Watchman Nee Libro Book cap.5 Los asuntos de la iglesia
LAS DIFERENTES CLASES DE REUNIONES EN LA IGLESIA
CAPÍTULO CINCO
LAS DIFERENTES CLASES
DE REUNIONES EN LA IGLESIA
I. LA REUNION PARA LA PREDICACIÓN DEL EVANGELIO
En la iglesia hay diferentes clases de reuniones. La reunión para la predicación del evangelio es una de ellas.
Para la reunión de la predicación del evangelio, los hermanos locales deben buscar un tiempo especial, tal vez los días del Señor por la mañana, para congregarse a fin de predicar el evangelio, o para ir a varios distritos a predicar el evangelio. Siempre prediquen el evangelio con todas sus fuerzas.
Como ya hemos mencionado, cuando tengan una reunión para la predicación del evangelio, deben traer a la gente con ustedes. Deben sentarse con aquellos que han traído. Si usted trajo a dos personas, debe sentarse entre ellas y no dejarlas solas. También debe hablarles y escuchar el mensaje con ellas. Después que han acabado de escucharlo, acompáñeles a su casa. Debe hacerles un seguimiento hasta que sean bautizados.
La predicación del evangelio puede hacerse de una manera fuerte. Al mismo tiempo, necesitamos dos o tres hermanos para que hagan todo lo posible por enviar material evangelístico a las reuniones de diferentes localidades. Necesitamos compilar historias y ejemplos evangelísticos, y cosas que hayan sido usadas anteriormente, y enviarlas a fin de que las diferentes localidades tengan material para la predicación del evangelio. Al hacer esto, las reuniones en las diferentes localidades recibirán mucho beneficio.
Al mismo tiempo, la actitud de los hermanos mientras escuchan el mensaje en una reunión de predicación del evangelio tiene que ser correcta. Muchas veces nuestros propios hermanos son los que arruinan la reunión. Los hermanos deben comprender que el evangelio no es predicado para que ellos lo escuchen. Usted debe ayudar a esa reunión y no hacer que se debilite, y debe aprender a guiar a la gente que se siente a su lado a que crea en el evangelio. Por supuesto usted no necesita el evangelio, pero ellos sí. Será mucho más fácil para el predicador del evangelio, si la actitud de todos los hermanos en la reunión de predicación del evangelio es correcta. De otra manera, la persona que predica el evangelio tendrá que preocuparse por los pecadores y también por la reacción de los hermanos. Deben darse cuenta de que él no está tomando un examen de predicación del evangelio, sino que está haciendo todo lo posible para que la gente sea salva. Si todos hicieran esto, la reunión de la predicación del evangelio tendría pocas dificultades.
Espero que la reunión para la predicación del evangelio no sea ni muy larga ni muy corta. Predicar por una hora o dos, no es problema.
En la reunión para la predicación del evangelio, las dos terceras partes del tiempo siempre se emplean en tirar la red, y una tercera parte, para sacar la red. Esta es una buena forma que podemos adoptar.
II. LA REUNIÓN PARA LA EDIFICACIÓN DE LOS NUEVOS CREYENTES
El tema de esta reunión es definido; por lo tanto, la predicación también debe ser algo definido.
En cada iglesia local deben buscar dos o tres hermanos para que prediquen la palabra en esta reunión. Siempre debe haber dos o tres hermanos de éstos en una reunión. A veces, puede suceder que un hermano no se sienta bien, o que esté ausente por otras razones; entonces el otro hermano puede hablar en su lugar.
Cuando la reunión llegue a ser grande, divídanla en varios distritos. Por lo tanto, se debe tener unos cuantos hermanos responsables más para la edificación de los nuevos creyentes.
