Efesios 1:14 Comentario bíblico
‘que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria. ‘ Efesios 1:14
Versículo 14
El versículo 14 dice: que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.
Varias palabras que me llaman mucho la atención aquí dentro de este texto que cuando me paro a pensar en cada una de ellas, amplía esa bendición en mi vida y me da realmente una posición de seguridad en la cual pararme. Sabes hermano, lo he mencionado en varias oportunidades, varias veces; que según cómo creas la palabra de Dios, te dará autoridad de las huestes espirituales de maldad. En corto, en otras palabras es, aquella posición que tienes de seguridad te hará que estés firme o que caigas, te hará que creas la palabra de Dios de verdad o que simplemente sea algo que alguien dijo, que puede que sea y que no sea verdad; sabes el enemigo cuando tú dudas él no se va, él se queda el padre de la duda, el padre de la mentira, el padre de la inquietud; recuerda mira la palabra del Señor lo dijo así; hay dos textos bíblicos que encierran esta imagen que se crea cuando tu dudas; el primero se encuentra en el libro (Santiago 1: 6) dice: Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar; que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.
Imagínate tu vida hermano que viene el enemigo avasallarte con sus maldades, con sus engaños y tu dudas, “ creo o no creo, no sé si estoy venciendo o no estoy venciendo, estoy parado en victoria o solo estoy parado en victoria y no estoy bien delante de Dios, o seguramente Dios tiene problemas conmigo…” ¡Espera hermano! Míralo como lo dice aquí en Judas, la pequeña carta a Judas: fieras ondas del mar, que espuman su propia vergüenza; estrellas errantes, para las cuales está reservada eternamente la oscuridad de las tinieblas. (Judas 1: 13)
Si bien está hablando de esos ángeles caídos aquí en este punto, da esa idea, da esa imagen, de la persona que duda; una estrella errante va pero a ningún lado. Nosotros somos hijos de Dios, hermano hermana eres una hija eres un hijo de Dios en el que puedes estar parado firme y llevar tu vida adelante, tu propia vida en victoria, en victoria me refiero en todas las áreas de tu vida; no significa que ahora vas a hacer un multimillonario, igual estés en la pobreza, vale pero porque Dios quiere que estés hay, eres vital para su obra, para el reino de los cielos en esa posición en la que te encuentres, y de eso se trata que nuestra vida esté al servicio del reino de los cielos, no de nuestros propios placeres, ni de nuestras propias ideas, ni de nuestros propios planes; nuestros planes no sirven para nada, necesitamos estar enfocados, estar en el centro de la tormenta de lo que Dios quiere hacer, estar en el centro de su propia voluntad. Piensa en ello.
El versículo 14: que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria. Aquí tú tienes que estar firme, creyendo esto, Dios te ha marcado y esa marca es un pago que ha hecho por la propiedad de tu vida, nadie tiene derecho a tu vida, Dios la ha marcado y la ha pagado; eres propiedad de Dios, estás bajo el entero enfoque de YahWeh en tu propia vida, ese pago que ha hecho por ti hace que seas propiedad de El. Tienes que estar contentísimo por esto, y tienes que creerlo cuando el enemigo venga a engañarte, te este azotando, hayas caído en un error hermano, todos caemos en errores, hay quienes caen en los errores que son dramáticos; que ha transformado su familia, me estoy refiriendo a errores: de adulterio, de fornicación, de engaño; me estoy refiriendo a esos errores. El Señor puede restaurarlo, evidentemente tendrás que pagar la consecuencia eso no te lo va a quitar nadie, si metes los dedos en el enchufe la corriente traspasará tu cuerpo sentiras ese temblor, hermano … No metas la mano en el enchufe. Aprende de tus errores, aprende la lección de una vez por todas; pero es decir que pagarás las consecuencias, pero el Señor te enseña. Todas las cosas ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. (Romanos 8:28) Pero ante las huestes espirituales de maldad, este texto es glorioso: que es las arras de nuestra herencia; el Espíritu Santo te ha marcado, te ha dado un pago por ti, y dice más: hasta la redención de la posesión adquirida; es decir hemos adquirido una posesión pero ahora tenemos que ser quitados de eso, ahí está la redención.
A mí me figura mucho esto a que el Señor pagó el precio por nosotros, estamos en un cuerpo de carne, en la que seguimos ofendiendo la santidad del Señor, el pago del precio por nosotros, ya YahWeh ve el sacrificio de Yeshua sobre nosotros y nos ve santos y fieles y sin mancha delante de Él, así nos ve.
