Watchman Nee Libro Book cap.10 Libro de lecciones nivel 2: El Dios triuno
EL DIOS TRIUNO SEGÚN SE REVELA EN LAS EPÍSTOLAS (2)
Lección diez
EL DIOS TRIUNO SEGÚN SE REVELA EN LAS EPÍSTOLAS (2)
Lectura bíblica
Ef. 2:1-6, 13, 17-18; 1 Co. 15:45b; Ef. 3:14-17.
Bosquejo
- El tráfico entre el Dios Triuno y el hombre es recíproco (Efesios 2)
- El Dios Triuno mora en nosotros (Efesios 3)
Texto
En esta lección veremos los capítulos dos y tres de Efesios. Efesios 2 nos muestra una circulación maravillosa y recíproca: Dios viene a nosotros y nosotros vamos a Dios.
III. EL TRÁFICO ENTRE EL DIOS TRIUNO Y EL HOMBRE ES RECÍPROCO (EN EFESIOS 2)
El capítulo 2 de Efesios comienza diciendo que caímos en el pecado y la muerte, y que permanecimos bajo el dominio de estos dos elementos negativos (vs. 1-3) hasta que, debido a Su gran amor, Dios vino a vivificarnos, a levantarnos de la muerte, a exaltarnos y a sentarnos en los lugares celestiales. El no hizo esto directamente, sino por medio de Cristo. Aparte de Cristo no hay posibilidad de que Dios nos vivifique. Dios nos resucitó y nos sentó en los lugares celestiales en Cristo (vs. 4-6). Cristo es el medio, el elemento y la esfera en la cual Dios nos vivifica, nos levanta y nos hace sentar en los cielos. Aparte de Cristo, Dios no tiene forma de efectuar en nosotros estos tres pasos. Dios los efectuó utilizando a Cristo como medio.
Cristo realizó muchas obras funcionando como canal de Dios. Todo lo que El realizó se puede sintetizar en un sólo logro: “Su sangre” (v. 13). Esta sangre es la señal maravillosa de la muerte de Cristo. Después de lograr tanto a través de Su muerte todo-inclusiva, Cristo vino para predicar el evangelio (v. 17). ¿Cómo pudo El predicarnos el evangelio después de haber sido crucificado y sepultado? Esto fue posible porque El resucitó como el Espíritu vivificante (1 Co. 15:45b). Cuando Cristo como Espíritu predicó tal evangelio, nosotros lo escuchamos y lo aceptamos. ¿Qué fue lo que recibimos? Al Espíritu vivificante. ¡Aleluya! ¡Lo que el amor de Dios inició, vino a nosotros por medio de Cristo, el Canal, y nos alcanzó al ser el Espíritu!
Sin embargo, esta no es la meta final. El Dios Triuno tiene como meta introducirnos en El mismo. Es por eso que Efesios 2:18 añade: “Porque por medio de El los unos y los otros tenemos acceso en un mismo Espíritu al Padre”. Estos versículos muestran que cuando recibimos al Espíritu mediante la predicación, recibimos al Hijo. Luego, el Espíritu nos lleva de regreso al Padre por medio del Hijo. ¡Esto es maravilloso! El Padre vino a nosotros a través del Hijo y en el Espíritu, y ahora el Espíritu nos lleva de regreso al Padre por medio del Hijo. ¡Qué maravilloso es este tráfico en ambas direcciones! Disfrutamos la impartición triple de vida de parte del Dios Triuno.
IV. EL DIOS TRIUNO MORA EN NOSOTROS
(EFESIOS 3)
Después de Efesios 2 tenemos en el capítulo 3 una oración hecha por el apóstol Pablo. Efesios 3:14-17 dice: “Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre … para que os dé … el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por Su Espíritu; para que Cristo haga Su hogar en vuestros corazones por medio de la fe”. Vemos aquí de nuevo al Dios Triuno: el Padre, Su Espíritu y Cristo. Esta es una oración maravillosa que nos lleva a experimentar la impartición divina de la Trinidad Divina. Primero Pablo dobla sus rodillas ante el Padre, apelando así a la fuente misma. El pidió al Padre que fortaleciera a los creyentes en su hombre interior por medio de Su Espíritu. Nuestro hombre interior es nuestro espíritu regenerado por el Espíritu Santo. Nuestro espíritu está mezclado con el Espíritu. ¿Cómo podemos ser un espíritu con el Señor? Solamente mediante el Señor como Espíritu mezclado con nuestro espíritu. El Espíritu divino se mezcló con nuestro espíritu humano para ser un sólo espíritu. ¡Es maravilloso que el Padre nos fortalezca en nuestro hombre interior por medio del Espíritu!
