Watchman Nee Libro Book cap.3 Libro de lecciones nivel 5: La iglesia

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LA POSICIÓN DE LA IGLESIA: LA ASAMBLEA, LA CASA DE DIOS Y EL REINO DE DIOS

Lección tres

LA POSICIÓN DE LA IGLESIA (1)

LA ASAMBLEA, LA CASA DE DIOS Y EL REINO DE DIOS

Lectura bíblica

1 Co. 1:2; Mt. 18:20; Gn. 28:12, 16-17; Jn. 1:51; 1 Ti. 3:15; He. 3:6; 1 P. 4:17; Ef. 2:22, 19; Ro. 14:17

Bosquejo

  1. La asamblea de los que han sido llamados: ekklesía.
  2. La casa de Dios.
  3. La morada de Dios.
  4. El reino de Dios:
    1. El vivir práctico de la iglesia.
    2. La entrada en el reino de Dios.

Texto

En esta lección estudiaremos la posición de la iglesia. [A medida que examinemos dicha posición, veremos cuál es la realidad tocante a la iglesia y cuál es su verdadera definición. Para ello tenemos que estudiar a fondo cada uno de los aspectos de la iglesia en cuanto a su posición.] Dedicaremos cuatro lecciones para ver los aspectos principales de la iglesia en cuanto a su posición.

I. LA ASAMBLEA DE LOS QUE HAN SIDO LLAMADOS: EKKLESIA

[Tenemos que reconocer que desde la época de los apóstoles hasta el siglo dieciséis, por lo menos, la iglesia venía degradándose. Ya para el siglo dieciséis, en la era del oscurantismo, la iglesia había tocado fondo; no podía caer más bajo. En aquel momento, el Señor intervino para iniciar Su recobro. El Señor comenzó el recobro a partir de la verdad bíblica más básica: la justificación por la fe. Lutero también vio algo acerca de la iglesia, pero no tuvo mucho tiempo para profundizar en este tema. Ciertamente él vio algo de la iglesia, pero no lo suficiente.

Un poco más de dos siglos después, el conde Zinzendorf, junto con muchos otros hermanos —conocidos como los hermanos de Moravia—, vieron algo más acerca de la iglesia. En una propiedad de Zinzendorf, ubicada en Bohemia, ellos empezaron a experimentar la iglesia. Ese fue el primer paso del recobro del Señor en cuanto al aspecto práctico de la iglesia. Al leer la historia de la iglesia podemos comprender que, antes de Zinzendorf, ningún otro tuvo tanta claridad acerca del aspecto práctico de la iglesia. Lo que practicaron era bueno, pero incompleto.

Un siglo después, a principios del siglo diecinueve, el mover del Señor avanzó de Bohemia a Inglaterra, donde El levantó un grupo de creyentes que buscaban más de El, entre los cuales se encontraba Juan Nelson Darby y otros más. Ellos empezaron a practicar la vida de iglesia. Lo que ellos practicaron constituyó un gran avance con relación a lo que se practicó bajo el liderazgo de Zinzendorf en Bohemia. Estos hermanos empezaron a ver que la iglesia es la asamblea de los que Dios ha llamado (Ef. 1:22; 1 Co. 1:2). La iglesia es la congregación de todos los queridos santos que han sido llamados en Cristo a salir del mundo. Así que, ellos dejaron de usar el término “iglesia” porque se dieron cuenta de que dicho vocablo había sido dañado debido al uso incorrecto. En aquel tiempo, el cristianismo degradado pensaba que la iglesia era un edificio físico, quizás con un campanario. Aun hoy, muchos padres de familia les dicen a sus hijos los domingos por la mañana: “Vamos a la iglesia”, refiriéndose al edificio físico hecho de madera, piedra, ladrillos y vidrio. Cuán lamentable es que en aquel entonces se pensara así, y cuán lastimoso es que este concepto siga vigente hasta el día de hoy. La Asamblea de los Hermanos desechó este concepto erróneo e incluso dejó de usar el vocablo “iglesia”. En vez de ello, usaron la palabra “asamblea”. Posteriormente, las Asambleas de Dios también adoptaron el uso de la palabra asamblea.]

