Watchman Nee Libro Book cap.11 Libro de lecciones nivel 5: La iglesia

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LAS SIETE IGLESIAS EN APOCALIPSIS REPRESENTAN LAS SIETE ETAPAS DE LA IGLESIA

Lección once

LAS SIETE IGLESIAS EN APOCALIPSIS REPRESENTAN LAS SIETE ETAPAS DE LA IGLESIA

Lectura bíblica

Ap. 1:3; 22:7; 2:1-29; 3:1-22

Bosquejo

  1. La iglesia en Efeso representa el final de la etapa de la iglesia primitiva, a fines del primer siglo.
  2. La iglesia en Esmirna prefigura la iglesia sufriente bajo la persecución del Imperio Romano, desde las postrimerías del primer siglo hasta los inicios del cuarto siglo.
  3. La iglesia en Pérgamo simboliza la iglesia mundana, la iglesia que se casó con el mundo.
  4. La iglesia en Tiatira simboliza la iglesia apóstata, a partir del establecimiento del sistema papal en la última parte del sexto siglo, hasta el fin de la era de la iglesia.
  5. La iglesia en Sardis prefigura la iglesia protestante, desde la reforma a principios del siglo dieciséis hasta el regreso de Cristo.
  6. La iglesia en Filadelfia prefigura la iglesia del amor fraternal, el recobro de la vida de iglesia apropiada, desde la primera parte del siglo diecinueve hasta la segunda manifestación del Señor.
  7. La iglesia en Laodicea prefigura la degradación de la vida de iglesia, y abarca desde la última parte del siglo diecinueve hasta el regreso del Señor.

Texto

[Apocalipsis es un libro de profecía (Ap. 1:3; 22:7), ya que la revelación que contiene es de naturaleza profética. La mayoría de sus visiones se refieren a eventos futuros. Incluso las siete epístolas dirigidas a las siete iglesias en los capítulos dos y tres, a manera de señales, son profecías con respecto a la iglesia en la tierra durante esta era hasta que el Señor regrese.]

Las siete iglesias representan [proféticamente el progreso de la iglesia en siete etapas. La primera epístola, que va dirigida a la iglesia en Efeso, presenta un cuadro de la iglesia al final de la primera etapa, esto es, a finales del primer siglo. La segunda epístola, la cual va dirigida a la iglesia en Esmirna, prefigura la iglesia sufriente bajo la persecución del Imperio Romano, y abarca desde la última parte del primer siglo hasta la primera parte del cuarto siglo, cuando Constantino el Grande hizo que la iglesia gozara del favor imperial. La tercera epístola, escrita a la iglesia en Pérgamo, simboliza la iglesia mundana, la iglesia que se casó con el mundo, la cual abarca desde la época en que Constantino acogió el cristianismo hasta que se estableció el sistema papal, a finales del sexto siglo. La epístola dirigida a la iglesia en Tiatira representa proféticamente la iglesia apóstata, desde el establecimiento del sistema papal en las postrimerías del sexto siglo, hasta el final de esta era, cuando Cristo regrese. La quinta epístola, enviada a la iglesia en Sardis, prefigura la iglesia protestante, desde la Reforma, a principios del siglo dieciséis, hasta el regreso de Cristo. La sexta epístola, dirigida a la iglesia en Filadelfia, prefigura la iglesia del amor fraternal, el recobro de la vida de iglesia apropiada, y se extiende desde la primera parte del siglo diecinueve, cuando el Señor levantó algunos hermanos en Inglaterra para que comenzaran a practicar una vida de iglesia fuera de toda denominación y sistema divisivo, hasta la segunda manifestación del Señor. Y la séptima epístola, la epístola escrita a la iglesia en Laodicea, prefigura la degradación de la vida de iglesia que experimentaron estos hermanos en el siglo diecinueve, desde la última parte del siglo diecinueve hasta el regreso del Señor.]

I. LA IGLESIA EN EFESO

[La iglesia en Efeso representa la etapa final de la iglesia primitiva, a fines del primer siglo. “Efeso” en griego significa deseable, lo cual quiere decir que la iglesia primitiva, aun en su postrera etapa, era deseable para el Señor; el Señor todavía tenía muchas expectativas acerca de ella.]