¿Qué significa ser fortalecidos con poder en el hombre interior por Su Espíritu? Consideremos nuestra experiencia. Muchas veces nos perturbamos, nos desconcertamos e incluso nos frustramos. Pareciera que nada marcha bien en la escuela o en el hogar. Mientras más consideramos nuestra situación, más estancados nos sentimos y no sabemos qué hacer. Y mientras más le damos vueltas al asunto, más debilitados y engañados somos. En esos momentos necesitamos decir: “¡Satanás, apártate de mí! Voy a entrar en mi hombre interior, voy a disfrutar del Espíritu que fortalece mi espíritu”. Mientras más ore, más fortalecido será, pues por medio de la oración ejercitará su espíritu, el cual está mezclado con el Espíritu de Dios; esto fortalece su hombre interior. Usted debe practicar esto a fin de disfrutar al Dios Triuno.
Pablo continúa diciendo que al ser fortalecidos de esta manera, Cristo el Hijo puede hacer Su hogar en nuestro corazón. Esto quiere decir que Cristo se establece en nuestro ser. Nuestro corazón se compone del alma —la mente, la parte emotiva y la voluntad— más la conciencia, la cual es una parte de nuestro espíritu. Ahora que somos creyentes, Cristo está en nosotros; pero Su deseo es hacer Su hogar en nuestro corazón. El no quiere estar limitado sólo a un rincón, sino que anhela vivir en todas las partes de nuestro ser. En ocasiones nos sentimos débiles en nuestro espíritu; ésto se debe a que Cristo tiene acceso sólo a una pequeña parte de nuestro ser. Si El ocupara todas y cada una de las “recámaras” de nuestro corazón, nunca estaríamos débiles.
Al principio, cuando usted recibió al Señor, El entró a su espíritu. Esto es como si usted lo hubiese invitado a pasar a su “sala”. Pero es posible que no le haya dado la libertad para entrar a otras áreas. Por ejemplo, su mente es otra área a la que Cristo desea entrar. A veces usted tiene pensamientos impropios, y tal vez siente que el Señor le indica que detenga esos pensamientos y que comience a invocar Su nombre. Si no le obedece, usted perderá la oportunidad de que El extienda Su hogar a otras áreas de su corazón. ¿Y qué acerca de sus emociones? En ocasiones usted ama cierta cosa o a cierta persona más que al Señor mismo, mientras que el Señor desea que lo ame sólo a El con todo su corazón; no obstante, usted no está dispuesto a volverse a El. Finalmente, deberá tratar con su voluntad. El Señor quiere que usted lea la Biblia, pero tal vez muchas veces usted no lo hace. Como puede ver, en su vida diaria se presentan muchas oportunidades para que el Señor se extienda a otras áreas de su corazón. En esos momentos, usted necesita ablandar su corazón y arrepentirse ante el Señor. Si hace esto, será fortalecido por el Espíritu y experimentará la salvación del Señor en todo su ser, al grado que su mente, parte emotiva, voluntad y conciencia serán saturadas de Cristo. Esta es la única manera en que El puede hacer Su hogar en nuestro corazón.
A pesar de que en las lecciones nueve y diez sólo abarcamos varios pasajes de algunas epístolas, hemos podido apreciar cuán ricos son estos pasajes en cuanto a experimentar al Dios Triuno. Creemos que al haber dado énfasis a ciertos versículos relacionados con el Dios Triuno, les hemos ayudado a descubrir por sí mismos estas riquezas. Esperamos que esto despierte su interés por leer más de las epístolas, con el fin de disfrutar y experimentar la rica impartición de nuestro maravilloso Dios.
Preguntas
- ¿En qué consiste el tráfico recíproco al cual se refiere ésta lección?
- ¿Está permitiendo que el Espíritu ocupe más de su ser? Testifique algunas de sus experiencias.
- Memorice Efesios 3:14-17.
Referencias adicionales
- The Divine Dispensing of the Divine Trinity [La impartición divina de la Trinidad Divina] (Lee/LSM), págs. 157-164.
- Life-study of Ephesians [Estudio-vida de Efesios] (Lee/LSM), pág. 297.