Pero en el transcurso cometemos errores, El Señor pagó el precio es nuestro abogado, nos defiende por lo tanto nos ve santo y sin mancha pero ante las huestes espiritual de maldad, en el transcurso de nuestra vida no tenemos la autoridad que debiéramos, cuando nos comportamos en santidad y cogemos esa autoridad avanzamos. Un día todo esto, toda esta limitación de carne, será quitada, será redimida; hasta la redención de la posesión adquirida, y estaremos realmente en gloria, para la gloria del Señor; nunca para la nuestra, recuérdalo. Hermano todos tus avances, todas tus victorias: reconócelo en todos tus caminos y Él enderezar a tus veredas; recuerda de que: Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu (Proverbios 16: 18) Me ha pasado ver resultados finales y vienen a mi mente escenas que esos hermanos habían mencionado. En una oportunidad, hablando con un hermano y orando por unos hermanos apoyándolo, íbamos a ayudarlo, inclusive en el transcurso de ir a ayudar a ese hermano, este otro hermano me habla mal de él, y yo por mis adentros me quedé quieto porque yo sé que, el que te habla a ti mal de otro, a otro le habla mal de ti; yo sé eso, y uno tiene que dar un poco de esas recomendaciones “bueno hermano oremos por él” o pararlo más de sensillo: hermano no me hables mal de nadie, porque no quiero saber nada si él no está aquí. Pararlo en seco, pero hoy vemos que esas vidas han sido tocadas y no exagero este hermano en concreto cayó en adulterio, y no una sola vez sino varias veces, a humillado a su esposa; siempre lo digo en las reuniones de matrimonio, “el que uno haya cometido un error no es la falta solamente de uno, la otra parte ha hecho algo en consecuencia para que esto también resulte de esta forma”; es decir que los dos son 1, 2 igual a 1; el Señor lo dijo en su palabra: no son ya más dos, sino uno (Marcos 10: 8) por lo tanto, si el hombre ha cometido un agravio la mujer ha bajado la guardia en algún momento, si la mujer ha cometido un agrado el hombre ha bajado la guardia; por lo tanto tienen que estar los dos unidos. Pero aquí en este ejemplo que te estoy compartiendo, en esta parte del testimonio; esta persona, este hermano cayó de una manera muy grave y cuando me enteré lo primero que vino a mi mente fue aquello, “mira se estuvo comparando”; porque antes de que caigas y la altivez de espíritu, se vino la soberbia; antes del levantamiento es la soberbia y antes de la caída viene la altivez de espíritu, nos creemos algo que no nos pertenece que no nos corresponde, por eso es que Dios nos creó lo hemos visto en los versículos anteriores, nos creó para buenas obras, nos creó para la alabanza de su gloria no para la nuestra.
Seguimos, quiero repetir de nuevo: que las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posición adquirida, para alabanza de su gloria. No es para nosotros hermano, es para la alabanza de su gloria hemos sido creados, hemos sido formados para alabar su gloria, encomienda a Jehová tu camino, Y confía en Él; y Él hará. (Salmos 37: 5) “encomienda a Jehová tus caminos” por lo tanto hay toda una serie de cosas que tenemos que hacer en nuestro diario vivir como ejercitar nuestras manos, haciendo cosas con nuestras manos, ayudando a otros, aconsejando, escribiendo un mensaje para alentar… lo que sea trabajando en nuestro trabajo pero todo tiene que ser para la gloria del Señor, haz de glorificar al Señor en tu propia vida, y decirlo, en ocasiones verán que estás haciendo bien el trabajo, pero lo que no tienes que pensar es que es “gracias a mí”, no, declararlo: lo he hecho bien gracias a que Dios me dio la habilidad la gloria es de Dios, la gloria es del Señor; empieza a reconocerlo en todos tus caminos reconocer es eso, no te creas que la persona que te lo dice no sabe que estas reconociendo a Dios en tu mente, no, tienes que confesarlo. Si confesares con tu boca… es decir que hemos de confesar con nuestra boca. Hay algo más que te quiero mencionar respecto al versículo 14 es la idea de estas arras, es una inversión que el Espíritu Santo ha hecho en nosotros pero dándonos esa posición de autoridad que Él tiene ahora sobre nuestras vidas ante cualquier evento, ante cualquier situación porque ya no pertenecemos a este mundo hemos sido comprados, se ha pagado ese precio para que nosotros seamos de su propiedad; se podría decir que es el título de garantía que da a Dios a que Él sea nuestro dueño completamente y para siempre. Así que cuando venga el enemigo a querer engañarte, a querer tentarte; le dices: No no no, en Efesios capítulo 1 versículo 14 dice la palabra de Dios y te vas en el nombre de Yeshúa te expulsó fuera y le dices: soy comprado, soy una propiedad que le da derecho legítimo a Dios de que ya soy de su propiedad, no soy más tu propiedad; así que te vas fuera en el nombre de Yeshúa. Amén.
Hasta aquí es lo que te quería compartir en cuanto al versículo 14.