[Ya que la iglesia es la asamblea, o sea la ekklesía, debemos reunirnos; y esto con el fin de que Dios pueda obrar y moverse entre nosotros. Cuando los que han sido llamados por Dios se reúnen, ésta es la iglesia. Si los creyentes en una localidad no se reunieran, no podría existir la vida de iglesia de forma práctica. La vida de iglesia práctica consiste en que los santos se reúnan en determinada localidad. Si los creyentes que viven en cierta ciudad no se congregan, realmente no existe la iglesia en esa ciudad. El concepto básico de la iglesia como asamblea, es que la iglesia es la congregación de los llamados.]

[Debe impresionarnos el hecho de que el término griego ekklesía, según se usa en el Nuevo Testamento, indica que la iglesia es la congregación de los que han sido llamados a salir del mundo para que Dios pueda llevar a cabo Su propósito. Según Génesis 1:26, el hombre fue creado por Dios para expresar Su imagen y ejercer Su autoridad. Sin embargo, el hombre cayó una y otra vez. Finalmente, en la última etapa de su caída, el hombre cayó en el mundo, en el sistema de Satanás. A los ojos de Dios, todo el linaje humano vino a ser el mundo como resultado de la caída. En Juan 3:16 se le llama “el mundo” a la totalidad de los seres humanos. Ya que el hombre caído está en el mundo, e incluso llegó a ser el mundo, ¿cómo puede Dios cumplir Su propósito con el hombre y por medio del hombre? La única opción era que Dios llamara a una parte del linaje humano; y esto es precisamente lo que Dios hizo. Al salvarnos, lo primero que Dios hace es llamarnos. Por eso, el primer aspecto de la iglesia en cuanto a su posición, es el de la asamblea de los que Dios llamó a salir del mundo con miras al cumplimiento de Su propósito.

Debido a que la iglesia como asamblea está separada del mundo, podemos decir que ella se compone de los verdaderos hebreos. La raíz de la palabra “hebreo” (Gn. 14:13) significa “cruzar”; específicamente significa cruzar un río de un lado a otro, de una región a otra. Por lo tanto, la palabra “hebreo” denota un cruzador de ríos o uno que cruza ríos. La iglesia se compone de los creyentes quienes, como verdaderos hebreos, han sido llamados por Dios a salir del mundo y han “cruzado el río” que los conduce de una esfera a otra. Ahora, como creyentes de Cristo, nosotros somos los que hemos sido llamados, la asamblea, la congregación que Dios ha llamado; somos la ekklesía, que contrasta con el mundo que se halla al otro lado del río que hemos cruzado. Así como nuestro padre Abraham fue llamado a salir de la tierra de Caldea, nosotros también hemos sido llamados por Dios a salir del mundo para ser Su asamblea.

Siempre que nos refiramos a la iglesia como la asamblea, la ekklesía, debemos tener presente que esto significa que la iglesia ha sido separada del mundo. El primer aspecto de la iglesia en cuanto a su posición, indica que los que han sido llamados por Dios han sido separados totalmente del mundo. Debe existir una separación total entre la iglesia, la ekklesía, y el mundo, el sistema o cosmos de Satanás. Como asamblea, la iglesia ha sido completamente apartada para Dios, a fin de que El pueda tener un medio por el cual llevar a cabo Su propósito.]

II. LA CASA DE DIOS

[La primera mención en la Biblia de la casa de Dios se halla en Génesis 28. Una noche, mientras Jacob huía de su hermano, tuvo un sueño en el que vio “una escalera que estaba apoyada en la tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella” (v. 12). Cuando Jacob despertó del sueño, dijo: “Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo sabía. Y tuvo miedo, y dijo: ¡Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa que casa de Dios, y puerta del cielo” (vs. 16-17), refiriéndose a lo que significa la casa de Dios.

