Watchman Nee Libro Book cap.1 El misterio de Cristo

Watchman Nee Libro Book cap.1 El misterio de Cristo

EL MISTERIO DE CRISTO

CAPÍTULO UNO

EL MISTERIO DE CRISTO

Lectura bíblica: Ef. 3:4-6; Jn. 12:32; Lc. 12:50-52

EL MISTERIO ESCONDIDO POR LAS EDADES

En Efesios 3:4-6 Pablo habla de su conocimiento en el misterio de Cristo. Este misterio no se dio a conocer a los hijos de los hombres en otras generaciones. Los hombres de la antigüedad no supieron acerca del misterio que Dios reveló a Pablo, el cual consiste en que judíos y gentiles llegan a ser un solo y nuevo hombre en Cristo Jesús. Este es el Cristo corporativo, la iglesia. El versículo 6 es un versículo muy valioso. La palabra “copartícipes” se refiere al nuevo hombre de Efesios 2:15. El nuevo hombre está en contraste con el viejo hombre. Aunque hay muchos individuos en este mundo, sólo hay un solo viejo hombre. De la misma forma, aunque hay muchos cristianos, sólo existe un nuevo hombre: la iglesia.

UN SOLO Y NUEVO HOMBRE

A fin de poder entender lo que es el nuevo hombre, primero debemos entender lo que es el viejo hombre. El viejo hombre es el hombre que Dios creó y que cayó por el pecado. Todo el que está en Adán, no sólo es pecador delante de Dios, sino también el viejo hombre. Cuando el pecador, el viejo hombre, escucha el evangelio, cree en Cristo y es salvo, llega a ser un nuevo hombre. No sólo llega a ser un nuevo hombre a un nivel individual, sino que se une a todos los demás cristianos, quienes a su vez constituyen un solo y nuevo hombre corporativo. Efesios 1 habla de la iglesia como el Cuerpo de Cristo; el capítulo dos, de la iglesia como el nuevo hombre; el capítulo tres, del misterio de Cristo; el capítulo cuatro, de la manera de edificar el Cuerpo de Cristo; el capítulo cinco, de la responsabilidad de la iglesia, y el capítulo seis, de la guerra espiritual que libra la iglesia. La cumbre de la obra de Dios es la iglesia, la cual es el nuevo hombre. Dios nos salva a fin de que lleguemos a ser un nuevo hombre en Cristo.

Existe una gran falla entre los cristianos hoy, la cual es que todos quieren ser cristianos individuales. Desean ser buenos y tener celo; quieren sentarse a escuchar buenos sermones. En pocas palabras, todos quieren ser cristianos en su individualidad. Pero Dios no desea que seamos simplemente buenos individuos. El anhela tener un vaso corporativo que destruya a Satanás y logre Su plan. Dios no quiere que Sus hijos estén esparcidos como un montón de granos de arena. El quiere que los cristianos se unan para conformar un nuevo hombre corporativo.

¿QUÉ ES EL NUEVO HOMBRE?

Efesios 2 dice que Dios creó un nuevo hombre de dos grupos de personas, pero no nos dice cómo es el nuevo hombre. Según Colosenses 3:10-12, el nuevo hombre se renueva hasta el pleno conocimiento, según la imagen del que lo creó. En el nuevo hombre no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, esclavo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos. En el nuevo hombre las distinciones no tienen absolutamente ninguna importancia; uno es el nuevo hombre o no es nada. En la esfera del nuevo hombre ser griego o judío no tiene ninguna validez. El nuevo hombre es simplemente Cristo. La naturaleza del nuevo hombre es Cristo. En el nuevo hombre Cristo lo es todo y está en todos. Hasta podemos atrevernos a decir que Cristo es la iglesia y que la iglesia es Cristo, porque todo lo que hay en el nuevo hombre, la iglesia, no es otra cosa que Cristo. El nuevo hombre está constituido exclusivamente de Cristo mismo.

LA IGLESIA ES CRISTO

Puesto que la naturaleza del nuevo hombre, la iglesia, es Cristo, podemos decir que la iglesia es Cristo. Veamos dos pasajes. En Lucas 12:50-51 el Señor dijo: “De un bautismo tengo que ser bautizado … ¿Pensáis que he venido para dar paz en la tierra? Os digo: No, sino más bien división”. ¿Por qué dijo esto el Señor? El dijo esto porque antes había dicho que echaría fuego sobre la tierra. Este fuego es el fuego de la vida de Dios. Esto significa que derramaría Su vida sobre la tierra para que todos los que en El creyeran fueran regenerados y recibieran la vida de Dios. Sin embargo, esto sólo podía cumplirse después de Su bautismo, el cual se relaciona con Su crucifixión. Juan 12 revela que la iglesia se produce por medio de la muerte y la resurrección de Cristo. El es el grano de trigo que cayó en la tierra, murió y produjo en Su resurrección muchos granos, los cuales son la iglesia. En estos dos pasajes podemos ver que la iglesia es producida por la vida de Cristo. Por medio de Su muerte y resurrección, El vertió Su vida y la impartió a los creyentes. Entonces estos creyentes son unidos para así constituir la iglesia.

LA IGLESIA ES EL CRISTO CORPORATIVO

En el Nuevo Testamento hay dos maneras de ver a Cristo. Por una parte, El es Jesucristo, el nazareno; éste es el Cristo individual. Por otra parte, El es Cristo y la iglesia, el Cristo corporativo. En 1 Corintios 12:12 se hace alusión al segundo aspecto de este modo: “Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos son un solo cuerpo, así también el Cristo”. Nada que no sea parte de Cristo puede ser la iglesia. Sólo hay algo en el cristiano que forma parte de la iglesia: Cristo. La iglesia es el Cristo corporativo. En la iglesia sólo existe Cristo. En la reunión del partimiento del pan, la porción del pan que partimos también representa el Cuerpo de Cristo, la iglesia. La iglesia no es algo que se añade a Cristo, sino lo que procede de Cristo.

Hoy en día hay divisiones entre los hijos de Dios debido a que hay diferentes organizaciones, puntos de vista, conceptos, gustos, preferencias y doctrinas. Pero a los ojos de Dios la iglesia es indisoluble. Todas estas diferencias son exclusivamente externas; no son diferencias de la realidad intrínseca de la iglesia. La iglesia es la composición de todos los creyentes con Cristo. Ella es el Cristo corporativo. Cuando todos los santos se unen en Cristo, se obtiene la iglesia. Puesto que hay un solo Cristo, solamente puede existir una sola iglesia. Por lo tanto, la iglesia es indivisible e indisoluble.