A. La condición de la iglesia en esta etapa

Las palabras amor, vida y luz son cruciales en la epístola dirigida a la iglesia en Efeso. El requisito básico para llevar la vida de iglesia es nuestro amor hacia el Señor. No hay ningún problema con el amor del Señor hacia nosotros, pues El nos ha amado y continúa amándonos. El problema tiene que ver con nuestro amor hacia El. Aunque en el pasado hayamos amado al Señor y todavía lo amemos, existe el peligro de que nuestro amor por el Señor Jesús pueda desvanecerse. La epístola a la iglesia en Efeso nos advierte de esto. Esta epístola también presenta una revelación clara acerca del origen de la degradación de la vida de iglesia: la pérdida del primer amor. El amor nos da la posición, la base, el derecho y el privilegio de comer del árbol de la vida. El amor nos suministra la vida. Si amamos al Señor, tendremos el pleno derecho de disfrutarle como el árbol de la vida, esto es, como nuestro suministro de vida. La luz siempre sigue a la vida, ya que brota del abundante suministro de vida. Por consiguiente, la vida nos trae luz. Es de vital importancia que amemos al Señor. Si tenemos amor, tendremos la vida simbolizada por el árbol de la vida y tendremos la luz representada por el candelero.]

B. La promesa del Señor a los vencedores en esta etapa

[En Apocalipsis 2:7 el Señor afirma que al que venza, le dará a comer del árbol de la vida. A fin de experimentar la vida de iglesia apropiada y el recobro de la vida de iglesia, es decir, a fin de tener el crecimiento adecuado en la vida cristiana, lo que necesitamos no es una mera comprensión intelectual de las enseñanzas, sino comer al Señor en nuestro espíritu como el pan de vida (Jn. 6:57). Por lo tanto, no debemos considerar las palabras de la Biblia como simples doctrinas para aprenderlas con nuestra mente, sino más bien como alimento con el cual nutrir nuestro espíritu (Mt. 4:4; He. 5:12-14).]

[Comer del árbol de la vida nos trae nuevamente al principio, porque en el principio estaba el árbol de la vida (Gn. 2:9, 16). El árbol de la vida siempre nos trae de regreso al principio, donde no existe nada más que Dios mismo. En la vida de iglesia debemos ser conducidos una y otra vez al principio, para dejar a un lado cualquier otra cosa y disfrutar a Cristo como el árbol de la vida.]

[Sin embargo, para disfrutar a Cristo se requiere que lo amemos con el primer amor. Debemos amarlo por encima de todas las cosas, incluso por encima de la labor que realizamos para El. Unicamente al amarle de esta manera seremos conducidos de nuevo al principio, donde nada nos importa excepto el Dios Triuno, quien se brinda a nosotros como suministro de vida en el árbol de la vida. Esta es la manera adecuada de llevar la vida de iglesia y de ser preservados en ella.]

II. LA IGLESIA EN ESMIRNA

[En griego “Esmirna” significa mirra, una especia dulce que, en figura, representa el sufrimiento. En la tipología, la mirra representa el dulce sufrimiento de Cristo. Por lo tanto, la iglesia en Esmirna prefigura la iglesia sufriente, la cual fue perseguida por el Imperio Romano desde finales del primer siglo hasta los inicios del cuarto siglo.]

A. La condición de la iglesia en esta etapa

La iglesia sufrió las calumnias de los judíos. [En Apocalipsis 2:9 el Señor Jesús dijo que El conocía “las calumnias de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás”. Esto indica que la persecución provino de la religión, esto es, de los judíos incrédulos pertenecientes a la sinagoga de Satanás. Las calumnias de los judaizantes hacia la iglesia sufriente se refieren a la manera malvada en que la criticaron.]

La iglesia también sufrió la persecución del Imperio Romano. [En 2:10, el Señor habla de los “diez días” de tribulación de la iglesia en Esmirna. Estos diez días son una señal profética que indicaba que vendrían diez períodos de persecución en los que la iglesia sufriría a manos de los emperadores romanos.]

B. La promesa del Señor a los vencedores en esta etapa

Vencer, en esta epístola, significa vencer la persecución siendo fiel hasta la muerte. El Señor dijo: [“Sé fiel hasta la muerte, y Yo te daré la corona de la vida” (2:10b). Aquí, como en el resto del Nuevo Testamento, la corona denota un premio adicional a la salvación. La corona de vida como premio dado a todos los que son fieles hasta la muerte y que vencen la persecución, denota la fuerza vencedora, que es el poder de la vida de resurrección (Fil. 3:10).]

