Watchman Nee Libro Book cap.7 Libro de lecciones nivel 2: El Dios triuno
EL DIOS TRIUNO SEGÚN SE REVELA EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
Lección siete
EL DIOS TRIUNO SEGÚN SE REVELA EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
Lectura bíblica
Gn. 1:1, 26; 11:7; Ex. 3:6; 1 Co. 1:9; Ef. 1:3-5; Col. 2:9; Ap. 4:5; 1 Co. 10:4; Jn. 19:34; 7:39; 1 Co. 12:13.
Bosquejo
- El Dios Triuno revelado en el Antiguo Testamento
- Dios es triuno en Su relación con el hombre
- El Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob
- El candelero de oro representa al Dios Triuno
- El Dios Triuno revelado por medio de la roca hendida
Texto
En las seis lecciones anteriores hemos abarcado la verdad básica con respecto al Dios Triuno. Espero que hayamos recibido alguna revelación y que estemos experimentando más de El en nuestra vida diaria. En las seis lecciones siguientes veremos que toda la Biblia nos habla acerca del Dios Triuno. Ciertamente no podemos abarcar todo lo que la Biblia dice acerca del Dios Triuno, pero mencionaremos algunos de los puntos más cruciales.
La estructura de toda la Biblia se reduce simplemente al Dios Triuno y Su salvación completa. Dios es triuno al relacionarse con el hombre, salvarlo e impartirse en él. Por medio de esta salvación, los hombres se convierten en hijos de Dios y miembros del Cuerpo de Cristo.
I. EL DIOS TRIUNO REVELADO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
Debemos darnos cuenta de que antes del nacimiento de Cristo, el Antiguo Testamento ya hablaba de Dios y de cómo El se relacionaba con Su pueblo escogido. Si bien el Nuevo Testamento comienza con el nacimiento de Jesús, no por ello debemos suponer que la revelación del Padre, el Hijo y el Espíritu sea exclusivamente del relato neotestamentario. De hecho, el Antiguo Testamento está lleno de pasajes que presentan al Dios Triuno siendo experimentado por el hombre; pero en cierto modo, esta enseñanza está escondida y presentada únicamente mediante símbolos. No obstante, lo que a menudo es difícil describir con palabras, puede comprenderse fácilmente mediante un cuadro descriptivo o un ejemplo. Lo mismo sucede con el Dios Triuno. Con la ayuda del Nuevo Testamento, que nos explica los cuadros descriptivos y las figuras del Antiguo, podemos apreciar cuán excelente y disfrutable es nuestro Dios.
La primera oración en el Antiguo Testamento declara: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Gn.1:1). La palabra hebrea traducida “Dios” es plural en número, mientras que la forma del verbo “creó” denota un sujeto en singular. Esto significa que Dios es tres-uno. ¡Desde el primer versículo de la Biblia, está implícito el que Dios es triuno!
II. DIOS ES TRIUNO EN SU RELACIÓN CON EL HOMBRE
Aunque Dios es uno, muchas veces en el Antiguo Testamento usa el pronombre plural “Nosotros” para referirse a Sí mismo. En Génesis 1:26 El dice: “Hagamos al hombre a nuestra imagen”. Este versículo ciertamente indica que Dios es plural, pues la forma del verbo “hagamos” implica tácitamente el sujeto plural “nosotros”; sin embargo, la palabra hebrea traducida “imagen” se refiere a una persona singular. Así pues, “imagen” —que se refiere a una persona en singular— usa el pronombre plural “nosotros”, lo cual indica que Dios es tres-uno.
Del capítulo 1 de Génesis pasamos al capítulo 3. Después de la caída del hombre, Dios vuelve a usar el pronombre plural “nosotros” para referirse Sí mismo: “Y dijo Jehová Dios: he aquí que el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal” (Gn. 3:22).
En Génesis 11 la rebelión del hombre contra Dios llegó al extremo de edificar la torre de Babel y la ciudad de Babel. Entonces Dios dijo: “Ahora, pues, descendamos…” (Gn. 11:7). Aquí de nuevo Dios utiliza el pronombre plural para referirse a Sí mismo.