Esta primera mención en la Biblia de la casa de Dios es una semilla que crece y se desarrolla en otros pasajes de las Escrituras. El Señor Jesús se refirió al sueño de Jacob en Su conversación con Natanael en Juan 1:51. “Y le dijo: De cierto, de cierto os digo: Veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y descender sobre el Hijo del Hombre”. Este fue el cumplimiento del sueño de Jacob, ya que Cristo como el Hijo del Hombre en Su humanidad es la escalera apoyada en la tierra cuyo extremo toca el cielo, y logra así que el cielo permanezca abierto a la tierra y que la tierra se una con el cielo, todo esto con miras a la casa de Dios, Bet-el.]

[Hay tres versículos que revelan que la iglesia es la casa de Dios: 1 Timoteo 3:15; Hebreos 3:6; y 1 Pedro 4:17. En 1 Timoteo 3:15 Pablo dice: “Pero si tardo, escribo para que sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y fundamento de la verdad”. Como morada de Dios, la iglesia es tanto la casa de Dios como Su familia. En el Antiguo Testamento, el templo y el pueblo de Dios eran dos entidades distintas, pero en el cumplimiento en el Nuevo Testamento, la morada y la familia son una misma cosa. De acuerdo con la economía neotestamentaria de Dios, la casa de Dios es Su familia.

Hebreos 3:6 es otro versículo que habla de la iglesia como casa de Dios. Este versículo dice que “Cristo fue fiel como Hijo sobre la casa de Dios, la cual casa somos nosotros”. En los tiempos del Antiguo Testamento, la casa de Dios era la casa de Israel (Lv. 22:18; Nm. 12:7), representada por el tabernáculo o el templo entre ellos (Ex. 25:8, Ez. 37:26-27). Pero hoy la casa de Dios es la iglesia. Los hijos de Israel, como pueblo de Dios, eran un tipo de lo que somos nosotros los creyentes neotestamentarios (1 Co. 9:24—10:11). Su historia es una prefiguración de la iglesia.

La iglesia desempeña una función doble. Para Cristo, la iglesia es el Cuerpo; y para Dios, la iglesia es la casa. Cristo es la Cabeza, y la iglesia es Su Cuerpo. Esta es una función de la iglesia. Por otro lado, Dios es el Padre, y la iglesia es Su casa. Esta es otra función de la iglesia. Tal como Cristo es la Cabeza y la iglesia es Su Cuerpo, Dios es el Padre y la iglesia es Su casa. La iglesia, como Cuerpo de Cristo, es un organismo; del mismo modo la iglesia, como casa de Dios, es una entidad viva, una casa viviente.

Otro versículo que se refiere a la iglesia como casa de Dios es 1 Pedro 4:17, que dice: “Porque es tiempo que el juicio comience por la casa de Dios”. Aquí vemos que el juicio disciplinario comienza por la casa de Dios. La casa de Dios, o sea Su familia, es la iglesia, la cual está compuesta por los creyentes. Es por esta casa, Su propia casa, que Dios comienza Su administración gubernamental, mediante el juicio disciplinario ejercido sobre Sus propios hijos, a fin de tener una base firme para juzgar, en Su reino universal, a los que desobedecen a Su evangelio y se rebelan contra Su gobierno.

Cuando Pablo habla de la iglesia como casa de Dios, específicamente llama a Dios el Dios viviente. El Dios viviente, que mora en la iglesia, debe ser una persona subjetiva para la iglesia y no meramente alguien objetivo. El Dios que no solamente vive, sino que también se mueve y obra en Su casa, la iglesia, ciertamente es el Dios viviente. Y puesto que Dios es viviente, la iglesia también es viviente en El, por El y con El. Un Dios viviente y una iglesia viviente viven, se mueven y obran juntos. La iglesia viviente es la casa del Dios viviente. Así que, en nuestras reuniones, servicio y ministerio, debemos mostrarle a la gente que el Dios viviente se mueve, vive, habla y opera entre nosotros.

[La primera característica de la iglesia en cuanto a su posición, es que ella es la asamblea de los que han sido llamados a salir del mundo; y la segunda, es que la iglesia es la casa de Dios, compuesta de aquellos que han nacido de Dios. La segunda característica no sólo tiene que ver con una separación, sino también con un nacimiento espiritual y divino. A fin de que seamos la asamblea, tenemos que ser santificados, esto es, ser separados del mundo. Pero para ser los constituyentes de la casa de Dios, tenemos que nacer de Dios. Todo el que no haya nacido de Dios no puede formar parte de Su casa, no puede formar parte de Su familia.]

