Watchman Nee Libro Book cap.14 Libro de lecciones nivel 5: La iglesia

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LA EDIFICACIÓN DIRECTAA DEL CUERPO DE CRISTO EFECTUADA POR MEDIO DE LOS SANTOS PERFECCIONADOS

Lección catorce

LA EDIFICACIÓN DIRECTA DEL CUERPO DE CRISTO EFECTUADA POR MEDIO DE LOS SANTOS PERFECCIONADOS

Lectura bíblica

Ef. 4:12-13, 15-16; 2 Co. 4:1; 3:8-9; Ro. 5:18b; Jud. 3b; Ef. 2:15b; 4:24; 4:13

Bosquejo

  1. Estar dispuestos y listos para ser perfeccionados.
  2. Los santos son perfeccionados por las personas dotadas, quienes les imparten el suministro de vida como alimento para que crezcan en vida.
  3. Para la obra del ministerio: para la edificación del Cuerpo de Cristo.
  4. Hasta que todos (las personas dotadas y los santos) lleguemos a:
    1. La unidad de la fe y del pleno conocimiento del Hijo de Dios.
    2. Un hombre de plena madurez.
    3. La medida de la estatura de la plenitud de Cristo.

Texto

[Hemos visto que la intención de Dios es dar a las personas dotadas —los apóstoles, los profetas, los evangelistas, los pastores y maestros— para que perfeccionen a los santos, a fin de que todos éstos participen en la obra de la edificación del Cuerpo de Cristo. Las personas dotadas perfeccionan a los santos para que sean iguales a ellas. Esto es similar a lo que hacen los profesores en la universidad, quienes perfeccionan a sus estudiantes para que sean maestros tal como ellos. Podríamos asemejar una iglesia local con una universidad, y a las personas dotadas, con los profesores que enseñan en las diferentes clases. Ellos perfeccionan a los santos para que lleguen a ser lo mismo que ellos son, a saber, apóstoles, profetas, evangelistas, y pastores y maestros. El perfeccionamiento de los santos es llevado a cabo por los dones, y resulta en una iglesia local adecuada.]

I. ESTAR DISPUESTOS Y LISTOS PARA SER PERFECCIONADOS

[El Señor desea que todos los santos sean perfeccionados (Ef. 4:13), pero la Biblia también nos muestra que el Señor está llamando a los vencedores. En las siete epístolas dirigidas a las siete iglesias en Apocalipsis 2 y 3, el Señor suena la trompeta llamando a los vencedores. El hecho de que el Señor llame a los vencedores indica que no todos los santos serán perfeccionados. Sólo algunos de ellos, los que estén dispuestos a ser perfeccionados, serán vencedores. Los vencedores constituirán la novia de Cristo, la cual será un ejército guerrero que seguirá a Cristo para combatir y derrotar al anticristo (Ap. 19:11-21). Según Apocalipsis 17:14, el ejército de los vencedores que siguen al Cordero son “los llamados y escogidos y fieles”. La elección que el Padre realizó en la eternidad pasada tenía como propósito que seamos salvos, pero la elección que se menciona en Apocalipsis 17 y que sucederá al final de esta era, tiene como finalidad que venzamos. Gracias a Dios, fuimos escogidos por El desde la eternidad pasada para ser salvos, pero ahora estamos siendo puestos a prueba para ser aprobados por El. Si somos fieles en seguir la enseñanza del Nuevo Testamento en cuanto a correr la carrera y pasar la prueba, seremos aprobados y elegidos para ser los vencedores que constituirán el ejército y la novia de Cristo. El ejército es formado en Apocalipsis 17. Estos escogidos constituyen un ejército que está listo para pelear. Luego, dichos vencedores escogidos, que están listos para pelear, serán la novia revelada en Apocalipsis 19 y participarán de la fiesta de bodas del Cordero (vs. 7-9). Después de esta fiesta de bodas, el anticristo peleará directamente en contra del Cristo que desciende. Entonces Cristo, junto con Su novia, la cual es el ejército escogido, peleará contra el anticristo.

