Watchman Nee Libro Book cap.1 Libro de lecciones nivel 2: El Dios triuno
EL DIOS TRIUNO ES UN MISTERIO
Lección uno
EL DIOS TRIUNO ES UN MISTERIO
Lectura bíblica
Is. 45:5; 1 Co. 8:4; Mt. 28:19; Jn. 1:1; 2 Co. 3:17; He. 1:8-9; Ap. 1:4; 4:5; 5:6.
Bosquejo
- Sólo hay un Dios
- Dios es triuno: el Padre, el Hijo y el Espíritu
- El misterio de misterios
Texto
I. SOLO HAY UN DIOS
Primero que todo, debemos entender claramente que sólo hay un Dios. Dios es sólo uno, y no hay otro aparte de El. Nuestro Dios es el único Dios; tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento establecen esto claramente. Isaías 45:5 dice: “Yo soy Jehová, y ninguno más hay; no hay Dios fuera de mí”. En 1 Corintios 8:4 leemos: “Y que no hay más que un Dios”. En todo el universo sólo hay un Dios verdadero. El Dios que tiene un sólo beneplácito, una sóla voluntad, un sólo propósito eterno y una economía singular, es un sólo Dios. El Dios que nos escogió y nos predestinó es sólo uno. El Dios que creó los cielos, la tierra y al hombre para Su propósito, es uno. El Dios que ama al hombre es sólo uno. El Dios que se encarnó para morir por nosotros a fin de redimirnos, perdonarnos, lavarnos, justificarnos y reconciliarnos consigo mismo, es uno. El Dios que resucitó para ser nuestra vida, regenerarnos, santificarnos, transformarnos, conformarnos y glorificarnos, es uno. Nosotros sólo tenemos un Dios: no dos, ni tres ni muchos, sino solamente uno.
II. DIOS ES TRIUNO:
EL PADRE, EL HIJO Y EL ESPÍRITU
Aunque nuestro Dios es sólo uno, hay algo misterioso acerca de El: que El es tres en uno, es decir, que es “triuno” (en latín, “tri” significa tres y “uno” significa uno). Es por eso que le llamamos el “Dios Triuno”. Tal vez se pregunte de dónde proviene este término, ya que no existe tal número en las matemáticas humanas. En Mateo 28:19 el Señor Jesús dice: “Bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”. Aquí el Señor habla claramente de los Tres, o sea, del Padre, el Hijo y el Espíritu; sin embargo, notemos que se refiere a “el nombre” en singular, lo cual denota una única Persona. Aun podríamos decir que el nombre de nuestro Dios es “Padre, Hijo y Espíritu Santo”. En versículos como éste podemos ver en la Biblia que nuestro Dios es uno y a la vez tres, es tres y a la vez uno.
III. EL MISTERIO DE MISTERIOS
El Dios Triuno —el Padre, el Hijo y el Espíritu— es un misterio. De hecho, es ¡el misterio de misterios! Nosotros como seres humanos, limitados y finitos, no podemos entender esto cabalmente, ni definirlo de una manera adecuada. Juan 1:1 dice: “Y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios”. Basados en la cláusula “y el Verbo estaba con Dios”, podríamos entender que el Verbo y Dios son dos, ya que el Verbo estaba con Dios. Pero la cláusula “el Verbo era Dios” indica que el Verbo y Dios son uno, pues el Verbo era Dios. ¿Son Ellos dos o uno? Ciertamente las dos afirmaciones son verdaderas; esto es un verdadero misterio.
En 2 Corintios 3:17 dice que “el Señor es el Espíritu”. Aquí el Señor y el Espíritu son uno, porque el Señor es el Espíritu. Luego el mismo versículo habla de “el Espíritu del Señor”; esto indica que son dos. ¿Son el Señor y el Espíritu uno o dos? Esto es realmente un misterio.
Notemos que en Hebreos 1:8-9 el Hijo es llamado Dios; luego se hace referencia a Dios como “el Dios Tuyo”: “Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios; por el siglo del siglo … por lo cual te ungió Dios, el Dios Tuyo”. ¿Cómo podemos explicar esto? ¿Podemos acaso dirigirnos a Dios diciendo: “Oh, Dios … te ungió el Dios Tuyo”? Esto también es un misterio.
Finalmente, en Apocalipsis 1:4, 4:5 y 5:6 leemos que el Espíritu de Dios (Ef. 4:4) es llamado “los siete Espíritus”. Aquí vemos otro misterio. Queridos hermanos, tenemos que aprender a simplemente aceptar la Palabra pura.
Sin embargo, este misterio no debe perturbarnos. Muchas cosas relacionadas a la vida no son entendibles para la mente humana, sólo podemos darnos una idea general de ellas. Por ejemplo, aunque nosotros tenemos vida en nuestro cuerpo físico, nadie puede explicar esta vida cabalmente, porque es un misterio. Además, hay un espíritu dentro de nosotros, lo cual es aún más misterioso. ¿Qué es la vida del hombre? ¿Y qué es el espíritu del hombre? Nadie puede dar una explicación definitiva de ello. Si no podemos comprender el misterio del hombre, que es comparativamente menor, ¿cómo pretendemos entender el gran misterio del Dios Triuno: el Padre, el Hijo y el Espíritu? Existen muchas otras cosas inexplicables en el universo, por ejemplo, la electricidad. Con nuestra mente limitada sólo podemos aceptar que algunas cosas son así, pero no podemos entender por qué son de tal manera. Si no podemos entender cabalmente algo simple como la electricidad, ¡mucho menos podremos entender al Dios Triuno!
RESUMEN
Aunque no podamos entender el misterio de la Trinidad divina, sí podemos recibir y disfrutar a este Dios misterioso. No lo podemos entender, ¡pero lo podemos disfrutar! En el pasado, el hombre no tenía conocimiento de las vitaminas; sin embargo, disfrutaba de sus beneficios ¡Alabado sea el Señor! El Dios Triuno no se revela para que lo entendamos, sino para que lo disfrutemos. Todo lo que El es como nuestro disfrute, está revelado en las Escrituras. Aunque no podemos entenderlo cabalmente, sí podemos aceptar todo lo que la Biblia declara acerca de El y disfrutarlo.
Preguntas
- Cite dos versículos, uno del Antiguo Testamento y uno del Nuevo Testamento, que digan que sólo hay un Dios.
- ¿Qué significa el término “Triuno”?
- ¿Puede encontrar tres versículos en el Nuevo Testamento que se refieran a los Tres de la Trinidad?
Referencias adicionales
- Concerning the Triune God, the Father, the Son, and the Spirit [Acerca del Dios Triuno: el Padre, el Hijo y el Espíritu], (Lee/LSM) págs. 5-6, 9-10, 29-31.
- La revelación del Dios Triuno según la Palabra pura de la Biblia, (Lee/LSM) págs. 2-4, 20-21.
- The Divine Dispensing of the Divine Trinity [La impartición divina de la Trinidad Divina] (Lee/LSM), págs. 126-128, 139-140.
- Estudio-vida de Génesis (Lee/LSM), págs. 412-415.
- The Stream [El manantial] (Lee/LSM), tomo 13, núm. 4, págs. 16-17.
- Life Messages [Mensajes de vida] (Lee/LSM), tomo 2, págs. 268-269.