[“El que venza, no sufrirá ningún daño de la segunda muerte” (Ap. 2:11b). La segunda muerte se refiere al juicio que Dios traerá sobre el hombre después de la muerte y resurrección de éste. Por lo tanto, se refiere a la disciplina final (Ap. 20:11-15). Debido a que los vencedores han derrotado a la muerte siendo fieles hasta la muerte bajo la persecución y han permitido que Dios juzgue todo lo tenga que juzgar en ellos, después que resuciten nunca más serán “dañados” o tocados por la segunda muerte, es decir, por la muerte después de la resurrección. Esto indica que los que no venzan la persecución sufrirán el daño de la segunda muerte, esto es, los creyentes que no hayan vencido sufrirán disciplina de parte del Señor después que hayan resucitado.]

III. LA IGLESIA EN PÉRGAMO

[En griego “Pérgamo” quiere decir “matrimonio”, lo cual implica unión, y “torre fortificada”. Como señal, la iglesia en Pérgamo prefigura la iglesia que entró en una unión matrimonial con el mundo y llegó a ser una torre alta y fortificada, lo cual equivale al gran árbol profetizado por el Señor en la parábola de la semilla de mostaza (Mt. 13:31-32). Después que Satanás fracasó en su intento de destruir la iglesia por medio de la persecución del Imperio Romano en los primeros tres siglos, él decidió cambiar su estrategia. Así que buscó corromperla haciendo que Constantino le diera una calurosa recepción, aclamándola como la religión estatal, a principios del cuarto siglo. Como resultado de la acogida e influencia política de Constantino, multitudes de incrédulos fueron bautizados e introducidos a la “iglesia”, y esta presunta “iglesia” se hizo monstruosamente grande. La iglesia genuina ha sido llamada a salir del mundo y ha sido apartada para Dios, con miras al cumplimiento de Su propósito. Sin embargo, con la acogida del Imperio Romano, la iglesia regresó al mundo y, a los ojos de Dios, incluso se casó con el mundo.] [Debido a que la iglesia, como novia pura, es la esposa de Cristo, su unión con el mundo es considerada como fornicación espiritual a los ojos de Dios.]

Ahora podemos entender por qué los que llevan la delantera en nuestra localidad siempre hablan en contra del mundo y de las cosas mundanas. Debemos abandonar el mundo y tener ojos sólo para Cristo.

A. La condición de la iglesia en esta etapa

[En Apocalipsis 2:13 el Señor Jesús le dijo a la iglesia en Pérgamo: “Yo conozco dónde moras, donde está el trono de Satanás”. La morada de Satanás es el mundo. Ya que la iglesia se unió al mundo y se hizo mundana, vino a morar donde Satanás mora: en el mundo.]

[En Apocalipsis 2:14 el Señor añadió: “Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a algunos que retienen la enseñanza de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación”. Balaam fue un profeta gentil que hizo que el pueblo de Dios tropezara. Buscando obtener ganancia (2 P. 2:15, Jud. 11), él introdujo al pueblo de Dios en la fornicación y la idolatría (Nm. 25:1-3; 31:16). En la iglesia mundana algunos empezaron a enseñar estas mismas cosas. Cuando la iglesia mundana dejó a un lado el nombre y la persona del Señor, se volvió a la idolatría, lo cual resultó en fornicación.]

[En Apocalipsis 2:15 el Señor agregó: “Asimismo tú también tienes a los que retienen la enseñanza de los nicolaítas”. “Nicolaítas” es el equivalente de la palabra griega nikolaitai, cuya raíz es nikolaos, compuesta de dos vocablos: niko, que quiere decir “conquistar” o “vencer”, y laos, que significa “gente común”, “gente secular” o “laicado”. Por tanto, “nikolaos” quiere decir “conquistar a la gente común” o “vencer a los laicos”. Así que, nicolaítas debe referirse a un grupo de personas que se consideran superiores a los creyentes comunes. En la iglesia en Pérgamo, las obras de los nicolaítas (Ap. 2:6) se convirtieron en una enseñanza. No sólo practicaban la jerarquía, sino que además la enseñaban. Tal jerarquía anula la función de los creyentes como miembros del Cuerpo de Cristo, y anula así el Cuerpo del Señor como expresión Suya.]