Me preocupa mucho que algunos santos aún no estén dispuestos ni listos para ser perfeccionados. Por la misericordia del Señor y bajo Su sangre, le pregunto a usted mientras lee este libro: “¿Está dispuesto y listo para ser perfeccionado?”. Si no lo está, terminará por abandonar la carrera. La oportunidad está disponible para que todos sean perfeccionados. Espero que todos tengamos oídos para escuchar el llamamiento del Señor. Todo aquel que esté satisfecho respecto a la condición actual de la vida de iglesia, no está listo para ser perfeccionado e ir adelante con el Señor. Esto significa que corren el peligro de abandonar la carrera. En estos días el Señor me ha dado una visión y una carga especial por Sus iglesias, por Su recobro. No debemos estar contentos con nuestra situación actual, sino que deberíamos sentirnos afligidos. El recobro lleva más de veinticinco años en Estados Unidos. Durante ese tiempo, es posible que hayamos escuchado muchos mensajes, pero nuestra situación no está a un nivel en el cual podamos sentirnos satisfechos. Tenemos que darnos cuenta de que estamos muy lejos de la meta. Debemos decir: “Señor, estoy listo y dispuesto para ser perfeccionado por Ti. Recibiré la palabra de perfeccionamiento dada por medio de Tus personas dotadas”.

Todos los miembros del Cuerpo de Cristo son parte de un solo organismo. ¡Qué privilegio, qué misericordia y qué gracia todo-suficiente que podamos ser parte del organismo del Dios Triuno! Como miembros vivos de este organismo, requerimos del perfeccionamiento orgánico. Necesitamos ser perfeccionados a fin de hacer lo mismo que hacen los apóstoles, los profetas, los evangelistas, y los pastores y maestros. Tenemos que ser perfeccionados a fin de que todos los miembros del Cuerpo de Cristo desempeñen su función de la misma manera que los miembros dotados.

Tengo mucha esperanza de que sí podemos ser perfeccionados para hacer lo mismo que hacen los miembros dotados. En una iglesia local, algunos pueden hacer el trabajo de los apóstoles al predicar el evangelio, enseñar la verdad, establecer iglesias y designar ancianos. El Señor necesita muchos apóstoles, y no sólo unos cuantos. La intención de Dios es perfeccionar a todos los santos para que hagan lo mismo que hacen los apóstoles, los profetas, los evangelistas, y los pastores y maestros. Algunos santos harán lo mismo que hacen los apóstoles. Otros serán perfeccionados para hacer lo que hacen los profetas, al hablar Dios, hablar por Dios y proclamar a Dios, ministrando a Cristo en las personas. Ellos serán perfeccionados no solamente para testificar, sino para dar una palabra viviente llena de revelación. Algunos de los santos que no son evangelistas, pueden ser perfeccionados para ser evangelistas. Serán ardientes y tendrán la carga de predicar el evangelio; tendrán también la capacidad y el conocimiento necesario para hablarle a las personas acerca del pecado, de la caída del hombre, del amor de Dios, de la persona de Cristo, de la redención, del perdón y de la regeneración. De esta manera, no será necesario que los santos traigan a sus amigos incrédulos a alguna persona dotada, porque ya los santos mismos habrán sido perfeccionados para hacer la obra de evangelistas. Otros santos también necesitan ser perfeccionados para pastorear a otros. Hoy en día, muy pocos de los que hemos bautizado reciben un cuidado apropiado, debido a la falta de pastoreo entre nosotros. Es por eso que perdemos a muchas de las personas que bautizamos. Pero si los santos son perfeccionados para ser pastores, cada persona bautizada tendrá una nodriza (1 Ts. 2:7). Así, inmediatamente después de que los nuevos creyentes sean bautizados, los santos tomarán la carga de cuidarlos. Los cuidarán como se cuidan a niños recién nacidos, nutriéndolos y cuidándolos con ternura.

Los santos de una iglesia local deben ser perfeccionados para realizar la misma obra que hacen los apóstoles, los profetas, los evangelistas, y los pastores y maestros. Debido a que la situación actual no es así, tenemos que esforzarnos y perseverar combatiendo. Hay mucha resistencia, pero tenemos que luchar hasta abrirnos paso. Debemos orar: “Señor, haz que esté dispuesto y listo para ser perfeccionado. Recibiré el perfeccionamiento de los apóstoles, de los profetas, de los evangelistas, y de los pastores y maestros. No estoy satisfecho con mi condición actual”. Esta es mi comunión íntima con todos ustedes. Espero que estén dispuestos a aceptar dicha comunión.]