Espero que los temas que se usen para la edificación de los nuevos creyentes no sean cambiados, sino que sean repetidos cada año. También espero que los temas y el orden en que son dados en los diferentes lugares sean uniformes. Cada semana debe hablarse del tema asignado, para que cuando una persona se vaya a cualquier otra localidad, aún pueda continuar asistiendo a esta reunión sin interrupciones. Si se va de Shanghái a Hangchow, puede continuar. Si se va de Hangchow a Cantón, también puede continuar. Y si se va de Cantón a Hong Kong, él todavía puede continuar. Así, un nuevo hermano creyente puede continuar donde quiera que vaya. De esta manera, puede recibir edificación en muchos temas.
Estos últimos años hemos descubierto una cosa: la edificación que han recibido los hermanos en nuestro medio no es la misma; ¡es muy diferente! Por lo tanto, hay una dificultad considerable. Esta vez cuando viajé al interior del país, recibí muchas impresiones, impresiones profundas. En muchos lugares, hay muchos que se dicen ser hermanos entre nosotros, quienes son también muy corteses y muy buenos. Yo creo que son hermanos, pero descubrí que ni siquiera han aprendido lo más básico. Por lo tanto, en ese lugar tenían muchos problemas, y estaban en una situación más bien difícil. Por esta razón, espero que comenzando desde hoy, la reunión para la edificación de los nuevos creyentes sea llevada a cabo adecuadamente. Esta reunión capacitará a los hermanos que son nuevos creyentes para que aprendan las lecciones básicas.
Poner diligencia en suplir las lecciones que ellos se pierden
En la reunión para la edificación de los nuevos creyentes, hay también un punto al que tenemos que prestar atención. Aquellos que son responsables por la visitación de los nuevos creyentes deben conocer bien estas lecciones. De otra manera, cuando salgan a visitar, no podrán ayudar a los nuevos creyentes dándoles las lecciones que ellos pierden. Espero que los hermanos puedan darse cuenta de este problema. Tal vez el mensaje a los nuevos creyentes pudo haber sido de una hora y media. Sin embargo, cuando dan a los nuevos creyentes las lecciones que han perdido, las acaban en dos minutos. Ellos no hablan solamente el bosquejo; sino que presentan el bosquejo del bosquejo. Recuerdo que algunos hermanos, cuando daban estos mensajes a otros para compensar las lecciones perdidas, decían solamente una frase: “El mensaje que tuvimos hoy para los nuevos creyentes dice que necesitamos leer la Biblia todos los días”. Ellos no dijeron nada incorrecto; lo que dijeron era correcto. Pero cuando usted va a la casa de una persona para dar las lecciones que ellos han perdido, si es que solamente dice una oración como: “Necesita leer la Biblia todos los días”, yo creo que esta palabra es equivalente a no decir nada, a menos que el Espíritu Santo obre de una manera especial. Ustedes no deben decir solamente una frase; deben ser entrenados a hablar cuidadosamente, párrafo por párrafo, para que aquellos que lo escuchen se sientan como si hubieran ido a una reunión. De otra manera la pérdida es muy grande.
Por favor, recuerden que después que el evangelio ha sido predicado, la condición futura de nuestras reuniones depende de si la reunión para la edificación de los nuevos creyentes es fuerte o no. Entre nosotros existen los que sólo han escuchado el evangelio. Si la reunión para la edificación de los nuevos creyentes no es fuerte, entonces no tendremos manera de satisfacer su necesidad. Necesitamos aprender a guiarlos adelante. Cuán fuerte sea la reunión de los nuevos creyentes determina qué tan fuerte será la nueva generación. Si no pueden ayudar a que las reuniones de los nuevos creyentes sean fuertes, la próxima generación no podrá ser fuerte. Sí, toda esta gente ha creído en el evangelio y todos son salvos, pero no hay iglesia. Será igual a lo que hace una reunión de avivamiento. Hay predicación, y hay resultados, pero no hay iglesia.
