Barna George & Frank de Viola Libro Book cap.8 Paganismo en tu Cristianismo
EL BAUTISMO Y LA CENA DEL SEÑOR
Capítulo 8
El Bautismo y la Cena del Señor: Diluyendo los Sacramentos
Muchas instituciones y elementos de las instituciones, que, a veces, se ha pensado que estos pertenecían al cristianismo primitivo, en realidad, pertenecen a la Edad Media.
__Edwin Hatch
Un sinnúmero de libros han sido escritos sobre los dos sacramentos de la Iglesia Protestante: el Bautismo y la Cena del Señor. Sin embargo, nada existe impreso que remonta el origen de cómo las practicamos hoy. En este capítulo, veremos cuan lejos hemos ido en cuanto a la práctica del bautismo en agua y la Cena del Señor.
Diluyendo las Aguas del Bautismo
La mayoría de los cristianos evangélicos creen y practican “el bautismo de creyentes” en comparación con el “bautismo de infantes.”ψ Del mismo modo, la mayoría de los protestantes creen y practican el bautismo por “inmersión” en vez de “aspersión.” El Nuevo Testamento, tanto como la historia de la iglesia primitiva se alinean con estas posiciones.
Sin embargo, en la mayoría de las iglesias modernas es común distinguir el bautismo de la conversión y separarlos por mucho tiempo. Muchos cristianos fueron salvos a una edad y bautizados a una edad más tarde. En el primer siglo esta práctica fue desconocida.
En la iglesia primitiva, los creyentes recientes fueron bautizados inmediatamente al creer.ψ Un erudito dice del bautismo y la conversión, “Estas dos pertenecen juntos. Los que se arrepintieron y creyeron a la Palabra fueron bautizados. Eso fue la costumbre invariable, según lo que conocemos.” Otro escribe, “Al nacimiento de la Iglesia, los convertidos fueron bautizados con poco o ningún retraso.”
En el primer siglo, el bautismo en agua era la confesión externa de la fe de una persona. Pero, más que eso, era la manera en que alguien vino al Señor en el primer siglo. Por esta razón, la confesión del bautismo se vincula vitalmente al ejercicio de la fe salvadora. Tanto que los escritores del Nuevo Testamento muy a menudo utilizaron el “bautismo” en lugar de la palabra “fe” y la relacionan a ser “salvo.” Esto se debe al hecho de que el bautismo del cristiano recientemente convertido era la confesión inicial de su fe en Cristo.
- El bautismo de infantes tiene sus raíces en las creencias supersticiosas que se extendieron por la cultura Greco-romana. Según un erudito, “Primeramente hay la superstición, la cual, a través del segundo siglo, se asoció con los misterios, las presentaciones místicas paganas y sagradas, y después, el levantamiento de la Iglesia del Imperio. Las ideas supersticiosas que llegaron a ser asociadas con el bautismo no pudieron hacer menos que producir el bautismo de infantes.” (J. Warns, El Bautismo: Su Historia y Significado, Exeter: Paternóster, 1958, pp ́. 73-75, 93-95). Cipriano, un poderoso defensor del bautismo de niños, …(M. A. Smith, De Cristo a Constantino, Dopwner’s Grove: Imprenta InterVarsity, 1973, p. 139). …. (Graydon F. Zinder, Ante Pacem: La Vida de la Iglesia antes de Constantino, Imprenta de la Univ. de Mercer, 1985, p. 125). Por el quinto siglo, el bautismo de infantes repuso la práctica general del bautismo de adultos (Everett Ferguson, Los Primeros Cristianos Hablan: La Fe y la Vida durante los primeros 3 Siglos, Abilene: Imprenta A.C.U. tercera edición, 1999, pp. 76-61; Marjorie Warkentin, Ordenación: Una Panorama Bíblica y Histórica, Grand Rapids: Eerdmans, 1982, pp. 31-32). Agustino proveyó una completa justificación del bautismo de infantes…(Kim Tan, La Herencia Perdida: La Historia Heroica del Cristianismo Radical, Godalming: Libros Highland, 1996, pp. 82, 209).