B. La promesa del Señor a los vencedores en esta etapa

[En 2:17 tenemos la promesa del Señor a los vencedores en esta etapa. Vencer aquí significa específicamente vencer la unión de la iglesia con el mundo, la enseñanza de la idolatría y la fornicación, y la enseñanza de las jerarquías.]

[En 2:17b el Señor dice: “Al que venza, daré a comer del maná escondido”. El maná es un tipo de Cristo como alimento celestial, el cual capacita al pueblo de Dios para que siga Su camino. Una porción de ese maná fue preservada en una urna de oro, la cual fue escondida dentro del arca (Ex. 16:32-34; He. 9:4). El maná que descendía del cielo fue dado al pueblo del Señor para que lo disfrutara de una manera pública; pero el maná escondido representa al Cristo escondido, el cual es una porción muy especial reservada para los vencedores, quienes vencen la degradación de la iglesia mundana. Mientras la iglesia sigue el camino del mundo, estos vencedores viven en la presencia de Dios en el Lugar Santísimo, donde disfrutan del Cristo escondido como la porción especial que los abastece diariamente. Esta promesa está siendo cumplida hoy en la vida apropiada de iglesia y será cumplida cabalmente en el reino venidero.]

[El Señor también prometió a los vencedores en Apocalipsis 2:17 que El les daría “una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe”. En la Biblia, la piedra alude al material destinado para el edificio de Dios (Mt. 16:18; 1 P. 2:5; 1 Co. 3:12). En nuestro ser natural no somos piedras, sino barro; sin embargo, debido a que recibimos la vida y naturaleza divinas mediante la regeneración, ahora podemos ser transformados en piedras, e incluso en piedras preciosas al disfrutar a Cristo como nuestro suministro de vida (2 Co. 3:18). Aquellos que no siguen la iglesia mundana, sino que disfrutan al Señor en la vida apropiada de iglesia, serán transformados en piedras destinadas para el edificio de Dios. Además, como lo indica el color blanco, el Señor los justificará y los aprobará. Dios justificará a los vencedores y el Señor los aprobará. Por consiguiente, ellos serán los materiales útiles para edificar el templo de Dios conforme a la economía neotestamentaria de Dios.]

IV. LA IGLESIA EN TIATIRA

[La iglesia en Tiatira es la iglesia apóstata. Tiatira en griego significa “sacrificio aromático” o “sacrificio continuo”. Como señal, la iglesia en Tiatira prefigura la Iglesia Católica Romana, la cual constituyó la iglesia apóstata cuando se estableció el sistema papal universal a finales del sexto siglo. Esta iglesia apóstata está llena de sacrificios como lo demuestran sus misas continuas. Dicha iglesia apóstata permanecerá hasta el regreso del Señor.]

A. La condición de la iglesia en esta etapa

[La iglesia en Tiatira es la continuación de la iglesia mundana, la cual es simbolizada por la iglesia en Pérgamo. La iglesia en Pérgamo retenía la enseñanza del profeta Balaam y la enseñanza de los nicolaítas, es decir, la enseñanza del sistema clerical. La Iglesia Católica da continuidad a estas enseñanzas: la enseñanza de Balaam, que conduce a la idolatría y a la fornicación, y la enseñanza de los nicolaítas, la cual fortalece la jerarquía. En la Iglesia Católica actualmente hay una fuerte enseñanza que promueve el establecimiento de la organización religiosa y su jerarquía.]

[Uno de los aspectos sobresalientes que se mencionan en la epístola a la iglesia en Tiatira es la mujer Jezabel. El Señor habla de ella en Apocalipsis 2:20, donde dice: “Tengo contra ti que toleras a esa mujer Jezabel, que dice ser profetisa, y enseña y seduce a Mis esclavos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos”. Esta es la misma mujer de la cual profetizó el Señor en Mateo 13:33, la cual añadió levadura (que representa cosas malignas, heréticas y paganas) a la flor de harina (que representa a Cristo como la ofrenda de harina para la satisfacción de Dios y del hombre). Esta mujer es también la gran ramera de Apocalipsis 17, la cual mezcla abominaciones con las cosas divinas. Jezabel, la esposa pagana de Ahab, tipifica a esta iglesia apóstata.]