La enseñanza y la comunión de los apóstoles
Deseo que recuerden especialmente lo que se habla en el libro de Hechos. Hechos 2:42 dice: “Y perseveraban en la enseñanza de los apóstoles y en la comunión, en el partimiento del pan y en las oraciones” (gr.). Hechos 2:41 acaba de hablar del bautismo, y el versículo 42 dice que ellos perseveraban en la enseñanza y en la comunión de los apóstoles. Por favor, recuerden que inmediatamente después de que la iglesia tuvo tres mil personas salvas, los apóstoles les dieron su enseñanza y su comunión. Por lo que la edificación de los nuevos creyentes es un asunto muy crucial. Lo que los apóstoles estaban haciendo allí es lo que nosotros estamos haciendo aquí hoy día. Lo que es llamado edificación de los nuevos creyentes es la enseñanza y la comunión de los apóstoles. Hoy, no podemos decir que una vez que un nuevo creyente es salvo, podemos dejar indiferentemente que se vaya por su propia cuenta. Es necesario que se le dé la enseñanza y que se le diga que continúe constantemente en esta enseñanza.
La reunión para la predicación del evangelio los trae. Después tenemos que criarlos. Si hemos dado a luz a tantos y no somos capaces de criarlos, la iglesia nunca será fuerte. Por lo tanto, la predicación del evangelio debe ser fuerte y la edificación de los nuevos creyentes también debe ser fuerte. Ambos deben ser fuertes a fin de que tengamos porvenir.
III. LA REUNIÓN DE 1 CORINTIOS 14
Todos debemos aprender y esperar mucho delante de Dios acerca de cómo tener esta reunión. Esta reunión consiste en que todos los hermanos y hermanas se congreguen y algunos de ellos se preparen delante de Dios para ser guiados y para levantarse a funcionar. Ciertamente muchos pueden ser de gran ayuda a la iglesia cuando funcionen. Por lo tanto, en esta reunión se puede dar testimonios personales, se puede compartir, y más de un hermano puede hablar.
Los hermanos responsables se encargan de esta reunión
Tenemos que buscar a los santos que son especialmente útiles para los hermanos y hermanas. Los hermanos responsables deben decirles: “Esperamos que ustedes hablen más”. Hay muchos hermanos y hermanas que al hablar no pueden discernir bien lo que es apropiado; es bastante claro que tienen un don pequeño y poca gracia. Los hermanos responsables pueden instruirlos privadamente a que hablen menos. A algunos deben ponérseles un límite de tiempo, pero no ofendan al Espíritu Santo. Si algunos hermanos se levantan a hablar por sólo dos minutos, pueden dar mucha ayuda a los hermanos. Pero tal vez les guste continuar hablando por mucho tiempo, y cuando dan tantos rodeos, se hace muy largo lo que comparten. A estos hermanos debemos decirles que si hablan por dos minutos, los hermanos y hermanas recibirán ayuda, pero que al tercer minuto la ayuda se reduce, y al cuarto minuto, la ayuda se ha agotado. Por lo tanto, deben hacerles ver que deben hablar de una manera simple por dos minutos. A otros tienen que decirles que es suficiente que ellos hablen por cinco minutos.
Si cada uno de los que se levantan a hablar es completamente tratado por Dios esta reunión será fuerte.
Muchos están seguros de sí mismos, y creen que siempre pueden ayudar a otros. No saben cómo tocar el espíritu del hombre, pero piensan que pueden ayudar a la gente. Si nadie les dice esto, no lo sabrán. Por lo tanto, los hermanos responsables deben decirles que deben ser breves cuando hablen delante de Dios; cuando hablan mucho no pueden ayudar a otros. Si los hermanos responsables hablasen de esta manera, les sería de ayuda. Si cierto hermano habla y es de ayuda a los demás, los hermanos responsables deben animarlo a que hable de nuevo. Aunque no todos los hermanos responsables son ministros de la palabra, el cuidado de la iglesia es asunto de ellos. Por lo tanto, no debe ser descuidado. Anime a unos hermanos a que hablen más para que la iglesia reciba la provisión. Deben restringir a otros hermanos. Cuando hablan brevemente, la iglesia puede recibir el beneficio, pero cuando hablan mucho, no dan ayuda.