- Hechos 2:37-41; 8:12 , 27-38; 9:18; 10:44-48; 16:14-15, 31-33; 18:18; 19:1-5; 22:16.
- Agustino describió el bautismo como una “palabra visible” (Tractates sobre el Evangelio Según San Juan, LXXX,3).
Hoy, la “Oración del Pecador” ha repuesto el rol del agua del bautismo como la confesión inicial de fe. Se dice a los incrédulos, “Repita esta oración tras de mí, acepte a Jesús como su ‘Salvador Personal,’ y usted será salvo.” Pero, en ningún lado del Nuevo Testamento encontramos a una persona llevada a Jesús por la “Oración del Pecador.” Y, no hay una sombra en la Biblia acerca de un “Salvador Personal.”
Más bien, los incrédulos del primer siglo fueron llevados a Jesucristo por ir a las aguas del bautismo. ¡Si me permite decirlo de esta manera, el bautismo en agua era la “Oración de Pecador” en el primer siglo! El bautismo acompañó la recepción del evangelio. Eso marcó una separación completa con el pasado y una entrada completa a Cristo y Su Iglesia. El bautismo era un acto de fe tanto como una expresión de fe simultáneamente.
Entonces, ¿Cuándo se separó el acto del bautismo de recibir a Cristo? Eso empezó en el segundo siglo. Unos cristianos influyentes enseñaron que el bautismo necesita ser precedido por un período de instrucción, oración y ayuno. ¡Esta tendencia se empeoró en el tercer siglo cuando unos convertidos nuevos tuvieron que esperar tres años para bautizarse!
Si usted fuera un candidato para el bautismo en el tercer siglo, su vida sería examinado al fondo. Usted tendría que mostrarse digno del bautismo por su conducta. El bautismo llegó a ser un ritual adornado y rígido que había adoptado mucho de las culturas judías y griegas, complicado con la bendición de agua, quitar toda la ropa, la repetición de un credo, ungido de aceita con el exorcismo, y dar leche con miel a la nueva persona bautizada.• Esto había llegado a ser un acto de obras en vez de fe.
El legalismo que había envuelto el bautismo reveló aun otro concepto más sorprendente: Solamente el bautismo perdona pecado. Si una persona comete pecado después del bautismo, él no puede ser perdonado. Por esta razón, la demora en cuanto el bautismo llegó a ser bastante común por el cuarto siglo. Siendo que se creía que el bautismo producía el perdón del pecado, muchos pensaron que fuera mejor a posponer el bautismo hasta que se podría obtener el máximo beneficio. Por lo tanto, algunas personas, como Constantino, esperaron bautizarse hasta que se encontraron sobre el lecho de muerte.
La Oración del Pecador y Un Salvador Personal
Como yo dije en antes, la “oración del pecador” eventualmente repuso la función bíblica del bautismo en agua. Aunque está presentado hoy como muy bíblico, la “oración del pecador” es una invención recientemente. D. L. Moody (1837-1899) era el primero para utilizarla.
Moody empleaba este “modelo” de oración al entrenar sus trabajadores evangelísticos. Pero, esto no llegó a ser muy popular hasta la década de los 50 del siglo 20 con el tracto Paz con Dios de Billy Graham y más adelante con Las Cuatro Leyes Espirituales de Cruzada Estudiantil para Cristo.
- Los Primeros Cristianos Hablan, pp. 35-36; W. R. Haliday, El Trasfondo Pagano del Cristianismo Primitivo (Nueva York: Cooper Square Publishers, 1970), p. 313. Dando el leche y la miel fue adoptado del paganismo. El nuevo convertido (“catecúmeno,” del cual se derivó “catecismo”) se bautizó el domingo de Pentecostés….
