3 aspectos subjetivos del llamado al servicio
En esta oportunidad vamos a tratar 3 aspectos que en la experiencia del ciervo han de verse experimentado, nuestra intención es mencionar las características de aquel hombre o mujer que ha sido llamado al ministerio.
Quien ha sido llamado no necesariamente esta acabado, es decir que no necesariamente es un individuo que ha salido de la fábrica de ensamblaje ministerial perfecto, sin ningún error de fabrica, acabado, sin taras, a la obra que supuestamente Dios le ha llamado. No, aún es posible, que sea imperfecto (Y de hecho que lo es, que lo son y que los serán), y cometa muchos errores, de seguro menos que los que ha cometido en el pasado; Cada uno de esos errores han servido para ser lo que son, y para estar en el sitio y lugar al cual han llegado.
Veremos en términos práctico, y es aquí cuando la palabra de Dios toma real importancia. La palabra de Dios nos ayuda a ver testimonios de personas que han sido formadas, y, como han sido formadas. Estos siervos De Dios han tenido que ser capaces de atravesar por diversas pruebas (Efesios 6.13; Santiago 1.2; 1º Pedro 1.6).
Las Pruebas
Y Hoy hablaremos a modo de vuelo de pájaro, es decir hecharemos un vistazo general de estas 3 pruebas o aspectos determinantes (no infalible, más si considerable) para el llamado. El primero: Vencer a Satanás, el Segundo: Vencer al yo (la Carne), y el tercero: Y por último vencer al mundo.
En este relato donde el mismo Moisés escribe de su propia experiencia; hemos de tener en mente el tiempo en el que fue escrito, según revelan teólogos este libro fue escrito hacia el 1440 y 1400 Antes de Cristo. Moisés fue un hombre usado por Dios y su experiencia con el Señor lo llevó a tal punto que aun el ADN de su carne fue impregnado de la gloria de Dios (Éxodo 34.29) aunque el mismo relata que ignoraba esta realidad latente en si. A mi parecer es el motivo, aun creo entre otros, por el cual Dios no dejó que su cuerpo al morir, quede en la tierra. (Judas 1.9)
Leemos Éxodo 4: 1-9
«Entonces Moisés respondió diciendo: He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz; porque dirán: No te ha aparecido Jehová. Y Jehová dijo: ¿Qué es eso que tienes en tu mano? Y él respondió: Una vara. Él le dijo: Échala en tierra. Y él la echó en tierra, y se hizo una culebra; y Moisés huía de ella.
Entonces dijo Jehová a Moisés: Extiende tu mano, y tómala por la cola. Y él extendió su mano, y la tomó, y se volvió vara en su mano. Por esto creerán que se te ha aparecido Jehová, el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob. Le dijo además Jehová: Mete ahora tu mano en tu seno.
Y él metió la mano en su seno; y cuando la sacó, he aquí que su mano estaba leprosa como la nieve. Y dijo: Vuelve a meter tu mano en tu seno. Y él volvió a meter su mano en su seno; y al sacarla de nuevo del seno, he aquí que se había vuelto como la otra carne. Si aconteciere que no te creyeren ni obedecieren a la voz de la primera señal, creerán a la voz de la postrera.
Y si aún no creyeren a estas dos señales, ni oyeren tu voz, tomarás de las aguas del río y las derramarás en tierra; y se cambiarán aquellas aguas que tomarás del río y se harán sangre en la tierra.»
Éxodo 4:1-9 RVR1960
Es el tiempo
Aunque no sabemos bien a ciencia cierta, cuales son las pruebas que Dios ha puesto, y cuales son las que nosotros incurrimos, si dire algo:
«Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.» Romanos 8:28 RVR1960
De ahi, es que podemos ser conscientes de que aun Dios, en su infinito conocimiento de todo, usa las cosas que nos suceden como fuego en el horno para purificar la obra de sus manos. Este Moisés atravesó las diversas pruebas, ahora debe ser incursionado en la obra del ministerio al cual Dios lo llama (Efesios 4.12).
Su llamado nace de su convicción, dado su ferviente amor al pueblo del cual ha nacido. Nace en un pueblo del cual tiene que salir aun siendo un bebe y se cría, forma, capacita, crece en otro pueblo. Un pueblo es un cuadro del pueblo De Dios, de la familia De Dios. Otro pueblo es el cuadro del mundo en él que el vivía, un mundo en él que nos toca vivir a nosotros. Yestos textos no podrían ser más dicientes y certeros Mira lo que dice:
«No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias;» Romanos 6:12 RVR1960
«No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.» Romanos 12:2 RVR1960
«como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia;». 1 Pedro 1:14 RVR1960
Seamos o no consciente de ello, Dios nos ha permitido estar en esta tierra, y nos debemos a El, a no ser que nos construyamos un universo, con su sol, luna, estrellas, firmamento
Nota adjunta
(No diré galaxias, dado que la biblia no lo dice, y dudo mucho que exista, aunque la versión oficial lo diga, y diré esto, no tengo por que creer a la versión oficial, dado que ellos no crearon nada, Perdón si crearon algo ¡Mentiras!. El príncipe de este mundo Satanás es lo que hace. El es el padre de la mentira (Juan 8.44)
Y que hagamos que funcione, y sea nuestro, solo allí, y solo bajo esos términos, podríamos llegar a hacer lo que queramos, cuando queramos y deshacer lo que queramos. Dado que no es esa nuestra posición, pues debemos por todos los medios posible y siempre que seamos consciente de ello, obedecer al creador, cuidar las cosa del creador y hacer su voluntad.
