Efesios 1:7 Comentario bíblico
‘En él tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, ‘ Efesios 1:7
Versículo 7
Versículo 7: en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según la riqueza de su gracia,
Fíjate en el versículo 7 que es significativo, aquí: en quien tenemos redención por su sangre. Ahora tú vas, tienes un día con mucho conflicto y hay miles de enemigos, has cometido pecado, has caído en sus trampas, has abierto una puerta; la cual no debías haber abierto, pero ahora viene la consecuencia de abrir esa puerta, de haber hecho ese pecado y él enemigo viene con su látigo a flagelarte, y tú te estás lamentando: ¡Si, he pecado, ¿qué voy a hacer ahora?
Bueno fíjate versículo 7, dice: en quien tenemos redención; hemos sido redimidos, él Señor nos redimió, Él sacó eso que no tenía oportunidad y nos dio precio, nos elevó a una posición que no merecíamos, nos sacó del fango y nos puso en lugares celestiales, bendecidos. En quien tenemos redención; ha sido redimido hermano, tienes que creerlo, el enemigo vendrá acusarte; pero yo he sido redimido en el nombre de Yeshúa, la gracia del Señor está sobre mi vida; no tienes por qué seguir hablandome y te vas fuera, tampoco quiero hablar contigo en el nombre de Yeshúa, te expulso y te vas fuera. Según en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados; cometemos pecados, si hermano cometes pecado, pues vamos al Señor y es ese abogado que está perpetuamente; las escrituras lo dice: perpetuamente intercediendo por nosotros, y él se presenta ante el padre y nos defiende; y tienes eso a tu favor, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia; y la riqueza de la gracia del Señor son eternas, inconmensurable no hay manera de coger un metro y medirla, es enorme; a nuestro favor. Por lo tanto, el Señor ya te perdonó, vive ahora en esa victoria hermano.
Mira hermano este versículo 7, dice: en quien tenemos redención por su sangre; A lo largo de la carta de Efesios notamos un un hilo comunicante y menciona, como hemos sido redimidos y no solamente aquí lo podemos ver; en quien tenemos redención por su sangre el perdón de pecados, sino también en (Efesios 2: 16) dice: y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades. Esa cruz, esa muerte, ese sacrificio; y fíjate en (Efesios 4: 32) dice: Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en el Mesías. Has visto fue por medio de ese sacrificio que hemos sido redimidos, en quien tenemos esa redención por su sangre; y también lo vemos en (Efesios 5: 25-27) dice: Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiendola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
Todo esto ha sido por medio de ese sacrificio y esas manchas y esas arrugas es la práctica el vivir ejercitándonos en el rodaje como iglesia, tu hermano yo, ambos somos iglesia, somos parte de ese cuerpo y nos vamos quitando esas manchas, esas arrugas que en ocasiones mancillan la santidad de nuestro Señor, que son nuestros errores que cometemos porque no somos perfectos, estamos en un camino de ir aprendiendo en el cual debemos tener noción de lo que está sucediendo a nuestro alrededor, tomar cartas en el asunto y practicar la santidad, y la santidad es apartarnos del pecado. Tú debes apartarte del pecado, aquello es pecado, pues tú no puedes participar del pecado, ni practicar el pecado. Hay veces que estamos involucrados de manera pasiva en el pecado, ¿cómo sucede esto? pues muy fácil, tú estás en medio de donde la gente está cometiendo actos vergonzosos y te estás gozando con ellos. Ah, pero yo no estoy haciendo nada… eres cómplice, apártate, apártate del pecado, ni participes ni practiques el pecado. Esas 2P; tenerlas bien en cuenta: ni participar ni practicar.
Venga echemos suerte, dice en Proverbios, echemos suerte, cojamos una bolsa para practicar, no nosotros no tenemos nada que ver con eso nos apartamos, los repudiamos, luchamos contra ello, oramos en contra de las huestes espiritual de maldad y a favor de esas personas para que sean liberadas. Nosotros hemos de huir como hizo José, ante esa presencia de pecado, él huyó, dejó aún su ropa, aún cuando tenía que ser despojado de todo aquello que le diera cierta cobertura terrenal, solamente por confiar en las cosas celestiales. También habla las escrituras, de cuando Esaú vendió su primogenitura nosotros no queremos venderla, nosotros queremos mantener la santidad sin la cual nadie verá al Señor.