- Aquí está la “Oración del Pecador” clásica que aparece en las “Cuatro Leyes Espirituales” “Señor Jesús, Te necesito. Gracias por morir en la cruz por mi pecado. Abro la puerta de mi vida y te recibo como Salvador y Señor. Gracias por perdonarme y dar me vida eterna. Toma control del trono de mi vida. Haz me el tipo de persona que tú quieres que sea yo.” En el primer siglo, el bautismo en agua era el testimonio visible que demostraba públicamente el corazón de esta oración.
La frase “salvador personal” es otra invención moderna que salió del genio de avivamiento americano del siglo diecinueve. Realmente fue engendrado a mediados del siglo 19. Llegó a ser muy popular con Charles Fuller (1887-1968. Fuller, literalmente, usaba esta frase miles de veces en su programa de radio increíblemente popular “La Hora del Avivamiento Antiguo” que se radiaba en las décadas de los 40, 50 y 60 del siglo 20. Su programa alcanzó desde América del Norte a cada rincón del mundo. Cuando él murió, el programa fue escuchado por más de 500 emisoras alrededor del mundo.
Hoy, se utiliza la frase “Salvador Personal” tanto que parece ser bíblica. Pero, considere lo obsurdo de utilizarla. ¿Ha presentado alguna vez uno de sus amigos con tal designación? “Este es mi ‘mi amigo personal,’ Fonty Flock.”
Aparte del hecho de que esta frase tiene pocos puntos de contacto con la vida real, hay un problema mayor. La frase “Salvador Personal” limita lo que nosotros consideramos ser nuestra vida personal. La verdad es que Jesucristo nos salva de cada dimensión de la vida, sea personal, impersonal, interpersonal, corporal, etc. El es el Salvador de cada rincón, grieta y cuarto del templo (vida).
Además, la frase “Salvador Personal” refuerza un cristianismo altamente individualista. Pero el Nuevo Testamento no sabe nada de una fe cristiana de “sólo Jesús y yo.” Más bien, el cristianismo es intensamente corporal. El cristianismo es una vida vivida entre un cuerpo de creyentes que le conocen a él juntos como Señor y Salvador.
La Cena del Señor
Ríos de sangre han sido derramados a las manos de cristianos protestantes y católicos sobre los intrincamientos doctrinales relacionados a la Cena del Señor. La Cena del Señor, una vez preciosa y viva, llegó a ser el centro del debate teológico por muchos siglos. Trágicamente, esta movió de un cuadro del cuerpo y sangre de Cristo dramático y concreto a un estudio de pensamiento abstracto y metafísico.
No nos vamos a preocupar con las minucias teológicas que rodean la Cena del Señor. Pero, los protestantes (tanto como los católicos) no celebran la Cena de la manera observada durante el primer siglo. Para los primeros cristianos, la Cena del Señor era una cena festival.
Hoy, la tradición nos ha obligado a tomar la Cena como un “cosquilleo de la lengua” por el dedal de jugo de uva y un pedacito de galleta sin sabor. Se toma la Cena en un ambiente de penumbra y muerte. Nos piden que recordemos los horrores de la muerte de nuestro Señor y reflexionar sobre nuestros pecados.
Además, la tradición nos ha enseñado que tomar la Cena del Señor puede ser una cosa peligrosa. Por lo tanto, la mayoría de los cristianos modernos nunca la tomarían sin un clérigo presente. Todos estos elementos fueron desconocidos entre los primeros cristianos. Para ellos, la Cena del Señor era una cena comunal.• El humor era de celebración y gozo. Y, no hubo un clérigo dirigiéndola. La Cena del Señor, esencialmente, era un banquete cristiano.
