Watchman Nee Libro Book cap.9 Los hechos, la fe y nuestra experiencia
LA FE DE ABRAHAM
CAPÍTULO NUEVE
ADENDA AL ARTÍCULO: “LA FE DE ABRAHAM”
Abraham es un modelo para nosotros. Tal como lo hizo con Abraham, Dios desea conducirnos y guiarnos a Canaán, un lugar lleno de ídolos y donde frecuentemente se sufre hambruna. En este territorio, sólo una pequeña porción de tierra nos pertenece. En dicho lugar, Satanás gobierna, y la tierra produce fruto escaso. En tal entorno, todo parece ser contrario a lo prometido por Dios, y es difícil creer que Dios nos haya llevado allí. ¿Acaso es esto lo que recibimos por haber dejado atrás nuestra vieja manera de vivir, nuestros parientes y nuestro país? ¿Dónde está la tierra y la simiente prometida por Dios? ¿Qué fue lo que Abraham contempló aquel día? No vio nada. Año tras año y hasta el día de su muerte, apenas alcanzó a engendrar a Isaac. De los numerosos descendientes que le fueron prometidos, los cuales serían tan numerosos como las estrellas del firmamento, como la arena del mar y como el polvo de la tierra, ¡Abraham solamente vio a Isaac! Cuando su esposa murió, Abraham ni siquiera tenía un lote de tierra apropiado para enterrarla, y tuvo que comprar el terreno donde sepultarla. ¿Era acaso esto lo que Dios le había prometido? Aún así, el padre de nuestra fe no dudó. El sabía lo que era la fe y lo que significaba no vivir por vista. Abraham seguía a Dios. Abraham anticipó el cumplimiento de las promesas de Dios, lo cual se está llevando a cabo hoy y se manifestará en el reino venidero. Hoy en día, ¿hay acaso algo que los creyentes puedan ver y de lo cual podamos sentirnos eufóricos? Así es el camino por el que Dios conduce a todos Sus creyentes fieles. Aunque hoy en día no podemos ver ni sentir nada, en el futuro ciertamente habrá una tierra muy vasta y muchos descendientes.
[Nota del editor: El artículo “La fe de Abraham”, escrito por Ruth Lee, apareció en el mismo ejemplar de la revista en la que este artículo se publicó].