijo: »Señora, es malo para ti, Yo danzo delante de Jehová, no para ti ni para otros. Y seguiré danzando te guste o no te guste» (paráfrasis de 2 Samuel6:21).Como resultado, Mical, no David, fue la persona juzgada en este incidente (véase v. 23). Hay más diversión agradando al Señor que tratando de agradar a la gente.

7. Seguridad. Concepto clave: Relación con lo eterno

La inseguridad consiste en confiar en las cosas temporales sobre las cuales no tenemos derecho ni capacidad de control. ¿Te das cuenta que Dios está sacudiendo los cimientos de este mundo? La inseguridad es un problema global. Al mundo caído le esperan días difíciles. No es necesario ser un genio para saberlo. La explosión demográfica y la disminución de los recursos naturales indican que vamos a gran velocidad hacia una colisión.

Nuestra seguridad sólo se puede encontrar en la vida eterna de Cristo. Jesús dijo que nadie nos puede arrebatar de su mano (Juan 10:27-29). Pablo declara que nadie podrá separarnos del amor de Dios en Cristo (Romanos 8:35-39) y que hemos sido sellados en Él por el Espíritu Santo (Efesios 1:13, 14). ¿Puedes lograr una seguridad mayor que esta?

Todo lo que ahora tenemos se perderá un día. Jim Elliot (misionero que murió con otros cuatro en manos de los indios aucas en Ecuador, en 1956) dijo: «No es necio quien entrega lo que no puede conservar, para alcanzar lo que no puede perder».

Pablo dice: »Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo» (Filipenses 3:7, 8).

8. Paz. Concepto clave: Establecimiento de un orden interno

Paz en la tierra, buena voluntad para con los hombres; esto es lo que todos quieren. Es un gran deseo, pero una meta errada. Nadie puede garantizar una paz externa porque nadie puede controlar a la gente ni las circunstancias. Las naciones firman tratados de paz y los quebrantan con aterradora regularidad. Un grupo de pacifista marcha por la paz y se enfrenta con otro grupo que marcha por la paz y terminan golpeándose mutuamente. Las parejas se lamentan que habría paz en sus hogares «si él (o ella) se amoldara».

La paz de Dios es interna, no externa. La paz con Dios es algo que ya tienes (Romanos 5:1). La paz de Dios es algo que necesitas tomar cada día en tu mundo interno en medio de las tormentas que rugen en el mundo exterior (Juan 14:27).

Muchas cosas pueden perturbar tu mundo exterior porque no puedes controlar las circunstancias ni tus relaciones. Sin embargo, puedes controlar el mundo interno de tus pensamientos y emociones, permitiendo que diariamente la paz de Dios gobierne tu corazón. Puede haber caos alrededor de ti, pero Dios es mayor que cualquier tormenta. Tengo una plaquita en mi escritorio que me recuerda: «Nada ocurrirá hoy día que Dios y yo no podamos resolver». El culto personal, la oración y la interacción con la Palabra de Dios nos capacitan para tener la paz de Dios (Filipenses 4:6,7; Colosenses 3:15-16).

Cuando doy a conocer estos ocho puntos fundamentales del sistema cristiano de fe, suelo oír que la gente dice: «Bueno, supongo que es verdad, pero todavía creo …» ¿Qué les permitirá vivir a ellos: lo que saben que es la verdad o lo que «aun creen»? ¡Siempre esto último, siempre! Andar por fe es sencillamente preferir ser lo que Dios dice que es verdad, viviendo en conformidad con ello por el poder del Espíritu Santo. 

 

NOTAS

1. Elisabeth Elliot, Shadow of the Almighty: The Life and Testament of Jim Elliot. (San Francisco: Harper and Row Publishers, 1958), p. 15.