Truncando la Cena
- “A través del período del Nuevo Testamento, la Cena del Señor era una cena real compartida en los hogares de los cristianos.” (John Drane); “Durante los tiempos de la Iglesia Primitiva, la Cena del Señor era parte de una cena comunal. Todos llevaron comida y la compartieron juntos” (Donald Guthrie); En Corinto, la Comunión Santa no era una cena como la nuestra, sino una cena real. Por otra parte, parece claro que esta era una cena a la cual cada uno de los participantes había contribuido comida” (León Morris).
Entonces, ¿Cuándo cesó la cena completa, dejando sólo el pan y la copa? Aquí está la historia. Durante el primer siglo y la primera parte del segundo, los cristianos tempranos describieron la Cena del Señor como la “fiesta del amor.” En aquel tiempo, ellos tomaron el pan y la copa dentro del contexto de una cena festiva. Pero, alrededor del tiempo de Tertuliano (160-225), se empezó a separar el pan y la copa de la Cena. Por el fin del segundo siglo, la separación fue completa.
Algunos eruditos han razonado que los cristianos eliminaron la cena porque ellos no querían que el Eucaristía se profanara por la participación de incrédulos. En parte, puede ser que eso será la verdad. Pero, es más probable, que la influencia creciente del religioso ritual pagano quitó el ambiente gozoso, casero, y irreligioso de una cena en la sala de un hogar. ¡Ya por el cuarto siglo, la fiesta del amor fue “prohibido” entre los cristianos!
Con el abandono de la cena, los términos “partir el pan” y “la Santa Cena” desaparecieron. Ahora, el término común del ritual truncado (sólo el pan y la copa) era “la Eucaristía.”•• Ireneo (130-200) era uno de los primeros que describió el pan y la copa como una “ofrenda.” Después de él, se empezó a llamarla “ofrenda” o “sacrificio.”
La mesa de altar donde se colocaba el pan y la copa llegó a ser interpretada “la ofrenda de la víctima.” La Cena ya no era un evento comunitario. Más bien, fue un ritual sacerdotal que se presenciaba a una distancia. A través del cuarto y quinto siglos, hubo un sentido creciente de asombro y pavor asociado con la mesa donde se celebraba la Eucaristía. ••• Llegó a ser un ritual sombrío. El gozo que la había acompañado antes ya se había desaparecido.
El misterio asociado con la Eucaristía se debía a la influencia de las religiones misteriosas paganas. Estas religiones fueron nubladas de misterio y superstición. Con esta influencia, los cristianos empezaron a atribuir al pan y a la copa insinuaciones sagradas. Fueron percibidos como objetos santos de y en sí mismos.
- Fue prohibido por el Concilio de Cartago en el año 397 d.C. La Cena del Señor, p. 60; Charles Hodge, 1 Corintios, p. 219; R.C.H. Lenski, La Interpretación de 1 y 2 Corintios, p. 488.
- Los Cristianos Tempranos, p. 93. Eucaristía quiere decir “agradecimiento.”
- Los escritores tan tempranos como Clemente de Alejandría, Tertuliano y Hipólito (tercer siglo temprano) empezaron a utilizar un lenguaje que hablaba de una presencia de Cristo generalmente en el pan y el vino. Pero no se hizo un intento en aquel tiempo temprano a explicarlo a base de un realismo físico que “cambió” el pan y el vino en carne y sangre. Más tarde, unos escritores orientales (Cyril, Sarapión, Atanasio) introdujeron una oración al Espíritu Santo para transformar el pan y el vino en el cuerpo y sangre. Pero, fue Ambrosio de Milan (fin del cuarto siglo) que empezó la localizar el poder de la consagración al recitar las palabras de institución. Se creía que las palabras “Esto es mi cuerpo” (en Latín hocest corpus meum) contenían el poder de transformar el pan y el vino (Josef Jungmann, La Misa del Rito Romano, Nueva York: Benzinger, 1951, pp. 52, 203-204; Gregory Dix, El Diseño de la Liturgia, London: Imprenta Dacre, pp. 239, 240-245).