Si los hermanos responsables no son pasivos, sino que activamente cuidan de la reunión, creo que el tipo de reunión de 1 Corintios 14 puede traernos muchas riquezas.
El punto crucial es que los hermanos responsables no deben hablar a la ligera, ni tratar con la gente descuidadamente. Si ellos no son cuidadosos, ofenderán al Espíritu Santo. Como un anciano de la iglesia, la cosa que más debemos temer es ofender al Espíritu Santo. El Espíritu Santo es el verdadero representante de Cristo en ejecutar Su autoridad en la tierra. Los ancianos deben entender la mente de Cristo y luego hablar. Si no conocen la mente de Cristo, no deben hablar. Si no hablan cuidadosamente, ofenderán al Espíritu Santo.
Las hermanas pueden dar testimonios
Pregunta: En la clase de reunión de 1 Corintios 14, ¿pueden dar testimonios las hermanas?
Respuesta: Personalmente creo que dar testimonios está bien.
Pregunta: Según 1 Corintios 14 ellas no deberían hablar nada, ¿verdad?
Respuesta: Sí, según 1 Corintios 14 no deberían hablar. Sin embargo, si una hermana desea dar un testimonio, sería mejor que un hermano responsable le pidiera que lo hiciera. Esto es una cosa distinta, y la responsabilidad está sobre los hermanos responsables. La cabeza de ella estará cubierta, y ella no estará presumiendo ser la cabeza.
IV. LA REUNION DE ORACION
Hay dos o tres asuntos especiales en la reunión de oración a lo cual los hermanos deben prestar atención.
Sea breve
Primero, díganles a todos los hermanos que oran que aprendan a ser breves. Diez de cada diez reuniones de oración son arruinadas por oraciones largas. En la reunión de oración todos deben aprender a orar de una manera breve. Los hermanos de edad tal vez tengan algunas oraciones largas. Pero desde el principio díganles a los nuevos creyentes que aprendan a ser breves. Para que la reunión de oración tenga poder y sea fuerte, la oración debe ser breve. Las oraciones largas frecuentemente son acolchonadas con muchas palabras vacías. Cuando vayan a una reunión de oración, deben acordarse de decirles que hagan oraciones breves.
Sea genuino
En segundo lugar, debemos advertirles a los hermanos y hermanas que las palabras de su oración en la reunión de oración deben ser honestas. Adviértanles a los hermanos y hermanas que su oración en su propio tiempo personal y su oración en la reunión de oración no deben diferir mucho. Aprendan a ser genuinos. Es verdad que las palabras en la reunión de oración deben ser claras. Cuando uno tiene su tiempo personal delante de Dios, puede detenerse antes que la frase sea completamente expresada; pero, en la reunión de oración, por supuesto, debería terminar la frase. Sin embargo, a veces las palabras que uno usa en la reunión de oración, no son las palabras que usa en su tiempo personal de oración. Muchas oraciones en la reunión de oración, de hecho, no son genuinas. A veces, cuando usted está en una reunión de oración, no sabe si cierto hermano está orando para que usted lo escuche o para que Dios lo escuche. Cada vez que algunos oran, dan la impresión de que están orando para que el hombre los escuche. Por lo tanto, debemos encargarles que oren desde su corazón; deben orar para que Dios los escuche. No permitan que algunos hermanos y hermanas hagan de las oraciones una especie de predicación de verdades, y tampoco les permita que den un informe a Dios. Encárguenles a los hermanos que aprendan a hacer oraciones cortas y a orar genuinamente. Estos son los requisitos básicos de una reunión de oración. Solamente se debe hablar las palabras que uno tenga; todas las palabras que uno tenga, éstas se debe hablar. Nunca debe ir más allá de lo que es genuino.