B. La promesa del Señor a los vencedores en esta etapa

En el versículo 26 el Señor dice que al que venza, le dará autoridad sobre las naciones. Reinar con Cristo sobre las naciones en el reino milenario es un premio para los vencedores (20:4, 6). Esta promesa del Señor implica claramente que los que no respondan a Su llamado para vencer la iglesia apóstata, no participarán en el reinado del reino milenario.]

[En 2:28 hallamos otro aspecto de la promesa del Señor a los vencedores en esta etapa. Este versículo dice: “Y le daré la estrella de la mañana”. La estrella de la mañana aquí se refiere a la venida de Cristo. En la primera venida de Cristo, Su estrella fue vista por los magos y no por los religiosos judíos (Mt. 2:2, 9-10). Cristo, en Su segunda venida, será la estrella de la mañana para los vencedores, quienes velan por Su regreso. Para todos los demás El aparecerá sólo como el sol (Mal. 4:2). Unicamente los vencedores, quienes disfrutan a Cristo como el maná escondido, verán al Cristo escondido, el cual aparecerá como la estrella de la mañana a los que le aman.]

V. LA IGLESIA EN SARDIS

[Sardis en griego significa “el remanente”, “lo restante” o “la restauración.” Como señal, la iglesia en Sardis prefigura la iglesia protestante, desde la Reforma hasta la segunda venida de Cristo. La Reforma fue la reacción de Dios a la apóstata Iglesia Católica Romana, la cual es tipificada por la degradada iglesia en Tiatira. La Reforma fue llevada a cabo por una minoría de creyentes, el remanente. Por consiguiente, fue una restauración efectuada por el remanente.]

A. La condición de la iglesia en esta etapa

[Al mensajero de la iglesia en Sardis el Señor le dice: “Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto” (Ap. 3:1). Muchos consideran que la iglesia protestante reformada es viviente, pero el Señor dice que está muerta. Por lo tanto, necesita los siete Espíritus vivientes de Dios y las estrellas brillantes.]

[En el versículo 2 el Señor dijo: “Afirma las cosas que quedan, las que están a punto de morir”. “Las cosas que quedan” son las cosas que se habían perdido y fueron restauradas por la Reforma, tales como la justificación por fe y la exposición de la Biblia. Aunque estas cosas habían sido restauradas, estaban a punto de morir. Por lo tanto, la Iglesia Protestante necesita de avivamientos que la mantengan viva.

En este mismo versículo el Señor añade: “No he hallado que tus obras hayan sido acabadas delante de Mi Dios”. Nada de lo que se ha comenzado en la Reforma ha sido acabado por las iglesias protestantes. Por eso la iglesia en Filadelfia (3:7-13), que representa a la iglesia recobrada, es necesaria para acabar dicha obra. A los ojos de Dios, no hay obras completadas en las llamadas iglesias reformadas.]

B. La promesa del Señor a los vencedores en esta etapa

[En 3:5 tenemos la promesa del Señor a los vencedores en esta etapa. El vencer aquí se refiere a vencer la muerte que prevalece en las iglesias protestantes, es decir, vencer al protestantismo muerto. El versículo 5 en su totalidad es la promesa del Señor a los vencedores, la cual será cumplida en el reino milenario después de Su venida.]

[En 3:4 el Señor dice: “Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han contaminado sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas porque son dignas”. En la Biblia, las vestiduras representan lo que somos en nuestro andar y vivir. Contaminar estas vestiduras se refiere particularmente a mancharlas con muerte. Ante Dios, la muerte contamina más que el pecado (Lv. 11:24-25; Nm. 6:6-7, 9). En este versículo, la contaminación denota todo lo que está relacionado con la muerte. La contaminación en Sardis no era producida por el pecado, sino por la muerte.

Al dirigirse a los que no han contaminado sus vestiduras, el Señor dice: “Andarán conmigo en vestiduras blancas porque son dignos”. El color blanco no sólo simboliza pureza, sino también aprobación. Aquí las vestiduras blancas representan un modo de andar y vivir que no ha sido contaminado por la muerte y que será aprobado por el Señor. Es algo que les hace aptos para andar con el Señor, especialmente en el reino venidero.]