El hecho de que la Cena del Señor llegó a ser un ritual sagrado, esto requirió a una persona sagrada para administrarlo. Ahora entra el sacerdote para ofrecer el sacrificio de la Misa. Se creía que él tuvo el poder de pedir a Dios que se bajara del cielo y tomara residencia en un pedacito de pan.
Alrededor del décimo siglo, el significado de la palabra “cuerpo” cambió en la literatura cristiana. Previamente, los escritores cristianos utilizaron la palabra “cuerpo” para referirse a uno de tres cosas: (1) El cuerpo físico de Jesús, (2) la Iglesia, o (3) El Pan de la Eucaristía.
Los padres tempranos de la iglesia vieron a la iglesia como una comunidad de fe, la cual se identificó a sí misma por partir el pan. Pero, por el décimo siglo, hubo un cambio en el pensamiento y el lenguaje. La palabra “cuerpo” ya no se utilizó para referir a la iglesia. Fue utilizada solamente para referirse al cuerpo físico del Señor o al pan de la Eucaristía. La palabra “cuerpo” había sido eliminada en cuanto referirse a la Iglesia.
Por consiguiente, la Cena del Señor llegó a ser muy distanciada de la idea de la Iglesia reuniéndose para celebrar la partida del pan. El cambio del vocabulario reflejaba esta práctica. La Eucaristía no tuvo nada que ver con la Iglesia, sino llegó a ser visto como “sagrada” en sí misma, aun sentado ahí en la mesa. Llegó a ser envuelto en una mística religiosa. La veían con asombro. Fue tomado por el sacerdote con una disposición sombría. Esta fue completamente divorciada de la naturaleza comunal de la ekklesía.
Todos estos factores dan apoyo a la doctrina de transubstanciación. En el cuarto siglo, la creencia de que el pan y el vino se cambiaron en el cuerpo y sangre actual del Señor fue explícita. Transubstanciación, sin embargo, ere la doctrina que dio una explicación teológica de cómo ese cambio ocurrió.• (Esta doctrina fue resuelta del undécimo siglo hasta el decimotercero.)
Con la doctrina de transubstanciación hubo un sentimiento de temor que rodeaba los elementos. El temor fue tan intenso que el pueblo de Dios vacilaba de mala gana en cuanto a acercarse a los elementos. Cuando las palabras de la Eucaristía fueron dichas, se creía que el pan llegó a ser Dios literalmente. Todo esto convirtió la Cena del Señor en un ritual sagrado llevado a cabo por personas sagradas y divorciadas de las manos del pueblo de Dios. Esto fue tan entrincherado dentro de la idea medieval de que el pan y la copa eran una “ofrenda” que aun algunos de los reformadores lo apoyaron.
- Los Cristianos Tempranos, pp. 111-112. La verdadera doctrina de la Transubstanciación se acredita a Tomás Aquino. En este respecto, Martín Lutero creyó que la “opinión de Tomás” debía haberse quedado una opinión y nada más y no llegado a ser una dogma de la iglesia (Liturgia cristiana, p. 307).
Mientras los modernos cristianos protestantes han descartado la noción católica de que la Cena del Señor es un sacrificio, ellos han continuado a incluir la práctica católica de la Cena. Usted puede observar cualquier Cena del Señor (muchas veces llamado “Comunión Santa”) en cualquier iglesia protestante y usted verá lo siguiente:
- La Cena del Señor es una pequeña galleta (o pedacito de pan) y copita de un trago de jugo de uva (o vino). Está separada de la cena igual como en la Iglesia Católica.
- El humor es sombrío y triste. Igual como en la Iglesia Católica.
- El pastor les dice a los feligreses que ellos necesitan a examinarse respecto al pecado antes de participar. Es una práctica que originó con Juan Calvino.
• Como el sacerdote católico, muchos pastores administran la cena y recitan las palabras de la institución: “Esto es mi cuerpo” antes de repartir los elementos a la congregación. Igual como la Iglesia Católica. (Mateo 26:25-27; Marcos 14:21-23; Lucas 22_18-20).
