Watchman Nee Libro Book cap.21 Libro de lecciones nivel 2: El Dios triuno

Watchman Nee Libro Book cap.21 Libro de lecciones nivel 2: El Dios triuno

LA ASCENSIÓN CRISTO

Lección veintiuno

LA ASCENSIÓN DE CRISTO

Lectura bíblica

Ef. 4:8; Mr. 16:19; He. 2:9; Fil. 2:9; Hch. 2:36; Ap. 1:5; Ef. 1:22; Hch. 5:31; Ap. 19:16; Hch. 7:55-56; Ap. 2:1; 5:6; He. 4:14-15; 7:25.

Bosquejo

  1. Fue hecho Señor
  2. Fue hecho el Cristo
  3. Su investidura como Señor
  4. El ministerio celestial de Cristo
    1. Cristo como Gobernante
    2. Cristo como Cabeza
    3. Cristo como Sumo Sacerdote
  5. Nuestra cooperación

Texto

Después de Su resurrección Cristo ascendió a los cielos, a Dios el Padre. Este fue el último paso de Su proceso. Efesios 4:8 dice que El “subió a lo alto”. Cristo está ahora en el lugar más alto del universo. Marcos 16:19 dice que el Señor fue “recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios”. Estar sentado a la diestra de Dios equivale a estar en el lugar de mayor honor y autoridad. El está allí coronado de gloria y de honra (He. 2:9). El fue exaltado hasta lo sumo sobre todas las cosas y recibió un nombre que es sobre todo nombre (Fil. 2:9).

I. FUE HECHO SEÑOR

En Su ascensión, Cristo fue hecho Señor (Hch. 2:36), Soberano de los reyes de la tierra (Ap. 1:5) y Cabeza sobre todas las cosas (Ef. 1:22). Esto quiere decir que El es el Soberano del universo, la autoridad suprema en el trono de la administración de Dios. ¡El es el dueño de todo el universo! Tal vez esto no le impresione tanto porque usted piensa que, como Cristo es Dios el Creador, El ya era Señor y Gobernante del universo. Pero debe darse cuenta de que el Cristo que hoy es Señor, no es simplemente el Señor que creó el universo, sino el Dios que se encarnó para ser hombre y sigue siendo hombre después de Su resurrección y ascensión. ¡Ahora hay un hombre en los cielos, quien fue exaltado y establecido como Señor del universo! Es fácil para nosotros creer que el Dios Creador es el Señor. Pero, ¿puede usted creer que el hombre Jesús, aquel carpintero humilde, está ahora en el trono como Señor sobre todo el universo? ¡Aquel hombre insignificante que vino de la despreciable ciudad de Nazaret fue hecho Cabeza sobre todas las cosas!

II. FUE HECHO EL CRISTO

Hechos 2:36 dice que en Su ascensión, Jesús fue hecho el Cristo. “Cristo” quiere decir el Ungido de Dios, Aquel que fue designado por Dios para cumplir Su plan divino. El Padre envió al Hijo para efectuar la obra de redención y todo lo relacionado con el propósito de Dios. Así que, el Hijo es llamado el Cristo. Pero, ¿acaso El no era el Cristo antes de Su ascensión? Sí lo era, pero no oficialmente. En Su ascensión, el Señor fue hecho oficialmente el Cristo.

III. SU INVESTIDURA COMO SEÑOR

Una buena forma de entender la ascensión del Señor es definirla como Su investidura. Cada vez que un nuevo presidente es electo en los Estados Unidos, debe ser investido como tal. Después de ser elegido por el pueblo, incluso antes de la inauguración, él ya es el presidente electo, pero oficialmente todavía no lo es. Se requiere de una designación pública, de una ceremonia de investidura, para que él oficialmente llegue a ser el presidente. La ascensión de Jesús es exactamente lo mismo. El ya era el Cristo y el Señor, pero esto no se hizo oficial hasta el día de Su ascensión. De hecho, ni siquiera era el Salvador oficialmente, hasta el día de Su ascensión (Hch. 5:31). ¡Alabado sea el Señor por Su ascensión! Aquel humilde nazareno llamado Jesús es ahora el Rey de reyes y Señor de señores (Ap. 19:16). En la ceremonia de investidura del presidente de los Estados Unidos, miles de personas desfilan por Washington, D C. ¡No sabemos cuántos ángeles desfilaron en los cielos cuando Jesús fue investido oficialmente como el Señor de todo!