Por lo tanto podemos ver claramente que, en Su relación con el hombre, Dios usa el pronombre plural para referirse a Sí mismo: cuando creó al hombre, El usó el pronombre plural para referirse a Sí mismo; cuando trató con el hombre caído, volvió a usar el pronombre plural; y cuando vino a lidiar con la rebeldía del hombre, también lo usó. Esto significa que El se relaciona con el hombre como el Dios Triuno. En Génesis 1, mientras Dios creaba todas las cosas, El nunca usó el pronombre plural para referirse a Sí mismo, aunque el sustantivo que se traduce “Dios” es plural en número. Esto sugiere que en cuanto a Su relación con todas las otras criaturas, Dios era simplemente Dios, pero en cuanto a Su relación con el hombre, El siempre se revela como el Dios Triuno.
III. EL DIOS DE ABRAHAM, EL DIOS DE ISAAC Y EL DIOS DE JACOB
En Exodo 3:6 el Señor dijo a Moisés: “Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob”. Este versículo revela el aspecto triple de Dios en la relación con Su pueblo escogido. Con el Dios de Abraham, el énfasis recae en el Padre; con el Dios de Isaac, se hace hincapié en el Hijo; y con el Dios de Jacob, se da importancia al Espíritu. Por lo tanto, mediante las experiencias de Abraham, Isaac y Jacob podemos entender mejor que Dios es triuno, es decir, vemos al Padre, al Hijo y al Espíritu.
Primero vemos que Abraham fue llamado a salir de su entorno pagano para participar de la bendición y el propósito divinos, lo cual revela el llamamiento que el Padre hace (1 Co. 1:9; Ef. 1:3-5). En segundo lugar vemos en Isaac al hijo prometido de Abraham, a quien luego se le pidió ofrecerlo a Dios en sacrificio. Esto revela al Hijo, quien nos fue prometido por Dios, y quien fue ofrecido a Dios mediante la muerte y resurrección. Por último, en la experiencia de Jacob vemos al Espíritu. Jacob fue una persona que siempre estuvo bajo la disciplina de Dios; él siempre hacía lo posible para que las cosas funcionaran a su manera, pero el Señor siempre arreglaba las circunstancias soberanamente para lograr que Jacob no confiara en sí mismo, sino en Dios. Esto representa la obra transformadora del Espíritu. ¡Aleluya por nuestro Dios! El fue quien nos llamó a Su propósito maravilloso; El es nuestra porción prometida; y es El quien nos está transformando a Su propia imagen. El es el Padre, el Hijo y el Espíritu: el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob.
IV. EL CANDELERO DE ORO REPRESENTA AL DIOS TRIUNO
Exodo 25 describe el candelero de oro en el tabernáculo, lo cual presenta un cuadro maravilloso del Dios Triuno. Este candelero no debe ser visto superficialmente, como si fuera un simple artefacto que alumbra en la oscuridad, sino que debemos considerar cuidadosamente tres aspectos importantes de este símbolo maravilloso, a saber: el oro, el candelero mismo y las lámparas.
Primero, el candelero fue hecho de un talento de oro puro, que pesa aproximadamente 45 kilos, cuya forma fue labrada sobre una base y en su extremo superior tenía siete lámparas. La sustancia o esencia del candelero era oro puro. En la Biblia, el oro representa la naturaleza de Dios. A diferencia del hierro, el oro no se oxida ni cambia su estructura química. Esto nos muestra que la naturaleza de Dios es inmutable, es decir, que nunca cambia. De aquí que el oro representa a Dios el Padre como la esencia y la fuente.
En segundo lugar, el candelero de oro no era un trozo de oro sin forma, sino que dicho oro había sido forjado y labrado en la forma de un candelero. Esto significa que el oro está corporificado en la forma de Dios el Hijo. Toda la plenitud de la Deidad habita corporalmente en el segundo de la Trinidad (Col. 2:9). Jesucristo posee la forma e imagen de Dios.
En tercer lugar vemos la expresión del candelero. El candelero tenía la finalidad de brillar, y tal brillo constituía su expresión. Tal expresión emanaba de las siete lámparas. La Biblia nos dice que las siete lámparas son los siete Espíritus de Dios (Ap. 4:5). Por consiguiente, podemos decir que el candelero representa al Dios Triuno en Su expresión: su substancia es el Padre, su forma es el Hijo y su expresión es el Espíritu.