Con solo unos pocos cambios, todo esto es del catolicismo medieval.
En Resumen
Por la tradición nuestra, hemos evacuado el significado verdadero y el poder detrás del bautismo en agua. Concebido y practicado correctamente, el bautismo en agua es la confesión inicial del creyente ante a los hombres, demonios, ángeles y Dios. El bautismo es una señal visible que representa nuestra separación del mundo,• nuestra muerte con Cristo, el entierro de nuestro hombre carnal, •• la muerte de la creación vieja y el lavado por la Palabra de Dios.
- La Adoración Protestante: Tradiciones en Transición (Louisville: Imprenta de Westminster / Juan Knox, 1989), p. 66. 1 Corintios 11:27-33 no es una exhortación para que uno se examine a sí mismo con respecto al pecado personal. Más bien es una exhortación de examinarse a sí mismo en el área de tomar la Cena de una “manera digna.” Los Corintios deshonraron la Cena porque no les esperaban a sus hermanos pobres para comer juntos, y se emborracharon del vino.
- Hechos 2:38-40; 1 Corintios 10:1-2.
- Romanos 6:3-5; Colosenses 2:11-12. 1 Pedro 3:20-21.
- Hechos 22:16; Efesios 5:26.
El bautismo en agua es la forma del Nuevo Testamento de la conversión / iniciación. Es la idea de Dios. Al reponerlo con la invención humana “la Oración del Pecador” es quitar del bautismo el testimonio que Dios ha dado.
Del mismo estilo, la Cena del Señor, cuando separado de su contexto correcto de una cena completa, se vuelve casi a un rito pagano. La cena ha llegado a ser un ritual vacío dirigido por un clérigo, en vez de ser una experiencia de vida compartida disfrutada de la iglesia. Ha llegado a ser un ejercicio religioso malsano, en vez de un festival gozoso, una ceremonia individualista y rancia, en vez de un evento corporal significativo.
Como dijo un erudito, “No cabe duda que la Cena del Señor empezó como una cena familiar o una cena de amigos en una casa privada. La Cena del Señor se cambió de ser una cena real a una cena simbólica. La Cena del Señor se pasó de una simplicidad (lo imprescindible) a un esplendor elaborado. La celebración de la Cena del Señor se pasó de ser una función de la congregación a una función sacerdotal. En el Nuevo Testamento mismo, no hay indicación que fue un privilegio especial o obligación de alguien a guiar los adoradores en la Cena del Señor.”
Por nuestra tradición hemos anulado la experiencia Neo Testamentaria del bautismo en agua y la Cena del Señor. Que usted, querido cristiano, evite las tradiciones vanas de los hombres y volver al sendero antiguo como lloró el profeta una vez: Así dice el Señor, ‘Párense en los caminos y miren, pregunten por los senderos antiguos, dónde está el mejor camino; síganlo y encontrarán descanso.” (Jeremías 6:16)
¿Caminará usted en el sendero antiguo?, o ¿Continuará descuidadamente a adherirse a sus tradiciones abrigadas, atascado en la rutina de nuestros antepasados.
El clero protestante ha rescatado la Biblia de las tinieblas de las bibliotecas papales y la esparcieron sobre toda la tierra. La han exaltado en los términos más altos respecto a la estimación humana. La han estudiado, han hecho comentarios y la han explicado, aun torturado a cada palabra, frase, y expresión del lenguaje original y las traducciones, para todo tipo de interpretación. Resulta que el cristianismo está asfixiado de teología y crítica: las verdades de la revelación son un alambre, estirado, hilado y retorcido para producir todo tipo de diseño imaginable y fantásticos. Un sistema de Divinidad técnica ha sido construido que puede rivalizar con las complejidades de toda la maquinaria de la iglesia romana.
__Steven Colwell