Comentario bíblico Efesios 1.9 Hno. Francis

Efesios 1:9 Comentario bíblico

‘Él nos dio a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, ‘ Efesios 1:9 

Versículo 9

Avanzamos, versículo 9: dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo;

Esto nos dio a conocer, fíjate hermano estamos en el versículo 9 y cuánta cosa cuánta profundidad; nos dio a conocer el misterio de su voluntad según su beneplácito, Él quiso hacerlo, ¿y por qué? porque él quiso, ¿yo quiero saber más? si él quiere. Hay muchos que quieren saber, y quieren saber y quieren saber, y no pueden saber. Dios no quiere que sepas. Hay otros que el Señor le dio sobreabundó la gracia.

Cuando tuvimos la charla, el primer sábado que comentamos este capítulo uno, algo mencioné al respecto cuando el Señor nos dio a conocer el misterio de su voluntad; antes estaba oculto, estaba sellado, estaba blindado; inquirieron y diligentemente indagaban de cuándo sería, y que serían aquellos planes que el Señor tendría, pero ahora nos fue revelado como el Señor ha hecho ese plan,  como lo dice, acá: dándonos a conocer el misterio de su voluntad; esa voluntad para con nosotros, ahora ha sido reveladas por medio de Yeshúa en la cruz por medio de nuestra relación con el Espíritu Santo que cada día vamos teniendo  nuestro tiempo de comunión, el Señor nos va mostrando cosas prácticas para nosotros puntuales, ese Rhema. Pero luego, aquel plan divino de salvación hecho en la cruz ha sido revelado, ahora lo podemos ver y vemos la cruz y es ella la que nos salvó, muchos aún viendo la cruz están segados lo sabemos, tú lo sabes. Le has predicado a personas que están perdidas y hundidas en el pecado, y no quieren saber nada; ellos tienen los ojos están cegados, pero ahí está tu oración contra las huestes espiritual de maldad, el problema no es el hermano, no es la persona, no es ese ser humano; vale si no son los espíritus que mantienen cegada a esa persona. Hemos de orar en contra de esas huestes espirituales de maldad, expulsandola para que dejen libre a esta persona y esa persona pueda ser alumbrada por la palabra de Dios.