IV. EL MINISTERIO CELESTIAL DE CRISTO

El Señor Jesús ciertamente llevó una vida muy fructífera sobre la tierra. Su obra en la tierra se conoce como Su ministerio terrenal. Por medio de Su encarnación, vivir humano, muerte y resurrección, el Señor Jesús efectuó la obra de redención. Por eso muchos versículos de la Biblia dicen que después de Su ascensión, Cristo se sentó a la diestra del Padre. Ya que Su ministerio terrenal fue un éxito absoluto, El está ahora sentado descansando a la diestra de Dios.

Sin embargo, este es sólo el aspecto histórico, pues Cristo también tiene que llevar a cabo una gran obra desde los cielos; ahora El tiene un ministerio celestial. Cuando Esteban estaba siendo apedreado, él miró hacia el cielo y vio “al Hijo del Hombre de pie a la diestra de Dios” (Hch. 7:55-56). En Apocalipsis 2:1, Juan vio al Señor caminando en medio de los siete candeleros de oro. Y en Apocalipsis 5:6, el mismo Juan vio al Señor como el Cordero, de pie, en medio del trono. ¡No piense que Cristo está sentado en los cielos sin hacer nada! El está sumamente activo llevando a cabo Su ministerio celestial. Después de haber sido investido oficialmente para ejercer Su oficio, El aún tiene que cumplir muchos deberes importantes. De los varios oficios para los que fue investido en Su ascensión, los tres más importantes son: gobernar sobre los reyes de la tierra; ser Cabeza sobre todas las cosas a la iglesia; y ser nuestro gran Sumo Sacerdote.

A. Cristo como Gobernante

Como Gobernante de los reyes de la tierra, Cristo administra, controla y dirige todos los gobiernos y eventos mundiales. El propósito principal de tal administración, sin lugar a dudas, es la propagación del evangelio. Cristo administra a fin de reunir a los elegidos de Dios. Al estudiar la historia del mundo podemos ver que el curso de los eventos mundiales ha sido planeado divinamente con miras a la propagación del evangelio. Nuestro calendario, el cual es usado por todo el mundo, se basa en el nacimiento de Cristo. Incluso los países ateos como Rusia y China usan este calendario, lo cual implica que ellos se encuentran bajo la administración de Cristo. De acuerdo con el calendario de Cristo, actualmente estamos en el año 1985. Esta fecha no se calcula a partir de los césares romanos o de los zares rusos, sino desde el nacimiento de Cristo. ¡Nuestro Cristo gobierna sobre toda la tierra con miras a la propagación de Su evangelio!

B. Cristo como Cabeza

Además de ser el Soberano de las naciones, Cristo es también Cabeza de la iglesia. El fue dado por Cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, y como tal, El trabaja para obtener Sus vasos escogidos. Baste como ejemplo uno de Sus vasos, Saulo de Tarso. El libro de Hechos nos muestra cuánto hizo el Cristo ascendido para cautivar a Saulo, ya que este hombre era un vaso crucial que llevaría a cabo el mover de Dios en la tierra.

No pensemos que el hecho de que el Señor nos salvara fue un asunto pequeño, porque el Señor Jesús tuvo que ejercer Su señorío para lograrlo. El determinó el país donde debíamos nacer, así es que no fue casualidad que naciéramos en determinada ciudad. Al contrario, todo detalle fue decidido por Su administración soberana. Cada uno de nosotros nació en el país indicado, en la ciudad correcta y en la familia señalada. Al tiempo exacto El nos condujo a Sí mismo, aunque hayamos estado en Norte América, China, Europa o en América del Sur. El arregló que el día de nuestra salvación estuviéramos en el lugar preciso para que nos arrepintiéramos, creyéramos y fuéramos salvos. Si ese día hubiésemos estado en una ciudad diferente, en Moscú por ejemplo, la oportunidad de ser salvos y de ahora estar leyendo esta lección quizás nunca hubiera llegado. ¡Fue bajo el gobierno del Rey que fuimos salvos!