Es necesario enfocar el tema
En tercer lugar, aquellos entre ustedes que cuidan de la iglesia en varias localidades deben tomar una decisión acerca de los temas de la oración en su reunión de oración. Debemos aprender a hacer esto: nunca permitan que los hermanos oren como les parezca.
Hermanos, hemos visto esto por veinte años, tal vez cerca de treinta años, y hemos encontrado que nuestras reuniones de oración casi no tienen poder. En una reunión de oración con veinte o treinta tendencias, donde cada una es la oración de una persona diferente, no existe el acuerdo mencionado en Mateo 18. Si no son unánimes, ¿cómo puede escuchar Dios?
Por lo tanto, esta vez, la reunión de oración en las diferentes localidades también debe cambiarse completamente. Los puntos de la oración deben ser determinados aunque no necesariamente determinados de antemano. Sin embargo, en la noche de oración, ustedes deben mencionar estos puntos. Tal vez solamente oren por un punto en una reunión de oración. Por ejemplo, si hubiera problemas en una localidad, oraríamos solamente por esa localidad. En nuestra oración, solamente hay un asunto, y les pedimos a todos los hermanos que pongan a un lado todo lo demás y oren por este único asunto. Desde el comienzo hasta el final, la iglesia ora por este asunto específico; la iglesia trae este asunto a Dios, y todos vienen delante de Dios. Una verdadera reunión de oración será así.
Una reunión de oración no quiere decir que todos deben traer la oración de su hogar al lugar de reunión para que la oren. En una reunión de oración debemos orar específicamente estando de acuerdo. Los hermanos responsables podrían decir: “Hoy debemos orar específicamente por este asunto particular”. Todos entonces, oran por éste.
Si hay cinco o seis asuntos por los cuales orar y uno de los hermanos responsables se pone de pie para anunciarlos, él debe anunciar primero uno. Puede decir: “Tenemos varios asuntos por los que tenemos que orar; sin embargo, primero oraremos por éste”. No mencione los otros asuntos. Después de tres o cinco oraciones, tiene que ver si la carga es aliviada o no. Si considera que aún debe orar por ese asunto, déjelos que continúen orando. Si la carga es aliviada mientras los hermanos todavía están sentados o arrodillados, un hermano responsable debe anunciar otro asunto. Entonces las oraciones de todos los hermanos y hermanas se centrarán en éste. Después de cinco, diez, o veinte minutos, puede parecer que la carga ha sido aliviada de nuevo, y ya nadie tiene nada más que orar. El hermano responsable entonces debe pararse otra vez y decir que todavía hay un tercer y un cuarto punto por los cuales necesitan orar. ¿Ven ustedes? El asunto debe ser enfocado. Aunque haya tres o cuatro asuntos, no deben ser anunciados al mismo tiempo. Esperen hasta que se haya orado plenamente por el primer asunto, entonces, anuncien el segundo. De esta manera, podrán hacer que todos los hermanos y hermanas oren por este punto en particular. Después que el primer motivo de oración ha sido aliviado, traigan el segundo; después que el segundo se ha acabado, traigan el tercero. Por lo tanto, en la reunión los hermanos responsables deben aprender delante de Dios a guiar esta reunión. El espíritu de los hermanos responsables debe ser abierto, y debe ser sensible. Un hermano responsable podría decir: “La oración por este asunto puede detenerse aquí. No hay necesidad de detenernos ahí más tiempo”. Tal vez haya ocasiones en las que ustedes todavía necesiten continuar orando. De todos modos, después que el primer punto se ha tratado a cabalidad, el segundo puede ser introducido. Si la carga ha sido aliviada, entonces pueden levantarse inmediatamente para anunciar el siguiente asunto.
Algunas veces, durante toda la reunión podemos orar solamente por un asunto, tal vez solamente por un hermano enfermo. Otras veces, tal vez oren solamente por los enfermos toda la noche. Aún otras veces, quizás oren por todos los hermanos desempleados o solamente por un hermano desempleado. Siempre oren con un centro para que los hijos de Dios puedan orar con unanimidad. Yo creo que esto es un asunto muy crucial. Muchas reuniones de oración no son fuertes debido a que hay muchos temas.