Las excusas
Inicialmente vemos un Moisés que es preparado en un pueblo (Egipto) no se nos revela que el se quejara o tuviera excusas mientras era preparado o puesto al servicio de algún área en Egipto. Mas cuando Dios lo llama, revela una resistencia al servicio, y pone excusas que van desde su desacreditación (Éxodos 4:10) (No se hablar y es posible que tenga realmente ese problema, dado que Dios le pone una persona que hable en su lugar: Aron. Éxodo 4: 15) hasta el punto de no tener nada que mostrar respecto al llamado.
Notaremos en los siguientes párrafos como Dios despeja sus inquietudes echando por tierra de manera maravillosa, estas inquietudes despejadas serán el patrón por el cual notaremos la viva experiencia de los que son llamados al ministerio.
El llamado Éxodo 3.3
«Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema.» Éxodo 3:3 RVR1960
Vemos aquí un cuadro de quien es llamado, esta zarza que no se consume, reflejo de la vida llena del Espíritu. Un arbusto de poco valor, inapreciable, que por un instante capta la atención del público, y todo su ser cambia de aspecto, nunca mejor aplicado el significado de este texto:
« Y a sus ministros llama de fuego.». Hebreos 1:7 RVR1960
Esta zarza arde de dentro hacia afuera y no se consume, mantiene su fuego. Señal de que la abundancia que muestra no es propia, sino de alguien superior, es Dios a través de sus siervos.
Las excusas
No se hablar
Una pobre excusa para alguien que debía confiar en él poder manifiesto en la zarza, Moisés debía confiar en quien hablaba con el. Moisés debía si es que tenía o no tenía falta de alguna cosa, debía confiar en Dios.
«Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Santiago 1:5 RVR1960
Entre tanto Dios escucha la excusa que presenta Moisés. Dios le responde con la maravilla de su poder, Dios, pretende hacerle comprender que si tiene alguna necesidad puede recurrir a quien creo la lengua del hombre, recurrir a la fuente de poder que es DIos mismo. Vemos cómo Dios insiste es ser su proveedor completo y personal. (Éxodo 4: 10-11)
¿Y si no me creen?
Moisés sigue estirando la línea de su llamado, continúa con su negativa. Moisés dice: “y si no me creen” (Éxodos 4.1) Dios le responde con las tres señales que en lo sucesivo consideraremos. Estas tres señales nos servirán cómo un patrón (no infalible, más si considerable) que pretende mostrar la evidencia de quien tiene él elementos del llamado y quien aún no lo tienen.
Estas señales son: El primero: Vencer a Satanás. Representado en la barra que se convierte en culebra (Éxodos 4.3). El Segundo: Vencer al yo (la Carne) Representado en la mano que se llena de lepra y luego es limpia (Éxodos 4: 6-7). Y el tercero: Y por último vencer al mundo. Representado en él agua Del Río Nilo que es arrojada a la tierra y Dios la convierte en sangre (Éxodos 4. 9).
Cómo has podido ver toda está maravilla la tenemos en estos 9 impresionantes y gloriosos textos bíblicos que se encuentran en él libro de Éxodos capítulo 4 (Éxodos 4: 1-9)
Hemos dicho que en Exodo continuamente vemos cuadro de cosas que Dios nos quiere pintar. Aquí ¡Que maravilloso cuadro tenemos! Dios nos quiere mostrar esto tan Hermoso. Quiere que sepamos tenemos a Dios de nuestro lado.
Unas ultimas palabras antes de acabar este post.
Estas enseñanzas son adquiridas en mi tiempo de meditación, pues son las madrugadas cuando Dios me permite estar en su presencia, ademas de los tiempos en los que dispongo para el estudio y la meditación de las escrituras. Amo estar en la presencia del Señor. Son estas hermosas y bellas oportunidades en donde me encuentro a sus pies.
Hermano tienes toda la libertad de utilizar estas enseñanzas, pues no son mias, Dios se ha servido de mi, y me gozo por ello. Para impartirlas a tu grupo de amigos sean ellos creyentes o no, o a tus familiares aun a la Congregacion que asistes, o lo mismo enviarlo como trozos de meditación en las redes sociales. Dios desea usar tu vida, y el tiempo de intimidad que tengas con el sera la oportunidad de hacer que fluya su presencia en ti.
Si has sido bendecido, y deseas ser de bendición, rogaría puedas tomar un momento en dejar una reseña en google en nuestra ficha Deseando De Dios. (aquí el enlace directo a la reseña Clic aquí) También te ofrecemos la posibilidad de bendecir el ministerio Deseando de Dios al disponer una ofrenda de amor de aquello que consideres Dios haya puesto en tu corazón. Si lo deseas por favor Ingreso en cuenta: BBVA ES91 0182 0269 04 0203 6116 64
1 comentario en «Comentario bíblico Exodo capítulo 4. 1-9»
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