III. LA MORADA DE DIOS

[Como casa de Dios, la iglesia es la morada de Dios. Efesios 2:22 dice: “En quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el espíritu”. El pronombre “vosotros” se refiere a los santos de una iglesia local. Pablo declaró que los santos de Efeso estaban siendo edificados juntamente en Cristo para ser la morada de Dios.

La iglesia, la morada de Dios en la tierra, es el lugar donde Dios puede obtener descanso y depositar Su confianza. En tal morada Dios vive y obra para llevar a cabo Su voluntad y satisfacer el deseo de Su corazón.

Ya que la iglesia es la morada de Dios, ella es el lugar donde Dios puede expresarse. La casa es siempre el mejor lugar para que una persona se exprese a sí misma, ya que la casa expresa la clase de persona que uno es. Por ejemplo, si usted observa la casa de alguien, sabrá qué clase de persona es, ya que la casa expresa su personalidad. El mismo principio se aplica a la iglesia como morada de Dios. En Su casa, Su morada, Dios se expresa a Sí mismo en la tierra. Es por eso que 1 Timoteo 3:16 revela que la iglesia es la manifestación de Dios en la carne. Dios no sólo desea hacer Su hogar en la iglesia y obtener un lugar de descanso, sino que también busca expresarse mediante la iglesia. Por medio de la iglesia, El quiere llevar a cabo Su economía neotestamentaria, proclamar Su deseo y manifestar Su gloria. Todo lo que El es, ha cumplido y obtenido, se manifiesta y se expresa por medio de la iglesia, Su morada.]

IV. EL REINO DE DIOS

[En Efesios 2:19 leemos: “Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios”. El término “conciudadanos” denota el reino de Dios. Todos los creyentes, tanto judíos como gentiles, son ciudadanos del reino de Dios, que es la esfera donde Dios ejerce Su autoridad. Después que una persona cree, llega a ser un ciudadano del reino de Dios. Dicha ciudadanía implica derechos y responsabilidades, dos cosas que siempre van juntas. Disfrutamos de los derechos del reino, y también cumplimos con las responsabilidades de este reino.]

[Aunque hoy la iglesia es el reino de Dios, es sólo cuando vivimos y andamos en el espíritu que realmente nos encontramos en el reino. Cada vez que actuamos conforme al viejo hombre o vivimos según la carne o en el yo, en la práctica estamos fuera del reino. Esto significa que cuando estamos en la carne, nos encontramos en la antigua esfera de la naturaleza humana caída, la cual ha sido totalmente usurpada por Satanás para formar su reino. Por consiguiente, si un cristiano verdadero vive en la carne y no en el espíritu, en realidad no está en el reino de Dios, sino en el reino de Satanás. Unicamente estamos en el reino de Dios y somos el reino de Dios en realidad cuando vivimos, actuamos, nos comportamos y tenemos todo nuestro ser en el espíritu y no en nuestro hombre natural.

El reino de Dios, al igual que la casa de Dios, es una persona corporativa. Ciertamente la iglesia como casa de Dios es una persona corporativa, ya que la casa es la familia de Dios; del mismo modo, el reino es una persona corporativa porque es una entidad corporativa. Si hemos de vivir en la iglesia como casa de Dios o como reino de Dios, esto dependerá de si vivimos como miembros o como ciudadanos. Vivir como miembros de la casa de Dios es cuestión de deleite, mientras que vivir como ciudadanos en el reino de Dios exige que cumplamos ciertas responsabilidades y seamos regulados. Así que, somos miembros de la familia de nuestro Padre y somos ciudadanos del reino de nuestro Dios.]