V. LA REUNIÓN DEL PARTIMIENTO DEL PAN
El verdadero culto de adoración
La reunión del partimiento del pan ya es un asunto bastante claro entre nosotros, pero siempre debemos decirles a los hermanos en las diferentes localidades que noten que la reunión del partimiento del pan es el verdadero culto de adoración, la adoración verdadera.
Dividida en dos secciones
En esta reunión debemos ver que la primera sección es siempre dirigida hacia el Señor y la segunda, hacia Dios. En la primera sección, vemos a Aquel que fue enviado; en la segunda sección venimos a Aquel que envió. En la primera sección, siempre nos reunimos con el Señor, y en la segunda sección, nos reunimos con Dios. Espontáneamente, cuando estas dos secciones se unen la reunión del partimiento del pan da en el blanco.
La primera sección debe ser breve
Hermanos y hermanas, la primera sección de la reunión del partimiento del pan debe ser breve. Si su aprecio por el Señor Jesús viene lentamente no habrá suficiente tiempo. Por lo tanto, si la primera sección es lenta, no habrá suficiente tiempo para la siguiente sección. Debe tocar al Señor de una manera rápida durante la primera sección. Tal vez no debe haber muchos himnos ni muchas oraciones. Tan pronto como toquen al Señor, comiencen a partir el pan. Después que partan el pan, inmediatamente vengan a Dios. Me temo que el problema hoy día es que comenzamos a partir el pan muy tarde.
Tal vez pueda decirlo de esta manera. Muchas veces tal vez usted perciba que delante de Dios, los hermanos ya han llegado al punto culminante de sus sentimientos hacia el Señor, y todavía no han partido el pan. Por lo tanto, la reunión decae. Poco tiempo después un punto alto se alcanza por segunda vez, y ellos todavía no parten el pan. La reunión decae de nuevo. Tal vez no partan el pan hasta que alcancen otro punto alto por tercera vez. En principio, ustedes deben partir el pan cuando alcanzan un punto alto por primera vez. Si parten el pan cuando alcanzan un punto alto por primera vez, tendrán tiempo de adorar a Dios después.
La necesidad de que las cargas sean liberadas
El principio de dos o tres personas en 1 Corintios 14 es el principio para hablar la palabra, y no el principio para la oración. Si limitamos el tiempo y el número de personas para la oración, me temo que algunas cargas permanecerán. Tememos que si después de cierto tiempo las cargas no son aliviadas, la gente se irá a sus casas con sus cargas todavía pesadas. Esto se debe a que cuando la gente viene a la reunión del partimiento del pan en la presencia del Señor, hay muchas cargas que necesitan ser liberadas, y si limitamos el tiempo y el número de personas, sus cargas no serán liberadas, y las cargas de la iglesia tampoco serán liberadas.
Yo también tengo un profundo sentir acerca de esto. Muy a menudo no hemos partido el pan cuando hemos alcanzado un punto alto. Partimos el pan después de que ya hemos llegado a la cima dos o tres veces. Esto es verdaderamente tarde. El momento en que alcanzamos el punto más alto, es siempre el momento para partir el pan. Tal vez después de unas cuantas oraciones o himnos, habremos alcanzado el punto más alto. Debemos, entonces, partir el pan. Entonces habrá tiempo suficiente para la adoración del Padre.
El Señor nos guía a adorar juntos
Los hermanos deben ver que durante el tiempo para el Padre, la posición del Señor no es la misma que en la primera sección. En este momento, el Señor comienza a guiarnos a cantar himnos. Es el Señor el que nos guía para acercarnos juntos al Padre. Es el Señor el que nos guía a cantar juntos himnos de alabanza al Padre. El Hijo mismo está presente, y El y los muchos hijos alaban juntos. Durante la segunda sección, siempre tenemos el caso de que los hijos de Dios, juntamente con el Señor Jesús, vienen delante de Dios para adorarle a El. La reunión debe alcanzar ese nivel.