II. LOS SANTOS SON PERFECCIONADOS POR LAS PERSONAS DOTADAS, QUIENES LES IMPARTEN EL SUMINISTRO DE VIDA COMO ALIMENTO PARA QUE CREZCAN EN VIDA

[Los santos son perfeccionados por las personas dotadas, quienes les imparten el suministro de vida como alimento para que crezcan en vida. Las madres alimentan a sus bebés con alimentos nutritivos. Asimismo, nosotros tenemos que perfeccionar a los santos suministrándoles alimento sólido para que sean nutridos. En realidad, dicha suministración de alimento es el suministro de vida. Cristo no sólo es nuestra vida, sino también nuestro suministro de vida.] Las personas dotadas deben perfeccionar a los santos para que aprendan a ministrar a Cristo como vida a los pecadores, y a suministrar vida a los que ya son salvos. Las personas dotadas ayudan a los santos alimentándolos con el alimento sólido. Ellas no sólo enseñan a los santos, sino que los alimentan.

Las personas dotadas perfeccionan a los santos, no al darles enseñanzas bíblicas sino nutriéndolos. [La Biblia ha sido enseñada por siglos, pero muy pocos de los hijos de Dios han sido perfeccionados. Lo que necesitamos hoy es ser nutridos de Cristo. No le diga a la gente lo que es correcto e incorrecto. Aun si algo es correcto, eso no significa nada delante de Dios. Para El, sólo la vida divina tiene valor; sólo la vida cuenta.] Los santos necesitan ser perfeccionados no por algo, sino al recibir algo, esto es, al recibir la vida de Dios, el mismo Cristo que disfrutan las personas dotadas. Esto es lo que nutre a los santos y los perfecciona.

III. PARA LA OBRA DEL MINISTERIO: PARA LA EDIFICACIÓN DEL CUERPO DE CRISTO

[Efesios 4:12 dice que las personas dotadas han sido dadas “para perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del Cuerpo de Cristo”. Conforme a la construcción gramatical de este versículo, la obra del ministerio es la edificación del Cuerpo de Cristo. Así, el perfeccionamiento se lleva a cabo para la obra del ministerio, que consiste en edificar el Cuerpo de Cristo. La palabra griega traducida “para” en Efesios 4:12, significa dando por resultado, con el propósito de o con miras a. El perfeccionamiento de los santos se lleva a cabo con miras a la obra del ministerio, que es el ministerio único que existe en el Nuevo Testamento. Quizás miles de creyentes estén haciendo una obra que conste de mil partes, pero cada parte debe encajar en la obra única del ministerio único, cuyo fin es edificar el Cuerpo de Cristo. Pablo se refirió a la edificación del Cuerpo de Cristo, y no a la edificación de la iglesia. Pablo no hizo énfasis en la edificación de la iglesia como una congregación, sino en la edificación del Cuerpo de Cristo como un organismo. Los santos son perfeccionados para la obra del ministerio, para la edificación del Cuerpo de Cristo como organismo. El ministerio neotestamentario edifica un organismo, y no una organización.]

[Todos los miembros del Cuerpo de Cristo que llevan a cabo la obra del ministerio participan en el ministerio único de la economía neotestamentaria de Dios (2 Co. 4:1; 3:8-9). Este ministerio único es el ministerio del Espíritu, que da vida (2 Co. 3:8). El ministerio del Antiguo Testamento era un ministerio de muerte, pues era el ministerio de la ley, la cual nos condena y nos mata (2 Co. 3:7a, 9a). Pero el ministerio del Nuevo Testamento es, en todo sentido, un ministerio vivificante y orgánico; dicho ministerio es el ministerio de justicia, que introduce la justificación para vida (2 Co. 3:9; Ro. 5:18b). El ministerio de la ley era el ministerio de condenación para muerte, mientras que el ministerio de la fe, el Nuevo Testamento, es el ministerio de justificación para vida, y por tanto, es totalmente orgánico. La obra del ministerio, que consiste en edificar el Cuerpo de Cristo, la llevan a cabo directamente los santos perfeccionados al crecer en vida (Ef. 4:15-16). Los santos crecen al ser nutridos, y este crecimiento es la edificación.]