C. Cristo como Sumo Sacerdote

Hoy el Cristo ascendido nos ministra conforme a nuestra necesidad interior. En el tiempo del Antiguo Testamento, el Sumo Sacerdote ministraba a Dios a favor del pueblo. El libro de Hebreos dice que Cristo es nuestro gran Sumo Sacerdote, capaz de compadecerse de nuestras debilidades (4:14-15). En virtud de que Cristo se hizo hombre, El está capacitado para conocer cabalmente nuestros problemas y debilidades; y al mismo tiempo, por haber sido designado según el poder de una vida indestructible (He. 7:16), El está facultado para cuidar de nosotros en medio de cualquier circunstancia (He. 7:25).

Ciertamente lo necesitamos a cada momento, porque no sabemos qué situaciones podemos enfrentar inesperadamente. En ocasiones, los problemas simplemente vienen a nosotros causándonos gran ansiedad. Antes de ser salvos nuestras preocupaciones eran interminables. Pero ahora, cuando somos agobiados por nuestra ansiedad, de inmediato El nos consuela diciendo: “¿Por qué no oras? No tienes por qué preocuparte”. Esto sucede porque Cristo intercede por nosotros, y éste es el efecto de Su intercesión. Entonces podemos responderle: “Gracias, Señor por encargarte de mis preocupaciones. Dejo todas mis inquietudes en Tus manos”. ¡Estas breves palabras hacen desaparecer nuestra ansiedad! Y entonces podemos disfrutarle. Todo esto se debe a la intercesión sacerdotal de Cristo por nosotros, la cual es constante. Ciertamente son muchas las ocasiones en que hemos experimentado a nuestro gran Sumo Sacerdote cuidándonos, consolándonos, fortaleciéndonos y guiándonos.

V. NUESTRA COOPERACIÓN

Cristo está absolutamente capacitado para llevar a cabo Su oficio y cumplir Su ministerio celestial. El trabaja día y noche controlando cada evento de la tierra, desde el hecho de levantar o derribar naciones, hasta designar la maestra de nuestra clase de español. Todo esto lo hace a fin de cumplir el propósito eterno de Dios. No obstante, sin nuestra cooperación, es muy poco lo que el Cristo ascendido puede hacer; si bien El es nuestra Cabeza, nosotros somos Su Cuerpo. En la tierra, El actúa únicamente por medio de nosotros, Sus miembros. Cristo requiere nuestra cooperación; este es un asunto sumamente serio.

El Señor desea que todos los hombres sean salvos, pero no los puede salvar a menos que nosotros les hablemos. Con respecto a este asunto, el Dios todopoderoso no puede hacer nada a menos que nosotros cooperemos con El. ¡Qué gran responsabilidad tenemos! Y al mismo tiempo, ¡qué gran privilegio! ¡Podemos ser aquellos que le permitamos a Dios actuar y moverse en la tierra para cumplir Su propósito eterno! Somos personas muy importantes en el universo; por consiguiente, debemos cooperar fielmente con El.

Preguntas

  1. ¿Por qué es tan maravilloso el hecho que Jesús fuera hecho Señor y Cabeza sobre todas las cosas?
  2. ¿Por qué decimos que la ascensión de Cristo equivale a Su investidura como Señor?
  3. ¿Cuáles son los tres grandes oficios en los que Cristo fue investido en Su ascensión? ¿Cómo realiza El estos oficios?
  4. Ya que Cristo es el Señor de todo, ¿puede El hacer todo por Sí mismo o necesita ayuda? ¿Quiénes son Sus ayudantes? ¿Cómo pueden ayudar?

Referencias adicionales

  1. La experiencia de vida (Lee/LSM), pág. 354.
  2. Stream Magazine Book One [Revista El manantial, libro uno] (Lee/LSM), pág. 6.
  3. Stream Magazine Book Two [Revista El manantial, libro dos] (Lee/LSM), págs. 1426-1430.
  4. Estudio-vida de Apocalipsis (Lee/LSM), pág. 36.
  5. The Heavenly Ministry of Christ [El ministerio celestial de Cristo] (Lee/LSM), págs. 2-4, 9-10, 13, 17, 20-23, 34-35, 52-55.
  6. Estudio-vida de Hebreos (Lee/LSM), págs. 189-190.