VI. LA REUNIÓN DE LAS HERMANAS
La reunión de las hermanas también es una reunión de ayuda a la iglesia. Existe la necesidad de esta reunión en algunos lugares, pero tal vez no se necesite en otros. De todas maneras, la reunión de las hermanas se arregla de la siguiente manera:
Se les da la oportunidad a las que han recibido cargas para ejercitar sus dones
Si una o dos hermanas que han recibido cargas del Señor vienen a cierto lugar, debemos arreglar una reunión de hermanas, a fin de que ellas tengan la oportunidad de ejercitar sus dones entre las hermanas. Si en las iglesias de varias localidades hay hermanas a quienes el Señor usa y les da carga, estableceremos allí reuniones de hermanas. Si no hay tales hermanas, entonces no necesitamos establecer reuniones de hermanas. Ya que esa necesidad obedece a que ciertas hermanas son usadas por Dios, debemos hacer arreglos para ellas a fin de que tengan la oportunidad de aprovisionar a las hermanas. De otra manera, no existe tal necesidad.
Se les enseña a leer a las hermanas que son analfabetas
Existen otras reuniones de hermanas, especialmente en el campo, de una naturaleza distinta. Algunas hermanas son analfabetas y no pueden leer la Biblia. Enséñenles a leer. Esto también se considera como un aspecto de la obra, un aspecto de la ayuda y el cuidado a aquellos que ya han creído en el Señor. Por ejemplo, entre los nuevos creyentes, ya sean hermanos o hermanas, averigüen quiénes son analfabetas entre ellos y enséñenles a leer. Tal vez en cada localidad deberíamos hacer arreglos para enseñar a leer a los que son analfabetas a fin de que puedan leer la Biblia. No desatiendan esto por nada. Sin embargo, ésta no es una reunión oficial de la iglesia, más bien es un trabajo que se hace cuando la iglesia sirve y predica el evangelio. Esto también es parte del servicio levítico para los nuevos creyentes. Esto es especialmente para que los hermanos y hermanas aprendan a leer y para que puedan leer la Biblia.
VII. LA REUNIÓN DE LOS NIÑOS
La reunión de los niños también es necesaria. Esta es también una reunión de la iglesia local en el aspecto de la obra.
Tenemos reuniones de niños en varias localidades. Esto requiere que específicamente unos cuantos hermanos y hermanas se ofrezcan a hacer esta obra. Tal vez para esto las hermanas son más apropiadas. No sé qué materiales estén usando ahora en las diferentes localidades.
En algunos lugares usan los versículos de la Biblia para enseñarles a los niños a leer y a memorizar. Las canciones que cantan están compuestas de versículos de la Biblia. También usan cuadros.
En lo que a los cuadros se refiere, cuiden que esto no los desvíe. Usar cuadros del Señor Jesús es especialmente inapropiado. Los cuadros de flores y de aves no presentan ningún problema.
Tal vez haya hermanos y hermanas entre nosotros que sean especialmente experimentados, y tengan la carga por cuidar de los niños. Ellos deben presentarse y darnos algunos materiales para que los niños en varias localidades puedan recibir el beneficio. Tal vez haya algunos hermanos que ya estén preparando canciones para los niños.
Si la reunión de los niños se lleva a cabo adecuadamente, también proveerá una buena oportunidad para que más gente crea en el Señor. Esta reunión, en efecto, debe ser fuerte. En el futuro, espero que haya unos cuantos hermanos y hermanas que se ofrezcan a preparar algunos materiales para que los hermanos cuiden de los niños. Cuando los salvos en las diferentes localidades aumenten, espontáneamente la reunión de los niños llegará a ser muy crucial, porque ellos son nuestra próxima generación.