IV. HASTA QUE TODOS (LAS PERSONAS DOTADAS Y LOS SANTOS) LLEGUEMOS A:

[Los santos son perfeccionados para la obra del ministerio, que consiste en edificar el Cuerpo de Cristo, hasta que todos (las personas dotadas y los santos) lleguemos a la unidad de la fe y del pleno conocimiento del Hijo de Dios, a un hombre de plena madurez, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. La edificación del Cuerpo es un proceso continuo. Estamos en un proceso de edificación, y seguiremos siendo edificados, hasta que lleguemos a la unidad práctica.]

A. La unidad de la fe y del pleno conocimiento del Hijo de Dios

[Necesitamos llegar a la unidad de la fe y del pleno conocimiento del Hijo de Dios. La fe se refiere a la obra redentora de Cristo, como el objeto en lo cual creemos (Jud. 3b). El ministerio del Antiguo Testamento era el ministerio de la ley, mientras que el ministerio del Nuevo Testamento es el ministerio de la fe. La ley era el centro mismo de todas las enseñanzas del Antiguo Testamento. Cuando empezó la era del Nuevo Testamento, la fe reemplazó a la ley. Todas las enseñanzas del Nuevo Testamento están centradas en la fe. Gálatas 3 dice que la ley estaba presente en el Antiguo Testamento, pero que luego vino la fe (vs. 23-25). Ahora ya no estamos bajo la ley, sino en la fe. Así como la ley es el centro y realidad del Antiguo Testamento, la fe es el centro y realidad del Nuevo Testamento.

La expresión “la fe” alude a todas las enseñanzas del Nuevo Testamento. El Nuevo Testamento es un relato acerca de la obra redentora de Cristo. Comienza con la encarnación de Cristo e incluye Su muerte, Su resurrección y Su segunda venida. Su muerte, Su resurrección y Su segunda venida, tienen como resultado la Nueva Jerusalén, la cual es la máxima consumación de la iglesia. Creemos en la obra redentora de Cristo, según consta en el Nuevo Testamento. La obra redentora de Cristo es una obra completa, realizada por Su persona.

Necesitamos llegar a la unidad de la fe y del pleno conocimiento del Hijo de Dios, el cual es el pleno conocimiento de la persona de Cristo. La persona de Cristo es maravillosa y todo-inclusiva. Esta persona es la corporificación del Dios Triuno y el hombre tripartito transformado y perfecto. El es también el Dios Triuno procesado como el Espíritu todo-inclusivo, compuesto, vivificante y siete veces intensificado, que mora en nosotros. El es la realidad de todas las cosas positivas del universo. Necesitamos conocer plenamente la persona todo-inclusiva de Cristo.

Cuando lleguemos a la unidad de la fe y del pleno conocimiento de esta Persona maravillosa y todo-inclusiva, no nos preocuparemos por otros asuntos de menor importancia. En Romanos 14 Pablo fue muy amplio en su actitud con respecto a asuntos doctrinales que no tenían que ver con la fe ni con la persona todo-inclusiva de Cristo. Asuntos tales como guardar el sábado y el comer carne o legumbres, no tenían importancia para Pablo. Siempre y cuando una persona creyera en Cristo, él lo reconocía como un hermano genuino en Cristo y lo recibía. Al comienzo de mi vida cristiana, yo insistí tanto en cuanto a la verdad del bautismo por inmersión, que eso afectó la manera en que yo recibía a los creyentes. Si un creyente había sido bautizado por aspersión en vez de haber sido sumergido completamente en el agua, no me importaba mucho relacionarme con él. El bautismo por inmersión fue mi primer “juguete cristiano”. A los niños les gustan mucho los juguetes. Algunos cristianos reciben a otros creyentes sólo si creen lo mismo que ellos con respecto a la segunda venida del Señor y al arrebatamiento; ellos no reciben a los que tienen una idea diferente de la suya en cuanto al arrebatamiento. Este es otro “juguete” que les gusta a los cristianos. Comúnmente, a una persona mayor ya no le gustan los juguetes; entretenerse con juguetes es asunto sólo de niños. Por tanto, jugar con asuntos doctrinales y prácticas superficiales distintos a la fe y la persona de Cristo, es evidencia de que todavía somos niños. A una persona adulta o madura no le interesan asuntos de menor importancia, sino únicamente la obra redentora de Cristo, la cual es completa y maravillosa, y la persona todo-inclusiva de Cristo.