A. El vivir práctico de la iglesia

[El reino de Dios es el vivir práctico de la iglesia. Esto lo confirma de forma contundente Romanos 14:17, que dice: “Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo”. Según lo que enseñan ciertos maestros de la Biblia, el reino aún no ha llegado. Ellos afirman que ahora nos encontramos en la dispensación de la iglesia, y que la próxima dispensación será la del reino. Pero en 14:17 Pablo no dice que el reino de Dios “será”, sino que “es”, pues usa el verbo en tiempo presente. Según el contexto de Romanos 14, el cual nos enseña a recibir a los creyentes, el reino es la vida de iglesia hoy. En otras palabras, la realidad de la vida de iglesia es el reino. Romanos 12 habla de la vida del Cuerpo, y Romanos 14, de la vida del reino. Esto indica que, en Romanos, la vida del reino es la realidad de la vida del Cuerpo.

En cierto sentido, es correcto decir que la era presente es la era de la iglesia y que la era venidera será la era del reino. Sin embargo, en otro sentido, el reino de Dios ya está aquí, porque el reino es la realidad de la iglesia y es el vivir práctico de la iglesia. Por lo tanto, la iglesia es el reino. Ya que la iglesia es el reino hoy, no es correcto decir que el reino quedó completamente suspendido hasta la próxima era. Romanos 14:17 claramente comprueba que el reino es el vivir práctico de la iglesia hoy.]

[En Romanos 14:17 vemos que el reino de Dios, como el vivir práctico de la iglesia, es justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. Cuando la autoridad del reino de Dios opere en nosotros, la justicia, la paz y el gozo caracterizarán nuestro vivir diario.

Justicia, paz y gozo son la expresión de Cristo. Cuando Cristo se expresa, El es nuestra justicia con respecto a nosotros mismos, nuestra paz para con los demás y nuestro gozo para con Dios.

A medida que los creyentes vivan la vida del reino en la iglesia, vivirán de una manera justa con respecto a sí mismos. Esto significa que debemos ser estrictos con nosotros mismos y nunca tratar de justificarnos.

Vivir la vida del reino en la iglesia también incluye el hecho de vivir en paz con los demás. Nuestras relaciones con los demás deben caracterizarse por la paz. Debemos esforzarnos por conseguir la paz con todos y debemos procurar siempre estar en paz con ellos. Esta paz es Cristo que vive en nuestro ser.

Vivir la vida del reino en la iglesia también requiere que vivamos gozosamente con Dios en el Espíritu Santo. El Espíritu Santo es un Espíritu de gozo. Si no estamos gozosos, esto indica que no estamos en el Espíritu Santo. Si verdaderamente estamos viviendo la vida del reino, debemos estar gozosos con Dios, alabándole. Siempre que vivamos una vida justa con respecto a nosotros mismos y en paz con los demás, viviremos gozosamente para con Dios en el Espíritu Santo. Este vivir es el reino de Dios expresado en el vivir práctico de la iglesia.]

B. La entrada en el reino de Dios

[En 2 Pedro 1:3-11 vemos que a los creyentes que, en la vida de iglesia, se desarrollen y crezcan en la vida divina, les será suministrada rica y abundante entrada en el reino de Dios. Una vez que hayamos entrado en el reino de Dios por medio de la regeneración, debemos avanzar más y obtener una entrada rica en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Por un lado, hemos entrado en el reino; pero por otro, todavía necesitamos obtener una rica entrada. La entrada inicial al reino es la regeneración, pero la rica entrada se obtiene por medio del crecimiento y el desarrollo pleno de la vida divina, según se revela en 2 Pedro 1:5-11.

El versículo 11 dice: “Porque de esta manera os será suministrada rica y abundante entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo”. La abundante suministración que disfrutamos durante el desarrollo de la vida y naturaleza divinas (vs. 3-7) es lo que nos otorgará una rica y abundante entrada en el reino eterno de nuestro Señor. Esto será una recompensa para Sus creyentes fieles, quienes procuran crecer en Su vida hasta llegar a la madurez y buscan desarrollar las virtudes de Su naturaleza, a fin de poder participar de Su reinado en la gloria divina durante el milenio (2 Ti. 2:12; Ap. 20:4, 6).]

