Efesios 1:13 Comentario bíblico
‘En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, ‘ Efesios 1:13
Versículo 13
En el versículo 13, dice: En Él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en Él fuisteis sellado con el Rúaj haKodesh de la promesa,
Fíjate, en Él también vosotros habiendo oído, primero el que hayamos oído no es por nuestra habilidad vuelvo a mencionarlo. Dice: la palabra de Dios viene por fe y la fe viene por el oír; dice así el texto bíblico (Romanos 10: 17) dice: así que la fe es por el oír y el oír por la palabra de Dios. Hemos visto en el versículo 13, que dice: En Él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad; el que hayamos oído la palabra de verdad, el que se halla expuesto a nuestros ojos la palabra de Dios es por propia voluntad de Dios que Él quiere hablarnos, porque su palabra su palabra ha venido a tu oído y tú has escuchado, si su palabra no hubiese venido a tu oído, tú no podrías haber oído, es su voluntad determinada desde antes de la fundación del mundo en el que tus ojos hayan sido abiertos, en que tu oído haya podido escuchar, y dice: En Él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad; el que el Señor permitió que oiga y cuando oí mis ojos se abrieron. Seríamos muy cortos en nuestra mente atribuir nuestra habilidad a que las personas puedan conocer al Señor, es el Señor utilizando nuestros medios, nuestras vidas para alcanzar esas vidas, esos corazones; es la palabra del Señor que se va manifestando en nuestras vidas y atraviesa nuestras vidas y alcanza a esas personas; con mi tia sucedió exactamente lo mismo; mi tía me habló la palabra y fue la palabra la que logró hacer mella en mí, fue la palabra poderosa de Dios la que transformó mi vida, una persona de estar en la oscuridad del pecado a la luz admirable, a esa luz admirable; y no es que haya alcanzado la gran santidad, no, estoy en un proceso de cambios hermanos y que acabará cuando nos veamos en las nubes con el Señor, recién allí acabará. De aquí a allí tendremos que seguir trabajando; en Él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación y habiendo creído en Él fuisteis sellados con el Ruaj haKodesh de la promesa; esto es unas arras, es una marca es un pago que el Señor dejó; dijo: él es mío, me pertenece, está dentro de lo que yo quiero obtener. Así que gracias Señor, muchas gracias por darme esta oportunidad de ser parte de esta gran familia que a medida que van muriendo aquí en la tierra no se van saliendo de la membresía, sino que se van añadiendo a esa membresía desde Adán y Eva hasta hoy, que familia tan grande que nos veremos todos juntos.
Uno de los motivos y propósitos que teníamos con mi esposa era tener una gran familia ser numerosos, a un insistimos en tener más hijos del Señor. Hasta ahora ha parado la fábrica, no porque nosotros querramos, seguimos trabajando en la fábrica pero la fábrica no está produciendo los hijos, y he hablado con esposa y llegamos a la conclusión de que es nuestro Señor quien no quiere más; es decir, lo ha parado ahí y tenemos cinco hijos y lo disfrutamos, estamos encerrados en una casita en la que estamos lo mismo estamos un fin de semana entero todos juntos y disfrutamos haciendo cosas, subiendo bajando, yendo o viniendo, haciendo deshaciendo, jugando y saliendo a caminar memorizar la palabra, compartir la palabra, compartir los alimentos, cantar juntos, compartir la biblia memorizarla, orar juntos postrados, orar todos tomados de la mano y orar; lo disfrutamos. Pues mira la familia enorme que tienes en los cielos, desde Adán y Eva hasta ahora; se puede contar hasta ahora dentro de un segundo ya he dejado de ser ahora, ya se han añadido más hijos del Señor, continuamente, segundo tras segundo se van añadiendo más hijos. Y esto no acaba, no sabemos cuando el Señor va a venir todavía, es pronto muy pronto pero se siguen añadiendo hijos a su familia.
Aunque este sello que menciona aquí en el versículo 13, dice: En Él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación y habiendo creído en Él, fuisteis sellado…
Se atribuye a que somos justificados delante del Señor, pero cuando leemos el libro de Hechos de los apóstoles, y encontramos que se encuentra la realidad de esta posición de Efesios; nos encontramos con lo siguiente mira, dice esto: Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Éfeso, y hallando a ciertos discípulos, les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Ellos dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo. Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan. Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de Él, esto es, en Yeshúa el Mesías. Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Yeshúa. Habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban (Hechos 19: 1- 6)
Aquí en este punto, menciona: fuisteis sellado con el espíritu santo de la promesa; en Éfeso sitúa esta posición, este evento; aunque la palabra del Señor el Señor la utiliza para darnos a conocer y entender aquello que Él quiere, Él no va a hablar por medio de su propia palabra, siendo riguroso en cuanto al estudio de la biblia, en cuanto al estudio de la palabra del Señor, nos encontramos con esta realidad puntual evidente. En ocasiones el Señor ha utilizado referencias de su propia palabra para hablarme a mi en cosas que tenían que hacer, en sitios que tenía que ir y a personas que tenían que hablar, que dentro del contexto, no aplicaba, pero a mí el Señor me habló dándome a entender y trayendo a la mente esa luz; que si lo hubiese estudiado en el contexto hubiese dicho: “esto no va dirigido a mi porque esto se atribuye a otro”. ¿Nosotros vamos a limitar el uso de la palabra del Señor, por el Señor mismo? De ahí que en cuanto al estudio de las escrituras, este sello del espíritu, está referido en cuanto a un hecho concreto, que sucedió y qué registrado en el libro de los Hechos; que es él Espíritu Santo una vez impuesta a las manos de Pablo, ellos hablaban en lenguas y también profetizaban; el profetizar es hablar la palabra misma de Dios y tenerlas en su propia boca. De ahí que es ese sello que el Señor hizo en Éfeso.
Me gusta creer que hemos sido comprados, que hemos sido pagados y hay cuantas cosas que no veo y que son unos sello para mí ante las huestes espirituales de maldad, que cuando vamos caminando el maligno y los espíritus malignos y los demonios ven la evidencia de que somos cristianos, de que somos hijos de Dios, ven la evidencia, no hace falta que hablemos; y hay espíritus malignos que te conocen hermano desde el día que naciste, pero cuando vas andando por otro sitio que cruzas con otros espíritus malignos, que no ves, ellos ven la evidencia, esa marca, esa señal, es como una luz que se enciende ante las huestes espirituales de maldad, es un sello para mí; a mí me gusta verlo de esa manera me da entusiasmo, me da emoción, me llena de fe el pensarlo así y también me pone una posición de autoridad, por fe, porque el justo por la fe vivirá. (Hebreos 10: 38)
Hasta aquí lo que quería mencionarte en cuanto al versículo 13.