Debemos conocer los aspectos de la persona de Cristo en cuanto a Su muerte redentora y las cosas que El anuló y quitó en la cruz. Tenemos que conocer a Cristo como la corporificación del Dios Triuno procesado, el Dios completo y el hombre tripartito perfecto. Además, tenemos que saber cómo esta Persona maravillosa se imparte en Su pueblo escogido y redimido para lograr la completa salvación de ellos y la gloriosa expresión de El. Aquellos que El escogió y redimió, fueron regenerados en el pasado, hoy están siendo transformados, y en el futuro serán glorificados. Tales asuntos deben ocuparnos y ser el tema de nuestras conversaciones en nuestra casa y con los santos. Cualquiera otra cosa, es un juguete que nos divide.]

B. Un hombre de plena madurez

[Efesios 4:13 dice que debemos llegar a un hombre de plena madurez. Todos debemos crecer hasta alcanzar este nivel. Este hombre plenamente maduro es la iglesia como nuevo hombre (Ef. 2:15b; 4:24). Estamos creciendo hasta la medida de la plenitud a través de la edificación que los santos realizan directamente al ser perfeccionados en el crecimiento en vida por las personas dotadas. Eso significa que, el crecimiento de cada miembro constituye una parte del edificio. Por consiguiente, el crecimiento de todos los miembros equivale a la edificación del Cuerpo.]

C. La medida de la estatura de la plenitud de Cristo

[Efesios 4:13 también dice que necesitamos llegar a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. La medida es el tamaño, y esta medida está relacionada con la estatura. Además, la estatura está relacionada con la plenitud de Cristo. La plenitud de Cristo se refiere a la expresión del Dios Triuno, la cual es el Cuerpo de Cristo (1:23). Este Cuerpo tiene una estatura, y la estatura tiene una medida. Podemos llegar a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo por medio del crecimiento en vida.]

CONCLUSIÓN

Cristo, la Cabeza del Cuerpo, profetizó en Mateo 16 que El edificaría la iglesia. Pero El no edifica la iglesia directamente. La manera en que El edifica la iglesia consiste en capturar a muchos hombres, que están bajo la usurpación de Satanás, por medio del poder de Su crucifixión y Su resurrección. Después, El lleva estos hombres a los cielos en ascensión para ofrecerlos a Dios el Padre. Luego, Dios el Padre se los devuelve a Cristo para constituirlos como dones para el Cuerpo. Estos dones incluyen a los apóstoles, a los profetas, a los evangelistas, y a los pastores y maestros. Dichas personas dotadas no son dadas para que edifiquen el Cuerpo directamente. Ellas son dadas al Cuerpo para perfeccionar a los santos, y no para reemplazarlos. Cada santo que es perfeccionado por las personas dotadas edifica directamente el Cuerpo de Cristo. Por tanto, todos los jóvenes deben estar dispuestos a ser perfeccionados, entrenados y equipados por las personas dotadas que han sido dadas al Cuerpo, a fin de que ellos puedan participar en la gran obra de edificación del Cuerpo de Cristo.

Preguntas

  1. ¿Por qué afirmamos que los que estén dispuestos a ser perfeccionados serán los vencedores?
  2. ¿Qué significa estar dispuesto a ser perfeccionado? ¿Está usted dispuesto a ser perfeccionado?
  3. ¿Cómo son perfeccionados los santos?

Pasajes citados

  1. La edificación del Cuerpo de Cristo (Lee/LSM), págs. 23-39.

Referencias adicionales

  1. La revelación básica contenida en las santas Escrituras (Lee/LSM), pág. 42.
  2. El Cuerpo de Cristo (Lee/LSM), pág. 35.
  3. La edificación del Cuerpo de Cristo (Lee/LSM), págs. 13-14, 23-39, 51-55, 61-62.