[El Señor dice en 3:5b: “Y nunca borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de Sus ángeles”. El libro de la vida es un registro divino de los nombres de aquellos que participan de las bendiciones que Dios ha preparado para ellos. Estas bendiciones son dadas en tres etapas: la iglesia, el reino milenario y la eternidad. Todos los creyentes participarán de las bendiciones de la primera y tercera etapa, pero sólo los vencedores participarán en las bendiciones de la segunda etapa, es decir, en las bendiciones del reino milenario. A los que cooperen con la gracia de Dios y maduren en vida en la era de la iglesia, se les dará como premio la entrada al reino milenario y la participación en las bendiciones divinas de esa etapa. Eso significa que sus nombres no serán borrados del libro de la vida durante el milenio.]

VI. LA IGLESIA EN FILADELFIA

[En griego la palabra “Filadelfia” significa amor fraternal. Como señal, la iglesia en Filadelfia prefigura la vida apropiada de iglesia, que fue recobrada por los hermanos que el Señor levantó en Inglaterra a principios del siglo diecinueve. Tal como la iglesia reformada —representada por la iglesia en Sardis— fue una reacción a la Iglesia Católica apóstata —representada por la iglesia en Tiatira—, así también la iglesia del amor fraternal fue una reacción contra la iglesia reformada muerta. Esta reacción continuará como testimonio contra el catolicismo apóstata y contra el protestantismo degradado, hasta que el Señor regrese.]

A. La condición de la iglesia en esta etapa

La iglesia guarda la palabra de Dios. [En Apocalipsis 3:8 el Señor dice: “Tienes poco poder y has guardado Mi palabra”. Una característica sobresaliente de la iglesia en Filadelfia es que ha guardado la palabra de Dios. De acuerdo con la historia, ningún otro grupo de cristianos ha guardado la palabra de Dios tan estrictamente como la iglesia en Filadelfia. La iglesia en Filadelfia, la iglesia recobrada, no se preocupa por las tradiciones, sino por la palabra de Dios.]

[En 3:8 el Señor también dice que la iglesia en Filadelfia no ha negado Su nombre. Los hermanos que el Señor levantó en Inglaterra a principios del siglo diecinueve, no tomaron ningún otro nombre aparte del nombre del Señor. La palabra del Señor es Su expresión, y Su nombre es El mismo. La iglesia apóstata se desvió de la palabra del Señor y vino a ser herética. Aunque la iglesia reformada recobró la palabra del Señor hasta cierto punto, ha negado el nombre del Señor al ponerse otros nombres, tales como los nombres de las denominaciones. La iglesia recobrada no sólo ha regresado por completo a la palabra del Señor, sino que también ha abandonado todos los demás nombres que no sean el nombre del Señor Jesucristo. La iglesia recobrada pertenece exclusivamente al Señor, y no tiene nada que ver con ninguna denominación (ningún nombre). Desviarse de la palabra del Señor es apostasía, y denominar a la iglesia tomando cualquier otro nombre que no sea el del Señor es fornicación espiritual. La iglesia, como virgen pura desposada con Cristo (2 Co. 11:2), no debe tener otro nombre que no sea el de su Marido. Todos los otros nombres son una abominación a los ojos de Dios.]

[En 3:8a el Señor dice: “Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar”. Puesto que el Señor tiene la llave de David y puesto que El abre y nadie puede cerrar (v. 7), El le ha abierto una puerta a la iglesia recobrada, “la cual nadie puede cerrar”. Desde que comenzó el recobro de la apropiada vida de iglesia, a principios del siglo diecinueve, hasta ahora, siempre ha habido una puerta totalmente abierta para el recobro del Señor.]

[“Por cuanto has guardado la palabra de Mi perseverancia, Yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre toda la tierra habitada, para probar a los que moran sobre la tierra” (3:10). Esta promesa se refiere al arrebatamiento de los vencedores antes de la gran tribulación. La palabra “prueba” en 3:10 se refiere indudablemente a la gran tribulación (Mt. 24:21), la cual está por venir sobre toda la tierra habitada, como lo indican la quinta trompeta, la sexta trompeta, y las siete copas de la séptima trompeta (8:13—9:21; 11:14-15; 15:1; 16:1-21). La “prueba” quizás también incluya las calamidades sobrenaturales del sexto sello y de las primeras cuatro trompetas. El Señor le promete a la iglesia recobrada que la guardará “de la hora de la prueba” (no sólo de la prueba, sino también de la hora de la prueba), porque ella ha guardado la palabra de la perseverancia del Señor. Esta promesa del Señor, tal como Su promesa en Lucas 21:36, indica que los santos que guarden la palabra de la perseverancia del Señor serán arrebatados antes de la gran prueba.]