Qué cuadro tan maravilloso del Dios Triuno: el oro, la forma y el brillo. Podemos ver este candelero por toda la Biblia, hasta que finalmente aparece en el último libro, el Apocalipsis. En la lección doce veremos cómo el candelero en Apocalipsis nos muestra algo aún más maravilloso acerca de la expresión del Dios Triuno.
V. EL DIOS TRIUNO REVELADO POR MEDIO DE LA ROCA HENDIDA
La roca hendida mencionada en Exodo 17 es un cuadro que nos muestra que podemos disfrutar al Dios Triuno. A los hijos de Israel se les agotó el agua para beber durante su peregrinaje por el desierto. Entonces, el Señor ordenó a Moisés que golpeara la roca con su vara, a fin de que brotara agua; tan pronto Moisés lo hizo, el agua brotó y el pueblo pudo saciar su sed.
En 1 Corintios 10:4 dice que: “La roca era Cristo”. Moisés y su vara representan la autoridad de la ley de Dios. El hecho de que Moisés golpeara la roca muestra que cuando Cristo murió en la cruz, El fue juzgado por la autoridad de la ley divina. Ante los ojos de Dios, el Señor Jesús fue sometido a muerte no por los judíos, sino por la misma ley de Dios. El agua, por ende, representa al Espíritu. De la misma manera que el agua brotó de la roca herida, el Espíritu brotó del Cristo que fue herido por el juicio divino (Jn. 19:34). Los israelitas no podían obtener agua a no ser por la roca hendida; de igual manera nosotros no podemos obtener al Espíritu a no ser por el Cristo que ha sido juzgado. Juan 7:37-39 revela que el Espíritu estaría disponible a todo aquel que le bebiera después de que Cristo fuera juzgado en la cruz por nuestros pecados, una vez que resucitara como el Espíritu vivificante.
¡Alabado sea el Señor por Cristo, nuestra Roca herida! El fue juzgado en favor nuestro para que pudiéramos disfrutar la vida eterna. Esta vida está ahora en el Espíritu, y a todos se nos ha dado a beber de este Espíritu (1 Co. 12:13). ¿Alguna vez ha tenido dificultades? ¿Alguna vez se ha sentido insatisfecho? ¿Alguna vez se ha quejado? Estas son señales que muestran que estamos “sedientos”. ¡Necesitamos beber! Nadie puede vivir sin agua. Como cristianos, necesitamos beber de las aguas vivientes del Espíritu. ¿Se ha dado cuenta de que tiene una Roca en su espíritu? “¡Oh, Señor Jesús! ¡Oh, Señor Jesús! ¡Tú eres mi roca hendida!” El Señor Espíritu nos reavivará, nos refrescará y nos hará vivientes.
Espero que por medio de esta lección podamos darnos cuenta de que el Antiguo Testamento no consiste meramente en historias acerca de los hijos de Israel, sino que, a la luz del Nuevo Testamento, podamos apreciar cómo estos libros revelan las riquezas infinitas del Dios Triuno, aun cuando apenas hemos abarcado una pequeña sección de los cientos de páginas que hay en las Escrituras. Los ejemplos o cuadros descriptivos presentados en el Antiguo Testamento nos permiten apreciar y disfrutar al Dios Triuno; cada cuadro ciertamente vale más que mil palabras.
Preguntas
- Hable con sus compañeros de cómo Éxodo 3:6 se refiere al Dios Triuno.
- Escriba una profecía corta de cien palabras acerca de cómo el candelero tipifica al Dios Triuno. Dé referencias.
- ¿Ha bebido usted del agua viva?
Referencias Adicionales
- Concerning the Triune God, The Father, the Son, and the Spirit [Acerca del Dios Triuno: el Padre, el Hijo y el Espíritu] (Lee/LSM), págs. 10-13.
- The Stream [El manantial] (Lee/LSM), tomo 13, núm. 3, págs. 24-25.
- Estudio-vida de Génesis (Lee/LSM), págs. 533-540.
- Estudio-vida de Exodo (Lee/LSM), págs. 467-469, 481-490, 482-489.
- Life Messages [Mensajes de vida] (Lee/LSM), tomo 2, págs. 288-290.