[Conforme a lo que Pedro dice en 1:5-11, crecer hacia la madurez significa desarrollar lo que ya hemos recibido. Ciertamente se nos ha asignado una fe preciosa, la cual es una semilla todo-inclusiva. Todas las riquezas divinas se encuentran en esta semilla, pero debemos ser diligentes para desarrollar en ellas la virtud. Luego debemos desarrollar en nuestra virtud, conocimiento; en el conocimiento, dominio propio; en el dominio propio, perseverancia; en la perseverancia, piedad; en la piedad, afecto fraternal; y en el afecto fraternal, amor. Es por medio de este crecimiento y desarrollo que finalmente llegaremos a la madurez y obtendremos una rica entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

El hecho de que aquellos que obtendrán una rica entrada en el reino venidero son los que, estando en la vida de iglesia, se desarrollen y crezcan en la vida divina, implica que habrá ciertos creyentes que no podrán participar en el reino venidero, debido a que no llevaron una vida apropiada en la vida de iglesia ni crecieron lo suficiente en la vida divina. Por esta razón, cuando se manifieste el reino, ellos no participarán de él. Sin embargo, a aquellos que crezcan y se desarrollen plenamente en la vida divina, les será suministrada una rica y abundante entrada en el reino venidero.

Hemos visto tres aspectos de lo que es la iglesia en cuanto a su posición: en primer lugar, la iglesia es la asamblea de los que han sido separados del mundo; en segundo lugar, la iglesia es la casa de Dios, compuesta de todos aquellos que han nacido de Dios; y, en tercer lugar, la iglesia es el reino de Dios, el cual es la realidad y el vivir de la iglesia hoy en día. En la vida de iglesia, todos necesitamos crecer en la vida divina para que en la era venidera nos sea otorgada una rica entrada en el reino de Dios.]

Preguntas

  1. ¿Cómo se revela, en el primer aspecto de la iglesia en cuanto a su posición, que la iglesia no es un edificio físico sino la edificación compuesta de todos los creyentes?
  2. En esta era, la iglesia es la realidad del reino. ¿Qué es lo que Dios requiere de nosotros para que estemos en el reino hoy?
  3. ¿Que se requiere de nosotros en esta era, a fin de entrar en la manifestación del reino en la próxima era?
  4. Escriba una profecía (de 100 palabras) mencionando los distintos aspectos de la iglesia en cuanto a su posición. Escriba una breve explicación de cada uno de ellos.

Pasajes citados

  1. The Conclusion of the New Testament [La conclusión del Nuevo Testamento] (Lee/LSM), pág. 2215.
  2. Un solo y nuevo hombre (Lee/LSM), págs. 7-8.
  3. The Conclusion of the New Testament [La conclusión del Nuevo Testamento] (Lee/LSM), págs. 2216-2218, 2225-2229, 2235-2241, 2243-2244.

Referencias adicionales

  1. La revelación básica contenida en las santas Escrituras (Lee/LSM), págs. 57-58, 75, 83, 87, 93, 94, 129.
  2. El Cuerpo de Cristo (Lee/LSM), págs. 25, 26, 27.
  3. Una definición breve del reino de los cielos (Lee/LSM), págs. 9-16.
  4. The Completing Ministry of Paul [El ministerio de Pablo: un ministerio que completó la revelación divina] (Lee/LSM), págs. 42-45, 47, 49.
  5. The Exercise of the Kingdom for the Building of the Church [Ejercitar la vida del reino para la edificación de la iglesia] (Lee/LSM), pág. 65.
  6. Experimentamos a Cristo como las ofrendas para presentarlo en las reuniones de la iglesia (Lee/LSM), págs. 7, 20, 27, 139-140.
  7. Pláticas adicionales sobre la vida de la iglesia (Nee/LSM), pág. 70.
  8. Life-study of Ephesians [Estudio-vida de Efesios] (Lee/LSM), págs. 231, 624-625.
  9. Un solo y nuevo hombre (Lee/LSM), pág. 9.
  10. La expresión práctica de la iglesia (Lee/LSM), pág. 18.
  11. La manera bíblica de reunirse y de servir para la edificación del Cuerpo de Cristo (Lee/LSM), pág. 285.
  12. The Vision of God’s Building [La visión del edificio de Dios] (Lee/LSM), págs. 182-183, 223-224.