B. La promesa del Señor a los vencedores en esta etapa

[En Apocalipsis 3:11 y 12 tenemos la promesa del Señor a los vencedores en Filadelfia. Vencer en esta epístola significa retener lo que tenemos en la iglesia recobrada.]

[En el versículo 11 el Señor dice: “Yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona”. La iglesia recobrada ya ha ganado su corona. Sin embargo, si no retiene lo que posee en el recobro del Señor hasta que el Señor regrese, alguien podría quitarle su corona. Puesto que esta corona es una recompensa de parte del Señor, debe ser guardada hasta que El vuelva.]

[En 3:12a el Señor declara: “Al que venza, Yo lo haré columna en el templo de Mi Dios, y nunca más saldrá de allí”. En 2:17 el que venza será una piedra transformada para el edificio de Dios. Aquí, el vencedor será hecho una columna edificada en el templo de Dios. Por ser parte del edificio de Dios, el que haya vencido “nunca más saldrá de allí”. Esta promesa, como premio para el vencedor, se cumplirá en el reino milenario.]

[En 3:12b, el Señor dice con respecto de los vencedores: “Escribiré sobre él el nombre de Mi Dios, y el nombre de la ciudad de Mi Dios, la Nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de Mi Dios, y Mi nombre nuevo”. Aquí el Señor habla de la Nueva Jerusalén. La Nueva Jerusalén no es una ciudad física, sino una entidad compuesta de creyentes. Esta entidad aparecerá primero en el milenio como la totalidad de todos los vencedores. Tales vencedores llevarán el nombre de Dios porque tienen la naturaleza de Dios en ellos; y también llevarán el nombre de la ciudad de Dios porque son la ciudad de Dios. Esto significa que los vencedores serán la Nueva Jerusalén.]

LA IGLESIA EN LAODICEA

[En griego, la palabra “Laodicea” significa opinión o juicio, del pueblo o del laicado. Como señal, la iglesia en Laodicea prefigura la iglesia recobrada que se degradó después. Menos de un siglo después que el Señor recobrara la iglesia apropiada a principios del siglo diecinueve, algunas de las iglesias recobradas (“las asambleas”) se degradaron. La iglesia recobrada que después se degradó difiere de la iglesia reformada, representada por la iglesia en Sardis, y de la iglesia recobrada apropiada, representada por la iglesia en Filadelfia. La iglesia recobrada que después se degradó, representada por Laodicea, existirá hasta que el Señor regrese.]

A. La condición de la iglesia en esta etapa

[“Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Así que, por cuanto eres tibio, y no caliente ni frío, estoy por vomitarte de Mi boca” (Ap. 3:15-16). Una vez que la iglesia recobrada se degradó, se hizo tibia, es decir, ni fría ni caliente.]

[De acuerdo con el versículo 16b, el Señor está por vomitar de Su boca a los creyentes tibios. Una vez que nos volvemos tibios, no somos aptos para llevar adelante el mover del Señor y seremos vomitados de Su boca. Cuando la iglesia recobrada se degrada, está en peligro de ser vomitada de la boca del Señor, a menos de que se arrepienta y vuelva a estar ardiente, teniendo ricas experiencias de El. Ser vomitado de la boca del Señor significa perder el gozo de todo lo que el Señor es para Su iglesia.]

[En el versículo 17 el Señor dice: “Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo”. La iglesia recobrada que después se degradó (“la asamblea”) se jacta de sus riquezas (principalmente en forma de conocimiento doctrinal). No se da cuenta de que es pobre en cuanto a la vida, ciega en cuanto a la visión y desnuda en cuanto a la conducta.]

[En el versículo 18 el Señor añade: “Yo te aconsejo que de Mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se manifieste la vergüenza de tu desnudez; y colirio con que ungir tus ojos, para que veas”. Al comprar se requiere pagar un precio. La iglesia recobrada que después se degradó, debe pagar un precio por el oro, por las vestiduras blancas y por el colirio, los cuales necesita desesperadamente.]

[En Apocalipsis 3:20 el Señor dice: “He aquí, Yo estoy a la puerta y llamo”. Aquí la puerta no es la puerta de los corazones de individuos, sino la puerta de la iglesia. La iglesia en Laodicea tiene conocimiento, pero no tiene la presencia del Señor. El Señor como Cabeza de la iglesia está fuera de la iglesia degradada, llamando a la puerta. Esto significa que, en la práctica, la iglesia recobrada y luego degradada no tiene a Cristo. Tiene a Cristo sólo de nombre, pero no tiene Su presencia. En realidad, el Señor se encuentra afuera, tocando a la puerta.]

B. La promesa del Señor a los vencedores en esta etapa

[En 3:20b y 21 tenemos la promesa del Señor a los vencedores en esta etapa. En este caso, vencer implica vencer la tibieza y el orgullo de la iglesia recobrada que cayó en degradación, pagar el precio para comprar lo necesario y abrir la puerta para que el Señor pueda entrar.]

[En el versículo 20b el Señor dice: “Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entrare a él, y cenaré con él, y él conmigo”. Según el griego, cenar alude a la comida principal del día, que se tomaba por la tarde. Cenar no se refiere simplemente a comer algo, sino a comer de la abundancia de un banquete. Esto tal vez se refiera a cómo los hijos de Israel comían del rico producto de la buena tierra de Canaán (Jos. 5:10-12).

La cena prometida en Apocalipsis 3:20b no es sólo para el futuro sino también para hoy. Si somos vencedores, cuando el Señor venga en Su reino, tendremos el privilegio de comer con El. Sin embargo, antes de aquel día podemos deleitarnos cenando con El.]

[En el versículo 21 el Señor añade: “Al que venza, le daré que se siente conmigo en Mi trono, como Yo también he vencido, y me he sentado con Mi Padre en Su trono”. Sentarse con el Señor en Su trono será un premio para los vencedores, los cuales participarán de la autoridad del Señor en el reino venidero. Esto significa que los vencedores serán co-reyes con Cristo reinando sobre toda la tierra.]

CONCLUSIÓN

[Las siete iglesias mencionadas en Apocalipsis 2 y 3 no sólo representan proféticamente el progreso de la iglesia en sus siete etapas, sino que también simbolizan siete clases de iglesias a lo largo de la historia: la iglesia primitiva, la iglesia sufriente, la iglesia mundana, la iglesia apóstata, la iglesia reformada, la iglesia recobrada, y la iglesia recobrada que cayó en degradación. La iglesia primitiva llegó a ser la iglesia sufriente; la iglesia sufriente se volvió mundana, es decir, vino a ser la iglesia mundana; y la iglesia mundana se convirtió en la iglesia apóstata. Por consiguiente, las primeras cuatro iglesias llegaron a ser una clase de iglesia, la iglesia apóstata, la Iglesia Católica Romana. Luego, como reacción contra la iglesia apóstata, surgió otra clase de iglesia, la iglesia reformada, la cual no fue recobrada completamente. Después, la iglesia recobrada fue levantada, donde se recobró totalmente la vida apropiada de iglesia. No obstante, la iglesia recobrada cayó después en degradación. Estas cuatro clases de iglesias —la Iglesia Católica Romana, la iglesia reformada, la iglesia recobrada y la iglesia recobrada que después se degradó—, permanecerán hasta el regreso del Señor. Sin duda alguna, la iglesia recobrada es la única que puede cumplir el propósito eterno de Dios, y sólo ella es lo que el Señor desea.]

Preguntas

  1. Escriba una profecía indicando, para cada iglesia, el período que ésta abarca, el significado de su nombre, la manera en que podemos aplicar su condición a nosotros hoy, y el premio que ella recibirá y cómo éste se relaciona con su respectiva condición.

Pasajes citados

  1. The Conclusion of the New Testament [La conclusión del Nuevo Testamento] (Lee/LSM), págs. 2497-2535.

Referencias adicionales

  1. The Conclusion of the New Testament [La conclusión del Nuevo Testamento] (Lee/LSM), págs. 2497-2535.
  2. The Orthodoxy of the Church [La ortodoxia de la iglesia] (Nee/LSM), págs. 9-109.